Exposición

La exposición oral

A. Indicaciones sobre cómo afrontar exposiciones orales

1. Exponer en clase: preparación

Las clases constituyen para muchos la primera oportunidad de hablar en público. Esas intervenciones que hacemos ante nuestros compañeros para explicar un tema preparado antes son ejemplos de exposición oral. Se trata de una situación que requiere dominio de nuestras palabras y de nuestros gestos para impedir que los nervios nos traicionen y dificulten la comprensión de nuestro discurso.

>> La exposición en público requiere una sólida fase de preparación previa.

En esta fase previa hay que tener en cuenta tres factores:

  • El tema; es decir, de qué se va a hablar. Muchas veces los temas son sugeridos por el profesor. Si puedes elegir, escoge uno por el que tengas especial interés y del que sepas dónde conseguir información.
  • El propósito; o sea, para qué se habla. Puede que tengas que exponer un trabajo individual o defender el que habéis hecho en grupo. En unos casos se trata de explicar un determinado tema, de una exposición pura; mientras que en otros se te puede pedir que defiendas una determinada postura y trates de convencer a tus oyentes, esto es, que hagas un discurso argumentativo.
  • El destinatario; con otras palabras, para quién se habla. En la exposición en clase se trata de tus propios compañeros. Por tanto, no debes utilizar palabras o expresiones que tú mismo no entiendas, y, si lo haces, tienes que aclarar su significado. Aunque sean compañeros tuyos, has de respetar las formalidades de la expresión en público y dirigirte a ellos de forma distendida pero seria.

Otras decisiones que debes tomar al preparar tu exposición oral son las siguientes:

  • Decidir si vas a leer un texto preparado por ti o solo vas a ayudarte con un guion. Esto primero ha de evitarse en el ámbito escolar; lo segundo es siempre más recomendable, aunque también requiere mayor dominio de las técnicas comunicativas. Si acompañas tu exposición con una presentación, no te limites a leer lo que aparece allí.
  • Conocer cuánto va a durar la disertación. Debes planearla con cuidado, incluso midiendo previamente el tiempo de tu intervención. Si preparas una exposición más larga que el tiempo del que dispones, es posible que muchas cosas importantes se queden sin decir o se digan apresuradamente.
  • Seleccionar el material de apoyo que vas a utilizar (presentaciones, grabaciones, etc.) y asegurarte antes de que en el momento en que hables haya en el aula todo lo que necesites (medios, aparatos...).

2. Exponer en clase: ejecución

Después de la fase de preparación, llega el momento de exponer en clase delante del profesor y de los compañeros. Si tu preparación ha sido correcta, debes salir a hablar con tranquilidad y seguridad, cuidando las palabras y los gestos.

2.1. Los elementos verbales

Para empezar, escoge una frase de saludo y bienvenida que te ayude a «romper el hielo». A continuación presenta el tema que vas a desarrollar, de una manera directa o con una frase o un dato llamativos para captar la atención del público desde el principio.

Durante la exposición, no olvides:

  • Procurar una dicción correcta y clara respetando tu modalidad propia.
  • Utilizar un volumen y un ritmo adecuados, ni tan rápido que no se entienda, ni tan lento que se pierda la atención.
  • Distribuir correctamente las pausas y los silencios para separar las distintas partes de la exposición según una entonación correcta.
  • Pronunciar con mayor énfasis las palabras que expresen ideas importantes.
  • Para terminar, resume las ideas principales que has expuesto. Luego, concluye con una frase de despedida y agradecimiento por la atención prestada.

2.2. Los elementos no verbales

El control de los gestos y movimientos corporales es fundamental para el éxito de tu exposición oral.

La postura ha de ser siempre de pie. Controla los movimientos de los brazos, evitando la sensación de que no sabes qué hacer con ellos; y no te muevas sin sentido. No adoptes una postura rígida o demasiado relajada e irrespetuosa.

La mirada debe dirigirse al auditorio.

Los gestos con la cara y con las manos acompañan el mensaje y enfatizan los aspectos más importantes del discurso.

3. Soporte digital de una exposición oral


Una presentación digital puede ser el soporte idóneo para exponer contenidos de diverso tipo. Cuando la presentación digital está ideada para acompañar una exposición oral, debemos considerar los siguientes aspectos:

    • No debe incluir la redacción completa de las ideas que se exponen, sino:
      • ideas clave que sirvan para centrar la atención y orientar a los oyentes,
      • títulos de apartados para facilitar el seguimiento de la exposición oral, ideas que se pretende subrayar.

Es conveniente hacer uso de los recursos digitales que ofrezca la aplicación (colores, tamaño de fuente, negrita, cursiva, cuadros de texto, gráficos, animación, etc.)

    • Debe incluir imágenes claras que sirvan de pie o apoyo visual a la exposición oral.
    • Podría incluir breves vídeos (1 min.) ilustrativos relacionados con lo que se está exponiendo.
    • Debe incluir un apartado de fuentes y recursos utilizados.
    • Es conveniente incluir una portada, un esquema de la estructura al inicio y una conclusión o cierre al terminar.

B. Evaluación de una exposición oral con soporte digital