Verano22

Cuando ya teníamos preparado el viaje al Reino Unido la pandemia nos obligó a posponerlo en dos ocasiones. Así que este verano no dudamos en retomar el viaje, a pesar del brexit consumado y las dudas sobre la evolución de los contagios.

La primera parte del viaje ha consistido en cubrir los aproximadamente 2000 km que nos separa de Calais, con paradas en Simancas, Vitoria, Vivonne y Chartres. La segunda parte nos permitió recorrer Inglaterra de este a oeste, desde Dover hasta Looe en Cornualles. A continuación, pusimos rumbo hacia el norte, con paradas en Bath, varios pueblos en los Cotswolds y Burton on Trent. La vuelta hacia Dover fue más rápida ya que sólo nos detuvimos en Cambridge y Canterbury.

Moverse por Inglaterra en autocaravana es un poco diferente a hacerlo por el continente, así que voy a comentar algunos puntos que pueden ser de utilidad para quienes, como nosotros, se acercan por primera vez a la isla.

1. Inglaterra no es el Reino Unido. Nuestro viaje ha trascurrido completamente por Inglaterra por lo que todo lo que comento no es aplicable a Gales o Escocia.

2. Cómo cruzar el canal. Se puede hacer por el eurotúnel en sólo 35 minutos o por ferry desde puertos españoles o franceses. Nosotros nos decidimos por la opción más barata: cruzar el Canal de la Mancha desde Calais hasta Dover. La travesía duró una hora y media y permite contemplar como se acercan los acantilados blancos. Además, Dover es un buen punto de inicio y final del recorrido que teníamos previsto. Embarcar en el ferry no es difícil, pero si eres novato te puede pasar como a nosotros, que acabamos perdidos por el inmenso puerto de Calais. Resumo el proceso. Al llegar al puerto hay que colocarse en el carril que indique nuestra compañía naviera y seguirlo hasta la caseta donde presentas el ticket. Allí te dan una tarjeta con un número. A partir de ahí hay que seguir los carteles que indiquen el número que te han asignado. De esta forma se llega fácilmente hasta el carril que te han asignado justo frente al barco.

3. El money. En Inglaterra todo, todo es muy, muy caro y además contamos con el recargo del precio de la libra (este verano un 20%), así que hay que contar con un incremento de más del 50% del presupuesto para hacer el mismo tipo de viaje que en el continente. En cuanto al cambio de divisa es interesante saber que allí prácticamente todo se puede pagar con tarjeta (hasta un donativo en una iglesia o un músico callejero), aunque hay que tener en cuenta las comisiones que cobran los bancos. Después de investigar un poco aprendí que la mejor opción es no usar las tarjetas que tenía sino otras que cobran menos comisiones. Me decidí por la N26 y estoy muy satisfecho del resultado, no obstante en este artículo hay una comparativa de varias tarjetas, todas ellas interesantes. El mejor consejo es sacar la menor cantidad posible de dinero en efectivo, siempre en cajeros de bancos, no los que están en centros comerciales o tiendas, y pagar todo lo posible con tarjeta.

4. Las carreteras. Uno de los motivos para retrasar nuestro viaje al Reino Unido siempre fue el miedo a conducir por la izquierda, no obstante, debo decir que, como ya me aseguraron en más de una ocasión, no es tan difícil como parece.

Las primeras horas estás un poco asustado pero rápidamente te acostumbras. Lo más díficil es girar a la derecha, pero con la ayuda del copiloto no hay ningún problema. Lo que sí es cierto que las carreteras inglesas son en general malas y muchas de ellas estrechas (un espejo destrozado da fe de ello). Hay que tener mucho cuidado porque hay muchas de un sólo carril (especialmente si se trata de pasar dos autocaravanas o cruzarse con otro vehículo grande) y el GPS puede meternos en un buen lío. En nuestro viaje pasamos por buenas autopistas en pocas ocasiones.

5. El tiempo y las comidas. ¡Ambos tienen merecida mala fama! Sin embargo, nosotros no podemos quejarnos del tiempo. En un mes que pasamos en la isla no llovió ni un día y tuvimos muchos de cielos azules y totalmente despejados. Si a eso añadimos unas temperaturas primaverales tenemos las perfectas condiciones para hacer turismo, aunque todo tiene su lado negativo porque en vez de ver hermosos prados de césped verde, encontramos muchos paisajes marchitos y amarillentos.

La comida es otro cantar. Para gustos los colores, pero nosotros sólo podemos decir que después de comer varias veces fish and chips (sigo sin entender quién pensó que hacen buena pareja) y varias decepciones, decidimos que lo mejor que podíamos hacer es comer en casa.

6. El Brexit. El Reino Unido ya no pertenece a la Unión Europea y eso complica cuestiones muy básicas como el pago por el uso del teléfono (preguntar a nuestra compañía) o la cantidad de alcohol o tabaco que podemos llevar en nuestra autocaravana. En este enlace hay información fiable del gobierno británico sobre esto último. Por lo demás, este verano no había ningún tipo de control más allá de pedirnos el pasaporte (ya no es válido el carnet de identidad)

7. Salud, seguro de viaje y de la autocaravana. Hasta el verano de 2022 seguía teniendo validez la tarjeta sanitaria europea, así que no contratamos un seguro de viaje, pero de aquí en adelante hay que estar pendiente de comprobar la validez de la tarjeta sanitaria y valorar la conveniencia de contratar un seguro de viaje. En cuando al seguro de la autocaravana hay que pedir a nuestra aseguradora la “green card”, actualmente llamado certificado internacional de seguro.

8. Pernoctar en Inglaterra.Teniendo en cuenta que prácticamente no existen las áreas y que aparcar incluso un coche es caro y aparcar una autocaravana casi misión imposible (al menos en los sitios donde hemos estado) nosotros optamos por aseguranos haciéndonos socios de un club de camping y de britstops, aunque también encontramos algún parking en park4night.

En Inglaterra existen dos clubes de campings: Camping and Caravan Club y Caravan and Motorhome Club. Son parecidos, es cuestión de mirar cuál nos interesa más. El primero parece que tiene menos campings y es más barato. Lo que sí es cierto es que si pretendes alojarte en un camping del que no eres socio te puedes encontrar con que no te dejen o te cobren un recargo de hasta 15£ diarias. Ambos clubes tienen otra opción muy buena y que acabamos usando tanto o más que los campings: los lugares certificados. Se trata normalmente de granjas o particulares que ofrecen pernocta y servicios, incluida la electricidad por un precio entre 15 y 20£. Son lugares muy bonitos y, a veces, bien situados para visitar algunas ciudades.

Britstops es parecido a France Passion, lugares donde puedes pernoctar, normalmente sin servicios aunque en algunos sí los hay, de forma gratuita aunque debes presentarte y, aunque no es obligatorio, puedes comprar productos (vino, queso…) o tomar una copa o comer si es un pub. Si no sois de quienes “se quedan en cualquier sitio” considero que es buena idea mirar estas opciones y hacerse socio de, al menos, una.

9. Cruzar el puente de Dartford. Este enorme puente está situado en la M25, al este de Londres. Para cruzarlo hay que pagar 2,5£ pero no hay que detenerse ya que abona por internet en esta web: https://www.gov.uk/pay-dartford-crossing-charge. Se puede pagar hasta las 12 de la noche del día que cruzas o por adelantado. El precio no merece la pena que nos llegue una multa.

10. Zonas LED. Londres tiene una enorme zona de bajas emisiones y otras ciudades como Bath, también. Es importante consultar si vamos a cruzarlas porque las multas son importantes. En este enlace hay información sobre la zona LED de Londres.