Cracovia (I)

Día 24. Sábado 3 de agosto. Cracovia

El desplazamiento a Cracovia ha durado más de lo previsto porque hemos encontrado retenciones en los puestos de pago de la autopista, seguramente porque es sábado. Hemos elegido para pernoctar el área (N 50.03418, E 19.87658 // N 50°02'03", E 19°52'36") de autocaravanas El Camp que está a 6 kilómetros del centro pero tiene la para del autobús justo en frente.

Después de comer y descansar tomamos el carril bici que comienza a unos 500 metros del área y llega hasta el casco histórico siguiendo el curso del río. La tarde nos dio sólo para conseguir un mapa, orientarnos un poco y disfrutar de la plaza medieval más grande de Europa y de los puestos del Mercado de Paños, situado en el centro.

Día 25. Domingo 4 de agosto. Cracovia

Hoy hemos decidido tomar el autobús para ir al centro pero no teníamos muy claro dónde bajarnos y nos ha costado un poco llegar al centro.

El casco antiguo o Stare Miasto está rodeado por el Planty, un jardín que ocupa el lugar de la antigua muralla derribada a principios del siglo XX. Nuestra primera parada nos llevó hasta los restos que se conservan: la puerta de Florian y la Barbacana. Frente a ella y extramuros de la antigua muralla se extiende una amplia avenida en la que destaca el monumento a la batalla de Grunwald, librada por los ejércitos de Polonia y Lituania contra los caballeros teutónicos el 15 de julio de 1410, y que cada día tiene ramos de flores y coronas a sus pies. Avanzando un poco por la avenida llegamos a la iglesia de San Florian, originalmente construida en el siglo XII aunque su aspecto actual es el resultado de la renovación durante el Barroco.

A la hora de comer fuimos a Kuchnia U Babci Maliny. El restaurante está en un semisótano y tiene un ambiente peculiar, con las paredes forradas de madera y decorado con objetos antiguos, como un pequeño museo. Funciona como autoservicio, pides la comida en la barra, pagas y te dan un número mediante el que te avisan para recogerla en la barra. Cuando terminas de comer llevas los platos a un torno. Nos ha costado 72 eslotis (unos 16 euros) un zurek exquisito, una ensalada enorme, un buen plato de pierogi, dos cervezas y un dulce. ¡Qué maravilla!

Después de comer nos apuntamos a un tour que sale desde la puerta de la iglesia de Santa María. La guía nos ha explicado los edificios más emblemáticos de la plaza: el mercado de paños y la iglesia, después fuimos a la puerta de Florián y a la barbacana, al colegio mayor donde estudió Nicolás Copérnico y Karol Wojtyla y la colina de Wawel. Además nos resolvió un gran problema: dónde coger el autobús para volver a casa. Y es que existe una aplicación para móvil fantástica, imprescindible si os vais a mover en transporte público (tranvía o autobús) por Cracovia. Se llama Jackdojade.

Bajando desde la colina de Wawel al centro nos tomamos con la iglesia de San Pedro y San Pablo justo a la hora en que comenzaba un concierto y, sin pensarlo dos veces, entramos. Todo un acierto. Hemos descansado de la larga caminata del tour y nos ha gustado mucho, especialmente la primavera de Vivaldi, un concierto de Chopin y, sobre todo, el concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo. Salimos a la calle cuando ya oscurecido y volvimos a casa sin problemas gracias a la aplicación jackdojade.

Día 26. Lunes 5 de agosto. Cracovia

Hoy hemos salido temprano de casa en dirección a Kazimierz, el barrio judío de Cracovia. Visitamos la sinagoga de Isaac, la más grande de Cracova y la de Remuh, quizás más pequeña, y su cementerio adyacente, que data de principios del siglo XVI. La verdad es que la zona no nos pareció tan interesante como para pasar toda la mañana allí y cogimos un tranvía que en unos minutos nos dejó en el Planty.

Llevamos dos días en Cracovia y todavía no hemos entrado en la Basilica de Santa María. El edificio original se comenzó en el siglo XIII pero no se terminó hasta el siglo XV y es un exponente de la arquitectura gótica polaca. En el exterior llama la atención sus dos espléndidas torres, de diferente forma y tamaño. Desde la torre mayor se oye cada hora desde el siglo XIV el famoso toque Mariacki. Lo más curioso del toque de trompeta es su interrupción a mitad de nota, como si quedara incompleta, según la leyenda porque una flecha atravesó la garganta del músico cuando avisaba de un ataque tártaro. El interior está profusamente decorado y destaca el retablo de Wit Stwosz, una magnífica y detallista talla en madera realizada entre 1477 y 1489.

El free tour de ayer terminó en la colina de Wawel donde está situado el Castillo Real y la Catedral pero era tarde y ya estaba todo cerrado. Wawel representa la soberanía polaca ya que durante la mayor parte de la Edad Media y el Renacimiento fue la sede del gobierno.

Visitamos la catedral que, con mil años de historia, ha sido la sede de la coronación de los monarcas polacos y su lugar de enterramiento, por lo que contiene precisas capillas convertidas en mausoleos. En el centro de la nave de la catedral destaca el brillante mausoleo de San Estanislao, patrón de Polonia. También es el lugar de descanso final de personajes ilustres como Chopin. La colina tiene mucho más que ver pero ya es hora de comer y nos han dicho que Cracovia tiene un dragón, así que bajamos hasta su cueva y nos lo encontramos en la puerta. Se trata de una escultura metálica de un dragón que de poco en poco escupe una bola de fuego.

Volvimos a la plaza a comer en el restaurante Sukiennice, junto a la torre del antiguo ayuntamiento, una enorme brocheta que acertadamente llaman espada. Un sitio totalmente recomendable por calidad y buen precio.

El resto de la tarde la pasamos en el soberbio edificio del mercado de paños comprando recuerdos y regalos.