18/1/14 "Recalculando"

¡Es tan grato seguir en contacto en estas vacaciones!

¿ Hemos escuchado esta expresión verdad?

Cada vez que equivocamos el camino la simpática voz nos avisa, que el GPS tiene que realizar un nueva acción para guiarnos al camino correcto.

¡Qué interesante poder aprovechar este tiempo con ese mismo propósito en nuestras vidas !!!!

Permítanme compartirles esta breve porción de un libro del reconocido escritor Max Lucado, que nos guiará en esta dirección:

... La vida ya es dura de por sí. Es incluso más dura cuando nos dirigimos en la dirección equivocada.

Una de las increíbles capacidades de Jesús fue mantenerse dirigiéndose al blanco. Su vida nunca se salió del carril. Ni una sola vez lo encontramos caminando por el lado equivocado de la pista. No tenía dinero, ni computadoras, ni aviones a reacción, ni ayudantes administrativos; sin embargo Jesús hizo lo que muchos de nosotros no hacemos. Mantuvo su vida en su curso.

Al mirar Jesús por el horizonte hacia el futuro, podía ver muchos blancos.

Muchas banderolas ondeaban al viento, y podía dirigirse a cada una de ellas.

Podía haber sido un revolucionario político. Podía haber sido un líder nacional.

Podía haberse contentado con ser un maestro y educar las mentes, o ser un médico y sanar cuerpos. Pero al final escogió ser el Salvador y salvar almas.

Cualquiera que estuvo cerca de Cristo por un poco de tiempo oyó del propio Jesús: «El Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19.10 ). «El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos» ( Marcos 10.45 ).

El corazón de Cristo estaba enfocado indefectiblemente en una tarea. El día en que dejó la carpintería de Nazaret tenía un último objetivo: la cruz del Calvario. Se concentró tanto que sus palabras finales fueron: «Consumado es» ( Juan 19.30 ).

¿Cómo pudo Jesús decir que había concluido? Todavía había gente con

hambre a quienes alimentar, enfermos que sanar, gente que no sabía a la que

había que enseñar y gente sin cariño a la cual amar. ¿Cómo podía decir que había concluido? Sencillo. Había completado la tarea designada. Su comisión estaba cumplida. El pintor podía poner a un lado su pincel, el escultor su cincel, el escritor su pluma. El trabajo estaba hecho.

¿No le encantaría poder decir lo mismo? ¿No le encantaría poder mirar

retrospectivamente su vida y saber que ha hecho lo que fue llamado a hacer?

Profunda e inspiradora reflexión... pero quisiera agregarle otra pregunta: ¿Se dio cuenta cuál fue el momento clave de su decisión? Lo leímos: "El día en que dejó la carpintería de Nazaret" ¿Qué tendremos que dejar en nuestras vidas para encauzarnos en los planes de Dios?

Aceptar al Señor Jesucristo como Señor y Salvador de la vida es la primera acción a tomar con sincero arrepentimiento y fe en aquel sacrificio del Calvario.

Luego, por medio de una "conexión viva" ( la oración y la obediencia a la Palabra) podremos seguir "reorientando" nuestras vidas.

¿ Qué haremos con la clara voz del GPS espiritual?

Afectuosamente:

M.J.P. "Prosigo a la meta al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" Fil 3:14