Jesús a la S. D. Luisa Piccarreta


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...el título que darás al libro que publicarás sobre mi Voluntad será éste:

 

‘El Reino de mi Divina Voluntad en medio a las criaturas.  Libro de Cielo.  Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios’.


El Reino del FIAT Divino

www.fiatdivinavoluntad.com

Libro de Cielo Vol. 19-51 (2)

Febrero, 2024



EVANGELIO

Febrero 18, 2024


Marcos 1,12-15
Se dejaba tentar por Satanás, y los ángeles le servían

Mayo 13, 1917 Ntra. Señora de Fátima a los 3 pastorcitos


Rezad el Rosario todos los días

Para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra

Santo Rosario 

por el Reino









AUDIO Youtube:

Fiat Divina Voluntad


TEXTO Web: 

Virgen María, La Reina del Cielo

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"Sé atenta a recibir continuamente la palabra de mi Fiat, que es portador de creación, de vida y de conservación”.

                 Jesús

El Reino del FIAT Divino

www.fiatdivinavoluntad.com

Libro de Cielo Vol. 27-4 (3)

EVANGELIO

Marcos 1, 12-15



Lectura del santo Evangelio según San Marcos
Se dejaba tentar por Satanás, y los ángeles le servían


12.A continuación, el Espíritu le empuja al desierto,

13.y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían.

14.Después que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la Buena Nueva de Dios:

15.«El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva».


Palabra del Señor

"Gloria a Ti, Señor Jesús"

‘El Reino de mi Divina Voluntad en medio a las criaturas.  Libro de Cielo.  Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios’.


Sierva de Dios Luisa Piccarreta

"El Evangelio del reino de la Voluntad Divina"

Mc 1, 12-13

12.A continuación, el Espíritu le empuja al desierto,

13.y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían



Vol. 22-25 (5-7) Septiembre 8, 1927

⚜️ “Significado de los cuarenta días en el desierto”


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Párrafo 5-6

(5) Después de esto estaba siguiendo el Santo Querer en el acto cuando mi dulce Jesús se separó de la Soberana Reina para ir al desierto, y mientras compadecía al uno y al otro pensaba para mí: “¿Cómo pudo separarse mi Soberana Reina por cuarenta días de su querido Hijo? Ella que lo amaba tanto, ¿cómo pudo hacer para estar sin Él? Yo que no tengo su amor sufro tanto por algunos días que me priva de Él, ¿qué pudo ser de mi Mamá?” Mientras esto pensaba mi adorado Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho:

(6) “Hija mía, los dos sufrimos al separarnos, pero nuestro dolor fue sufrido en modo divino, no humano, y por eso no se separa ni de la felicidad, ni de la paz imperturbable. Feliz partí al desierto, feliz quedó la Alteza de mi Mamá Celestial, porque el dolor sufrido al modo divino no tiene virtud de ensombrecer mínimamente la divina felicidad, que contiene mares de alegría y de paz interminable, son como las gotitas de agua en el inmenso mar los dolores sufridos al modo divino, que la fuerza de las olas tienen virtud de cambiarlos en felicidad. El dolor sufrido en modo humano tiene virtud de despedazar la verdadera felicidad y de turbar la paz, el modo divino jamás. Mucho más que mi Mamá Reina poseía el Sol de mi Voluntad por gracia y Yo lo poseía por naturaleza, así que el Sol quedó en Ella y quedó en Mí, pero los rayos no se separaron porque la luz es inseparable, por eso en la misma luz Ella quedó en Mí y seguía mis actos, y Yo quedé en Ella como su centro de vida. Por tanto la separación mientras fue verdadera, pero fue aparente; en sustancia estábamos fundidos juntos e inseparables, porque la luz de la Divina Voluntad ponía en común nuestros actos como si fueran uno solo. Y después Yo fui al desierto para llamar de nuevo a mi misma Voluntad Divina, que por cuarenta siglos las criaturas habían desterrado de en medio de ellas, y Yo por cuarenta días quise estarme solo, para reparar los cuarenta siglos de voluntad humana en los cuales la mía no había poseído su reino en medio a la familia humana, y con mi misma Voluntad Divina la quise llamar de nuevo en medio a ellos para hacer que reinara. Al regresar del desierto la deposité en mi Mamá con todos los actos de Voluntad Divina que las criaturas habían rechazado y tenido como en el desierto, a fin de que fuera Ella la fiel depositaria, la reparadora y la imploradora del Reino de mi Voluntad. Sólo la Soberana Señora podía poseer este depósito tan grande, porque poseía en Sí la misma Voluntad Divina en la cual se podía contener la misma Voluntad desterrada por la criatura. ¿Cómo podíamos ocuparnos de nuestro dolor de separarnos por cuarenta días, cuando se trataba de reintegrar, de llamar de nuevo a nuestra Divina Voluntad a reinar en medio a las criaturas? En nuestro dolor éramos más que felices porque queríamos poner a salvo el Reino del Fiat Supremo, y la Celestial Reina estaba esperando con ansias mi regreso para recibir el depósito del nuevo sol, para corresponder con su amor todos sus actos que la ingratitud humana había rechazado. Ella hizo de verdadera Mamá a mi Divina Voluntad, haciendo al mismo tiempo de verdadera Madre a las criaturas, implorando para todos la vida, la felicidad, la alegría de poseer el Reino del Eterno Fiat. 


