Cervantes

Lee una de las más famosas aventuras de don Quijote: su lucha contra los molinos, aunque pensaba que eran gigantes.

 

 

   Y diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que, sin duda alguna, eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho, ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran; antes iba diciendo en voces altas:

   -Non fuyades*, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete.

   Levantose en esto un poco de viento, y las grandes aspas comenzaron a moverse, lo cual visto por don Quijote, dijo:

   -Pues aunque mováis más brazos que los del gigante Briareo, me lo habéis de pagar.

   Y en diciendo esto, y encomendándose de todo corazón a su señora Dulcinea, pidiéndole que en tal trance le socorriese, bien cubierto de su rodela*, con la lanza en el ristre, arremetió a todo galope de Rocinante y embistió con el primero molino que estaba delante; y dándole una lanzada en el aspa, la volvió el viento con tanta furia, que hizo la lanza pedazos, llevándose tras sí al caballo y al caballero, que fue rodando muy maltrecho por el campo.  Acudió Sancho Panza a socorrerle, a todo el correr de su asno, y cuando llegó halló que no se podía menear: tal fue el golpe que dio con él Rocinante.

 

*non fuyades: no huyáis (arcaísmo típico del habla caballeresca); rodela: escudo.

 

Miguel de Cervantes: Don Quijote de la Mancha, Alhambra

 

1. Responde las cuestiones:


 

 

 

 

 

 


2. Clasifica la producción literaria de Cervantes según sus géneros.