12/6/15 "Elección y responsabilidad"

Este jueves planteé tres opciones a los estudiantes y docentes que asistieron al devocional en el Instituto:

1ra.¿Está todo escrito? ¿Hay algo así, como un “destino final” ya trazado, un determinismo fatalista predeterminado, e inexorable ante el cual sólo somos espectadores?

2da: ¿Queda un lugar para la responsabilidad humana, un destello esperanzador en el cual también somos protagonistas, ó la posibilidad de cambiar la historia en base a nuestras decisiones?

3ra: No sabe, no contesta.

Todos los que compartieran determinada posición, debían ocupar un lugar ya indicado en el patio y desde allí, explicar el por qué de su postura.

Fueron más que interesantes los fundamentos que cada grupo esgrimió para defender su forma de pensar. ¡ Por supuesto, igualmente respetables !

Luego de unos minutos de inteligente debate, regresaron a su ubicación inicial, y compartimos lo que entendemos que la Palabra de Dios enseña al respecto:

1Pedro 1:2 “…elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas”.

Efesios 1:13 "En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa"

Y estos son sólo algunos textos, que nos ilustran (podríamos ampliarlos realizando un estudio doctrinal pormenorizado ).

Humildemente, creemos que la elección divina, no anula la responsabilidad humana.

Dios le ha dado una facultad admirable a cada ser humano: el libre albedrío. ¿ Y por qué le ha dado semejante tesoro ? Porque de lo contrario sería un autómata, que sólo responde a un programa, irreflexivamente.

Al decir de San Agustín el hombre es "causa súi", causa de sí mismo. Las decisiones que tome implican más que una mera "elección", ponen en juego su voluntad, creer o no creer, esa es la cuestión.

Pero un gran misterio sigue latente. Jesús les declaró a sus discípulos " Juan 15:6 "No me elegísteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros", ( y por transitividad a cada creyente).

¿Por qué ? Es el interrogante que a borbotones, emerge del fondo del alma.

Quizás, Él nos eligió a nosotros, porque... ¡ nosotros jamás lo hubiéramos elegido a Él !!!!!.

En una demostración de misericordia colosal, nos atrajo hacia aquella cruz, y obró de tal manera en nuestras vidas: para responderle con arrepentimiento y fe.

Entonces aquel sacrificio, aplicado a nuestras vidas, tuvo la virtud de limpiar todos nuestros pecados y recién entonces entender... que desde la eternidad, había un propósito eterno de salvación.

Antes de la próximas elecciones permítanme hacerles una pregunta: ¿ Ya se ha decidido por Cristo? Responderle a Dios es... su responsabilidad.

Con el afecto entrañable de siempre:

M.J.P. "Prosigo a la meta al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" Fil.3:14