Lugares abiertos y cerrados

Lugares abiertos y cerrados

La descripción de lugares puede centrarse en espacios abiertos (campos, playas, ciudades) o cerrados (interiores); zonas rurales o urbanas; lugares cotidianos o exóticos, e incluso imaginarios.

El orden de la descripción puede ser muy variado: de arriba hacia abajo, de abajo arriba, de izquierda a derecha o viceversa, aproximándonos o alejándonos del objeto… Por eso es muy importante el uso que hagas de los adverbios de lugar.

1. Ahora te toca a ti realizar la descripción de un lugar. La situación de la que debes partir es sencilla: es una noche de tormenta, pero debes describirla con los requisitos que te mostramos a continuación:

a) En primer lugar debes ambientar la noche de tormenta en un espacio abierto: un bosque.

b) Después describe esa tormenta desde un espacio cerrado: una habitación en la que se encuentran dos chicos.

c) El paso de un espacio a otro lo harás a través de la siguiente oración: Las ramas golpeaban en el cristal de la ventana.

d) En la descripción de ambos espacios debes describir los elementos que componen el lugar (datos objetivos: fuera: noche, oscuridad, tormenta, frío, viento, árboles…; dentro: mobiliario, luz, calor…), así como los sentimientos y sensaciones (datos subjetivos) que despiertan en cada uno de esos chicos: temor o desagrado en uno; y tranquilidad o agrado en el otro.

e) No olvides utilizar los recursos lingüísticos de la descripción como abundantes adjetivos y sustantivos, verbos en presente o pretérito imperfecto, comparaciones, enumeraciones, personificaciones…

f) Y, por último, intercala elementos visuales, auditivos, olfativos y táctiles con los que logres potenciar mucho más tu descripción.