EDAD MEDIA
La iglesia incorporó el teatro a sus ritos litúrgicos ya que al ser las misas celebradas en latín que casi nadie entendía se vieron en la necesidad de hacer sencillas representaciones con escenas de la biblia en el altar. No había mucha tramoya pero destaca la grúa (mangrana) colgada de la bóveda para hacer descender a los ángeles.
Con el paso del tiempo, las representaciones se sitúan en las puertas de las iglesias montadas en una tarima que se conoce como el escenario múltiple horizontal. Curiosamente hay casos de tarimas gigantescas, 60 metros de largo por 8 de ancho, construidas cerca de las iglesias para dar cabida a todos los espacios (cielo, infierno…) y todos los efectos ( fauces de monstruos, desapariciones, nubes celestiales…).
También existió el escenario múltiple vertical: varios planos con el cielo arriba…
También se aprovecharon, como se sigue haciendo en la actualidad, las plazas monumentales para dar cabida a las representaciones. Los actores, siempre hombres, no eran profesionales.
Los histriones y juglares vagabundo seguían teniendo mala consideración, aunque eran figuras imprescindibles en la corte el bufón y el trovador que recitaba canciones y versos.
RENACIMIENTO
En ambientes universitarios encontramos el Teatro de los Humanistas. Se preocuparon por recuperar a los clásicos mediante el estudio, las traducciones y las representaciones en tarimas sencillas en espacios de la universidad. Sencillos decorados al estilo de scaenae froms pero con perspectiva de profundidad.
En 1580, el arquitecto Andrea Palladio construye el Teatro Olímpico de Vicenza, teatro cerrado y al estilo romano.
Frente a este teatro tenemos desde el siglo XVI la Commedia dell´arte, un teatro improvisado cuyos antecesores son los mimos ambulantes, juglares… Como eran ambulantes tenían un escenario modesto, con decorados pintados y puertas y ventanas practicables.
En INGLATERRA
El Renacimiento llega tarde a Inglaterra, y las compañías, que desechan las normas clásicas en favor de un brillante teatro isabelino, se reúnen alrededor de teatros estables construidos de madera a las afueras de Londres. Era una edificación cilíndrica abierta con tres plantas, un patio y un gallinero. La escenografía era inexistente y se reducía, a veces, a carteles que indicaban el lugar en donde se desarrollaba la acción ya que todo el peso de la obra lo llevaba el actor. Siempre hombres ya que las mujeres eran interpretadas por actores jóvenes.
Las compañías tuvieron que hacer frente a la espiritualidad puritana de la época.
En ESPAÑA
En el siglo XVII había dos formas diferentes de vivir el hecho teatral:
Teatro humanista, educativo, que impulsaron los jesuitas y que se representaba en los colegios.
Teatro de tradición popular con cantos y bailes en improvisados escenarios en la calle.
Estas últimas compañías empezaron a ser contratadas por hermandades religiosas para mantener sus obras de caridad, y empiezan a representar en los patios de los hospitales o en corrales de casas cerrados por lo que la tanto la recaudación como la representación mejoran.
Se trata de lo que hoy llamamos "corrales de comedia", patios interiores al aire libre flanqueados por las paredes de las casa vecinas, cuyas ventanas y galerías se convertían en palcos. Al fondo se colocaba el escenario que estaba hueco y que se utilizaba como guardarropa y vestuario de hombres. La zona donde se instalaban las mujeres se llamaba cazuela. En el patio se situaban los mosqueteros que con sus pitos, peleas, aplausos etc... eran decisivos en el éxito de una obra. Existía también la figura del memorillas que se aprendía la obra y al finalizar la mal reescribía para venderla.
La escenografía era muy sencilla y pequeños cambios en la fachada de atrás eran suficientes para transformar su identidad: una nube, un monte, un castillo... La tramoya era más compleja; poleas, contrapesos... El tablado tenía escotillones (agujeros por donde aparecían y desaparecían personajes) y bofetón (torno que hace desaparecer un personaje). Los Autos Sacramentales tenían tratamiento especial. Formaban parte de la celebración del Corpus Christi y estaban precedidos de una gran procesión en donde desfilaban los personajes, gigantes y cabezudos, carrozas alegóricas que los llevaba hasta un tablado fijo. Allí se representaban estas obras con grandes efectos que hiciesen atractivas estas difíciles obras llenas de conceptos teológicos y abstracciones.