El Afikomán
¿Se resguarda o se arrebata?¿Se rescata?
El Afikomán
¿Se resguarda o se arrebata?¿Se rescata?
Agradecimientos
Agradecimiento Especial al RAABA"D Rab David Perets SHLIT"A (Presidente del Tribunal Rabínico de Panamá y, a su alumno R. Yaäcob Eliyahu Benarroch Bibás SHLIT"A, por ser los valuartes de esta publicación que ya lleva más de 15 años llegando a muchos países de habla hispana.
Todos los derechos reservados (C)
Agradecimiento al Torem quien humildemente ha ocultado su identidad en el anónimato, tal y como está escrito, en los Profetas: "Hatzneä Léjet..."
Extendemos un agradecimiento especial a lai familia, amigos, y muy en especial al comité encargado de la redacción, digitalización y envíos por haber colaborado horas extras tambien para que salga impreso este documento
La Festividad de Pésaj, representa la Libertad Espiritual que empezó hace más de tres mil años con la supresión del yugo egipcio que tenía sobre los Hijos de Yisrael… La búsqueda y chequeo del Jametz desde antes de Pésaj, el cumplimiento de la Mitzvá de que no haya Jametz en Pésaj, la prohibición de comer y disfrutar del Jametz en Pésaj, son elementos extremadamente básicos para esta finalidad de Libertad. Pero, estas advertencias no son todavía suficientes para llevar a cabo las Mitzvot de Pésaj…
La Noche del Séder es el escenario que aborda un número grande y consecutivo de Mitzvot que comienzan desde la Consagración del Día de Pésaj con el Kidush, pasando por las 4 Copas, Hagadá de Pésaj, Matzá, Maror, Córej, Seüdat Yom Tob, Bircat Hamazón, Halel… Una de las Mitzvot centrales de Pésaj es el consumo del Aficomán…
El Aficomán se obtiene cuando –por primera vez- se parten las Matzot desde el comienzo del Séder de Pésaj, después de haber comido el Carpás… En ese momento, el Aficomán es guardado hasta casi el final de la Noche del Séder, y posteriormente consumido como recuerdo del Sacrificio de Pésaj, uno de los objetivos más vitales y fundamentales de esta Festividad.
Existe un hábito, entre un conjunto de personas en el mundo, que consiste en que los niños de la casa se tomen la atribución de sostener el Aficomán que se obtuvo al principio, y esconderlo de tal manera que el padre u organizador del Séder posteriormente se lo pida de vuelta hasta el punto en que, si se niega a descubrir su paradero, se le ofrezca una recompensa para que lo devuelva y se pueda llevar a cabo la Mitzvá de comer el mencionado Aficomán.
¿Es permitido arrebatar, esconder y retener el Aficomán en la Noche del Séder?¿Y si hay una costumbre así, se permite continuar con la misma?¿Es correcta y buena esta costumbre o es prohibido seguir haciéndola? ¿Es recomendable?
En Maséjet Pesajim (109:1), por medio de una Baraitá, está dicho que Rabí Eliezer sostiene que, en la noche de Pésaj, “Jotefim Matzot” (literalmente, se arrebatan Matzot) para que los niños no se queden dormidos. Otra Baraitá dijo, en nombre de Rabí Äkibá, que nunca se dijo “llegó el momento de parar (pausar la estadía y la operatividad) en el Bet Hamedrash (Local de Estudio de Torá)”, con excepción de la víspera de Pésaj y víspera de Yom Kipur. En la “víspera de Pésaj”, para que los niños no se queden dormidos… y, en la “víspera de Kipur”, para que “les den a los niños de comer”, de tal forma que aguanten bien el ayuno, sin inconveniente.
אמרו עליו על רבי עקיבא שהיה מחלק קליות ואגוזין לתינוקות בערב פסח כדי שלא ישנו וישאלו תניא רבי אליעזר אומר חוטפין מצות בלילי פסחים בשביל תינוקות שלא ישנו תניא אמרו עליו על ר' עקיבא מימיו לא אמר הגיע עת לעמוד בבהמ"ד חוץ מערבי פסחים וערב יום הכפורים בע"פ בשביל תינוקות כדי שלא ישנו וערב יוה"כ כדי שיאכילו את בניהם
RASH”I explica que Jotefim Matzot tiene dos acepciones:
Opción 1. Se levanta el “plato” (la Bandeja del Séder) para que los niños se impresionen y reaccionen al cambio de ubicación de la bandeja y les provoque preguntar (ante la posibilidad de que la cena se haya dado por terminada en forma tan prematura)
Opción 2. Se come la Matzá rápidamente, de tal forma que no se dilate la duración del Séder de Pésaj y los niños no se queden dormidos. Esta acepción fue sostenida también por el RAABA”D (Mishné Torá, Jametz Umatzá, Pérek 7, Halajá 3)
Por consiguiente, la orden talmúdica de Jotefim Matzot no fue interpretada por RASH”I en forma literal diciendo que la Matzá deba ser arrebatada, sino más bien fue orientado su significado con tendencia a levantarla conjuntamente con el resto de la bandeja, o acelerando el consumo de Matzá de esta noche.
Por lo tanto, según RASH”I, no se demuestra la tendencia a que se tenga que arrebatar la Matzá o Aficomán.
Opción 3. Hay otra opción que aportó el Col Bo (Simán 51), y dice que Jotefim Matzot ser refiere a que, antes de la comida, hay que acortar el tiempo de relato de la Hagadá de Pésaj (por ejemplo, no alargar las explicaciones del relato), de tal manera que no se duerman los niños, a causa del retardo.
Opción 4. El RASHBA”M sostiene que la orden “Jotefim Matzot” requiere de que se les arrebate las Matzot a los niños (si es que la tuvieran en la mano), de tal manera que los niños se mantengan ansiosos (con apetito) y a la expectativa de comer la Matzá y no se duerman.
Opción 5. Rabí Yonatán de Lunil sostiene que “Jotefim Matzot” se refiere a que se juega con los niños a través de la Matzá.
Aunque las opciones 3 y 4 tampoco parecieran cotejarse con la costumbre en cuestión de arrebatar el Aficomán, no obstante, la Opción 5 sí se acerca un poco a la idea de la existencia de la mencionada costumbre, pues quizá se haya referido el Rab Yonatán a un juego que consiste en un presunto arrebatamiento que hiciera el niño del Aficomán, y su posterior devolución… Quizá de esto se trata aquel juego, o quizá no.
Opción 6. Como introducción a esta opción, el Rab Jayim de Brisk dice que, durante todo el año, cuando se recita la bendición colectiva de “Hamotzí Léjem Min Haáretz”, por Ley, nadie puede comer hasta que empiece a comer aquel que bendijo –para todos- en voz alta. Pero, en la Noche del Séder, “Jotefim Matzot” es un permiso –para todos los comensales- en aras de permitir comer la Matzá incluso antes de que quien bendijo colectivamente empiece a comerla.
Por consiguiente, ninguna de las opciones se acerca a que haya un hábito permitido de arrebatar el Aficomán por parte del niño, con excepción de la Opción 5, la cual tampoco fue lo suficientemente expresiva y explícita como para concluir que sea una demostración infalible..
Las opciones 1 y 2 tienen que ver con la Matzá, pero no arrebatándola
La opción 3 (Aligerar lectura de Hagadá) no aparenta tener relación con el arrebato de una Matzá
Las opciones 4 y 5 se parecen a la costumbre de arrebatar, pero, no detalla que sea un arrebato que provenga por parte de los niños
Por otro lado, hojeando las páginas del RAMBA”M (Jametz Umatzá, Perek 7, Halajá 3) dice que hay que hacer algo raro en la noche de Pésaj para que los niños pregunten… Uno de los mecanismo para hacer algo raro es repartiendo granos de trigo secos y nueces (golosinas) a los niños de tal forma que les extrañe dicha actitud y despierten la pregunta en los niños. Otra fórmula es sacar, antes de la comida, la Bandeja del Séder con todo su contenido (como si fuera que se suspendió la velada), de tal forma que les extrañe dicha actitud y pregunten. Otro mecanismo es arrebatar la Matzá de unos a otros. Y así, por el estilo, se hacen acciones raras para que se despierte su curiosidad y terminen preguntando…
וצריך לעשות שינוי בלילה הזה--כדי שיראו הבנים וישאלו ויאמרו, מה נשתנה הלילה הזה מכל הלילות, עד שישיב להם ויאמר להם, כך וכך אירע וכך וכך היה. וכיצד משנה--מחלק להם קליות ואגוזים, ועוקרים השולחן מלפניהם קודם שיאכלו, וחוטפין מצה זה מיד זה, וכיוצא בדברים האלו. אין לו בן, אשתו שואלתו; אין לו אישה--שואלין זה את זה מה נשתנה הלילה הזה, ואפילו היו כולן חכמים. היה לבדו, שואל לעצמו מה נשתנה הלילה הזה.
