Cuando una sustancia se encuentra en un estado de agregación y pasa a otro, decimos que se ha producido un cambio de estado. Por ejemplo, en la Naturaleza el agua puede estar como sólido (el hielo), como líquido (el agua) o en estado gaseoso (el vapor). Cada cambio de estado recibe un nombre propio:
Ciertos cambios de estado se producen cuando la sustancia se calienta, y las temperaturas a las que se producen esos cambios se llaman punto de fusión y punto de ebullición. Pero también puede ocurrir que la sustancia se enfríe, y en ese caso tenemos el punto de condensación y el punto de solidificación, que coinciden con las temperaturas del calentamiento. En el caso del agua:
Cuando se calienta un sólido, su temperatura va aumentando hasta alcanzar el punto de fusión y, en ese momento, todo el calor que reciba se usará para fundirse, sin que aumente la temperatura. Después de fundirse completamente, si seguimos dando calor al líquido, irá aumentando su temperatura hasta alcanzar el punto de ebullición y el calor que reciba en ese momento se empleará en vaporizar el líquido, sin variar la temperatura hasta que todo se haya convertido en gas.
Al representar la evolución de la temperatura mientras avanza el tiempo durante todo el proceso, obtenemos un gráfico como el siguiente:
Pulsando en la imagen siguiente vas a una página en la que se muestra cómo se obtiene el gráfico anterior:
Los cambios de estado se explican mediante la teoría del movimiento molecular, según la cual la temperatura indica el movimiento de las partículas de una sustancia. Cuando la temperatura aumenta, las partículas se mueven cada vez más rápido hasta superar las fuerzas de atracción entre ellas.
Todo lo que hemos visto para el calentamiento se puede aplicar de forma inversa al enfriamiento, en el que la bajada de temperatura significa que las partículas se mueven cada vez más lentas. Por lo tanto, el gráfico de enfriamiento será así:
Para saber más: