Renacimiento
Introducción: la época renacentista
Durante los siglos XV y XVI se desarrolla en Europa occidental el Renacimiento. Con respecto a siglos anteriores (X - XIV, baja Edad Media), el Renacimiento se caracteriza por el movimiento humanista y las repercusiones del mismo en la filosofía renacentista.
Trabajo: contrastar características centrales del Renacimiento con otras tantas de la Edad Media
La Revolución Científica
Revolución y no evolución: la revolución científica supuso un cambio profundo, radical, con respecto a los métodos y a las características del conocimiento que propusieron Platón y Aristóteles.
Revolución en la ciencia renacentista y moderna frente a cómo se hace ciencia antigua y medieval:
Es posible combinar el formalismo matemático de origen pitagórico y platónico con el método más experimental y material de Aristóteles.
Las matemáticas pueden aplicarse no sólo al mundo celeste sino también al mundo terrestre.
La revolución parte de dos ciencias: la astronomía y la física (más específicamente la mecánica). Tras los éxitos cosechados en estas ciencias, el nuevo método científico se extenderá al resto de ciencias experimentales (química, biología, geología, etc.) en los siglos siguientes.
Causas de la Revolución Científica
¿Por qué en los siglos XV y XVI y no antes o después?
¿Por qué en Europa y no en otros lugares (p.ej. en China)?
Varios factores ayudan a responder a estas preguntas:
El interés comercial por los bienes y materias primas de Oriente así como por los avances tecnológicos chinos. Los viajes de Marco Polo son un buen ejemplo de ese interés y de las dificultades de la tradicional "ruta de la seda" para mantener el contacto con oriente. Mientras que las potencias italianas (Venecia, Génova) patrocinaron la vía terrestre, las potencias ibéricas, Inglaterra y los Países Bajos buscaron rutas marítimas hacia oriente. Por el contrario, China no tenía tanto interés en llegar hasta occidente.
¿Por qué hay gran interés por la Astronomía? Porque así se facilita la orientación en alta mar y se logra la navegación oceánica: el problema de la longitud.
¿Por qué hay interés por la navegación oceánica? Porque así se acortan las rutas a Oriente y se facilita el comercio.
Tras el descubrimiento de América, se incrementa aún más el interés por la navegación oceánica.
La fragmentación política de la Europa occidental introduce un elemento de competencia entre naciones: competencia comercial y en la tecnología militar. Esta competencia también se trasladó al ámbito religioso con la Reforma protestante, lo que redujo parcialmente el poder de la Iglesia para controlar la libertad de expresión y circulación de las ideas. Por el contrario, China es un imperio monolítico.
¿Por qué los gobiernos europeos apoyan la nueva mecánica? Por sus aplicaciones prácticas (p.ej. balística, gracias a la llegada de la pólvora)
La herencia cultural y científica griega. Aunque la revolución científica suponga una nueva manera de hacer ciencia diferente a la de los antiguos, también está impulsada por ellos: el movimiento humanista propone una vuelta a los antiguos, a la confianza en la razón para comprender el universo y a restar importancia a la fe.
Resurgimiento de las doctrinas pitagóricas, atomistas y platónicas: la naturaleza sigue leyes matemáticas que la razón humana puede descubrir.
La nueva cosmología
La cosmología de Aristóteles (s. IV a.C.) fue aceptada ampliamente en la Edad Media ya que era una teoría fácilmente entendible por la razón y compatible con el sentido común. La explicación aristotélica del cosmos dependía crucialmente de distinguir entre los objetos "terrestres" o "sublunares" (por debajo de la órbita de la Luna) y los objetos "celestes" o "supralunares". Las sustancias terrestres están formadas por mezclas en proporciones variables de agua, tierra, fuego y aire. Los cuerpos celestes están formados por una materia completamente distinta: el éter o quintaesencia. La órbita de la Luna marca la frontera entre las dos regiones.
Características y problemas de la astronomía geocéntrica de Ptolomeo.