Tomando en cuenta el tercer y último ejemplo del RAMBA”M, se podría interpretar que ésta sea justamente la base de la costumbre de que “los niños arrebaten el Aficomán”, y no estaría en contraposición, y así es la opinión del Jok Yaäcob, quien dedujo que la base de la costumbre de arrebatar el Aficomán se coteja con este dictamen del RAMBA”M, y es parte de un conjunto de acciones raras para provocan la pregunta en los niños. Y dice, a modo de recomendación, que hay que cuidar esta costumbre tan especial y mantenerla.
Dice el Séder Ha_Äruj (Pág 336 & 337) se opuso a la prueba del Jok Yaäcob y dice que (1) el RAMBA”M no habló específicamente sobre niños que arrebatan. Y, aun queriendo interpretar el dictamen del RAMBA”M en función a los niños, aun así, (2) no mencionó la parte de final de la costumbre de la recompensa por “el rescate”, cuando el niño devuelve el Aficomán que había retenido y escondido del alcance de todos, y, por lo tanto, no se coteja esta costumbre con lo dicho por el RAMBA”M; y, de esta manera, prácticamente quedaría desplazada esta prueba.
A través del libro Moädim Lesimjá, su autor detecta que el RAMBA”M habló sobre arrebatar una Matzá, y no especificó cuál Matzá, por lo que no se debería deducir que se reduzca o limite esta acción al Aficomán en forma exclusiva.
La respuesta del Rab Jayim Mi_Brisk, ante la tendencia a realizar esta costumbre y basarla en el RAMBA”M, se hizo eco en uno de sus alumnos de apellido Shurkin, y dijo este sabio que el RAMBA”M no se refirió nunca sobre arrebatar el uno del otro…
En el libro Ziv Haminhaguim (página 94), está escrita una base para la costumbre de que los niños arrebaten el Aficomán, y la justificó diciendo que es una consecuencia producto de lo que el RASHBA”M, en su explicación al Talmud, indica: “Jotefim et Hamatzot”. El RASHBA”M explicó –como se mencionó antes- que se les arrebata Matzot a los niños… Y dice el autor del Ziv Haminhaguim que los niños (como “víctimas” del arrebato) reaccionan -a esta actitud- con un sentimiento de volver a hacer lo que –a ellos- les hacen, y les provoca realizar algo parecido, y, por ello, deciden arrebatar el Aficomán.
No obstante, esta teoría ofrece un argumento de una contundencia no tan clara, pues no va acorde directamente con lo dicho por el RASHB”A, sino a una (a) reacción del niño víctima de ese arrebato de su Matzá, (b) además de que ni siquiera es seguro que vaya a reaccionar exactamente de esa manera arrebatando de vuelta exactamente el Aficomán. Y, por lo tanto, quizá, no sea lo apropiado deducir y legitimar definitivamente una costumbre en base a cómo vaya a reaccionar probablemente un niño.
¿Qué motivo, entonces, alegan los que apoyan esta costumbre? El libro Otzar Hapésaj dice que una razón de ser de que los niños arrebaten el Aficomán es que esto no sea olvidado comerlo al final del Séder, debido a que –durante el resto del año- no están habituados a “comer Matzá (pan) al finalizar el banquete justo antes del Bircat Hamazón”, por lo que probablemente pase que se olviden de comerlo. Para que esto no pase, se fundó una costumbre de hacer que sean los niños encargados de provocar una situación en la que todos estén alertas a causa de que haya desaparecido el Aficomán. ¿Cómo se activa la alerta?
Además de una primera alerta debida al (i) “arrebatamiento”, otra garantía (ii) de que no se olvidará se obtendrá a través de que obviamente será el propio niño quien esté muy pendiente –sin falta- de cobrar el rescate del Aficomán, y, de esa manera, no habrá pie -para nadie- a olvidarse de la Mitzvá de “consumir el Aficomán”, resultando en un beneficio múltiple para todos los comensales allí reunidos, la noche del Séder.
En el libro Mijtab Sofer, está escrito que al autor le preguntó -en medio del Séder de Pésaj- a su abuelo, bien conocido como el autor del Jatam Sofer, el por qué de la costumbre de arrebatar el Aficomán… No le contestó en ese preciso instante, pero, se esperó hasta después que pasó todo; le dijo que el origen es un versículo en Parashat Bo (Shemot, 11:7): “y, por (el bien de) todo Yisrael, no dañará perro (alguno) con su lengua (es decir, no ladrará, ni morderá con sus dientes –Midrash Lékaj Tob), ni a humano ni a bestia -alguna- para que sepáis cómo Separará Ad_n_y entre Egipto e Yisrael”, del que se aprende que finalmente los perros no hicieron ruido ni daño alguno, cuando los Hijos de Yisrael fuera a salir de Egipto.
Explicó el Jatam Sofer, basado en Maséjet Pesajim (113:1), que no debe residir una persona en una ciudad en la que no haya perros, pues estos animales se ponen alerta ante la entrada impetuosa de un ladrón a la propiedad ajena. En consecuencia, dado que los perros se callaron previo a la salida de Egipto, los ladrones aprovecharon y se dispusieron a robar en aquel momento… Para recordar todo este suceso (el milagro de que no ladraron los perros por respeto al Pueblo de Yisrael), se generó una costumbre que consiste en imitar uno de sus efectos secundarios, y se arrebata el Aficomán (N.E. en recuerdo a que hasta los ladrones se beneficiaron de este fenómeno en aquel tiempo, conformándose finalmente en un vivencia de la narrativa de la Salida de Egipto).
{N.A. Como detalle adicional, cabe aclarar que el motivo por el cual el Jatam Sofer contestó –a esta pregunta- al final del Séder de Pésaj, es para habituar a su nieto a saber aguantar y tolerar instantes reteniendo una pregunta sin desespero y con paciencia. Y así lo solía hacer el Rab Öbadía Yosef con sus alumnos}
Hay otras opiniones sobre el origen de esta costumbre, muy similares a la reportada por el Mijtab Sofer.
En el libro Séder Lel Pésaj, cuyo autor es el Rab Eliyahu Ki Tob, autor del Séfer Hatodaä, tiene una observación frente a esta costumbre de arrebatar el Aficomán en la Noche de Pésaj, y dice que, al dejar que los niños se tomen esta atribución, hay un riesgo muy latente de que, al o los niños, se les haya caído la Matzá de su envoltorio, y haya tenido contacto directo con el piso, o alguna sustancia nada limpia (y tomando en cuenta que es una Matzá Shemurá con la que se cumple una Mitzvá tan relevante como lo es el Aficomán). El libro Hagadá Shel Pésaj Vayakhel Moshé (Simán 18, Letra Yud) dice que el riesgo de que un niño esconda el Aficomán, es que lo lleve al lugar del aseo o en a un cuarto de baño, sanitario o lugar no muy limpio.
El Rab Jayim Mi Brisk, quien se opuso a esta costumbre, alegó entre otros aspectos, que la Matzá del Aficomán debe ser Shemurá (Matzá Cuidada, desde el momento en que se cosechó el trigo con que se fabricó, tal y como lo indica la Torá “Y cuidaréis las Matzot”), lo que implica en que “no salga del control del adulto” (Hesej Hadaät) en ningún instante; y ya que es así, si llegara a las manos de un niño y se le dejara –a su decisión- manipular y esconder dicha Matzá hasta el punto en que el adulto perdiera la pista de su paradero, aunque sea temporalmente, entonces: la condición de Shemurá también se perdería, dado que se salió del control (del adulto) que la hacía ser una “Matzá Cuidada” {N.E. debido a que un niño menor a 13 años no tiene halájicamente la capacidad para considerarle que cuida o se responsabiliza por algo y no se le considera que la cuidó}. Por lo tanto, resultaría en que la Matzá se descuidó. Y si es así, no es apropiada para la Mitzvá de Aficomán.
