23/2/14 "Una fe viva y real "

Muy estimados: El Viernes pasó a la presencia del Señor el apreciado hermano Don Evaristo Rozas (Padre de Viviana, quien colabora con nuestro Instituto en el área contable).

Lo recordaré como maestro de Homilética y hermenéutica en la Escuela Bíblica. ¡ Nos alentaba a cultivarnos con buenos libros y autores que edifiquen nuestra fe, y llevaba parte de su biblioteca para darnos un vivo ejemplo !

Ese hermano que en la iglesia, tendía la mano y saludaba afectuosamente preguntando siempre por la familia.

Un caballero, un príncipe del pueblo de Dios, que desde niño conoció al Señor Jesucristo como su Salvador y fue ejemplo de constancia, y abnegado servicio, al Señor y a la iglesia del Señor.

" Él ", (quien conoce mejor que nadie sus obras) seguramente ha recompensado a su siervo.

Para su esposa, sus hijos y nietos, nuestro entrañable y sincero afecto, orando por el consuelo que solo Dios puede brindar.

Comparto las emotivas palabras del hermano José Telmo en el cementerio de disidentes: "el cielo no es un lugar etéreo, es un lugar poblado de seres queridos que volveremos a ver".

Esta es la gloriosa esperanza, por la cual los hijos de Dios predicamos una fe viva y nos alentamos mutuamente con estas palabras :"Que toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Es por su gran misericordia que hemos nacido de nuevo, porque Dios levantó a Jesucristo de los muertos. Ahora vivimos con gran expectación y tenemos una herencia que no tiene precio, una herencia que está reservada en el cielo para ustedes, pura y sin mancha, que no puede cambiar ni deteriorarse". 1 Pedro 1:3-4

¿ Es tuya también esta fe ? ¿Vives con la real certeza de la Vida Eterna ?

Si la respuesta es: no, hoy tienes la oportunidad de creer que en su incomparable amor, Dios entregó a su propio Hijo, para sufrir en la cruz el castigo que todos tus pecados merecían y merecen. Luego, al tercer día se levantó victorioso de la tumba habiendo derrotado a la muerte. Hoy puede darte vida eterna si te arrepientes con sinceridad de tus pecados, y con humildad le pides perdón y le invitas a vivir en tu corazón como Salvador y Señor.

¡ Entonces sí, a partir de hoy la tuya también puede ser una fe viva y real !.

Con entrañable afecto.

M.J.P. "Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" Fil 3:14