La obra de Copérnico, Sobre las revoluciones de los orbes celestes presenta el heliocentrismo como una hipótesis de carácter matemático cuya principal virtud es ser más sencillo de usar que el vigente modelo geocéntrico de Ptolomeo.
Galileo: argumentos en favor de la verdad física del sistema copernicano.
Mejora del sistema copernicano por parte de Kepler, quien abandona los principios de circularidad y uniformidad de la cosmología aristotélica en sus tres leyes .
La nueva física
El cambio de una cosmología geocéntrica a otra heliocéntrica viene acompañado de una nueva manera de entender el movimiento de los cuerpos terrestres.
Física aristotélica:
La Tierra está situada en el centro del cosmos.
Los cuerpos requieren una causa para mantenerse en movimiento, sin ella se detienen.
Los cuerpos caen o ascienden dependiendo de la cantidad y el tipo de materia de la que están formados. La causa material es relevante para comprender el movimiento.
Los movimientos terrestres no siguen leyes matemáticas precisas, como sí lo hacen los celestes.
Hay una diferencia real entre movimiento y reposo.
Física galileana:
La Tierra es un cuerpo que gira alrededor del Sol.
Los cuerpos se mantienen en movimiento rectilíneo y uniforme sin necesidad de causa.
Todos los cuerpos caen a igual velocidad , las diferencias que se observan son debidas a causas externas a ellos (causas eficientes), pero la causa material es irrelevante.
La velocidad y el espacio recorrido de un cuerpo en caída siguen leyes matemáticas precisas.
Es una cuestión relativa, dependiente del punto de vista, si un cuerpo está en movimiento rectilíneo uniforme o está en reposo.
Más información sobre el cambio en la concepción del universo aquí.
El nuevo método
En los siglos XV y XVI la ciencia europea avanaza en astronomía y física más de lo que lo había hecho en siglos anteriores. Además, el helicentrismo y la nueva física ponen en cuestión la astronomía heredera de Ptolomeo (S. II d.C) y la física seguidora de Aristóteles (S. IV a.C.).
La pregunta por tanto es: ¿qué ha cambiado? Saber cuál ha sido la clave del éxito de la nueva ciencia es fundamental para que estos éxitos continuen en los siglos siguentes. Los pensadores del renacimiento son conscientes de esta cuestión, y la respuesta es: el método aplicado para alcanzar el conocimiento. Antiguos y medievales no eran menos inteligentes o estaban menos interesados en lograr conocimiento científico; era el método para lograrlo lo que les fallaba.
El problema de cuál es el método que han de seguir los nuevos científicos no es sencillo de resolver. Durante el Renacimiento, Bacon y Galileo dan respuestas distintas. En los siglos siguientes, Descartes y Newton también se ocuparán del tema.
La importancia de la inducción: similitudes y diferencias con Aristóteles.
Resultado: hallar relaciones entre cualidades de los objetos sensibles (pero no definiciones esenciales)
Objetivo final práctico: dominar la naturaleza con el conocimiento (y no el puro saber por saber)
La importancia del análisis matemático de los fenómenos naturales (influencia de Platón y Pitágoras)
El papel de la experiencia al comienzo del proceso (observación) y al final del mismo (verificación).
Resultado: hallar leyes matemáticas entre las magnitudes de los fenómenos naturales (p.ej. las magnitudes velocidad, distancia, aceleración en el fenómeno de la caída libre).
Trabajo: La revolución científica
Hacer un esquema de cada uno de los dos métodos científicos.
Desarrollar un ejemplo de investigación científica que siga el método inductivo de Bacon.
Desarrollar un ejemplo de investigación científica que siga el método hipotético-deductivo de Galileo.
Junto con la Revolución Científica, el Renacimiento se caracteriza por una revitalización del pensamiento político. La solución dada por Agustín de Hipona (seguimiento del mandato divino) ya fue criticada por Guillermo de Ockham, quien deja plantedo el problema: si el gobierno de reyes y emperadores no está subordinado a las leyes divinas o al mandato del Papa, ¿qué debe hacer el gobernante para realizar una buena política?
