Thorn/Utrecht

DÍA 11, domingo 17 de julio. Thorn

Dejamos atrás Maastricht y nos ponemos en marcha hacia Thorn, pero paramos en Sittard para dar una vuelta por el centro y tomar un cerveza en la plaza. Por la tarde llegamos a Thorn, el pueblo blanco. El área (N 51.15845, E 5.84373) está cerca del centro, así que damos un paseo vespertino. El pueblo es pequeño pero muy pintoresco con todas las casas pintadas de blanco. La tarde nos da para ver el centro y coger las bicicletas para dar un paseo por los alrededores, intentando seguir un recorrido que encontramos en un cartel pero resulta estar bastante mal marcado y nos perdemos (como casi siempre), pero no importa porque nos gustó el tramo que hicimos y tampoco teníamos tiempo para hacer mucho más.

Día 12, lunes 18 de julio. De Thorn a Utrecht

Nos levantamos tempranito con la idea de hacer unas fotos con la luz matutina y desayunar en un bareto muy típico que vimos ayer. Craso error. Aquí no hay tostaditas con jamón o algo parecido, sino una carta imposible de entender y lo que veíamos salir de la cocina no nos parecía muy apetecible para desayunar. Acabamos pidiendo una especie de crepe que resultó estar salada. Las niñas comieron algo pero Mercedes y yo poco más que el café.

Después del ligero desayuno ponemos rumbo hacía hacia Utrecht. Llegamos al camping (N 52.06069, E 5.19949) antes de almorzar, así que tenemos tiempo de bañarnos en la piscina y descansar. Ya llevamos doce días de ruta, así que hoy no vamos a hacer nada más, aunque yo me di un paseo para investigar el carril bici hasta el centro.

Día 13, martes 19 de julio. Utrecht

Día para visitar Utrecht. Dejamos las bicis amarradas y paseamos por las calles, las más bonitas son las que tienen canales. Alquilamos una barca a pedales para dar un paseo y ,tras un tiempo de aprendizaje le cogemos el tranquillo, aunque casi todo el tiempo Teresa y Marta nos llevan mientras yo hago fotos. Por cierto, hacía un calor andaluz y salimos del canal sudando.

Compramos algo en un HEMA (los helados son muy baratos y están exquisitos) y nos sentamos en un bonito jardín cercano para comer. Tras descansar un poco seguimos paseando por el centro y terminamos el día tomando una cerveza en la concurrida terraza de un bar, en uno de los puentes. La ciudad nos encanta.