Baruch Spinoza
La ética de Spinoza
Con su muerte prematura, Descartes dejó para el racionalismo posterior el problema de desarrollar una teoría ética sobre bases puramente racionales. Spinoza es el filósofo racionalista que hizo de este tema una de sus ocupaciones fundamentales.
La ética de Spinoza parte del análisis del yo, la sustancia pensante. Descartes afirmó que la esencia del yo es el pensamiento, y caracterizó a la mente como activa y creativa en oposición a la materia, pasiva y reactiva. Spinoza hace de esa creatividad el punto de partida de su ética: el yo es deseo, posee una tendencia natural a desear y a lograr lo deseado. El deseo básico de toda sustancia, según Spinoza, es la auto-conservación, persistir en la existencia, evitar la muerte. De este deseo surgen dos emociones básicas:
Placer, el sentimiento que experimentamos al lograr nuestros deseos y el fin que buscamos con todas nuestras acciones.
Dolor, el sentimiento que experimentamos al fracasar, la señal de que nuestra supervivencia está en peligro.
Dependiendo de su cercanía al placer o al dolor surgen dos tipos de emociones:
Positivas, cuyo paradigma es el placer y del cual derivan todas aquellas emociones que lo acompañan y surgen en nosotros al lograr nuestros deseos. Llamamos bueno a todo aquello que favorece nuestro éxito, todo lo que favorece la consecución de nuestros deseos.
Negativas, cuyo paradigma es el dolor y con él todas las emociones que lo acompañan y surgen de la frustración de nuestros deseos. Llamamos malo a todo aquello que impide nuestro éxito y en último término, que amenaza nuestra propia existencia.
Para Spinoza, el papel de la razón sigue las líneas marcadas desde la antigüedad: la razón debe liberarnos de las pasiones negativas y ayudarnos a lograr experimentar pasiones positivas. Mediante la razón podemos liberarnos del dolor, del mal y de los vicios. Podemos mitigar nuestros miedos y transformar nuestro odio en amor. Si lo logramos, nos liberamos de la tiranía de las emociones negativas y nos hacemos más libres, pues podremos perseguir aquello que deseamos sin aquello que nos lo impide.
Reaparecen en Spinoza temas clásicos como:
El intelectualismo socrático, la primacía de la razón en la toma de decisiones.
El papel liberador de la razón de los miedos a los dioses y a la muerte, tema propuesto en la antigüedad por Epicuro.
La aceptación racional de las leyes naturales como camino a la serenidad y a la felicidad, tema característico del estoicismo.
La filosofía política de Spinoza
El punto de partida de la filosofía política de Spinoza es consecuente con sus ideas éticas: el mejor gobierno es aquel que da a los ciudadanos (sustancias pensantes) la mayor libertad de acción para perseguir sus deseos. Además de adoptar un punto de partida clásico, Spinoza está influenciado por un filósofo moderno, Thomas Hobbes , en los siguientes puntos:
En ausencia de gobierno, sin leyes que limiten el alcance de los deseos de cada persona, cada una tratará de aumentar su poder sobre el resto y lograr al máximo sus deseos. Este estado de ausencia de ley civil es denominado estado de naturaleza, pues en él los hombres se conducen siguiendo sus impulsos naturales.
En estado de naturaleza, los deseos de cada persona chocan con los del resto, puesto que todos desean el máximo poder sobre el resto. Pero el resultado de este conflicto entre los deseos de unos y otros lleva al fracaso de todos o de muchos, lleva a más dolor que placer.
Se hace necesario instaurar algún tipo de gobierno, sustituir el estado de naturaleza en el que impera el egoísmo individual, por un estado civil, por el imperio de la ley.
La elección del mejor gobierno y la aceptación del abandono del egoísmo natural en favor de los límites que imponga la ley ha de basarse en la racionalidad de cada individuo. No puede ser resultado de la fuerza, pues antes o después los hombres reprimidos por ella se rebelarán contra aquello que los oprime. Por el contrario, si los hombres aceptan racionalmente la ley, no será necesario el uso de la coacción y esa forma de gobierno será la más estable de todas.
Spinoza añade un elemento que será crucial para su teoría política: el impulso del yo hacia el logro de sus deseos (egoísmo natural) sólo puede reducirse ejerciendo algún tipo de violencia sobre él. Pero cuanta más violencia se ejerza, cuanto más se coarte su libertad y se le impide lograr sus deseos, mayor resistencia ofrecerá la persona al dominio por parte de otros. Además, esa violencia puede provenir del exterior, de las fuerzas del Estado, o del interior del propio individuo, que mediante su razón domine su egoísmo natural.
Atendiendo al principio general de dar la mayor libertad posible a los individuos y ejercer sobre ellos la mínima coacción, ¿cuál es la forma de gobierno más aconsejable? Podemos establecer una gradación entre formas de gobierno según den más libertad a sus ciudadanos y, correspondientemente, requieran menos violencia sobre los ciudadanos para mantener el gobierno:
Esclavitud: Encontramos amos y esclavos. Unos tienen libertad plena y los otros carecen por completo de ella. Es necesaria máxima violencia para mantener a los hombres esclavos.
Feudalismo y Monarquía absoluta: Encontramos súbditos o siervos: no son esclavos, pero ceden la mayor parte de sus derechos a un monarca absoluto o a una nobleza. Es necesaria una gran violencia para doblegar la voluntad de los súbditos a la de su gobernante.
Democracia: En ella encontramos ciudadanos y gobernantes: Todos deben respetar las leyes pero conservan la mayor parte de sus derechos y libertades individuales: pensamiento, expresión, religión. Es necesaria una cierta violencia para mantener el gobierno, pero es la mínima imprescindible para vivir en sociedad. Racionalmente, la democracia es el mejor equilibrio entre libertad individual y seguridad colectiva. Por ser la mejor elección racional, la mayor parte de los ciudadanos la aceptarán sin necesidad de fuerza externa, sino por el dominio individual de la razón sobre los deseos.
Estado de naturaleza: Egoísmo natural: Nadie cede nada, máxima libertad individual e igualdad sin diferencias políticas entre los hombres. No hay violencia gubernamental, pero sí violencia entre los individuos.