Exponer cualquier tema o contenido ante una audiencia consta de dos actividades complementarias:
Exposición verbal (oral) de esos contenidos.
Presentación visual de un material de ayuda, complementario a la exposición verbal.
Una buena exposición consigue realizar bien al menos una de estas dos actividades: quien expone es un buen orador y comunica bien a su audiencia, aunque la presentación visual sea deficiente. O al revés, el material escrito empleado puede ser excelente, aunque su capacidad comunicativa sea muy mejorable.
Una exposición excelente logra hacer bien ambas actividades: tanto la palabra como la presentación que la acompaña son de gran calidad.
En toda exposición, sea del tema que sea, hay dos parámetros clave:
Duración. Dependiendo del tiempo disponible, debemos ajustar la cantidad de contenidos que podemos incluir. No debemos caer en el error de incluir demasiados contenidos y tratar de exponerlos todos con una rapidez tal que nuestra audiencia no es capaz de asimilarlos. Tampoco debemos caer en el error de preparar pocos contenidos y terminar mucho antes del tiempo previsto. En nuestro caso, la duración total de una exposición debe estar entre 25 y 30 minutos. Tras la exposición hay un turno de preguntas.
Audiencia. Dependiendo de quiénes escuchen nuestra exposición, así debemos prepararla. No debemos caer en el error de preparar una exposición que no sea asequible al nivel de conocimientos previos de nuestra audiencia. Tampoco debemos caer el error contrario y preparar una exposición que no aporte nada nuevo a quienes nos escuchan. En nuestro caso, conocemos bien a nuestra audiencia; no debería ser difícil encontrar el nivel adecuado.
Ten claro cuál es el tema principal de tu presentación:
No quieras abarcar más de lo que se pide.
Tampoco te dejes nada importante.
Localiza en esta web todos los materiales necesarios:
Comprende bien las explicaciones escritas y toma notas.
Mira los vídeos que se incluyen, toma notas de lo más importante que en ellos se dice.
Sigue los enlaces y extrae información de ellos.
Organiza tus notas en apartados y secciones, pero sobre todo organiza tus notas respondiendo a estas preguntas:
¿Qué problema o cuestión está discutiendo el autor o autores? Si hay varios problemas, por cada uno responde a las preguntas siguientes.
¿Que respuesta le da? y sobre todo ¿Que razones da para convencernos de que esa respuesta es correcta?
¿Que alternativas descarta? Habitualmente, ha habido respuestas anteriores que el autor considera insatisfactorias, ¿por qué son insatisfactorias?
Ten claros los objetivos ¿para qué haces la presentación?
Para ayudarte en tu exposición oral. Al tiempo que expones tu trabajo, la presentación servirá de segunda fuente de información a tu audiencia. La exposición oral y la presentación visual deben ser complementarias: la segunda contiene las ideas clave y los elementos visuales (esquemas, tablas, ilustraciones, vídeos, etc.) que complementan lo que vas exponiendo oralmente. Si lo que dices es lo mismo que lo que tienes escrito en tu presentación, una de las dos sobra.
Para ayudar al estudio del tema que presentas. Tu presentación sirve para organizar el tema, para resaltar lo más importante y para resumir lo que está explicado en los textos de esta web, en los vídeos y en los enlaces a otras páginas. Si te limitas a copiar todo lo anterior, tu presentación sobra.
Comienza por seleccionar un tema visual atractivo para tu presentación. Si no te atrae ninguno de los temas que vienen incluidos en tu programa de presentaciones, busca en internet un tema que te guste: sus colores, su tipografía, los adornos visuales, etc.
Toda presentación debe tener:
Portada. Incluye el tema central de la presentación y el nombre de los autores.
Introducción. Donde presentas el tema central de la presentación.
Indice. Donde haces una lista de las secciones que siguen.
Secciones. La parte central y más extensa de la presentación.
Resumen final. Una o dos páginas que recogen telegráficamente lo principal.
Evita llenar de texto cada página. Ponte un límite: aproximadamente entre 50 y 75 palabras máximo por página. Recuerda que el texto escrito es un resumen de lo que expones oralmente.
Utiliza negrita y color en el texto para resaltar. Especialmente cuando incluyas frases largas o párrafos.
Utiliza listas numeradas o sin numerar, tablas y esquemas para organizar la información.
Añade imágenes o ilustraciones, en primer plano o de fondo, para aumentar el atractivo de tu trabajo.
Titula cada página con el nombre de la sección o apartado que vas a tratar. Si necesitas dos páginas (no más) para tratar un apartado, añade un número. Si necesitas más de dos páginas, divide la sección en dos o más.
Comparte tu trabajo con tus compañeros. Prepara una versión en PDF o directamente comparte el fichero original.