23/1/14 "Orando en el desierto..."

¡Muy estimados, es tan grato poder compartir estas reflexiones con cada uno de ustedes!!

En el regreso de un viaje en familia, nos tocó estar parados varias horas en el desierto pampeano (a mediodía) cerca de la capital de la provincia. Mientras esperábamos experimentamos en primera persona no solo es calor, sino la soledad de aquellos inhóspitos lugares de nuestra tierra.

¡Gracias a Dios por aquella prueba, en la que aprendimos la fidelidad del Señor !!!!

Pocas horas después ya estábamos a buen resguardo mientras una abundante granizada y lluvia, caían sobre Santa Rosa.

Conversando con algunos pobladores nos informaban de los 45º de la semana pasada, y la falta de lluvias desde que comenzó el verano.

El comentario general era el alivio que trajo para toda la zona el aguacero caído esa tarde-noche.

A raíz de esto pensaba en cuántos sufren el agobio, una aridez en sus vidas que los sofoca, abate y asfixia.

¿ Te has sentido así?

El rey David conocía muy bien esto: "Oh Dios, tú eres mi Dios;yo te busco intensamente.Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta.(Salmos 63:1)

Esta sequedad espiritual solo con la presencia de Jesucristo puede saciarse. Él mismo promete: "... Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida".(Apocalipsis 21:6)

Si sediento estás de paz, amor y seguridad de salvación no dudes más: con genuino arrepentimiento pídele perdón a Dios por todos tus pecados, ejerce auténtica fe, creyendo que en la cruz del Calvario Jesús murió por tus pecados, resucitó y vive. Pídele al Salvador que venga a vivir a tu corazón para siempre.

Recibir el perdón de todos tus pecados y la Vida Eterna refrescará tu vida, como el agua lo hace con la quemante sed en el desierto.

¿Beberás (creerás) hoy?

Con todo afecto:

M.J.P. "Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" Fil. 3:14.