La Vela de Habdalá
¿Se puede usar una Vela convencional para la Habdalá de la Salida de Shabbat?
¿Hace falta una trenzada?
La Vela de Habdalá
¿Se puede usar una Vela convencional para la Habdalá de la Salida de Shabbat?
¿Hace falta una trenzada?
Agradecimientos
Agradecimiento Especial al RAABA"D Rab David Perets SHLIT"A (Presidente del Tribunal Rabínico de Panamá) y, a su alumno R. Yaäcob Eliyahu Benarroch Bibás SHLIT"A, por ser los valuartes de esta publicación que ya lleva más de 20 años llegando a muchos países
Todos los derechos reservados (C)
Agradecimiento a los Toremim quienes humildemente han ocultado sus identidades en el anonimato, tal y como está escrito, en los Profetas: "Hatzneä Léjet..."
Extendemos un agradecimiento especial a la familia, amigos, y muy en especial al comité encargado de la redacción, digitalización y envíos por haber colaborado horas extras
La Habdalá es un precepto que consta de recitar un texto cuyo objetivo es marcar la salida del Shabbat. Entre los componentes que están presentes en una Habdalá de Sábado por la noche, se encuentran el vino, una especia o rama que brinde un buen olor, un llama de fuego, además de la recitación del texto de la Habdalá propiamente dicho. En lo referente a las velas, se ha dotado de diferentes diseños, formas, colores, y tipos de estas velas al mercado. El diseño de una vela de Habdalá ha sido estandarizado por los fabricantes de velas, hasta el punto que la fabricación de “vela de Habdalá” corresponde, en la práctica, a la producción de velas entrelazadas y no a simples velas.
Por otro lado, es de notar que existe, en gran parte del mundo, que siguen la costumbre de utilizar una simple y común vela como fuente del fuego para la bendición de “Meoré Haésh” en la Habdalá.
Es por esto, que ha cobrado interés el objetivo de saber si es o no indispensable el uso de este tipo de vela para cumplir con la bendición de Meoré Haésh de la Habdalá.
¿Se puede utilizar una vela común y corriente para recitar la bendición de Boré Meoré Haésh, en la Habdalá?
¿Es necesario utilizar una vela compuesta por varias mechas para brindar el fuego sobre el que se recita la bendición de Boré Meoré Haésh, en la Habdalá?
¿Es preferible el fuego de una antorcha al de una simple vela?
Esta escrito en la Guemará en Masejet Pesajim (103:2) que estaban sentados juntos, Raba y Rab Yaäcob Bar Aba, previamente a la recitación de la Habdalá. De pronto (con el objetivo de prender la luz de la Habdalá), se levantó el asistente de Raba y encendió una Äbuká (un tipo de antorcha) de un vela que ya estaba encendida. Impresionado, le preguntó Rab Yaäcob a Raba: “¿tanto así - acaso hay que usar una antorcha-?”. Le contestó Raba: “el Asistente lo hizo por propia decisión”. Insistió Rab Yaäcob Bar Abá a Raba: “si esta instrucción (la que supuestamente siguió el Asistente por propia decisión) no la hubiera escuchado (el mismo) Asistente por parte de usted, este Asistente (de seguro) no lo hubiera hecho así”. Con este reclamo, Rab Yaäcob Bar Aba mostró su inconformidad con la respuesta de su homólogo…
Al darse cuenta Raba que Rab Yaacob Bar Aba esperaba otra excusa, le exclamó: “¡acaso no sostiene, usted también, que lograr el encendido del fuego con una Äbuká es cumplir con Mitzvá Min Hamubjar (precepto de selecto nivel)!”.
Según la reciente exclamación de Raba, se deduce que la Habdalá debería ser efectuada preferiblemente con una Äbuká.
El RI”F, en su libro de Masejet Pesajim (RI”F, 21:1), redacta idénticamente el episodio entre Raba y Rab Yaacob Bar Abá, por lo que concluyó también con el calificativo de “Mitzvá Min Hamubjar”, a la acción de decir Habdalá valiéndose de una Äbuká. Por lo tanto, se entiende evidentemente que el RI”F es también de la idea que es prioritaria la selección de una Äbuká para la preliminar bendición de la Habdalá.
