En la Grecia Clásica se imaginó que la materia podía ser cortada en trozos cada vez más pequeños hasta unas partículas que llamaron átomos. Un átomo es la mínima cantidad de materia que mantiene propiedades como densidad o punto de fusión.
A principios del siglo XX John Thomson, Ernest Rutherford y Niels Bohr demostraron que los átomos están formados por tres tipos de partículas más pequeñas, dos que les afectaba la electricidad y otra a la que no le afectaba. Descubrieron los protones que tenían carga positiva, los electrones carga negativa y los neutrones que no tenían carga eléctrica.
Protón ( p+ )
Electrón ( e− )
Neutrón ( no )
Las cargas de igual tipo se repelen, mientras que las de distinto tipo se atraen.
Determinaron que los protones están en el núcleo o centro de una esfera, junto con neutrones que actúan como unión.
Alrededor del núcleo están girando los electrones como planetas alrededor del Sol, y siempre hay tantos electrones como protones. Al conjunto de los electrones en movimiento alrededor del núcleo se le llama corteza.
A la cantidad de protones que tiene un átomo se le llama número atómico, y esta cantidad es responsable de las propiedades de ese átomo.
El número másico es la cantidad de partículas que hay en el núcleo del átomo, es decir, es la suma de protones y neutrones , y como éstos son dos mil veces mayores que los electrones, el número másico da idea de lo pesado que va a ser ese átomo.
Por ejemplo, el Litio que se utiliza en las baterías de los teléfonos móviles, tiene este aspecto:
Podemos decir que:
Su número atómico es 3 (tiene tres protones, y tres electrones)
Su número másico es 7 (en el núcleo tiene tres protones más cuatro neutrones)
Dos átomos que tengan la misma cantidad de protones corresponden a la misma sustancia, y un montón de átomos idénticos se llama elemento.
Para saber más: