La filosofía de Karl Marx está estrechamente relacionada con los acontecimientos del siglo en que vivió , especialmente:
En cuanto a las influencias mas directamente intelectuales, destacan tres:
La filosofía de Hegel
La nueva economía política
El socialismo utópico
El cambio del modelo económico es, desde luego, fundamental para comprender las transformaciones del siglo XIX. Derivada del cambio de modelo económico surgió la sociedad de consumo y las propuestas teóricas para hacer frente a las dificultades del capitalismo industrial. Durante el siglo XIX, la burguesía difundió las ideas liberales forjadas por los ilustrados de la centuria anterior.
A principios del siglo XIX, las principales potencias europeas iniciaron un proceso de vuelta al absolutismo o Restauración. Esta vuelta al absolutismo fue una de las principales causas de que se sucedieran numerosas revoluciones. Durante este periodo histórico se produjo la oscilación entre el viejo modelo político absolutista y el nuevo modelo liberal burgués de los revolucionarios. El XIX fue también el siglo de los nacionalismos y de los imperialismos. Durante este siglo se produjo la explosión del gran capitalismo industrial.
Los principales representantes de la economía política inglesa son Adam Smith y David Ricardo.
Adam Smith afirmó que la economía funciona según la ley de la oferta y la demanda; esta dinámica produce riqueza por sí sola, de modo que no hay necesidad de intervenir en el sistema económico. Esta idea es la base del llamado liberalismo económico: la libertad económica para contratar o ser contratado, comprar y vender, negociar y firmar acuerdos, produce la riqueza de las naciones. Otro economista, David Ricardo, introdujo algunas correcciones en la teoría de Smith.
Esta teoría económica fue criticada por Marx, quien afirmó que un sistema basado en el libre cambio favorece la explotación de los trabajadores y que la alienación del obrero refuerza su explotación. No hay auténtica libertad en una sociedad en la que existen graves desigualdades entre capitalistas y trabajadores. Como resultado de esa desigualdad, aumenta la explotación y así los productos que fabrica el obrero no son para él sino para el propietario de la fábrica, que es el que recibe la mayor parte del beneficio: el trabajador simplemente recibe una pequeña parte de lo producido: su salario.
Marx objetó a la doctrina del liberalismo económico que:
El sistema económico basado en el libre cambio produce, según Marx, la explotación de los trabajadores. El salario que estos reciben es una mínima parte del valor de los bienes que produce. Gracias a la incorporación de máquinas al proceso productivo, la productividad de los trabajadores se ha multiplicado comparada con los periodos preindustriales. Esta mayor productividad es fuente de mayores beneficios, pero su reparto entre todos los que participan es desigual y en concreto los salarios de los trabajadores son cada vez menores en comparación con el valor de lo que producen.
La alienación del obrero respecto de su trabajo es la consecuencia. El obrero es despojado de lo que es suyo e incluso de sí mismo: de su tiempo y de sus fuerzas. El propietario de la fábrica compra la fuerza de trabajo del obrero por un salario mísero que en absoluto le compensa por el valor de mercado de lo que produce. De esa manera, se arrebata al trabajador el producto de su trabajo, y la venta de esos productos en el mercado pasa a ser beneficio exclusivo del capitalista.
Por lo tanto, son los mecanismos de explotación y alienación los que explican la creación de riqueza. No la libre competencia en el mercado, la innovación o el ingenio como sostuvo Adam Smith.
El socialismo utópico es un conjunto de doctrinas sociales surgidas durante el siglo XIX y que presentaban las características siguientes:
Criticar la sociedad industrial y la organización laboral vigente.
Confiar en el progreso y la bondad humanas y en el triunfo de sus ideas.
Defender las ideas de igualdad y fraternidad entre los seres humanos.
Proponer el reparto comunitario de los bienes.
El socialismo utópico resultó ideológicamente muy cercano al anarquismo, el cual propugnaba la inmediata eliminación tanto de la propiedad privada como de todo poder o jerarquía en la sociedad. Entre los socialistas utópicos destacaron el conde de Saint-Simon, Charles Fourier y Pierre Joseph Proudhon.
El socialismo utópico propugna:
La inmediata eliminación de la propiedad privada.
La eliminación de todo poder o jerarquía en la sociedad.
Marx criticó al socialismo utópico por considerar simplista su propuesta. Para Marx la transformación del sistema no debía ser inmediata y de una forma tan radical,sino que tenía que atravesar una etapa intermedia (la dictadura del proletariado) antes de llegar a la sociedad sin clases.
Todo el pensamiento filosófico posterior a Kant se posiciona como una reacción crítica frente a él. Los principales sistemas filosóficos fueron propuestos por Fichte, Schelling y Hegel. Este último es el máximo exponente del idealismo absoluto: síntesis entre romanticismo e Ilustración. Propone superar el idealismo trascendental kantiano y explicar los cambios históricos como desarrollo gradual de las ideas y en particular de la idea de libertad.
Algunos de los seguidores de la filosofía de Hegel coinciden con él en aceptar su método dialéctico, pero discrepan en su manera de analizar la realidad. La izquierda hegeliana (Feuerbach y Marx) fue atea y rechazó la justificación política del Estado.
Marx estuvo de acuerdo con las siguiente críticas que Feurbach hizo del pensamiento de Hegel:
Su exposición del proceso dialéctico es meramente teórico.
En su sistema la realidad suprema consiste en la Idea, cuando la realidad es materia.
Sus teorías acerca de la religión y la filosofía son pura abstracción. Según Hegel, el ser humano proyecta como divinidad su propia esencia genérica. El hombre se aliena en la idea de Dios porque es imperfectamente consciente de su propia divinidad. Sin embargo, para Marx la religión surge para ocultar la verdadera alienación: la del trabajador despojado del producto de su trabajo.
Mi método dialéctico no solo es fundamentalmente distinto del método de Hegel, sino que es, en todo y por todo, la antítesis de él. Para Hegel, el proceso del pensamiento, al que él convierte incluso, bajo el nombre de idea, en sujeto con vida propia, es el demiurgo de lo real, y esto, la simple forma forma externa en que toma cuerpo. Para mí, lo ideal no es, por el contrario, más que lo material traducido y traspuesto a la cabeza del hombre.
¿Qué significa en Marx el ejercicio dialéctico? Negar, no solo en la teoría sino sobre todo en la práctica, lo que equivale a transformar el mundo. La primera fase del ejercicio dialéctico es el trabajo. El trabajo niega la naturaleza. El segundo ejercicio dialéctico es la revolución, en ella se supera la alienación del trabajo y el proletariado recupera la propiedad de la plusvalía.
Marx criticó a Feuerbach por considerar que su crítica a Hegel era puramente teórica, sin repercusiones prácticas:
Feuerbach no advirtió que la miseria tiene raíces económicas y no intelectuales.
El remedio a la alienación humana es práctico, no teórico.
El materialismo de Feuerbach no es suficiente, debe vincularse materialismo y modo de producción y se requiere una amplia visión materialista de la Historia.