LAIN del siglo XXI y la impotencia política

LAIN del siglo XXI y la impotencia política

Estamos agotados. Como ya no tenemos líderes, reencauchamos a los muertos. Fui con escepticismo a la presentación de la LAIN del siglo XXI, porque ya presagiaba, que aquello anunciado con tanta parafernalia, tan solo era un juego estético.

Más o menos les escuche esto: “Dado que la ética y la política han fallado ahora le apostamos a la estética”. Quizá no lo dijeron exactamente así, pero la esencia es esa. La estética, siempre atractiva y ahora “honesta” está por encima moralmente que la vieja política, y qué decir de la desaparecida ética.

LAIN ahora es un juego baladí, como juego tiene su atractivo, y quizá signifique un gran provecho pedagógico para que las futuras generaciones conozcan los antepasados intelectuales que han dado nuestra tierra. Pero no deja de ser sintomático que en nuestra época la juventud lectora, no quiera asumir posiciones y ningún riesgo, y tan solo le quede la nostalgia por los muertos.

Quizá la izquierda colombiana ya no sea atractiva para las nuevas generaciones, puesto que solo una minoría de ellos se muestra activos políticamente. Algo de culpa tenemos los viejos partidos y movimientos de izquierda que no convocamos ni a nuestros propios hijos. Y por eso, nosotros no tenemos aun, una nueva generación política con la fuerza reciente por ejemplo que estamos viendo en Grecia y en España con “Podemos”.

Impotencia política es lo que tenemos. Nos siguen gobernando los mismos. Las viejas oligarquías (Santos), las nuevas mafias oligárquicas (Uribe), la tecnocracia “puritana” neoliberal (Fajardo), es decir, en resumidas cuentas, la misma derecha retrograda que siempre ha “gobernado” a este país.

A Fernando González se le enaltece mucho, pero poco caso se hace a sus nociones de izquierdismo.

Un día una bella alumna me dio una tremenda lección: “Frank tú solo nos hablas de muertos”. Y los muertos por más brillantes que sean, muertos están. Por eso no me gusta LAIN del siglo XXI, porque es un “partido” de muertos.

Mientras que los vivos del santismo-uribismo-fajardismo nos llevan por los caminos de la derechización de esta desbaratada patria.

¿Y dónde está la juventud rebelde que va a transformar a Colombia? Están de parranda y desenterrando muertos. ¿Y la juventud de Colombia no es de izquierda? No, una ínfima minoría apenas lo es, muy ínfima porque la mayoría es de derecha y no lo sabe. “Ni de izquierda ni de derecha sino de otraparte”.

Ay, muchachos bellos, vanidosos y ociosos, quedaros en la estética, tomando vino en Otraparte porque jugar “mamacita” en la política en Colombia, en nuestras trágicas circunstancias, hasta irresponsable es.

Frank David Bedoya Muñoz

Febrero de 2015