Cabe tener en cuenta que el autor del Mishná Berurá no registró el contenido ni práctica de esta costumbre, ni a favor ni en contra de la misma.ra}
En el libro Orjot Jayim (Simán 473, Ot 11), escrito por -en aquel entonces- el Presidente del Tribunal Rabínico de Spinka, Rab Abraham Kahaná, en nombre del autor del libro Meoré Or, dijo que la costumbre de arrebatar el Aficomán en la Noche de Pésaj, es alejada de la verdad y fatua. Y agregó que los antisemitas usaban esta costumbre para difamar diciendo que esta fórmula se usa para entrenar a los niños para habituarlos al robo. Y ya que esta costumbre no tiene base en los libros ni en los legisladores ni exégetas, debe ser anulada.
Si bien son palabras fuertes las que empleó este sabio, la lógica le favorece debido a que, de seguro, el niño aprenderá que no es tan grave arrebatar cosas, cuando al final lo va a devolver, y cobrará rescate por ello; y esto es un impacto y resultado que todo padre obviamente quiere evitar en la educación de sus hijos. Y toda persona debe saber que es prohibido quitarle algo a alguien, aunque sea con la intención de devolvérselo gratis, sin cobrar rescate; con más razón y más grave todavía si lo hace cobrando el rescate. Y así lo escribió el Séder Haäruj (pag. 337) para explicar la posición de quienes prohíben hacerlo.
No robar, ni echando broma, ni arrebatar en serio entre familiares en confianza, según Shulján Âruj (J.M. 348.1 & O.J. 323.70 respectivamente)
En la Hagadá de Pésaj de la comunidad jasídica editada hace más de cincuenta años por el Rab de Lubavitch advierte que la costumbre de los rabinos de esta comunidad era de no arrebatar el Aficomán. Narra que, en una ocasión, una niña de la familia lo hizo y se le llamó la atención para que no lo haga de nuevo…
Y así ocurrió con otros sabios, entre ellos, el Rosh Yeshibá Rab Shelomó Zalman Aüerbach, quien dijo que hay una diferencia entre arrebatar y robar. Y dijo que, en tiempos del Talmud, era una actividad que no trascendía a la negociación de intercambio por un rescate, mientras que, en la actualidad, se convierte en una sujeción con un rescate. Esto le llevó a la conclusión que debe estar prohibido y anuló personalmente esta práctica en su propia casa. Y así se publicó en un libro llamado Halijot Shelomó, el cual exhibe los dictámenes del Rab Aüerbach.
No obstante, en el libro Séder Haäruj (pag. 338), su autor declaró que le parece que está permitido, debido a que, si bien es prohibido arrebatar un objeto aunque sea temporalmente, no obstante, todo este operativo está perdonado de antemano por parte del “Padre del Séder” o dueño del Aficomán; es decir, si éste ya está concientizado y da por asentado de que un niño va a arrebatar el Aficomán (N.E. “alegando que es toda una tradición”, por ejemplo), entonces, no será un arrebato impulsivo, ni mucho menos un robo, ni secuestro, sino que es un hecho esperado y aceptado desde un principio.
Empero, ¿es acaso esto permitido?¿Es correcto someterse a un despojo de la propiedad, alegando que será tolerado y perdonado, cuando ocurra?
El propio autor del Séder Äruj responde que sí es permitido, y se basó en las palabras del Terumat Haddeshen (Cap. 110), quien dijo que, en Purim hay una costumbre de arrebatar los jóvenes comida del otro, justificándolo a causa de la alegría del día de Purim, de lo que se deduce que, en la noche de Pésaj, el adulto tiene Simjá en Yom Tob y, por el cumplimiento de una costumbre que recibió de sus ancestros, se pueda permitir el arrebato del Aficomán, y no se considera que pasa por la prohibición de no robar.
