Normadía

Día 21, lunes 27 de julio. Rouen

En el día de hoy iniciamos la vuelta a casa. El primer trayecto nos lleva hasta Rouen. El área está muy cerca del centro, al otro lado del río (Parking Quai Jacques Anquetil, 49.43305, E 1.09659), pero la zona es poco acogedora, cerca de unas naves abandonadas, todo con mala pinta. En unos minutos estábamos en el centro. Visitamos la impresionante catedral, vimos casas con entramados de madera y el lugar donde quemaron a Juana de Arco el 30 de mayo de 1431. Hoy sólo hay una plaza con un jardín y una pequeña placa conmemorativa pero es excitante estar en el lugar donde sucedió unos hechos tan famosos como execrables. Llegamos a Rouen sobre las 5 de la tarde y el centro estaba animado mientras hacíamos la visita y tomamos café pero a la vuelta a la autocaravana, sobre las 8 y media, vimos como se vaciaba rápidamente y los comercios cerraban. Hemos visto Rouen y el área no nos convence así que nos vamos a hacia la siguiente parada, Honfleur. Llegamos ya oscurecido a un área enorme (49.41924, 0.24154) que estaba completamente llena sólo con tiempo de cenar y descansar hasta mañana.

Día 22, martes 28 de julio. Honfleur

Honfleur está situada en la desembocadura del Sena, frente al enorme puerto de Le Havre. Es un pequeño pueblo turístico donde visitamos una gran iglesia totalmente de madera, el centro con las típicas casas de entramado de madera y el bonito puerto. Comimos en un restaurante. Mercedes pidió el que debe ser el plato típico de la zona porque todos los restaurantes lo ofrecían: mejillones con patatas fritas. ¡Vaya combinación! Para mí no es Francia el mejor sitio para comer.

Día 23, miércoles 29 de julio. Caen.

Por la mañana salimos hacia Caen. Aparcamos lejos del centro y tuvimos que ir en bicicleta sin que hubiese un carril bici todo el tiempo. Damos un paseo por el centro, vemos el exterior de la impresionante Abadía de los Hombres y fuimos al museo de la segunda guerra mundial pero era muy caro entrar y nos fuimos, no sin antes hacernos una foto copiando la postura de la gigantesta escultura que reproduce la famosa foto tomada por Alfred Eisenstaedt y Victor Jorgensenpor en la que un marinero besa apasionadamente a una enfermera celebrando el final de la guerra.

Después de comer nos trasladamos a Arromanches y llegamos con tiempo de ver el pueblo y contemplar los vestigios que aún quedan del desembarco: bloques de hormigón en la arena y unas estructuras semihundidas en el mar. Me sorprendió ver que el recuerdo, y el agradecimiento a las tropas aliadas, está muy vivo en el pueblo, con banderas americanas, inglesas y canadienses en las calles, fotos y material militar como mobiliario urbano. El área está en el mismo pueblo (49.33905, -0.6254).

Día 24, jueves 30 de julio. Omaha Beach

Hoy vamos a recorrer parte de la costa donde desembarcaron los aliados el memorable día D (6 de junio de 1944). Por la mañana vamos a Longues-sur-Mer, donde visitamos unas baterías alemanas de la segunda guerra mundial. Pone los de punta los bunkers con el cañón oxidado pero aún apuntando al mar, algunos con muchos impactos de bala, otros semidestruidos por bombas. Después nos dirigimos hacia Colleville-sur-Mer para visitar el cementerio americano. En él se encuentran 9387 lápidas, entre ellas las de dos de los hermanos en los que está inspirada la película "Salvar al Soldado Ryan". No me gustan los cementerios pero visitar este ha sido una experiencia. Está situado en lo alto de un pequeño acantilado desde donde se divisa el mar. Las interminables hileras de cruces blancas destacan sobre el intenso verde del césped primorosamente cuidado. Había mucha gente de visita pero lo único que se podía oír era un silencio respetuoso, además es tan grande que hay mucho espacio para que no se agolpe la gente. Inesperadamente, sonó un toque de trompeta que llegó al alma. El día estaba soleado, el cielo azul y abajo había una bonita playa casi desierta. Imposible imaginar que estamos en Omaha Beach, donde 2500 hombres perdieron la vida. Bajé a tocar la arena donde tantos cayeron pero, aún así, es imposible trasmutar esta bonita playa en el infierno que fue.

Impresionados por la visita al cementerio salimos para Pointe du Hoc, otro punto clave del desembarco donde aún se pueden ver los cráteres dejados por la bombas en el suelo y leer la historia de los héroes que murieron tomando este bastión alemán.

Al terminar el día nos fuimos a pernoctar al área de Grandcamp-Maisy (49.38626, 1.03766).