René Descartes

Introducción

La biografía de Descartes nos muestra a un filósofo:

Descartes se propuso unificar todas las ciencias en una. El proyecto de Descartes de unir todo el saber bajo un único método máximamente general, aplicable a todo tipo de ciencias. Este proyecto está basado en algunas ideas iniciales que serán típicas del racionalismo:

Formas de conocimiento

Descartes tiene el objetivo de fundar una nueva filosofía en la que no haya errores, o mejor no sea posible cometer errores, porque emplee un método de pensamiento que excluya errores y confusiones.

Para ello, la primera cuestión es ¿qué forma tiene el conocimiento que reconocemos como cierto, como seguro?

Que la intuición y la deducción sean las únicas formas de conocimiento válidas para Descartes es algo de profundas consecuencias en toda su filosofía:

Es importante señalar que intuición y deducción, siendo las únicas formas de conocimiento aceptadas por Descartes, no son formas infalibles:

Una vez localizadas las formas de conocimiento válido, y viendo que es posible equivocarse en su empleo, la tarea es diseñar un modo, un método de emplearlas que evite el error y asegure el progreso seguro de nuestros conocimientos.

El método cartesiano

Descartes se propone diseñar un método para alcanzar el conocimiento de forma segura, un procedimiento que guíe paso a paso al hombre en su búsqueda de las verdades. Este método ha de ser máximamente general: debería poder aplicarse a cualquier ámbito de estudio y en particular debe poder aplicarse a la Filosofía.

¿Cuál es el método cartesiano? Es un procedimiento ordenado en cuatro pasos o reglas:

Aplicación del método

Una vez establecido un método con el que usar nuestras capacidades para intuir y deducir de forma que produzcan verdades seguras sin posibilidad alguna de error, Descartes se lanza a elaborar una nueva filosofía aplicando este método: el racionalismo.

La duda metódica

En primer lugar (primera fase del método), Descartes se deshace (¿provisionalmente?) de todas las ideas (¿algunas acaso ciertas?) de las que cabe plantear alguna duda:

Este proceso de duda lleva a Descartes al borde del escepticismo absoluto: no es posible conocer con certeza plena la verdad de ninguna afirmación. Pero como veremos, Descartes saldrá del escepticismo al que le ha conducido la primera fase de su método.

La aplicación de la duda viene guiada por el particular criterio que tiene Descartes para diferenciar entre ideas verdaderas por un lado y falsas o al menos dudosas por otro. El criterio de verdad cartesiano incluye las siguientes dos características:

Podemos decir que el proceso de duda es el proceso de aplicación del criterio cartesiano de verdad: todas las ideas que no lo cumplan han de ser puestas en cuarentena, han de ser puestas en duda.

La primera verdad

¿Queda alguna idea verdadera tras la aplicación de la duda metódica? ¿Hay alguna, al menos una, idea verdadera según el criterio cartesiano de verdad?

Descartes inicia la aplicación de la segunda regla de su método buscando en su mente si queda alguna idea que supere su criterio, y encuentra una:

Pienso, luego existo

Esta idea cumple con los requisitos impuestos por Descartes para ser una verdad cierta, indudable:

Aceptada esta primera, y hasta este punto única verdad, Descartes la analiza (segunda fase de su método):

"Pienso luego soy" no es producto de la imaginación o fantasía, no es una idea fabricada por nuestra mente, sino una idea que nuestra mente encuentradentro de ella al inspeccionar sus contenidos. Tampoco es una idea producto de nuestros sentidos, sino que surge de la reflexión interior, nuestra razón la encuentra sin la ayuda de ninguno de nuestros sentidos. Por tanto, sólo queda un posible origen: es una idea innata.

Además de la verdad "Pienso, luego soy", Descartes repara en otras ideas que tiene en su mente, sean o no verdaderas:

Demostración de la existencia de Dios

Entre las ideas, acaso falsas pero en cualquier caso pensables por una mente humana están las ideas de lo infinito y del ser sumamente (infinitamente) perfecto. A partir de ellas elabora Descartes sendos argumentos (deducciones, tercera fase del método) que le permiten afirmar la existencia de Dios:

Además de estos dos argumentos, Descartes aporta uno tercero derivado de la imperfección de quien piensa la verdad "pienso, luego soy". El argumento, similar a otro ya planteado por Agustín de Hipona, deduce que ha de existir un ser perfecto (Dios) que sea la causa de la existencia de la mente que piensa la verdad "pienso, luego soy", pues esta mente no se ha creado a sí misma ni a las ideas innatas que contiene.

En este punto, Descartes considera cierta sin lugar a duda alguna la existencia de dos seres (sustancias):

Recuperación del conocimiento científico

Una vez demostrada la existencia de un ser sumamente perfecto, podemos desechar la posibilidad de que exista un genio maligno responsable de nuestro convencimiento en las primeras verdades de la matemática. Dios es sumamente bueno y no puede engañarnos poniendo en nuestra mente ideas falsas. Las ideas desechadas por el argumento del genio maligno incluyen:

Descartes elabora una concepción de la naturaleza y del universo entero basada en la nueva ciencia, una concepción del mundo que se denominará mecanicismo y que, con algunas variantes posteriores, prevalecerá entre filósofos y científicos en los siglos siguientes como la concepción dominante del mundo material. Partiendo del principio nunca abandonado de aceptar únicamente ideas claras y distintas, Descartes elabora una concepción del universo en la que no hay lugar para ideas dudosas o confusas.

El mecanicismo cartesiano se caracteriza por los siguientes rasgos:

Sólo cuando han quedado fuera de toda duda, plenamente conocidas ciertas ideas, puede Descartes abordar el problema de qué existe. La ontología es secundaria respecto de la epistemología. Descartes puede afirmar que existen tres tipos de sustancias:

El ser humano: dualismo mente-cuerpo

Permanece como problema el hecho de que el hombre se perciba a sí mismo como una sustancia pensante y al tiempo como un cuerpo material extenso. El problema surje de las características contrarias que tienen una y otra sustancias:

Sustancia pensante (mente):

Sustancia extensa (cuerpo)

Dado que la mente y su actividad sólo es accesible al yo, la existencia de otras mentes es problemática y Descartes considera que una vez demostrada la existencia de Dios, queda demostrada la existencia de otras mentes y así rechazar el solipsismo.

Un segundo problema es la interacción entre el yo y el cuerpo que lo acompaña. Hay relación entre ambos cuando:

¿Cómo es posible que dos sustancias tan diferentes puedan afectar una a la otra? Descartes avanza una posible respuesta: prácticamente en el centro del cerebro se encuentra la glándula pineal , y en ella se produce "el contacto" entre nuestro cuerpo material y los espíritus animales que sirven de "mensajeros" para nuestra mente.

El racionalismo posterior a Descartes se mostrará crítico con esta solución, y otros racionalistas como Malebranche, Spinoza o Leibniz aportarán sus propias soluciones al dualismo mente-cuerpo. Dos son los problemas principales a resolver: