4/11/12 "Maestros que pueden"

Estimadísimos amigos, profesores y alumnos del ISPI Evangélico, es como siempre un enorme privilegio compartir un verdadero circuito de mutua construcción interpersonal.

Hoy quisiera dejar para la consideración, parte de la introducción de un libro enriquecedor en muchos sentidos. Texto de referencia para muchos que tenemos el privilegio de interactuar con los niños. Dice su autora escribiendo de la realidad de muchos hogares y su directa implicación en las vidas de los pequeños:

La fragilidad emocional de muchos matrimonios, viviendo en una sociedad que distorsiona los valores de la familia tradicional, dejan al niño expuesto y muy vulnerable. Muchos niños no tienen con quién hablar de sus cosas. Se encuentran muy solos enfrentando sus problemas cotidianos, además de las crisis traumáticas que a menudo deben enfrentar. Para los que trabajamos con la niñez, esta realidad se agrava cada vez más y nos deja perplejos ante la falta de soluciones para estos niños tan turbados. Lo cierto es que el niño de hoy enfrenta a un mundo que lo llena de tensiones, dudas y temores, y crea un estrés crónico por las posibles pérdidas, separaciones, y traumas que le toca vivir. No podemos negar que el núcleo familiar, que tendría que ser su refugio y fuente de seguridad emocional, se está desintegrando cada vez más.

Por si esto fuera poco, la sociedad actual sobrecarga al niño con una niñez sumamente acelerada. Le muestra pequeñas niñas modelos vestidas como seductoras. Lo insta a enamorarse y comportarse con el sexo opuesto como si fuera un adolescente o un joven. Lo obliga a asumir, como algo natural, actitudes de violencia contra el prójimo, instigado mediante programas televisivos creados supuestamente para niños, pero que contienen, según las encuestas, un promedio de veinticinco escenas de violencia por hora. Estudios realizados sobre los hábitos de los niños y la televisión comprueban que el niño mira un promedio de cuatro horas diarias de programas televisivos. Tenemos que reconocer, entonces, que este medio de comunicación ejerce una influencia incalculable sobre él.

Por otro lado, las crecientes restricciones económicas más el alarmante aumento en el desempleo crean tensiones en los adultos que a menudo se descargan sobre los niños. Una de las más tristes manifestaciones de esto es el abuso físico y sexual que sufren los niños y que, según las últimas investigaciones, está en aumento.

Además de las situaciones sociales que crean crisis en el hogar, el niño experimenta profunda ansiedad en cuanto a su persona. La vergüenza, la baja autoestima y la culpa, entre otras emociones, crean todo tipo de dolor emocional. Todo esto el niño lo vive como niño indefenso, sin saber cómo expresar o exteriorizar lo que está sufriendo. Nosotros, los adultos, tenemos la tendencia, algunos dirían la necesidad, de ignorar esta realidad en la vida de los niños, porque nos recuerda la angustia de nuestra propia niñez. Entrar en el mundo del dolor de un niño nos hace revivir la angustia de nuestro propio pasado y por eso tratamos de protegernos, ignorando que los niños con quienes trabajamos están viviendo esas circunstancias.

La tarea que enfrenta al maestro, entonces, es sumamente compleja. Un profesional me dijo:

—Un maestro hoy en día tiene que ser mucho más que un docente. Necesita ser un psiquiatra, un asistente social y terapeuta de familias. Ni hablar de lo que hace falta para tratar de mantener orden en el aula.

http://www.editorialpa.com.ar/pastoral.html

Algunos argumentarán que: "no nos corresponden muchas de las funciones que la escritora plantea, y que si bien el diagnóstico es real, como docentes no podemos hacernos cargo de lo que "otros" han producido en las vidas, y más aún el tiempo del que disponemos es "nada" en comparación con lo que pasa en la casa, o en la calle que los determina".

Queridos: si esta es tu manera de pensar: ¡No te limites, no permitas que el discurso de la imposibilidad te paralice las manos, es un enorme privilegio tener la prerrogativa de que personas en formación: únicas, irrepetibles y trascendentes pasen por nuestras aulas. Es en ese espacio maravilloso y creativo, que puedes alcanzar sus vidas y dejar huellas de valores, paz, esperanza y vida!!!!

¿Es real Jesucristo en tu vida?¡Entonces eres más que vencedor en Él!!!!! Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)

Con todo afecto:

Miguel José Pereyra.

¡Prosigo a la meta,

al premio del supremo

llamamiento de Dios

en Cristo Jesús!

Filipenses 3:14

Dvd 270 (20-06-07). CEIP San Antonio de Padua en Madrid, que cuenta con una tasa de imigrantes del 96%.  ©Gorka Lejarcegi