Sorprendente e íntimo
JUAN CARRETE
05/04/1991 El Mundo Enlace
En ocasiones la producción de los artistas queda dividida entre los encargos que le hacen los comitentes y aquellas otras obras que han ido surgiendo de una forma mucho más natural, debido a las exigencias de su entorno familiar o incluso en los períodos de descanso del propio artista. El caso es que los artistas van rodeándose ellos mismos y a sus familiares y amigos de determinadas obras que tienen en común el que han sido creadas bajo el imperativo del afecto, a la vez que el estudio y la vivienda familiar se va llenando de apuntes de lo que luego han sido las obras definitivas. Todas estas obras raramente son conocidas salvo por un corto número de personas allegadas al artista y que están habituadas a ellas, quizá porque son el propio ambiente del artista y se consideran parte del paisaje. Cada pieza es para el artista un río de recuerdos entrañables, los hijos captados en su corta edad, los dibujos realizados en conjunto con Pili, las pinturas como descanso del escultor, el diseño de las invitaciones de boda y primeras comuniones de hijos y nietos, el momento en que surgió la idea definitiva hecha materia, el corte de las maderas,... todo ello es lo que nos presenta esta exposición, que es a la vez un recorrido por la vida creativa del artista. Estamos, pues, ante un sorprendente e íntimo Chillida a escala de sus afectos familiares y de sus propias manos, que son en realidad las que graban, cortan y modelan.