Mi nombre es Ana Cecilia. Soy ex alumna de ANS (1998-2009) y, así mismo de Vida Católica.

Desde que Vida Católica inició en ANS mi mamá decidió inscribirme ya que ella era una mujer que trabajaba muchísimo y no tenía mucho tiempo para hablarme de Dios en el día a día. Sin embargo, siempre me lo inculcó enseñándome a rezar, llevándome a misa y creciendo en un hogar católico; pero, estando en un colegio no católico ella quería aún más para mí. Les puedo decir, que, estudiando en un colegio que no era, ni es católico, Vida Católica despertó en mí el amor a Dios de una manera muy linda. Recuerdo con mucho amor y anhelo los retiros, las clases con pizza todos los viernes, las madres voluntarias que entregan esa hora una vez a la semana a enseñarnos de Dios (muchas siguen aún siendo parte de Vida Católica) a niños que quizás nuestros padres no tenían tiempo de hacerlo.

Me gradúe de ANS, fui a la universidad, me casé y tuve 2 hijos. Una niña y un niño. Crecí siendo muy católica; hubo un tiempo que iba a misa diario y custodiaba al Santísimo, les puedo decir que eran los días que más paz he sentido en toda mi vida. Me considero una mujer muy cercana a Dios y La Virgen, he seguido el camino de Dios siempre y se lo inculcó a mis hijos desde que estuvieron en mi vientre; rezándoles, cantándoles, orando yo sola, etc. Con muchas cosas que tenemos en nuestro día a día siento que de cierta manera cuando me alejaba o alejo, aunque se un poquititito Dios siempre me hace un llamado a regresar y estar cerca de él.

Mi hija, Ana Cecilia entró al colegio el año pasado (2022) sin pensarlo NI UN SEGUNDO sabía que mi hija iba a ir a Vida Católica, y así fue. Una vez que la inscribí, enviaron un comunicado a un grupo para ser mamá voluntaria y sin duda alguna decidí serlo (de nuevo, Dios llamándome) siempre sus oportunidades las veo como un llamado de él y La Virgencita. Esto me llevó a recordar mis años escolares donde otras mamás me enseñaban y me guiaban en el camino de Dios a mí. Por ende, teniendo la oportunidad de trabajar para mis hijos y tener un horario sumamente flexible; guiar y enseñarles de Dios a otros niños no era opcional en mi mente y corazón. Así fue que decidí ser mamá voluntaria por un año (les soy honesta, ni lo sentí). Fue un año muy lindo compartiendo con los niños sobre Dios.

Lo más importante de todo esto, es que, yo no puedo explicarles lo que está decisión como Mamá Voluntaria de Vida Católica significó para mi hija y luego para mi. Ana Cecilia en este año aprendió de Dios de una manera que estoy segura yo nunca hubiese podido explicarle. E igual sucedió con otros niños, (lo se porque otras mamás me comentaron como sus hijos ahora hablan de Dios). A Ana Cecilia ahora le gusta más ir a misa porque sabe qué significan los colores de la iglesia, cómo comportarse en misa, qué significa cada elemento de la misa, etc.

Las historias y aprendizajes de Dios se le han guardado en su memoria de una manera impresionante, esta contando los días para iniciar Vida Católica en este 2023. Lo más lindo de todo esto es que me dijo un día: “Mamá, mis días favoritos son los viernes que vas a Vida Católica conmigo y sos mi teacher y la de mis amigos también, no quiero que dejes de ir nunca conmigo”.

Es definitivamente gratificante para mí, como madre, que mi hija cuente los días para aprender de Dios los viernes después de clases. Es su extracurricular activity favorita.

Nuevamente, Dios me tocó la puerta y me llamó a ser parte de la Junta Directiva de Vida Católica. Sin dudarlo NI UN SEGUNDO acepte. Ahora, estoy empezando a formarme como catequista y espero en Dios seguir trabajando día a día para guiar en el mejor camino a los niños de Vida Católica hasta que me sea posible.

Mamás, sabemos que el mundo cada día está avanzando y ahora más que nunca es de suma importancia sembrar el valor, amor y principio de Dios y La Virgen en los corazones de nuestros hijos. Para que, cuando vuelen alto caminen siempre, por el camino del bien; el de Dios y La Virgen.

Si tienen la oportunidad de ser mamá voluntaria y compartir con sus hijos 1 vez por semana hablando de Dios, no lo duden, les juro que será sumamente gratificante para ustedes y sus hijos. Tómenlo como una labor a Dios, sus hijos y otros niños.

*Si esperaban un llamado o una señal, esta es. Ayúdennos a hacer un mundo mejor en el camino de Dios.”