תרומת הדשן סימן קי
מצאתי הועתק תשובה אחת וז"ל: שמעתי מה"ר טוביה בשם ריב"א, שכל מאכל שלוקחים הבחורים זה מזה אפילו שלא ברשות, משום שמחת פורים משעת קריאת המגילה עד לילה סעודת פורים, שהן שני לילות ויום אחד, אין בהם משום גניבה ולא משום גזילה. ואין להזמינו לבית דין ואין חוששין עליו, ובלבד שלא יעשו שלא כהוגן על פי שבעה טובי העיר, עכ"ל
El SHL”A Hakadosh (Äseret Hadiberot, Maséjet Meguilá, Ner Mitzvá 15) dice que este asunto (reportado por el Terumat Hadeshen) "sobre que no se les considera robo o secuestro a quienes arrebaten -un alimento- al compañero sin permiso en el día de Purim" , al fin y al cabo, no es una “Mishná de Jasidim” (no es una acción que debiera adoptar o basarse una persona que busca siempre con cumplir con los preceptos en forma extraordinaria)…
...מכח שמחת פורים פטור מלשלם... ועיין בחושן משפט בדיני נזיקין סי' שע"ה בשלחן ערוך בתשובת ר"י מינץ סי' י"ו כתב דמותר ללבוש פרצופים ולשנות בגדיהם מבגדי איש לבגדי אשה וכן להיפך מאחר שאין מתכוונים אלא לשמחה בעלמא ה"ה לבישת כלאים דרבנן אבל אני אומר לאו משנת חסידים הוא ושומר נפשו ירחק מזה ללבוש כלאים אפי' דרבנן או לחטוף מחבירו שלא ברשות כי זה הוא שמחת הוללות וכבר כתבנו לשמוח בשמחה של מצוה:
No sólo eso… Cuando se trata de educación, los padres deben descartar cualquier vestigio de hábito que se acerque a la posibilidad de trasgredir, y, con más razón cuando se trata de la acción de quitar a otros lo que no sea de uno. Y, si bien un adulto tiene la capacidad de entender que hay excepciones a las reglas, los niños todavía no están maduros lo suficiente para tolerar que cierto arrebato de un objeto o alimento -de propiedad ajena- y el chantaje adjunto tengan justificación, lo que significa que pueda terminar subestimando (Jas Veshalom) la generalidad de la norma del respeto por lo ajeno.
Y es necesario aclarar que, por otro lado, no hay una prohibición de robar que se esté trasgrediendo intensamente cuando el niño arrebate el Aficomán, pues los niños están exentos del cumplimiento de las Mitzvot y de las Advertencias. Y, desde este punto de vista, estaría en riesgo únicamente la Mitzvá encomendada por los Sabios –para los adultos- de Educar a sus Hijos en el camino de las Mitzvot. Más todavía… El Rab Aüerbach se refirió, cuando dijo que “es prohibido”, a que, a través de este descuido en la educación, “el niño podría influenciarse quedando con una tendencia probable a que –en el futuro- trasgreda esta prohibición” y tome lo que no sea de su propiedad.
El Kelí Yakar, sobre un tema similar, dijo que, educar a un niño para realizar una acción bélica o contraria a los conceptos básicos, no sólo que es incorrecto, sino cruel… En cambio, cuando se trata de una acción directa de Mitzvá, ésta elevará sus buenas cualidades, y le protegerá –a la vez- de no adoptar la tendencia a ser bélico o algo por el estilo, a pesar de que, para cumplir esa Mitzvá, haya tenido que hacer algún acto no tan pacífico… Por ejemplo, en el caso de fungir como Shojet o Mohel, aunque implique realizar una acción bélica, no obstante, el poder de esa Mitzvá le protegerá y no tendrá la influyente tendencia a repetirlo en otros ámbitos que no sean de Mitzvá.
