5/2/16 " Maravilloso diseño Divino"

Leí esta semana el informe de una investigación que me impactó, referida a las capacidades cerebrales que las neurociencias están descubriendo:

Entre los misterios que se están desentrañando, Sigman hace hincapié en una etapa: los primeros días de vida. “Deteniéndonos en la mirada de los bebés, a qué atienden y a qué no, y redescubriendo lo que piensan, es que en los últimos veinte años se alteró completamente el paradigma respecto de qué es lo que pasa en la mente de un recién nacido. La idea errónea es que es una suerte de hoja en blanco. No. Los bebés vienen a este mundo con un marco conceptual bastante establecido: tienen intuiciones sobre asuntos tan complicados como la matemática, la moral o el lenguaje. Claro, no tienen todavía la idoneidad de articular y poder demostrar ese conocimiento”, subraya el académico.

Cabe destacar que Mariano Sigman, obtuvo un doctorado en Nueva York, un posgrado en París, y trabajó con el neurobiólogo sueco Torsten Wiesel (premiado en el año 1981 con el Nobel de Fisiología y Medicina). Actualmente el Dr. Sigman se encuentra al frente del Laboratorio de Neurociencias de la Universidad Di Tella y de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Para ampliar la lectura ingrese en este link Investigación: Revista Nueva

Me asombran los enormes avances de la comunidad científica internacional, pero me fascina el diseñador de esa maravilla.

Las múltiples referencias bíblicas que señalan la importancia de la enseñanza espiritual desde temprana edad, nos permiten inferir que los niños tienen incorporada la capacidad de recibirlas.

Si bien el prestigioso científico nos habla de un "marco conceptual moral"(además del matemático y lingüístico), permítanme señalar que lo espiritual va de la mano.

Estoy seguro que cada uno de nosotros estamos de acuerdo en enseñarles a los niños:

Respetar a sus padres.

El relevante valor de la vida humana.

No robar.

No mentir ni calumniar.

¿ Le suenan conocidos ? Están dentro de los "diez mandamientos", y creo que todos compartimos que son enseñanzas "morales" indispensables para la convivencia social . Pero hay un pequeño detalle: antes de estas enseñanzas morales se encuentran las que hacen referencia a Dios:

«Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo.

»No tengas otros dioses además de mí.

»No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación. Por el contrario, cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones.

»No pronuncies el nombre del Señor tu Dios a la ligera. Yo, el Señor, no tendré por inocente a quien se atreva a pronunciar mi nombre a la ligera. (Exodo 20:1-17 NVI)

¿Se da cuenta?

Si dentro de "ese marco conceptual", lo incluyéramos a Dios, las primeras planas de los diarios, y los titulares de los noticieros... serían otros.

Hace años una mamá le preguntó a un maestro y misionero cristiano:

- Mi hijo tiene cinco años, ¿a qué edad empiezo a enseñarle las verdades bíblicas?

-¡ Pues, ya perdió cinco años señora ! - Le respondió sabiamente el conferencista.

Emanuel Kant, el filósofo del siglo XVIII dijo que la evidencia de Dios viene del “cielo estrellado sobre mí y de la ley moral que está en mi interior”. En otras palabras, el orden natural del cosmos habla de la existencia de Dios, y el orden moral dentro de nosotros también lo hace. Kant explicó la moralidad en términos de este axioma: “Obra solo de forma que puedas desear que la máxima de tu acción se convierta en una ley universal”. A esto Kant le llamó el imperativo categórico. En otras palabras, juzga la rectitud de tus acciones, haciendo esta pregunta: “¿Qué si todos actuaran de esta manera?

Así es, estimados, como seres humanos venimos "de fábrica", con una predisposición moral, y es imprescindible que como seres espirituales nos encontremos con "Aquel", que instaló esa predisposición en el ser.

Aquel que siendo Dios, se hizo hombre en la persona del Señor Jesucristo, y estuvo dispuesto a asumir el precio que nuestros pecados merecían ante la justicia Divina. ¡ Sufrió el castigo en nuestro lugar, murió nuestra muerte y al tercer día resucitó victorioso!!!

Hoy vive, y puede salvar eternamente a todo el que se acerca con arrepentimiento y fe, a su bendita persona, rogando el perdón.

Este plan también, fue diseñado por Dios, y aceptarlo es nuestro privilegio.

¿ Será hoy su día ?

Con todo afecto:

M.J.P. "Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús". Fil. 3:14.