"El Evangelio del reino de la Voluntad Divina"


EVANGELIO

Mayo 14, 2024


Juan 15, 9-17 

No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido 

Giro con Reparación al Espíritu Santo


AUDIO

Santo Rosario

Por El Reino


AUDIO Youtube:

Fiat Divina Voluntad


TEXTO Web: 

La Reina del Cielo





















Virgen de Fátima

Peregrina de Colombia


Mayo 13, 1917 

Ntra. Señora de Fátima a los 3 pastorcitos


Rezad el Rosario todos los días

Para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra

EVANGELIO

Juan 15, 9-17 



Lectura del santo Evangelio según San Juan

No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido 


9 Como el Padre me amó, yo también os he amado a vosotros; permaneced en mi amor. 

10 Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 

11 Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado. 

12 Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. 

13 Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. 

14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. 

15 No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. 

16 No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. 

17 Lo que os mando es que os améis los unos a los otros.» 


Palabra del Señor

"Gloria a Ti, Señor Jesús"

"El Evangelio del reino de la Voluntad Divina"

Libro:

La Reina del Cielo

en el Reino de la Divina Voluntad



Con María 

en el Cenáculo 

del Evangelio

Jn 15, 16

16 No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. 

AUDIO


Visita de la Reina del Cielo

Día 1

"si tú la tuvieras sacrificada en honor de tu Creador, el Querer Divino hará el primer paso en tu alma"


"Ahora hija de mi corazón escucha a tu Mamá, haz a un lado tu voluntad humana, conténtate de morir antes que concederle un acto de vida; tu Mamá celestial estaría contenta de morir miles y miles de veces antes que hacer un solo acto de mi voluntad, ¿no quieres tú entonces imitarme? ¡Ah! si tú la tuvieras sacrificada en honor de tu Creador, el Querer Divino hará el primer paso en tu alma y te sentirás rodeada de un aura celestial, purificada y enfervorizada, de modo de sentirte aniquilar los gérmenes de tus pasiones, y te sentirías puesta en los primeros pasos del reino de la Divina Voluntad; por eso sé atenta, si eres fiel en escucharme Yo te guiaré, te llevaré de la mano por los caminos interminables del Fiat Divino, te tendré defendida bajo mi manto azul y serás mi honor, mi gloria, y nuestra victoria".

Fiat Divina Voluntad

Jesús a la S. D. Luisa Piccarreta


AUDIO


...el título que darás al libro que publicarás sobre mi Voluntad será éste:

 

‘El Reino de mi Divina  Voluntad en medio a las criaturas.  Libro de Cielo.  Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios’.


El Reino del FIAT Divino

www.fiatdivinavoluntad.com

Libro de Cielo Vol. 19-51 (2)

Jn 15, 10 

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 

 AUDIO 


 Vol. 6-136 (1-2); octubre 16, 1905

“La bienaventuranza eterna del único y verdadero amor”

  

Habiendo leído un libro que trataba de las virtudes, mirándome a mí misma estaba pensativa porque no veía en mí ninguna virtud; si no fuera sólo porque quiero amarlo, lo quiero, lo amo, y quiero ser amada por Jesús bendito, nada, nada existiría en mí de Dios. Ahora, encontrándome en mi habitual estado, mi adorable Jesús me ha dicho:

“Hija mía, cuanto más el alma llega al término, para acercarse a la fuente de todo bien, cual es el verdadero y perfecto amor de Dios, donde todo quedará sumergido y sólo el amor existirá para ser el motor de todo, así el alma perderá todas las virtudes que ha practicado en el viaje, para encerrar todo en el amor y reposarse de todo para sólo amar; ¿no pierden todo los bienaventurados por sólo amar? Así el alma, mientras más camina, menos siente el diverso trabajo de las virtudes, porque el amor invistiéndolas todas, las convierte todas en sí, teniéndolas en sí mismo en reposo, como tantas nobles princesas, trabajando él sólo y dándoles vida a todas, y mientras el alma no las advierte, en el amor las encuentra todas, pero más bellas, más puras, más perfectas, más ennoblecidas, y si el alma las advierte es señal de que están divididas del amor. Como por ejemplo, uno recibe una orden, y el alma ejercita la obediencia por obedecer al que da la orden para adquirir la virtud, para sacrificar la voluntad propia, y tantas otras razones que puede haber; ahora, haciendo así se advierte que se ejercita la obediencia, se siente la fatiga, el sacrificio que lleva consigo esta virtud. Otra obedece, no por obedecer al que da la orden, ni por otras razones, pero sabiendo que Dios se disgustaría por su desobediencia, ve a Dios en aquél que ordena, y por amor suyo sacrifica todo y obedece. El alma no advierte que obedece, sino sólo que ama, porque sólo por amor ha obedecido, de otra manera habría desobedecido lo mismo, y así de todo lo demás. Por eso, ánimo en el camino, que por cuanto más se camina, tanto más rápido saborearás la bienaventuranza eterna del único y verdadero amor, aun desde aquí”.

 

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Jn 15, 10 

Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 

AUDIO


Vol. 28-27 (2) Octubre 7, 1930 

Su fidelidad fue la dulce cadena que me ató y me raptó del Cielo a la tierra. 


(2) “Hija mía, la Redención se debe a la fidelidad de la Virgen Reina. 

¡Oh! si no hubiese encontrado a esta Celestial Criatura que nada me negó, que jamás se rehusó a ningún sacrificio; 

su firmeza en pedir la Redención sin jamás dudar, 

su fidelidad sin jamás cansarse, 

su amor ardiente y fuerte sin jamás detenerse, 

siempre en su puesto, toda de su Creador, sin jamás apartarse por cualquier cosa o incidente que pudiese ver, por parte de Dios o por parte de las criaturas, 

formó tales vínculos entre el cielo y la tierra, adquirió tal ascendencia, tal dominio sobre su Creador, que se volvió digna de hacer descender al Verbo Divino sobre la tierra. 

A una fidelidad jamás interrumpida, y a nuestra misma Voluntad Divina que tenía su reino en su virginal corazón, no tuvimos la fuerza de rehusarnos. Su fidelidad fue la dulce cadena que me ató y me raptó del Cielo a la tierra. He aquí el por qué lo que no obtuvieron en tantos siglos las criaturas, lo obtuvieron por medio de la Soberana Reina. ¡Ah, sí! Fue solamente Ella la que mereció que el Verbo Divino descendiera del Cielo a la tierra, y que recibiera el gran bien de la Redención, de modo que si quieren todos pueden recibir el bien de ser redimidos". 

Fiat Divina Voluntad



Jn 15, 11 

Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado.

AUDIO


Vol. 28-11 (2) Mayo 2, 1930

“Quien vive en mi Fiat siente en sí la virtud felicitante, y en todo lo que hace siente correr una vena de felicidad”

 

“Hija mía, mi Divina Voluntad corre siempre como acto primero de vida hacia la criatura, y corre para felicitarla, para abrazarla, para vaciarla del peso de todos los actos humanos, porque todo lo que no es Voluntad mía en la criatura, es duro, pesado y oprimente, y Ella vacía todo lo que es humano y con su soplo vuelve ligera cualquier cosa. 

Por eso la señal si el alma vive en mi Divina Voluntad, es si siente en sí la felicidad, porque Ella es por naturaleza feliz, y no puede dar a quien vive en Ella la infelicidad, porque no la posee, y no puede ni quiere cambiar naturaleza. Por eso quien vive en mi Fiat siente en sí la virtud felicitante, y en todo lo que hace siente correr una vena de felicidad, la cual vuelve ligero cualquier acto, cualquier pena y sacrificio; esta felicidad lleva consigo el vaciamiento de todos los males y llena a la criatura de fuerza invencible, de modo que con toda verdad puede decir: ‘Todo puedo, a todo puedo llegar, porque me siento transmutada en la Divina Voluntad que ha desterrado de mí las debilidades, las miserias, las pasiones; mi misma voluntad felicitada por la suya quiere beber a grandes sorbos su felicidad divina, y no quiere saber nada más que de vivir de Voluntad Divina’. La infelicidad, las amarguras, las debilidades, las pasiones, no entran en mi Voluntad, están fuera de Ella; su aire balsámico endulza y fortifica todo, y por cuanto más el alma vive en Ella y repite sus actos en mi Querer Divino, tantos más grados de felicidad, de santidad, de fuerza y belleza divina adquiere, y también en las mismas cosas creadas siente la felicidad que le llevan de su Creador. Mi Divina Voluntad quiere hacer sentir la naturaleza de su felicidad a la criatura que vive en Ella, y por eso le da la felicidad en la luz del sol, en el aire que respira, en el agua que bebe, en el alimento que come, en la flor que la recrea, en suma, en todo hace sentir que no sabe dar más que felicidad a la criatura, por eso el cielo no está lejano de ella, sino dentro de ella, porque en cualquier cosa la quiere volver feliz”.