El libro Afiké Yehudá y el Moré Nebujim disertan sobre este legado y ahondan sobre el mismo, dejando claro que una Mitzvá que depende de hacerse por medio de una acción impulsiva, no dejará una marca inapropiada en la conducta general de la persona, sino todo lo contrario. {N.E. Pinejás Hacohén fue autorizado a ejercer una acción bélica por el Celo de las Alturas y no se quedó con la tendencia bélica, sino todo lo contrario; la Torá atestigua que Hashem mereció un Pacto y garantía de Tranquilidad}
El Shulján Äruj (O.J., 473:6), después de haber recordado la instrucción del “Carpás”, dictaminó que se agarra la Matzá que está en el medio (de las Tres Matzot Principales el Séder), y se parte en dos, y se le otorga una mitad a uno de los comensales, en aras de que la cuide, para el Aficomán; la coloca debajo del mantel…
Y el Shulján Äruj (477:1) expresó que, después de haber terminado de comer “Col Ha_Seüdá” (todo el banquete), se come de la Matzá que ha sido cuidada debajo del mantel…
Por consiguiente, se desprende del Shulján Äruj que no se retira el Aficomán del control de los comensales, sino todo lo contrario: se debe cuidar y resguardar debajo del mantel. Por consiguiente, los Sefaradim, quienes siguen generalmente las instrucciones del Shulján Äruj, no adoptaron la costumbre de arrebatar el Aficomán… Y así es el dictamen el Halijot Ölam (pag. 68) y del Shaär Hamizraj sobre el Shulján Äruj (Heärá 66). Al autor del Netibot Hamaärab y otros libros más sobre Costumbres de Comunidades oriundas de Marruecos no registraron esta práctica, debido a que no se acostumbró a arrebatar el Aficomán.
El libro Kéter Shem Tob (Jélek 3), cuyo autor es el Rab Shem Tob Gaguín, reporta que las Comunidades Sefaradim ubicadas en la Tierra de Yisrael, Siria, Turquía, en la Ciudad de Londres y de Ámsterdam no acostumbraron a arrebatar el Aficomán.
Por otro lado, esta costumbre sí fue adoptada por comunidades de origen Ashkenazí, pero no por todas. Ejemplo de estas excepciones son: el autor del Javot Yair, en su libro Mekor Jayim (471:1), quien indicó que esta costumbre debe ser anulada. Y así lo hizo el Rab Jayim Mi_Brisk, quien admitió la existencia de dicha costumbre, pero, la anuló… Asimismo, el Rab Shelomó Zalman Aüerbach no la siguió… La comunidad jasídica de Lubavitch tampoco la practican…
Incluso, entre los que conforman el resto de las Comunidades Ashkenazim, hay algunos grupos familiares que decidieron sí proseguir con la costumbre, pero anulando el pago del rescate por la devolución del Aficomán, para que el niño no se habitúe ni se estimule al arrebato, y mucho menos a que tenga “recompensa” su rescate.
A. Personas pertenecientes a las comunidades Sefaradim (de cualquiera de sus distintos orígenes) y Temanim, en fin, aquellos que no recibieron la costumbre de “Arrebatar el Aficomán”, no deberían adoptar esta costumbre, dado que hay dudas halájicas sobre ésta y sobre si es correcta o no, aunado a que el Shulján Äruj dejó claramente escrito que el Aficomán debe ser resguardado desde el principio y hasta el final del Séder de Pésaj, además de que muchas otras autoridades rabínicas se pronunciaron no a favor de ésta.
B. Pero, las personas que sí recibieron, por tradición comunitaria y paternal, la costumbre de “Arrebatar el Aficomán y que el niño que lo arrebató lo esconda, y lo devuelva o descubra su paradero al final del Séder”, si estuvieran muy arraigados a esta costumbre, podrán continuarla, debido a que ésta fue justificada por autoridades de la talla del autor del Jok Yaäcob, Mijtab Sofer, y del libro Ziv Haminhaguim, entre otras reconocidas autoridades rabínicas. Aun así, lo recomendable sería evitarlo, y, si desea lograr el impacto positivo de que el niño se quede despierto durante todo el Séder de Pésaj, hay métodos alternos, como por ejemplo, ofrecerle un regalo si se quedare despierto hasta el momento en que se coma el Aficomán, o algo por el estilo.