Opinión

Lo que esconden las pantallas

CLARA JORGE GÁNDARA

Prácticamente, todo el mundo ha visto alguna vez una película o ha ido al cine a verla. Allí se ve a gente actuar, pero detrás de esa pantalla hay un enorme esfuerzo por parte de todos los que trabajan en el cine como son los directores, los guionistas, los productores y todo el resto de equipos técnicos, tal y como afirma el director Jorge Coira: “El director no está solo ni muchísimo menos. El cine es un trabajo en equipo, con lo cual cambia completamente si cambias al director, pero también si cambias a quien haga la dirección de fotografía, maquillaje, sonido o la música. Es todo un conglomerado y yo, por mi parte, lo que intento es que sea un conglomerado lo más armónico posible”.

Un proceso cuyo primer paso suele ser escribir el guion. Por eso, la guionista Esther Martínez Lobato, con muchos años de experiencia y éxitos como La Casa de Papel, afirma que su profesión es más una manera de vida: “Aparte de tener talento, de tener la capacidad de mirar al mundo de una manera generosa para generar contenidos, hay que tener amor a la lectura. Porque el oficio de guionista es el de escritor, aunque sea para el audiovisual. Hay que manejar el lenguaje y hay que saber de qué se habla, pero, sobre todo, hay que tener una amplia generosidad porque el trabajo de guionista es un trabajo en equipo y en el que tienes que prescindir de tu ego personal y trabajar a favor del producto que se hace entre un equipo muy grande de personas”.

Y lo más visible para todo el mundo son los actores. Cuando te haces actriz o actor una de las cosas que tienes que tener en cuenta es que tienes que mantenerte y para ello seguir buscando trabajos día a día. A la vez, al trabajar y actuar, te lo puedes pasar muy bien. Una actriz con experiencia como María Castro dice que en el escenario hay que trabajar, pero también te lo puedes pasar muy bien y, además, conoces a muchísima gente en cada rodaje.

Pero detrás de la cara de los actores hay mucho trabajo previo, tal y como aclara la productora Sara Horta: “Cuando contratas a un actor debes dejar muy claro cómo van a ser las condiciones laborales, el contrato y hablar un poco de lo que van a ser las condiciones en rodaje; es decir, dejarlo todo hablado desde un inicio y, una vez que se ha llegado a un acuerdo y que se firmó el contrato, lo mejor es dejar que los actores traten con el director”. Un director como Jorge Coira que admite que “lo bueno de este trabajo, y quizá también lo malo, es que no existe el concepto de día normal; cada día es diferente porque no hay una rutina”. Pero en este proceso a la vez divertido y complejo hay también obstáculos, como el machismo, que, como indica la actriz María Castro, pueden pasar desapercibidos: “Hay muchos puestos dentro del audiovisual que están más destinados a los hombres; por ejemplo, la parte de guion, la cámara y toda la parte técnica, y muchas mujeres todavía luchan por encontrar su sitio y un sueldo totalmente igualado”. Un problema que se suma a otros durante la pandemia, aunque, de forma paradójica, no le ha afectado tanto al audiovisual y, particularmente, a las series debido al boom de las plataformas. Un trabajo muy laborioso que incluye a muchos equipos de gente más o menos anónima que consigue llevar a las pantallas historias que, como afirma Esther Martínez Lobato, “son el alimento del ser humano y de su espíritu”.