Mariana Najmanovich

Hace aproximadamente un año y medio comencé el proceso de elaboración de imágenes que hoy sigo desarrollando. Esta serie de trabajos se enfocan en la relación entre soledad y nuevas tecnologías, particularmente por determinadas imágenes y símbolos que encierran las muñecas/os sexuales y/o de compañía, fabricadas en China, Japón y Estados Unidos (entre otros), y comercializadas a todo el mundo vía online.

Por un lado me interesa pensar en estos artefactos como alegorías sobre la resistencia a la soledad en nuestro tiempo. Hoy, estas muñecas/os prometen alejar a los individuos de los dolores provocados por los desencuentros, las exclusiones, las separaciones y las pérdidas. Por otro lado, lo que me atrajo visualmente de las imágenes que revisé, fue la traducción material de la piel humana convertida en siliconas y materiales afines con un grado significativo de detalles. Existe un extenso abanico de tonalidades cromáticas y formas que ofrecen los muestrarios de estas industrias para personalizar el objeto de acuerdo a los gustos del cliente (colores de piel, ojos, pelo, estatura, peso, características de los genitales, etc).

Pienso en el concepto de Lo Ominoso (Das Unheimliche) de Freud, esa impresión de algo familiar, cercano e interior y en donde al mismo tiempo hay algo que no encaja. Algo que es y no es familiar simultáneamente. Ese obstáculo en la compresión de aquello que implica lo ominoso, va también ligado a lo que se encuentra oculto, a algo que quizás se vea borroso y/o de dificil acceso. Lo asocio también al lado sombrío de las cosas, los fenomenos y las personas. Esta idea ha estado detrás de todo mi trabajo, como un hilo conductor. He cambiado los temas, también las imágenes y formas, pero la idea de lo ominoso me sigue pareciendo interesante para buscar y pensar en nuevas formas de representación.

En el marco del proyecto Al Aire Libre, traeré desde mi taller a mi balcón, una selección de objetos y pinturas que he recolectado y construido para el proyecto descrito en los párrafos anteriores. Estos objetos serán distribuidos junto con otros elementos que encuentre en mi casa, para así activar un diálogo entre ellos. Tanto los objetos traídos desde mi taller, como también los objetos propios de la casa, tienen hoy esa carga particular que remite al aislamiento y a la soledad. Me interesa impulsar esa reflexión a partir de esta interacción de objetos.

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About a year and a half ago I've started the process of making images that I am still developing today. This series of works focus on the relationship between loneliness and new technologies, particularly for certain images and symbols that enclose sexual and/or company dolls, manufactured in China, Japan and the United States (among others), and marketed to everyone online.

On the one hand, I'm interested in thinking about these artifacts as allegories about resistance to loneliness in our time. Today, these dolls promise to keep individuals away from the pain caused by disagreements, exclusions, separations and losses. On the other hand, what visually attracted me to the images I reviewed was the material translation of human skin turned into silicones and related materials with a significant degree of detail. There is a wide range of color tones and shapes offered by the samples of these industries to customize the object according to the tastes of the client (skin colors, eyes, hair, height, weight, characteristics of the genitals, etc.).

I think of Freud's concept of The Ominous (Das Unheimliche), that impression of something familiar, close and internal and where at the same time there is something that does not fit. Something that is and is not familiar simultaneously. This obstacle in understanding what the ominous implies is also linked to what is hidden, to something that may be blurred and/or difficult to access. I also associate it with the dark side of things, phenomena and people. This idea has been behind all my work, like a common thread. I have changed the themes, also the images and forms, but the idea of ​​the ominous still seems interesting to me to search for and think of new forms of representation.

As part of the free, in the open air (al aire, libre), I will bring from my workshop to my balcony, a selection of objects and paintings that I have collected and built for the project described in the previous paragraphs. These objects will be distributed along with other elements that I find in my house, in order to activate a dialogue between them. Both the objects brought from my workshop, as well as the objects from the house, today have that particular burden that refers to isolation and solitude. I am interested in boosting this reflection from the interaction of these objects.