Texto "Solo en el mar"

 

En 1955 naufragó un barco de la Marina de Guerra de Colombia. Murieron siete marineros y un octavo quedó a la deriva. Gabriel García Márquez nos relata aquí lo que le ocurrió al superviviente.

 

Solo en el mar

 

   Al principio me pareció que era imposible permanecer tres horas solo en el mar. Pero a las cinco, cuando ya habían transcurrido cinco horas, me pareció que aún podía esperar una hora más. El sol estaba descendiendo. Se puso rojo y grande en el ocaso, y entonces empecé a orientarme. Ahora sabía por dónde aparecerían los aviones: puse el sol a mi izquierda y miré en línea recta, sin moverme, sin desviar la vista un solo instante, sin atreverme a pestañear, en la dirección en que debía de estar Cartagena1, según mi orientación. A las seis me dolían los ojos. Pero seguía mirando. Incluso después de que empezó a oscurecer, seguí mirando con una paciencia dura y rebelde. Sabía que entonces no vería los aviones, pero vería las luces verdes y rojas, avanzando hacía mí, antes de percibir el ruido de sus motores. Quería ver las luces, sin pensar que desde los aviones no podrían verme en la oscuridad. De pronto el cielo se puso rojo, y yo seguía escrutando el horizonte. Luego se puso color de violetas oscuras, y yo seguía mirando. A un lado de la balsa, como un diamante amarillo en el cielo color de vino, fija y cuadrada, apareció la primera estrella. Fue como una señal. Inmediatamente después, la noche, apretada y tensa, se derrumbó sobre el mar.

 

   Mi primera impresión, al darme cuenta de que estaba sumergido en la oscuridad, de que ya no podía ver la palma de mi mano, fue la de que no podría dominar el terror. Por el ruido del agua contra la borda, sabía que la balsa seguía avanzando lenta pero incansablemente. Hundido en las tinieblas, me di cuenta entonces de que no había estado tan solo en las horas del día. Estaba más solo en la oscuridad, en la balsa que no veía pero que sentía debajo de mí, deslizándose sordamente sobre un mar espeso y poblado de animales extraños. Para sentirme menos solo me puse a mirar el cuadrante de mi reloj. Eran las siete menos diez. Mucho tiempo después, como a las dos, a las tres horas, eran las siete menos cinco. Cuando el minutero llegó al número doce eran las siete en punto y el cielo estaba apretado de estrellas. Pero a mí me parecía que había transcurrido tanto tiempo que ya era hora de que empezara a amanecer. Desesperadamente, seguía pensando en los aviones.

 

   Empecé a sentir frío. Es imposible permanecer seco un minuto dentro de una balsa. Incluso cuando uno se sienta en la borda, medio cuerpo queda dentro del agua, porque el piso de la balsa cuelga como una canasta, más de medio metro por debajo de la superficie. A las ocho de la noche el agua era menos fría que el aire. Yo sabía que en el piso de la balsa estaría a salvo de animales, porque la red que protege el piso les impide acercarse. Pero eso se aprende en la escuela y se cree en la escuela, cuando el instructor hace la demostración en un modelo reducido de la balsa, y uno está sentado en un banco, entre cuarenta compañeros y a las dos de la tarde. Pero cuando se está solo en el mar, a las ocho de la noche y sin esperanza, se piensa que no hay ninguna lógica en las palabras del instructor. Yo sabía que tenía medio cuerpo metido en un mundo que no pertenecía a los hombres sino a los animales del mar y a pesar del viento helado que me azotaba la camisa no me atrevía a moverme de la borda. Según el instructor, ese es el lugar menos seguro de la balsa. Pero, con todo, sólo allí me sentía más lejos de los animales: esos animales enormes y desconocidos que oía pasar misteriosamente junto a la balsa.

 

Gabriel García Márquez: Relato de un náufrago, DeBolsillo

 

1Cartagena: se refiere a Cartagena de Indias, ciudad Colombiana.

 

 

Escucha, lee y comprende

 

1. Realiza la lectura del texto.

 

2. Señala por qué son falsas las siguientes afirmaciones:

 

a)      Había siete hombres en la balsa.

b)      Se puede estar seco dentro de una balsa.

c)      El agua estaba más fría que el aire.

 

3. ¿Qué quiere expresar el narrador cuando dice: «Eran las siete menos diez. Mucho tiempo después, como a las dos, a las tres horas, eran las siete menos cinco»?

 

4. ¿Cree el náufrago que son útiles las enseñanzas que recibió en la escuela? ¿Por qué?

 

Vocabulario

 

5x. El autor utiliza la perífrasis verbal deber de + infinitivo: «en la dirección en que debía de estar Cartagena». ¿Para qué se usa? ¿Qué diferencia existe con respecto a deber + infinitivo?

 

6. Como recordarás, el campo semántico es el conjunto de palabras relacionadas por su significado. Copia en tu cuaderno las palabras del texto que pertenezcan al campo semántico de los colores.

 

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7x. ¿Cuál es el significado de balsa en el texto? Busca en el diccionario otros significados. 

 

8x. ¿Cuál de estas palabras es sinónima de escrutar?:

 

escuchar                     examinar                    medir

 

Analiza e interpreta

 

9. ¿Qué persona utiliza el narrador para contar la historia? Justifica tu respuesta con palabras del propio texto.

 

10. Elabora una tabla con las referencias temporales que hay en el texto: en la columna de la izquierda escribe la hora y en la de la derecha lo que ocurre en cada momento.

 

Escribe

 

11 (+1). Imagina que el protagonista ve las luces de un avión. Continúa el relato. Recuerda que debes emplear la primera persona, como si fuera un relato testimonial. No te limites a contar los hechos, expresa también los sentimientos y sensaciones que sugiere la situación. Intenta cargar de emoción el final de la narración.