Lago Balatón/Timisoara

Día  9. Viernes 14 De Julio. Ajdovscina -Lago Balatón

Hoy la carretera se ha portado mejor con nosotros, atravesamos Eslovenia con bastante tráfico pero fluido, sin problemas. Además, el paisaje es muy agradable, con mucho verde y arboleda. Paramos en un área de autopista excelente, con todos los servicios para los viajeros, incluido un restaurante con un pinta estupenda, muy limpia y ordenada. Eslovenia es un país poco conocido pero que da una magnífica impresión. Compramos la viñeta húngara y continuamos hasta el lago Balatón. Llegamos a las 4 al camping H&R (46.8014, 17.7499). Es un camping pequeño con servicios básicos pero con muy agradable, con césped y árboles.

Después de comer y descansar fuimos al lago que está a 5 minutos a pie y nos bañamos. Nos llamó mucho la atención la poca profundidad que tiene en esta zona porque el agua apenas llega a las rodillas, sin embargo, a lo lejos se divisan muchos veleros. El agua está templada y la temperatura es ideal.

Día 10. Sábado 15 de julio. Lago Balatón

Hungría no tiene salida al mar así que el lago Balatón, que además está cerca de Budepest, es el principal destino turístico nacional. Es un lago de agua dulce muy alargado ya que mide 80 kilómetros por 14 de ancho y muy poco profundo, tan sólo 3 metros de media.

El lago es un lugar perfecto para pasear en bicicleta, se puede hacer un recorrido de 200 kilómetros por carriles bici rodeando todo su perímetro, así que después de desayunar comenzamos el paseo. El lago esta urbanizado en casi todo su perímetro pero de una manera que no sé si describir de caótica u ordena o ambas cosas a la vez, si eso es posible.

Hay casas de todas clases, modernas y clásicas, con su tejado inclinado como la dibujaría un niño, unas preciosas y otras no tanto. Hay casas en primera línea de costa, con embarcadero propio por lo que hay zonas privadas y otras públicas, con grandes parcelas de césped, como si fueran playas. Hay sitios con restaurantes, alquiler de piraguas, hoteles, puertos deportivos, de todo un poco. En algunos lugares hay un sólo carril para las bicicletas pero en otros hay varias opciones, con calles con enormes árboles, sólo transitadas por los coches de los vecinos. Fuimos parando de vez en cuando y volvimos a la hora de comer a un restaurante muy cercano al camping. Mientras esperábamos la comida a Mercedes le dio una bajada de azúcar y varias personas se acercaron inmediatamente a ofrecernos su ayuda, incluso trajeron una máquina para medir el nivel de glucosa y se ofrecieron a llamar a una ambulancia. Afortunadamente, Mercedes se recuperó en unos minutos y terminamos la tarde bañándonos sin más sobresaltos.

Día  11. Domingo 16 de julio. Lago Balatón - Timisoara

Salimos del camping a las 9 de la mañana y avanzamos sin problemas, con poco tráfico y sin camiones, hasta la frontera rumana, atravesando un paisaje verde y arbolado. Unos kilómetros antes de la frontera encontramos un embotellamiento y tardamos una hora en cruzar por un control de pasaportes extremadamente lento. Nada más pasar el control paramos a comprar la viñeta en un módulo prefabricado: sólo pago en efectivo (menos mal que admiten euros porque no teníamos leis) y un gorrilla pidiendo dinero. No nos causó muy buena impresión nuestros primeros minutos en Rumanía.

El paisaje ha cambiado, ahora atravesamos una llanura amarillenta por el cereal recién recolectado y sin árboles. Unos 50 kilómetros más tarde llegamos a un camino sin asfaltar rodeando de trigales que están segando. Menos mal que había leído que aquí hay un camping porque el lugar no invita a meterse con la autocaravana. Sin embargo, a unos 300 metros divisamos un oasis verde entre tanto amarillo. El camping Luna, apa si timpul (45.9688, 21.1635) está situado en un pequeño lago con una isla que a su vez tiene un estanque en su centro y una espectacular casa de madera. Aparcamos y fuimos al restaurante a ver si podíamos comer porque con el cambio de hora aquí son ya las 5 de la tarde y no sabemos cuáles son los horarios de comida en Rumanía. La comida es deliciosa, el entorno muy bonito y el precio 26€. Ya nos va gustando más el país.El resto de la tarde la dedicamos a descansar y a disfrutar de una preciosa puesta de sol.


