Para que un tacómetro pueda medir con precisión la velocidad de giro de un eje, es necesario que el microprocesador reciba el mayor número posible de pulsos, por cada vuelta.
Como sabemos, la solución más sencilla para generar dichos pulsos, consiste en pegar un pequeño imán al eje, y emplear como sensor, un sensor de efecto hall, que se caracteriza por entregar un pulso cada vez que el imán pasa por delante de él.
Esta solución es muy sencilla de instalar, y funciona razonablemente bien. Sin embargo, vemos que sólo suministra un pulso por cada vuelta. Eso es también es un problema, porque si hay un error en la media, por ejemplo, un solo pulso más, la velocidad instantánea que estaremos leyendo será el doble...!
A esa velocidad, en los 600 milisegundos que dura la toma de la muestra, el tacómetro habrá recibido: (500/60sg) * 0.6 Sg = 5 impulsos desde el sensor.
Si el tacómetro lo tenemos bien calibrado, la velocidad a mostrar será Velocidad (rpm) = 5 * 100 = 500 rpm
Es decir, una constante de valor 100 es la que nos ajusta los pulsos recibidos, a la velocidad de la máquina. Dicho de otra forma, cada impulso que recibe el tacómetro "vale" 100rpm.
Por tanto, si hay un error, y leemos un pulso de más, la medida sufrirá un gran falseamiento, ya que entonces Velocidad (rpm) = 6 * 100 = 600 rpm ...!!
Vemos que un solo impulso de más o de menos, introduce un gran error en la medición. También esto nos dice cuál es la resolución de este tacómetro: Es 100 rpm, ya que el incremento mínimo que podemos contar es un solo impulso (lógicamente).
Como conclusión a este ejemplo, diremos que es sencillo de implementar, pero de precisión limitada.
A esa velocidad, en los 600 milisegundos que dura la toma de la muestra, el tacómetro habrá recibido: (500/60sg) * 0.6 Sg * (5 imanes) = 25 impulsos desde el sensor.
Si el tacómetro lo tenemos bien calibrado, la velocidad a mostrar será. Velocidad (rpm) = 25 * 20 = 500 rpm
Es decir, una constante de valor 20 es la que nos ajusta los pulsos recibidos, a la velocidad de la máquina. Dicho de otra forma, cada impulso que recibe el tacómetro "vale" 20 rpm.
Por tanto, si hay un error, y leemos un pulso de más, la medida sufrirá un menor falseamiento, ya que entonces Velocidad (rpm) = 6 * 20 = 120 rpm
Vemos que un solo impulso de más o de menos, introduce un menor error en la medición que en caso anterior.
También esto nos dice cuál es la resolución de este tacómetro: Es 20 rpm, ya que el incremento mínimo que podemos contar es un solo impulso (lógicamente).
Conclusión: Un pequeño incremento en la complejidad, nos aporta un gran incremento de la precisión.
Prototipo: Como cada uno de nosotros es un mundo, y tiene sus preferencias, he preferido incluir tres "micro-switch" debajo del procesador. Las posibles combinaciones, servirán para indicar al microprocesador si estamos usando un sistema que proporciona un pulso, o dos, o cinco, etc.
Leída esta información, el tacómetro reajusta sus parámetros de cálculo, para adaptarse a cada caso, en aras de ofrecer la medida más fiel posible.
Tacómetro-protoptipo ya montado.
Placa sin el procesador. se aprecian los tres "micro-switch" de configuración