Comentario
Ejemplo de comentario
La verdad racional no contraría a la verdad de la fe cristiana
Aunque la citada verdad de la fe cristiana exceda la capacidad de la razón humana; no por eso las verdades racionales son contrarias a las verdades de fe. Lo naturalmente innato en la razón es tan verdadero, que no hay posibilidad de pensar en su falsedad. Y menos aún es licito creer falso lo que poseemos por la fe, ya que ha sido confirmado tan evidentemente por Dios. Luego como solamente lo falso es contrario a lo verdadero, como claramente prueban sus misma definiciones, no hay posibilidad de que los principios racio nales sean contrarios a la verdad de la fe.
Lo que el maestro infunde en el alma del discípulo es la ciencia del doctor, a no ser que enseñe con engaño, lo cual no es licito afirmar de Dios. El conocimiento natural de los primeros principios ha sido infundido por Dios en nosotros, ya que El es autor de nuestra naturaleza. La Sabiduría divina contiene, por tanto, estos primeros principios. Luego todo lo que esté contra ellos está también contra la sabiduría divina. Esto no es posible de Dios. En consecuencia, las verdades que poseemos por revelación divina no pue den ser contrarias al conocimiento natural.
Nuestro entendimiento no puede alcanzar el conocimiento de la verdad cuando está sujeto por razones contrarias. Si Dios nos in fundiera los conocimientos contrarios, nuestro entendimiento se encontraría impedido para la captación de la verdad. Lo cual no puede ser de Dios. Permaneciendo intacta la naturaleza, no puede ser cambiado lo natural; y no pueden coexistir en un mismo sujeto opiniones contrarias de una misma cosa. Dios no infunde, por tanto, en el hombre una certeza o fe contraria al conocimiento natural.
Suma contra gentiles. Libro I, capítulo VII
Introducción
Breve reseña del autor, mencionando la procedencia del fragmento a comentar.
Dado que el texto a comentar contiene una crítica implícita al averroísmo latino, es conveniente que la introducción incluya alguna información sobre:
las distintas posturas históricas (siglos XI a XIII) sobre la aceptación de Aristóteles en la Europa cristiana: averroístas latinos, dialécticos, anti-dialécticos
los acontecimientos referentes a la recepción de la obra de Aristóteles (difusión, prohibiciones, etc)
Tema principal
El texto es un buen ejemplo del método escolástico, pues la discusión se inicia con la exposición, en el título del capítulo, del tema a tratar: ¿pueden las verdades que el hombre alcanza mediante su propia razón natural entrar en contradicción con las verdades que el mismo hombre recibe por la vía de la fe cristiana? Como se verá a lo largo del desarrollo del texto, la respuesta de Tomás es negativa: no puede haber contradicción entre unas y otras.
Desarrollo
Primer párrafo:
Tomás comienza por señalar la existencia de dos clases de verdades: verdades de fe y verdades de razón. Se distinguen por su origen (unas proceden de la revelación divina, otras son producto de la razón humana) y por el apoyo o razones de que disponemos para afirmarlas (unas se afirman por pura fe, sin poder aportar razón o demostración alguna, las otras se sustentan en el razonamiento y la experiencia humanas).
La separación entre estas dos clases de verdades es consecuencia de la doctrina original de Tomás sobre la independencia entre razón y fe: la razón no puede incluir otra cosa que razonamiento y experiencia, nunca elementos que procedan de la fe. Aquí podemos contraponer las doctrinas de Tomas y Agustín a este respecto.
Aunque la razón humana puede alcanzar a demostrar algunas de las verdades de fe (los llamados preámbulos), hay verdades de fe que superan nuestras capacidades racionales (Tomás es contrario a la postura de los llamados dialécticos). Pero aunque la razón humana es limitada y con frecuencia comete errores, no por ello debemos desconfiar de nuestra razón, pues Tomás afirma que nunca habrá contradicción entre las verdades correctamente alzanzadas por la razón humana y las verdades de fe.
¿Por qué no puede haber tal contradicción? Porque los conocimientos racionales parten de unos pocos principios iniciales (en esto Tomás sigue a Platón y a Aristóteles). ¿Qué principos son estos? aunque en el texto no se nos aclara o ejemplifica, Tomas está refiriéndose a principios muy generales del razonamiento, como los principios de la lógica, que son necesarios y están presentes en todas las verdades racionales. Y Tomas considera que estos principios no provienen de la experiencia, sino que son innatos al hombre, nacemos con ellos y no podemos rechazarlos. Por ser principios, todas las verdades parten de ellos, por ser innatos, no podemos dejar de emplearlos, pensar sin ellos.
Y si los principios de la razón humana nos verdaderos, no menos verdaderas son las verdades de la fe, reveladas por Dios.
Por tanto, no puede haber contradicción porque una contradicción consiste en oponer algo verdadero a algo falso, pero como hemos visto, tanto las verdades de razón como las de fe son ambas verdaderas, luego no hay contradicción posible.
Segundo párrafo:
Tomás apoya su argumento del primer párrafo con un segundo argumento:
Si los principios de la razón humana son innatos ¿quíén los ha puesto en nosotros? Dios como creador del hombre, es responsable de habernos inculcado esos principios.
Tomás compara a Dios con un doctor (aquí debemos aclarar qué acepción de la palabra doctor está empleando Tomás): El nos ha "enseñado" los primeros principios, es decir, son principios que El conoce y que nos transmite.
Si de esos principios se derivasen afirmaciones contrarias a las verdades reveladas, entonces Dios estaría en contra de sí mismo, y esto no es posible en el caso de Dios.
Por tanto, se confirma que las verdades racionales derivadas de los primeros principios no pueden contradecir a las verdades reveladas.
Tercer párrafo:
Un tercer argumento y la conclusión:
Si hubiese contradicción entre nuestra razón (que parte de principios infundidos en nosotros por Dios) y las verdades de la fe, no llegaríamos a alcanzar ninguna verdad, pues estaríamos sumidos en la contradicción.
Pero Dios no ha podido comunicarnos falsedades; la Revelación sólo contiene verdades, y mientras Dios no cambie nuestra naturaleza, y con ello nuestros primeros principios del razonamiento, tampoco estos principios no pueden ser falsos pues entonces no alcanzaríamos verdad alguna.
En conclusión, podemos estar seguros de que el uso de la Filosofía y las Ciencias no entrarán nunca en contradicción con la Revelación.
Esta conclusión persigue rebatir la postura sostenida por los averroistas latinos (aquí puede exponerse brevemente la doctrina de la doble verdad).
Terminología
Dos términos merecen ser explicados:
doctor
primeros principios
Conclusión
El fragmento presenta la postura de Tomas de Aquino sobre las relaciones entre Razón y Fe:
La Razón es independiente de la Fe
La Razón es limitada y hay verdades de Fe que no puede demostrar aunque hay otras que sí están a su alcance
La Razón no puede contradecir a la Fe
Como consecuencia de estos tres puntos, Tomás tiene una postura diferente de la expresada por Agustín (la Razón depende de la Fe), por los dialécticos (la Razón puede demostrar todas las verdades de fe), por los anti-dialécticos (la Razón no es inútil en cuestiones de fe) y por los averroistas latinos (Razón y Fe pueden contradecirse). La postura de Tomás será la que mayoritariamente adopten los filósofos cristianos posteriores a él.