Fiat Divina Voluntad



Jn 15, 11-12 

11 Os he dicho esto, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea colmado. 12 Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. 

AUDIO


Vol.4-35 Noviembre 20, 1900 

"De ahora en adelante vivirás con mi Corazón"

Debiendo vivir del corazón de Jesús, Él le da reglas para aprender un vivir más perfecto. 


(1) Encontrándome fuera de mí misma, mi adorable Jesús continúa haciéndome ver mi corazón en el suyo, pero tan transformado que no reconozco más cuál es el mío y cual el de Jesús. Lo ha conformado perfectamente con el suyo, le ha impreso todas las insignias de la Pasión, haciéndome entender que su corazón, desde que fue concebido, fue concebido con estas insignias de la Pasión, tanto, que lo que sufrió en lo último de su vida fue un desbordamiento de lo que su corazón había sufrido continuamente. 

Me parecía verlos como el uno así el otro. Me parecía ver a mi amado Jesús ocupado en preparar el lugar donde tenía que poner el corazón, perfumándolo y adornándolo con tantas diversas flores, y mientras esto hacía me ha dicho: 

(2) “Amada mía, debiendo vivir de mi corazón te conviene emprender un modo de vivir más perfecto, por eso quiero de ti: 

(3) 1º Uniformidad perfecta a mi Voluntad, porque jamás podrás amarme perfectamente sino hasta que me ames con mi misma Voluntad; más bien te digo que amándome con mi misma Voluntad, llegarás a amarme a Mí y al prójimo con mi mismo modo de amar. 

(4) 2º Humildad profunda, poniéndote ante Mí y ante las criaturas como la última de todas

(5) 3º Pureza en todo, porque cualquier mínima falta de pureza, tanto en el amar como en el obrar, todo se refleja en el corazón, y éste queda manchado, por eso quiero que la pureza sea como el rocío sobre las flores al despuntar el sol, en el que reflejándose los rayos, transmuta esas pequeñas gotitas como en tantas perlas preciosas que encantan a las gentes. Así todas tus obras, pensamientos y palabras, latidos y afectos, deseos e inclinaciones, si están adornadas por el rocío celestial de la pureza, tejerás un dulce encanto no sólo a los ojos humanos, sino a todo el Empíreo. 

(6) 4º La obediencia va unida con mi Voluntad, porque si esta virtud se refiere a los superiores que te he dado en la tierra, mi Voluntad es obediencia que se refiere a Mí directamente, tanto que se puede decir que la una y la otra, ambas son virtud de obediencia, con esta sola diferencia, que una se refiere a Dios y la otra se refiere a los hombres,  las dos tienen el mismo valor y no puede estar la una sin la otra, por lo que a las dos las debes amar de una misma manera”. 

(7) Después ha agregado: “Debes saber que de ahora en adelante vivirás con mi corazón, y debes entendértela a modo de mi corazón, para encontrar en ti mis complacencias, por eso te lo encomiendo, porque no es más corazón tuyo, sino corazón mío”. 


Fiat Divina Voluntad



Jn: 15, 12 

“Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado”

 AUDIO


Vol. 34-29 (2-4); 26 de marzo de 1937

⚜️ "estas criaturas en este mi campo, repiten mi Vida, aman con mi mismo amor"

 

“Mi pequeña hija de mi Querer, cómo es verdad que para que surja el amor se debe poseer lo que se ama, si no se posee el amor no surge, no amar las cosas propias es casi imposible, es un amor connatural y de justicia el amar lo que es suyo. Por esto Yo amo tanto a las criaturas, las conservo, les doy la vida, porque son obras mías, las he creado, las he sacado a la luz, son mías, soy el latido de su latido, su respiro, la vida de su vida, no puedo hacer menos que amarlas, si Yo no las amara mi amor me reprocharía continuamente, me diría: ‘¿Por qué las has creado si no debías amarlas?’ Es un derecho del amor amar lo que es suyo, mi Justicia me condenaría, todos mis atributos me harían la guerra. He aquí el por qué para ser amado por las criaturas digo:

‘Soy vuestro Dios, vuestro Creador, vuestro Padre Celestial, soy todo vuestro’. Como en efecto lo soy. He aquí también la causa por la que digo a quien quiere vivir en mi Querer: ‘Todo es tuyo, el cielo, el sol, toda la Creación es tuya, mi Vida es tuya, mis penas, aun mi respiro es tuyo’. Por esto tú sientes la necesidad de amar, como la siento Yo, de amar lo que es tuyo, lo que tu Jesús te ha dado en posesión.

Ahora, tú debes saber que la Creación, mi Humanidad, son los campos en los cuales desarrolla sus actos el alma que hace y vive en mi Voluntad Divina, habiéndole dado la posesión de Ellas, siente la necesidad de circular como sangre en las venas, en las obras de su Creador, quiere conocer su valor, el bien que hacen, el oficio que ocupan, para amarlas de más, para apreciarlas y también para sentirse más feliz, más rica de los tantos bienes que posee. Es por esto que ahora se acerca al sol para conocer los secretos de su luz, el iris de sus colores, la virtud de su calor, su milagro continuado que desarrolla sobre la faz de la tierra, que sólo con tocarla con su luz, vivifica, colorea, endulza, transforma, y ¡oh! cómo ama al sol porque es suyo, y ama de más a Aquél que lo ha creado, y así hace con todas las otras cosas, quiere conocer la virtud secreta que contienen para amarlas de más, y para reconocer de más y amar más a Aquél que le ha dado la posesión. Por lo tanto no es maravilla que quien vive en mi Fiat Divino es llamada la heredera de toda la Creación.

Ahora, del campo de la Creación pasa al campo de mi Humanidad, pero qué decirte hija mía de las maravillas que suceden en este campo vivo, no sólo de obras como en la Creación, sino de vida humana y Divina, ellas se ponen en mi lugar, Yo no puedo negarme porque soy de ellas, tienen derecho sobre Mí, y Yo soy feliz de que me posean, porque me amarán de más. Ahora, estas criaturas en este mi campo, repiten mi Vida, aman con mi mismo amor, sus actos fundidos con los míos forman tantos soles, cielos y estrellas, ¡oh! Cuánto más bellos que aquellos de la Creación, que llenan el campo de mi Humanidad. ¡Oh! cómo me siento amado y glorificado, porque estos soles, cielos y estrellas, no son mudos como los de la Creación, sino que son soles hablantes, con la plenitud de la razón, y cómo hablan bien de mi amor, hablan y me aman, hablan y me dicen la historia de las almas y la de mi amor, y por eso se imponen sobre de Mí y me dicen que debo ponerlas a salvo, hablan y se cubren de mis penas para repetir mi Vida, y Yo me las siento correr estas almas en mis lágrimas, en mis palabras, en mis obras y pasos, y encuentro en ellas el refrigerio de mis penas, mi apoyo, mi defensa, mi refugio, y es tanto mi amor por ellas, que llego a llamarlas: ‘Vida mía’. ¡Oh! cómo las amo, Yo las poseo, y ellas me poseen a Mí, poseer y amar hasta la locura es lo mismo.


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Jn 15, 12 

Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. 

AUDIO


 

Vol. 4-100 (1-3); 11 de enero de 1902

⚜️ "tú estás obligada a corresponderme este triple amor, amándome como tu Dios"


Esta mañana, habiendo recibido la santa comunión, por un poco he visto a mi adorable Jesús, y yo, en cuanto lo vi le dije: “Dulce Bien mío, dime, ¿continúas amándome?”

Y Él: “Sí, pero soy amante y celoso, celoso y amante, más bien te digo que para ser perfecto el amor debe ser triple, y en Mí hay esta triple condición de amor: 

Primero, te amo como Creador, como Redentor y como Amante. 

Segundo, te amo en mi omnipotencia, que me sirvió para crearte y crear todo por amor tuyo, de modo que el aire, el agua, el fuego y todo lo demás te dicen que te amo y que por amor tuyo los hice; te amo como mi imagen, y te amo por ti misma. 

Tercero, te amo ab eterno, te amo en el tiempo y te amo por toda la eternidad. Y esto no es otra cosa que un aliento que ha salido fuera de mi amor; imagina tú qué será aquel amor que contengo en Mí mismo.

Ahora, tú estás obligada a corresponderme este triple amor, amándome como tu Dios, en el cual te debes fijar toda tú, y no hacer salir nada de ti que no sea amor por Mí, amándome por cuenta tuya y por el bien que a ti te viene, y amarme por todos y en todos”.

Fiat Divina Voluntad

 

 

Jn: 15, 13 

“No hay amor más grande que dar la vida por los amigos”

 AUDIO


Vol. 33-15 (2); mayo 6, 1934

"unida Conmigo no escatimes el sacrificio de tu vida por una causa tan santa y divina, y de amor más heroico y grande hacia todas las criaturas”


"Con restablecer el reino de mi Voluntad en la criatura, Yo hacía el acto más grande, acto que sólo puede hacer un Dios, esto es, poner a salvo mi misma Vida en la criatura"


“Hija mía, el fin primario de la Redención, en nuestra mente divina, fue el restablecer el reino de la Divina Voluntad en la criatura; era esto de divino que habíamos puesto en ella, nuestra Voluntad obrante, el acto más noble, más bello, y que en virtud de esto Nosotros amábamos a la criatura hasta la locura, porque tenía de lo nuestro, Nosotros nos amábamos a Nosotros mismos en ella, y por eso nuestro amor era perfecto, pleno e incesante, y como si no nos pudiéramos separar de ella, sentíamos a nuestra misma Voluntad que desde dentro de la criatura nos imponía a amarla, y si descendí del Cielo a la tierra, fue el imperio, la potencia de mi Fiat que me llamó, porque quería sus derechos y ser restablecido y puesto a salvo su acto noble y divino. Nos habría faltado el orden y habríamos actuado contra natura si descendiendo del Cielo hubiera puesto a salvo a las criaturas, y a nuestra Voluntad, lo que de divino y nuestro acto más bello puesto en ellas, principio, origen y fin de todo, no ponerlo a salvo y restituirle su reino en ellas. 

Pero, ¿quién hay que no piense en salvarse primero a sí mismo y después a los demás? Ninguno, y si no puede salvarse a sí mismo, es señal de que no tendrá ni virtud, ni poder de salvar a los demás. Con restablecer el reino de mi Voluntad en la criatura, Yo hacía el acto más grande, acto que sólo puede hacer un Dios, esto es, poner a salvo mi misma Vida en la criatura, y salvándome a Mí mismo todos eran puestos al seguro, no más peligros, porque tenían una Vida Divina en su poder, en la cual habrían encontrado todos los bienes que quisieran. 

Por eso mi Redención, mi Vida, mis penas, mi muerte, servirán para disponer a las criaturas a un bien tan grande y como preparativo al gran portento del reino de mi Voluntad en las generaciones humanas, y si aún no se ven los frutos, la vida de él, esto no dice nada, porque en mi Humanidad está el germen, la Vida de mi Fiat, y este germen posee la virtud de formar la gran generación de tantas otras semillas en los corazones, para regenerar en ellos el restablecimiento de la Vida de mi Voluntad en las criaturas. 

Por eso no hay acto hecho por el Ente Supremo que no salga de nuestra Voluntad, y es tanto su amor, que se pone como vida en nuestro acto, y como vida reclama sus derechos, porque quiere desarrollar su Vida; por eso, ¿cómo podía Yo venir a redimir si no restituía estos derechos a mi Voluntad? Estos derechos para venir a redimir le fueron restituidos en mi Madre Celestial, en mi Humanidad, y sólo porque tuve estos primeros derechos pude venir a redimir, de otra manera no encontraría ni el camino, ni el lugar dónde descender, y mi Humanidad se comprometió con Ella, por vía de penas, a restituirle estos derechos de hacerla reinar a su tiempo en la familia humana. 

Por eso tú ruega, y unida Conmigo no escatimes el sacrificio de tu vida por una causa tan santa y divina, y de amor más heroico y grande hacia todas las criaturas”.

Fiat Divina Voluntad



Jn 15, 16 

No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. 

AUDIO


Vol. 12-83 (2) Febrero 9, 1919 

⚜️Jesús le dice que la eligió desde la eternidad para la Santidad del vivir en la Divina Voluntad. 


(2) “...mi Mamá no entra en la parte secundaria de mi amor, de mi Querer, sino que forma un solo anillo Conmigo, y también es cierto que tengo muchas almas queridísimas por Mí, pero esto no excluye que pueda elegir a una en vez de otra a la altura de un oficio, y no sólo de oficio, sino altura tal de santidad, cual conviene para vivir en mi Querer

Las gracias que no eran necesarias a los demás a quienes no llamaba a vivir en esta inmensidad de santidad de mi Voluntad, son necesarias para ti, a quien elegí desde la eternidad. 

En estos tiempos tan tristes te elegí a ti, para que viviendo en mi Querer me dieras amor divino, reparaciones y satisfacciones divinas, las cuales se encuentran sólo en el vivir en mi Querer. 


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Jn 15, 16 

No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. 

AUDIO


⚜️ Vol. 28-27 (3) Octubre 7, 1930 

-virtudes divinas

-Agricultor celestial


(3) La firmeza, la fidelidad, la irremobilidad en el bien y en el pedir el bien conocido, se pueden llamar virtudes divinas, no humanas, y por eso sería negarnos a Nosotros mismos lo que la criatura nos pide. Ahora, así en el reino de la Divina Voluntad, queremos encontrar un alma fiel donde podamos obrar, que con la dulce cadena de su fidelidad nos ate por todo y por todas partes de nuestro Ser Divino, en modo de no poder encontrar razón para no darle lo que nos pide, queremos encontrar nuestra firmeza, apoyo necesario para poder encerrar en ella el gran bien que nos pide; no sería decoroso para nuestras obras divinas confiarlas a almas inconstantes y no dispuestas a afrontar cualquier sacrificio por Nosotros, el sacrificio de la criatura es la defensa de nuestras obras, y es como ponerlas al seguro. 

Así que cuando hemos encontrado a la criatura fiel, y la obra sale de Nosotros para tomar su lugar en ella, todo está hecho, la semilla ha sido arrojada y poco a poco germina y produce otras semillas, que difundiéndose, quien quiera puede procurarse aquella semilla para hacerla germinar en su alma; ¿no hace así el agricultor? Si tiene el bien de tener una sola semilla, que puede ser su fortuna, la siembra en su terreno, y aquella semilla germinando puede producir diez, veinte, treinta semillas, y el agricultor no nada más siembra una sola semilla, sino todas aquellas que ha recogido, y tantas veces llega a sembrarlas hasta poder llenar todo su terreno, y llega a poder dar a los demás la semilla de su fortuna.

Mucho más puedo hacer Yo, Agricultor celestial, con tal de que encuentre una criatura en que esté preparado el terreno de su alma, donde pueda arrojar la semilla de mis obras; aquellas semillas germinarán y poco a poco harán su camino, se harán conocer, amar y desear por pocos, y después por muchos, que sea sembrado en el fondo de sus almas la semilla celestial de mi Divina Voluntad

Por eso hija mía, sé atenta y fiel, haz que esta semilla celestial pueda sembrarla en tu alma, y no encuentre ningún obstáculo para hacerla germinar; si hay semilla hay la esperanza cierta de que germinando pueda producir otras semillas, pero si la semilla no existe, todas las esperanzas cesan y es inútil esperar el reino de mi Divina Voluntad, como habría sido inútil esperar la Redención si la Celestial Reina no me hubiese concebido como fruto de sus entrañas maternas, fruto de su fidelidad, de su firmeza y sacrificio. Así que déjame hacer y seme fiel, y Yo pensaré en todo lo demás”.