El RA”N, en su comentario a las páginas de esta redacción del RI”F, explica que la razón por la cual se usa un fuego tan flamante para la Habdalá, es que la bendición correspondiente a este fuego, es “Baruj Atá Ad. Elohenu Melej Haölam Boré Meoré Haésh” (bendito Usted Ad. nuestro D__s, Rey del Universo, que crea las luminarias del fuego”. El RA”N, en definitiva, explicó que esta bendición hace alusión a los diferentes colores presentes en el fuego (ver Masejet Berajot 53:2), motivo por el cual se hace conveniente valerse de un fuego de mayor dimensión que el de una simple vela. Por lo tanto, se justifica con esto la preferencia por una Äbuká para la Habdalá.
El ROS”H (Pesajim, Perek 10.11) dice que principalmente corresponde el uso de una Äbuká como integrante del precepto de Habdalá, refiriéndose a este precepto de la misma manera como lo hiciese el RI”F, tal y como se reportó líneas atrás.
El RAMBA”M, en Halajot Shabbat (Pérek 29 : Halajá 26) dice que la iluminación sobre la que se bendice la Habdalá corresponde a una Äbuká, con lo cual se cumple con el precepto de manera elevada (Min Hamubjar).
El autor del Shulján Aruj, por su parte, en el tomo Oraj Jayim (Simán 298.2) dice que es Mitzvá Min Hamubjar recitar la bendición de Habdalá usando una Äbuká.
Siendo así que es tan trascendente seleccionar una Äbuká para servir como fuente de lumbre de la bendición de “Boré Meoré Haésh”, ¿en qué se habrán basado aquellas comunidades que acostumbraron y siguen acostumbrando a valerse de una simple vela para la recitación de esta bendición en la Habdalá? ¿Podremos decir acaso que no recibieron el legado de estas fuentes? ¿Cómo puede ser que comunidades enteras de personas se hayan opuesto a algo aparentemente tan claro?
Y si fuera correcta esta costumbre de encender con una vela convencional, ¿cuál sería su fundamento?
Por otro lado, en la Guemará, en Masejet Berajot (53:2), esta escrito que Rab Yehudá dijo, en nombre de Rab, que no es necesario ocuparse en la tarea de conseguir (en caso de no poseerlo para el momento) lumbre (para la Habdalá), de la misma manera en que hay que ocuparse en conseguir lo necesario para concretar los demás preceptos. En otras palabras, no hay que poner tanto empeño en percatarse en que haya un fuego encendido en el sitio y el momento de la pronunciación de la Habdalá. Esto significa que si no se posee la luz necesaria para la bendición de Habdalá, no es obligatorio dedicarse a conseguirla, que es lo mismo que decir que – en este caso – “no diga la bendición de Boré Meoré Haésh”, y culmine la Habdalá sin lugar a dudas.
Si fuere cierto que esta bendición es como cualquiera otra bendición de “Nehenim”, como las que se pronuncian por un olor o por el consumo de un alimento, entonces, resultaría igual de necesario bendecir por el fuego cada día del año. Pero, sabemos que no es así. ¿Por qué?
Explica el ROS”H (Berajot, Pérek 8, Simán 3) que el motivo de que se diga bendición por el fuego justo en sábado por la noche es que, en un momento como ese, se creó el fuego. Y, más bien, no es comparable con las bendiciones de Nehenim como se podría pensar, sino que es una bendición que recuerda la creación del fuego.
אין מחזרין על האור כדרך שמחזרין על כל המצות לפי שברכה זו אינה אלא לזכר בעלמא שנברא האור במו"ש
Es por esto, que el ROS”H, en su comentario a esta parte del Masejet Berajot (Loc.Cit.), explica que la razón por la cual no es necesario forzar la búsqueda de lumbre para la Habdalá, es que la bendición de Boré Meoré Haésh es “Zéjer Beälma” (simple recuerdo de la creación Divina del fuego) al ser que la creación del fuego se efectuó en las postrimerías del primer Sábado (Motzaé Shabbat).
De este segmento, se obtiene que no es obligatorio esforzarse y buscar encender una vela con el propósito de tener una fuente de luz encendida adecuada para la Habdalá.