Los pensadores renacentistas vuelven a estudiar a los pensadores antiguos y la historia de Grecia y Roma para encontrar en ellos una guía en Política. Dos tendencias en Filosofía Política durante el Renacimiento: una que es continuadora de la tradición platónica y agustiniana (utopismo político) y otra que rompe con las ideas antiguas y medievales en filosofía política (realismo político).
Utopismo político
El nombre de utopismo procede de la obra titulada Utopía, de Tomas Moro.
Recoge la influencia de Platón y su República Ideal.
Visión optimista de la naturaleza humana (relacionar con el mito de la Caverna y con el papel positivo del conocimiento para la acción).
El gobierno justo es aquel que es acorde con el bien y la felicidad de sus ciudadanos: la Política se juzga desde la Ética. El buen gobernante es aquel que se guía por la moral y el buen gobierno es aquel que hace el bien a los gobernados.
Realismo político
Bajo este nombre se engloban a los pensadores que tratan las cuestiones políticas alejándose explícitamente de la orientación utópica o idealista que predominó durante el periodo clásico (Platón) y medieval. Esta nueva orientación es inaugurada por Nicolás Maquiavelo con las siguientes características:
Aproximación más empírica y real (en esto se acerca a Aristóteles) y menos utópica o ideal (platónica) de la realidad de los gobiernos de su época.
Visión pesimista de la naturaleza humana: pasiones como el miedo y el odio dominan al hombre y no el conocimiento y la búsqueda de la virtud.
La virtud política: una suma de ingenio, oportunidad y coraje aplicadas a cuestiones de gobierno. Muy diferente al concepto clásico de virtudes éticas (o del carácter, del hábito) y virtudes del conocimiento (o dianoéticas).
Virtud política y fortuna son los dos factores que determinan los acontecimientos políticos. La capacidad humana para prevenir las dificultades y para resolverlas tiene límites, hasta el punto de que incluso el gobernante más capaz (más virtuoso políticamente) puede verse sobrepasado por acontecimientos fuera de su control (la fortuna).
Ética y Política son ciencias independientes: la Política no consiste en hacer a los hombres buenos o felices, sino en lograr y conservar el gobierno frente a los enemigos (estabilidad política) y en establecer las condiciones para la prosperidad de los ciudadanos (paz y seguridad). Maquiavelo, inspirado por la historia de Roma, considera dos tipos de gobiernos:
Gobiernos unipersonales. En su obra más famosa, El Príncipe, Maquiavelo estudia cómo debe gobernar un gobernante autoritario para lograr el poder y mantenerse en él frente a sus enemigos. La clave del éxito para el gobernante es lograr el apoyo del pueblo, bien sea porque le quieran o porque le teman. Lo que debe evitar a toda costa el gobernante es el odio de su pueblo, pues no logrará mantenerse en el poder.
Repúblicas. En su obra Discursos sobre la primera década de Tito Livio, Maquiavelo estudia los beneficios de esta forma de gobierno para armonizar los intereses del pueblo y de la minoría aristocrática.
Dependiendo de las circunstancias, será más aconsejable uno u otro tipo de gobierno. El gobierno de muchos (repúblicas) demostró su validez en casos como la república romana antigua. Pero en otras circunstancias, como las de la Italia renacentista, gobiernos unipersonales (de reyes o príncipes, en Roma de casares) pueden ser más aconsejables para lograr la estabilidad (evitar las revueltas y revoluciones), la seguridad (evitar las invasiones y conquistas por poderes extranjeros) y la paz (evitar las guerras).
Podemos hacernos una idea de la filosofía política de Maquiavelo leyendo algunas citas escogidas de sus obras, mayoritariamente de su obra más popular El Príncipe, que también inspira este documental:
Trabajo: "El tema de la sociedad y la política en la Época Moderna"
Introducción: de la época medieval a la moderna.
Exposición: el pensamiento político en el Renacimiento: utopismo y realismo políticos.
Exposición: el pensamiento político en la Modernidad: contractualismo, Hobbes, Locke y Rousseau.
Conclusión.