Los dos últimos sabios de la tierra

Los dos últimos sabios de la tierra

He buscado infatigablemente en la historia, en la filosofía, en la política, en la ciencia… no tanto las respuestas, sino las preguntas de la vida, las preguntas sobre nuestro enigmático y complejo mundo.

Encontré que el hombre más lúcido y más valiente sobre la tierra en la búsqueda de la grandeza y de la libertad humana fue Simón Bolívar, incluso más grande que el César, que Napoleón.

Como todos los hijos del siglo XX que amamos el conocimiento y como muchos advertí que los últimos pensamientos más elevados sobre la condición humana fueron los de Marx, los de Nietzsche y los de Freud; no creo que sea una exageración decir, que después de estos tres titanes, nadie más ha dicho algo nuevo, salvo comentarios y análisis sobre los problemas que ellos dejaron planteados.

Sin embargo, el siglo XX ya pasado, dejó a la humanidad dos hombres únicos, que considero son: Fidel Castro y Michel Serres. Hoy día, dos ancianos de blanca cabellera, con 89 y 86 años respectivamente, que se han elevado tanto, que ahora en su vejez, con una increíble jovialidad y amor por el mundo, son los dos viejos más sabios sobre la tierra.

Fidel Castro, creo que el marxista más emblemático después de Lenin. Y más valiente después de Bolívar y Martí. Michel Serres, filosofo, viajero que ha transitado todos los saberes del mundo, que si bien tomó distancia de los problemas de Nietzsche y de Freud para volver a los problemas del mundo físico y humano, revitalizó extraordinariamente a la filosofía al volverla a emparentar con la ciencia, y a la ciencia la volvió a humanizar desde que advirtió que después de la bomba de Hiroshima, la humanidad no podía ser la misma, puesto que nos abocamos a la destrucción total.

No solamente estos dos viejos sabios se parecen en sus canas, el uno guerrillero y el otro escritor-viajero; cada uno por sus caminos, llegaron a una única conclusión, a saber: la defensa de la vida en el planeta. Ellos se ubicaron más allá de los conflictos sociales, de sus patrias, y aun siguen advirtiendo que la lucha fundamental es la protección total del Mundo, la conservación de las especies: sin la prepotencia del hombre depredador. Sus banderas son la defensa de todas las formas de vida, incluyendo la vida humana, que puede ser – y está siendo- la causante de la muerte global, pero que también, con una voluntad política, puede llegar a plantear la salvación, dado que es la humanidad, aquella que aún está por venir, la que puede ser portadora de las claves para la supervivencia.

No quise escribir un panfleto, sólo quería advertir, que aún tenemos dos viejos sabios en nuestra tierra, y que es necesario y urgente escucharlos más.

Frank David Bedoya Muñoz

Enero de 2015