No sólo esto, la Guemará (Masejet Berajot, 53:2) continuo narrando que dice Rabí Zera: “al principio yo buscaba por cumplir con la bendición de Boré Meoré Haésh, pero desde que escuche esto que enseñó el Rab Yehudá en nombre de Rab, llegué a la conclusión de que no estoy en la obligación de buscar (forzar la búsqueda) de lumbre para la Habdalá… Y sólo en el caso en que lo tenga a la mano (refiriéndose al fuego) diré la bendición (Boré Meoré Haésh)”.
En base a esta declaración de Rabí Zera, aunado a lo dicho por el propio Rab Yehudá, en nombre de Rab, se desprende que no es imperiosa la necesidad de conseguir fuego para la Habdalá. Aún más, tanto el RI”F (Berajot) como el ROS”H dicen que no hace falta esforzarse en buscar un fuego para hacer la bendición de Meoré Haésh, en el caso en que no consiga tener un fuego disponible.
El RAMBA”M (Halajot Shabbat, 29:26) dijo que … No hace falta ir en busca de fuego para Habdalá con el mismo empeño (en la búsqueda) como se haría con respecto a los recursos de cualquiera de los preceptos…, al menos que se presente la disponibilidad del fuego. Y si finalmente tuvo disponibilidad de fuego para la Habdalá, deberá bendecir sobre éste la bendición respectiva (Boré Meoré Haésh).
El Shulján Aruj (O.J., 298:1) registra, en el tema de Habdalá, que se dice bendición Boré Meoré Haésh en el caso en que tenga disponible la lumbre, y si no lo tuviese, no será necesario ir a buscarla.
El Caf Hajayim dice que, según el Zohar Hakadosh (Vayakhel, Hoja 208, Columna 1), sí hay que buscar la lumbre, en caso de que no tuviese con qué encender la luz de la Habdalá. No obstante, las fuentes Halájicas, en su gran mayoría convergen en que no sea necesario molestarse en conseguir una vela de Habdalá si no se hallase una disponible para el momento de recitar este precepto (sin entrar en la opinión del Zohar Hakadosh).
Al echar un vistazo a lo que hasta ahora se ha expuesto, pareciera incongruente los dos bloques de información recibidos. Por un lado, la Guemará, el RI”F, ROS”H, RAMBA”M, y el Shulján Aruj otorgan el calificativo de Mitzvá Min Hamubjar a la acción de bendecir la Habdalá con el grandioso y colorido resplandor del fuego de una Äbuká, lo que diera la impresión de dejar entredicho, al menos, la importancia de que haya un fuego presente en ese momento. Pero, por otro lado, estas mismas sagradas fuentes, partiendo de nuevo desde la Guemará y hasta el Shulján Aruj, son las que expresan concisamente que no es imperativa la existencia de siquiera una llama de fuego para el logro del objetivo de la Habdalá, y sólo en el caso en que hubiese fuego, éste se usaría, y si no, no hará falta molestarse en conseguirlo. ¿Cómo pueden coexistir ambos bloques informativos aparentemente tan contradictorios?
En otras palabras, si es cierto que no es determinante la existencia del fuego de la Habdalá para el cumplimiento del precepto, entonces, ¿para qué estas mismas fuentes tuvieron que describir lo grandioso que representa el precepto de encender con una Äbuká, si ni siquiera es requerida imperiosamente una simple vela?
Y si fuera tan grandiosa esta Mitzvá de Habdalá con Äbuká, ¿por qué Rabí Zera no fue a buscarla (la Äbuká), en vez de conformarse con lo dicho por Rab Yehudá?... Y si es verdaderamente una Mitzvá Min Hamubjar, entonces ¿cómo es posible que Rabí Zerá no la haya cumplido?
Antes de responder a esta inquietud, será necesario hojear el texto del Mordejí, quien analizó lo registrado en Masejet Pesajim (103:2). Recordemos que en aquella ocasión Rab Yaäcob se había manifestado frente a la actitud del sirviente de Raba (la de buscar una antorcha para Habdalá). La primera vez que se manifestó, Raba le contestó que la decisión fue del sirviente y no la de él. Pero, Rab Yaäcob insistió con la misma pregunta, logrando que Raba le respondiera, esta vez, que la razón era por Mitzvá Min Hamubjar. Si es así pregunta el Mordejí ¿acaso pensó Rab Yaacob que Raba le estaba evadiendo en su primera respuesta? Y si fue así, ¿por qué habría Raba de evadir y finalmente usar dos respuestas diferentes a una misma pregunta?
