Las fuerzas que actúan a distancia son cuatro:
Fuerzas gravitatorias: se deben a la atracción entre objetos que tienen masa, disminuyen cuando la distancia aumenta y son mayores cuanto mayor es la masa de los objetos.
El peso de una persona sobre la Tierra es una fuerza gravitatoria, y la atracción de la Tierra se expresa matemáticamente como:
F = m · g
donde g es el valor de la gravedad en la superficie terrestre, que es igual a 9,8 m/s2 y es la aceleración que sufre un objeto cuando está cayendo.
Fuerzas eléctricas: son las que existen entre protones y electrones en el interior de los átomos y entre cargas libres. La fuerza entre cargas del mismo signo tiende a separarlas, pero la fuerza entre cargas de distinto signo tiende a juntarlas. Las fuerzas eléctricas dependen de la cantidad de cargas que haya, de la distancia a la que estén y del material que haya entre ellas.
Fuerzas magnéticas: son similares a las fuerzas eléctricas pero con imanes o con electroimanes, que son piezas de hierro rodeadas de un cable por el que pasa corriente. En los extremos de los imanes siempre hay dos polos magnéticos, y la fuerza entre polos iguales tiende a separarlos mientras que la fuerza entre polos distintos tiende a juntarlos. Las fuerzas magnéticas también son mayores cuanto menor sea la distancia a la que estén los polos.
Fuerzas nucleares: son una combinación entre fuerzas gravitatorias, eléctricas y magnéticas que mantienen unidos a los protones y los neutrones en el núcleo del átomo. Cuando se rompe el núcleo de un átomo se libera mucha energía, como ocurre en las centrales nucleares.