La gente piensa que esta pandemia solo está causando problemas malos. Gran parte de ellos son catastróficos, pero hay una cosa en la que nos está ayudando y que, normalmente, no tendemos mucho a hacer. Esa cosa es el ahorro. Algo tan simple como guardar dinero en una hucha para poder echarle mano cuando lo necesitemos de verdad no es algo que normalmente hagamos.
La pandemia ha hecho que muchos notemos la diferencia de dinero, puesto que debido a las medidas que se tuvieron que tomar para regular los casos del virus, acciones que solíamos hacer a menudo se han tenido que suspender, tal y como indicó la historiadora Ofelia Rey : “Hay un hecho muy interesante y es que todos estamos ahorrando mucho. Como no pudimos ir de copas, no pudimos cenar fuera ni comer y no pudimos viajar, incluso en los grupos sociales menos ricos o con menos ingresos hay una capacidad de ahorro”. Evidentemente, estos cierres y estas limitaciones han hecho que mucha gente que se dedicaba a la hostelería o al turismo cayera económicamente, pero mucha otra ha incrementado sus ingresos.
En conclusión, de la pandemia hemos aprendido muchas cosas, tanto para bien como para mal, pero nos ha permitido darle valor a cuestiones que antes no veíamos y, a mayores, ha permitido que ahorremos en actividades como la hostelería o los espectáculos que, por otra parte, son fundamentales para muchos colectivos que lo están pasando muy mal. Pero si hablamos de pasarlo mal, como afirma Ofelia Rey, solo hace falta hablar con gente de otros países, porque lo nuestro no es nada comparando lo suyo: “Tenemos que relativizar siempre el sentido de una crisis y, si algo tenemos que aprender de esta, es que estamos en el mundo occidental, que nos quejamos de todo y, como los gallegos tenemos familia en todas partes, no tenemos más que hablar con ellos. Yo tengo familia en Argentina, en Brasil y en Cuba. Lo que cuentan es, comparado con el nuestro, morir de miedo”.