Y, en definitiva, ¿Por qué Raba no le contestó la verdad a Rabí Yaäcob, desde un principio, en vez de dejarlo para el después?
El por qué se repite la pregunta, y el por qué hubo un cambio de respuesta, comparten el mismo motivo. Dice el Mordejí que explica el Rab Yaäcob Mi Kurbil que hubo una confusión en la interpretación, por parte de Raba, sobre el significado de la primera pregunta enunciada por Rab Yaäcob Bar Abá, y, por ende, la primera respuesta también terminó igual de confusa…
Sigue explicando el R"Y Mikurbil, que, cuando Rab Yaacob se manifiesta por primera vez diciendo “¿para qué necesitas una Äbuká?, Raba, quien no captó la verdadera duda de Rab Yaäcob, entendió que aquél le cuestionaba: “si ya posees una vela encendida y no una antorcha encendida, ¿para qué buscaste encender una antorcha (äbuká) de habdalá si no hay que forzarse para conseguirla?”. Y por eso Raba le contestó: “Fue decisión del sirviente (y si fuera por mí, no lo hubiese molestado en buscar y encender la antorcha)”. Sin embargo, Rab Yaacob le instó de nuevo manifestando su inconformidad. Al notar la insistencia, Raba terminó captando el objetivo real de la pregunta de Rab Yaäcob que era el siguiente: “si tenías tanto la vela como la antorcha encendida, ¿por qué escogiste la antorcha en vez de la vela?”. A lo que contestó Raba: “cuando tengas las dos opciones disponibles (la vela y la antorcha encendida), selecciona preferiblemente la antorcha ya que es Mitzvá Min Hamubjar.
Por lo tanto, ¿para qué las fuentes Talmúdicas y Halájicas dictaminaron lo grandioso que representa el precepto de encender con una Äbuká, si ni siquiera es requerida imperiosamente una simple vela? La respuesta, en base a esta exposición del Mordejí (Pesajim 103.2)j, se resume de la siguiente forma:
1. La preferencia en el uso de una Äbuká para la Habdalá recae únicamente en el caso en que esta Äbuká se encuentre encendida de antemano. Por ejemplo, si hay una vela simple encendida y además hay una Äbuká encendida, se seleccionará la Äbuká representando así el verdadero caso de Mitzvá Min Hamubjar.
2. Si sólo hay una vela simple encendida y no una antorcha encendida, no hará falta encender la Äbuká para que sustituya la vela, y se podrá recitar la bendición Boré Meoré Haésh con la luz de la simple vela.
3. Si no hay ninguna, ni vela ni Äbuká, no es obligatorio tener que encenderlas.
En resumen, la preferencia por Äbuká sólo se manifiesta cuando están encendidas una vela y una Äbuká. Si sólo una de estas está encendida, se conformará con el uso de la misma. Y si ninguna está encendida de antemano, no tendrá si quiera necesidad de incluir la bendición de Meoré Haésh, y podrá concluir la Habdalá con una bendición menos.
En un comentario sobre el libro de Yeshäyá (Pérek 30: Pasuk 33), dice RASH”I que “Medurá” es un vocablo que connota la disposición de un conjunto de maderos que se colocan al fuego para combustión (Medurá es un vocablo asociado a Äbuká, al menos así se puede verificar en otros temas como por ejemplo lo es el tema “Bedikat Jametz” entre otros).
El Maguid Mishné (Mishné Torá, Halajot Shabbat, Perek 29:26) dice que una Äbuká contiene mucha madera y refleja múltiples fases lumínicas (“meorot harbé”). En efecto, el autor del Bet Yosef (Simán 298), Rabí Yosef Karo, incluyó ciertamente esta definición en nombre del Maguid Mishné.
No obstante, en el Sefer Agudá, está escrito que una vela compuesta de dos mechas unidas, se puede considerar dentro del concepto de Äbuká. Este concepto fue recibido así por Rabí Moshé Iserlish, el RAM”A, quien - en el Simán 298:2 – dijo que dos mechas encendidas, una con otra, son consideradas Äbuká.
