Dos biografías distintas y un solo Rulfo verdadero

Dos biografías distintas y un solo Rulfo verdadero

La vida de Juan Rulfo se convirtió en una obsesión para muchos. ¿Cómo fue “exactamente” la vida del creador de Pedro Páramo? ¿Son sus cuentos y su única novela los fragmentos de una autobiografía velada? ¿Qué tantas mentiras sobre su vida permitió un autor que al parecer prefería no ser conocido por nadie? ¿Solo vale la pena su obra literaria y en nada interesa su vida privada? ¿Por qué era Rulfo un personaje tan sombrío? ¿Y su alcoholismo? ¿Sus amores? ¿Su extraña relación con la muerte? ¿Por qué no volvió a escribir, o mejor dicho, por qué nunca volvió a publicar después de sus dos creaciones magistrales?

Mi interés por Rulfo es relativamente reciente. Se intensificó mi curiosidad por él cuando decidí empezar a escribir los “Relatos de un intelectual malogrado”. Sus dos obras “El Llano en Llamas” y “Pedro Páramo” se han convertido para mí -así como para muchos- en un paradigma literario inalcanzable para cualquier mortal.

Con gran expectativa y ansiedad emprendí la lectura de dos biografías que se han escrito sobre él. Una, la oficial y única admitida por sus herederos y custodios, “Noticias sobre Juan Rulfo” de Alberto Vital (2004), y la segunda que leí, “Juan Rulfo. Biografía no autorizada” (2012) de Reina Roffé.

Vital, quién ha tenido acceso a los archivos más personales de Rulfo, realizó una biografía bastante fría, sobria, con inmensidad de datos, pero en una estructura bastante enciclopédica, donde se abstiene de mencionar aquellos aspectos más polémicos de la vida privada del autor mexicano. Personalmente, el listado cronológico que hace, me parece el más impersonal y aburrido de todos los estilos para contar la vida de alguien, tanto así, que casi no termino de leer este mamotreto de Vital. Uno queda con la sensación que este libro dice mucho pero no dice nada.

Roffé por el contrario logró una proeza, reunir la más copiosa información, basada en diversas fuentes y entrevistas decisivas para hilvanar un relato bastante ameno y completo sobre la vida de Juan Rulfo. Con inmenso respeto y prudencia, Roffé señaló los temas controvertidos como la relación con el alcohol, con los amores y las fibras íntimas de este escurridizo personaje. Después de leer el libro de Roffé uno tiene la sensación de haber estado más cerquita de Juan Rulfo, de un humano demasiado humano, como dijera Nietzsche.

Sin embargo, el Juan Rulfo verdadero no existe, ni en Vital, ni en Roffé, y seguramente, ni en otro par de biografías que se han hecho sobre él y que lamentablemente no las he conocido aún, una de Nuria Amat y otra de Juan Ascencio.

No habrá forma de conocer al Rulfo verdadero, salvo en los dos libros que nos dejó, porque ninguna biografía por más rigurosa que exista, puede recrear completamente a un hombre, con su anhelos, con sus creaciones, con sus gozos y dolores por el mundo.

Cada uno va construyéndose un Rulfo a su medida, según sus necesidades. Por mi parte, ahora vivo con el Rulfo inestable, el Rulfo campesino, extraño en la ciudad, que logró contar con la simplicidad y el hechizo de una escritura diáfana, unos fragmentos de la desdichada existencia de los hombres sobre la tierra.

También será por lo bohemio, que yo me quedo con la biografía no oficial.

Frank David Bedoya Muñoz

Enero de 2015.