El mayor de los dramaturgos isabelinos y de todo el teatro moderno. Nace en 1564 en Stratford-upon-Avon. No pasa por las escuelas universitarias aunque estudió en el Grammar School de su pueblo donde debió de leer a Séneca y los poetas y comediógrafos latinos. En 1587 se marcha a Londres. Al arte de la escena dedica toda su vida: como actor, director, administrador y coempresario de The Globe, junto al gran actor Richard Burbage.
Shakespeare hereda del teatro inglés el genio irónico y burlón, el suspense, la tensión dramática, la reflexión profunda sobre la condición del hombre y la existencia como una constante en sus comedias. Coincide con Calderón en la apreciación del teatro, al que considera consustancial a la vida misma del hombre, o con la cara profunda y libre de los sueños, aunque no deja que las reflexiones trascendentales se apoderen del tono de la obra.
En sus personajes trata un lenguaje de estilos diversos entremezclados. A comparaciones y metáforas de tono elevado pueden seguir imágenes de la vida más doméstica y corriente. Esta mezcla no está sólo en la comedia, está también presente en sus tragedias y dramas históricos.
Conocemos su producción dramática gracias al First Folio, recopilación publicada por dos actores de su compañía, John Heminges y Henry Condell, en 1623, ocho años después de la muerte del autor. Este libro dividía su producción dramática en Dramas históricos (10), Comedias (15) y Tragedias (11), y de él se hicieron 750 copias, de las que han llegado a nuestros días la tercera parte, en su mayoría incompletas. Gracias a esta obra se conservó la mitad de la obra dramática del autor, que no había sido impresa, pues Shakespeare no se preocupó en pasar a la historia como autor dramático.
LOS DRAMAS HISTÓRICOS Y LAS TRAGEDIAS
Shakespeare se inscribe en la tradición del teatro histórico inglés tomando como argumento preferido la propia historia medieval. La galería de reyes ingleses se convierte en radiografías dramáticas del poder. Los hace subir uno tras otro a escena: Ricardo II, débil y falto de principios; Ricardo III, tirano; Enrique IV, juerguista, poco lúcido y despreocupado de su misión real; Enrique V, que impone el orden y la regeneración moral persiguiendo a bandidos y conspiradores.
Un paso más libre en la representación de los dramas de poder lo constituyen las tragedias. Se trata de textos o leyendas anteriores sobre los que Shakespeare es más libre en diseñar sus propios esquemas. Si Julio César es la tragedia del tormento, la duda en Hamlet se presenta de inmediato como la tragedia de la voluntad decidida del protagonista, que no vacila cuando hay que salvar sus legítimos derechos. Hay elementos senequistas como la sangre que llama a la sangre.
LAS COMEDIAS
Shakespeare sigue siendo un dramaturgo ejemplar en sus comedias.
Algunas características esenciales de sus comedias son:
- La vis cómica.
- Los juegos de palabras constantes, habilidad que luce el autor en todas sus obras y que son un sello característico. Uso muy frecuente del doble sentido.
- La confrontación de opuestos: clases sociales, sexo, edad, carácter…
- El enredo, a veces caótico, en el que no falta el disfraz, la simulación, el cambio de identidad, etc.
- El reflejo de los tipos sociales de su tiempo.
- El final positivo y amable que restaura el orden alterado durante el desarrollo de la comedia.
La comedia de mayor lujo compositivo y mayor riqueza de plano y estructuras es Sueño de una noche de verano.