El Maguén Abraham (O.J., Simán 298), no obstante, dice que, incluso según la opinión del Sefer Agudá, disponer simplemente de dos mechas separadas una de otra aunque estén unidas mediante el encendido de una con la otra, no recibe el nombre de Äbuká.
Para que se llame Äbuká, según la opinión del Sefer Agudá, se necesitaría que las mechas que se unen estén entrelazadas, como si ambas mechas fueran hilos que forman un cordón.
Por ejemplo, incluso según la opinión del Sefer Agudá, si una persona tiene una vela encendida y desea acoplar a la misma un fósforo para formar dos mechas temporales (mientras dice la bendición de Meoré Haésh), con el objetivo de que se llame Äbuká, el resultado será que no lo logró, ya que las dos mechas deben haber estado entrelazadas en toda su extensión.
Es por esta razón, que existen comunidades de yehudim que adquieren velas compuestas trenzadas para la Habdalá y no se conforman con acoplar dos simples mechas.
Volviendo al punto de las preferencias entre vela y antorcha, tanto el autor de la obra Turé Zahab (O.J., Simán 298: S.K. 1) como el autor del Maguén Abraham (O.J., Simán 298: S.K. 1), encontraron una alternativa diferente al argumento sobre el que se basó el Mordejí. Cuando Rab Yaäcob Bar Abá (Pesajim, 103:2) se manifestó sorprendido por el uso de la antorcha, fue porque su verdadera intención era la de exclamar “¡¿Por qué usas una antorcha?...¡Anexa una vela más (a la vela simple que ya tienes) para completar así dos mechas!”. De esta manera, tanto el TA”Z como el Maguén Abraham, no sólo contradijeron las palabras del Mordejí, sino que declararon que dos mechas juntas conforman la definición de Äbuká.
TA"Z
M.A.
Sin embargo, resulta difícil entender cómo el Maguén Abraham dijo que con dos mechas que juntan sus llamas es suficiente, al ser que recientemente pudimos observar que el mismo Maguén Abraham aclaró que, según el Agudá, para que una vela sea considerada Äbuká, deberá estar trenzada de antemano.
A pesar de esta dificultad, el Maguén Abraham determinó que se puede considerar, al conjunto de mínimo dos mechas muy cercanas una de la otra (aunque no estén trenzadas), como una Äbuká.
Costumbre Sefaradí
La registrada costumbre sefaradí de Siria, Marruecos y Yerushalayim, es de hacer Habdalá con una vela de simple mecha. Es probable que esta costumbre haya sentado sus bases en la opinión del Mordejí quien dijo que teniendo una vela ya no haría falta buscar una antorcha para la Habdalá. Y la realidad era que antiguamente, en las casas de los yehudim sefaradim de estos países, se estilaba tener siempre velas simples encendidas, y estas eran las que eran tomadas para la recitación de la Habdalá.
No sólo eso, esta costumbre se ve más favorecida aún, debido a lo declarado por Rabí Zera quien dijo: “…y sólo en el caso en que lo tenga a la mano (refiriéndose al fuego) diré la bendición (Boré Meoré Haésh)” y, por lo tanto, si en ausencia de fuego es viable recitar la Habdalá, entonces, con más razón, será viable en presencia de un fuego, por más simple que fuere.
Con y sin trenzar… Velas compuestas
No obstante, si una persona tiene, a su disposición, una vela trenzada y le es fácil hacer uso de la misma, sería adecuado, pero no obligatorio, encenderla para bendecir con ésta la Habdalá. En el caso en que una persona decida hacer Habdalá con una vela compuesta de varias mechas muy cercanas unas a las otras, pero sin estar éstas trenzadas…, no estará claro el que este tipo de vela pueda ser catalogada como Mitzvá Min Hamubjar. Pero, por otro lado, no hay suficiente motivo como para llegar a reprochar esta acción.
Costumbre avalada… Velas simples
La costumbre de encender una sola vela (mecha simple) para la Habalá tiene base en la Halajá y, por ende, no debe ser censurada. No obstante, si es posible conseguir, con facilidad, una vela trenzada, será digno de mayores bendiciones en el caso de hacer uso de la misma para la Habdalá.