Día  12. Lunes 17 de julio. Timisoara

Hoy comenzamos nuestro recorrido por Rumanía. Antes de dejar el oasis fui a pagar la pernocta y me dijeron que era gratis. En realidad no se trata de un camping, es un restaurante en lugar apartado y muy bonito sin servicios de vaciado o llenado de aguas para las autocaravanas aunque sí hay duchas y servicios para las personas.

Timisioara está a sólo 28 kilómetros, así que llegamos temprano pero con una temperatura bastante alta y aparcamos en el parking Strada Nera. (45.7527, 21.2111), a unos 15 minutos a pie del centro.

Llegamos a la plaza de la Victoria que cuenta en un extremo con la Ópera Nacional y en el otro con la Catedral Metropolitana, cristiana ortodoxa. Subimos por la escalinata que da acceso al templo, donde se derramó sangre durante la revolución que derrocó al terrible régimen de Nicolae Ceausescu. Es un edificio de estilo bizantino de principios del siglo XX, aunque parece mucho más antiguo. El interior está profusamente decorado y pintado hasta el último rincón. Nos llamó la atención ver como la gente besaba los iconos. En un pequeño ataúd se conservan las reliquias de San Ioan El Nuevo de Partoș, un obispo de Timisoara del siglo XIV y frente a él una especie de altar con un icono grande y montones de collares de oro.

Volvemos a la plaza para hacer un descanso tomando una cerveza mientras contemplamos la hermosa catedral, la alfombra de flores en el centro de la plaza y la estatua de la loba capitolina amantando a Rómulo y Remo, como recuerdo de la presencia romana en estas tierras.

A continuación seguimos por la calle peatonal Alba Iulia, que comunica la plaza de la Victoria con la plaza de la Libertad bajo una cubierta formada por multitud de paraguas multicolores que dan una sombra que se agradece porque hace bastante calor. Es una de las calles más comerciales de la ciudad, repleta de tiendas, cafeterías, bares...

En la plaza de la Libertad nos detuvimos a ver unos tranvías históricos y una exposición de fotografías y finalmente llegamos a la majestuosa plaza de la Unión o Uniiri en rumano. En la esquina nos encontramos con un edificio en tonos azules que me recordó muchísimo a Gaudí por sus formas redondeadas. Se trata del Miksa Steiner Apartment Building, un soberbio edificio de principios del siglo XX que da la bienvenida a la espectacular plaza repleta de magníficos edificios con hermosas fachadas barrocas en tonos pastel, entre los que destacan la Catedral Católica Romana y la Iglesia Serbia Ortodoxa, junto a otras construcciones del siglo XVIII como el Palacio Barroco.

Visitamos brevemente la Catedral Católica para descansar y refugiarnos del calor y después fuimos a comer al restaurante Beraria 700, un bonito lugar con terraza exterior aunque nosotros preferimos el fresco de las salas abovedadas revestidas de ladrillos rojos del interior. Después de comer en la ciudad hace un calor andaluz, por lo que pensamos descansar en uno de los parques a la orilla del río Begej, suponiendo que allí haría fresco pero la realidad es que hace un calor insoportable. Encontramos la solución en la terraza del bar Balkan, situado entre el edificio Steiner y la Iglesia Serbia, desde donde se tiene una vista completa de la plaza de la Unión y, sobre todo, se está muy fresquito porque hay un sistema de agua pulverizada. Además, disfrutamos de un zumo de frutas muy rico.

Las altas temperaturas han marcado nuestra visita a Timisoara, tanto que decidimos tomar un taxi que nos lleve directamente a la autocaravana y seguir camino con el aire acondicionado puesto. La ciudad nos ha gustado mucho, todos los edificios está muy cuidados, las calles limpias y todo muy tranquilo, sin bullicio de turistas.

El destino elegido para la pernocta es el camping Tranzit Deva (45.8567, 22.9553) que está a 168 kilómetros de Timisoara y a 14 de nuestra siguiente parada. De nuevo llamarlo camping es un poco exagerado porque se trata del patio de una casa donde caben unas 7 u 8 autocaravana aunque cuenta con un gran salón y servicios. Llegamos al atardecer y en unos minutos el cielo se oscureció y llovió con fuerza durante un buen rato.