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Párrafo 7


(7) Hija mía, el número de cuarenta días de mi vida aquí abajo es simbólico y significativo. Cuarenta días desde que nací quise estar en la gruta de Belén, símbolo de mi Voluntad Divina que mientras estaba en medio de las criaturas, estaba como escondida y fuera de la ciudad de sus almas, y Yo para reparar los cuarenta siglos de voluntad humana, quise estar por cuarenta días fuera de la ciudad en una vil choza a llorar, gemir y orar, para llamar de nuevo mi Voluntad Divina a la ciudad de las almas para darle su dominio, y después de cuarenta días salí para presentarme al templo y revelarme al santo anciano Simeón; era la primera ciudad que llamaba al conocimiento de mi Reino, y fue tanta su alegría que cerró los ojos a la tierra para abrirlos a la eternidad. Cuarenta estuve en el desierto, y después, súbito hice mi vida pública para dar a las criaturas los remedios y los medios para alcanzar el reino de mi Querer. Cuarenta días quise estar sobre la tierra después de mi Resurrección para confirmar el reino del Fiat Divino y sus cuarenta siglos de reino que debía poseer. Así que todo lo que Yo hice en este mundo, el primer acto era el restablecimiento de Él, todas las otras cosas entraban en el orden secundario, pero el primer anillo de conjunción entre Yo y las criaturas era el reino de mi Voluntad. Por eso cuando se trata de Ella no ahorro nada, ni luz, ni sacrificios, ni manifestaciones, ni felicidad, son mares que pongo fuera de Mí para hacerla conocer, reinar y amar”.


Fiat Divina Voluntad




Mc 1, 13

y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían.



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FINALIDAD DE LA IDA DE JESÚS AL DESIERTO


Vol. 24-23 (3-4); junio 25, 1928

⚜️  "Yo quise ir solo al desierto para sentir en mi Humanidad toda la crudeza del aislamiento que había sufrido mi Divina Voluntad por tantos siglos por parte de las criaturas"


…..estaba siguiendo mi giro en el Fiat Divino, y siguiendo a Jesús cuando tomó el camino del desierto pensaba entre mí: “¿Y por qué Jesús tomó el camino del desierto? Aquí no había almas que convertir, sino soledad profunda, mientras que eran almas lo que Él buscaba”. Pero mientras esto pensaba, mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho: 

“Hija mía, la compañía rompe la pena y la disminuye, en cambio el aislamiento la concentra, la duplica y la recrudece, y Yo quise ir solo al desierto para sentir en mi Humanidad toda la crudeza del aislamiento que había sufrido mi Divina Voluntad por tantos siglos por parte de las criaturas. Mi Humanidad debía ascender en el orden divino y descender en el orden humano para poder encerrar las penas del uno y del otro, y tomando Yo toda la parte penosa que dividía al hombre y a Dios, hacerlos entrar de nuevo al abrazo, al beso de su Creador. 

Pero no fue sólo ésta la finalidad de mi ida al desierto, tú debes saber que nuestra Majestad adorable al formar la Creación, establecía que todo debía estar poblado de habitantes, la tierra debía ser fertilísima, rica de abundantes plantas, de modo que todos debían abundar de sus bienes. En cuanto pecó el hombre, se atrajo la indignación de la Justicia divina, y la tierra permaneció desértica, infecunda, y en muchos lugares despoblada, imagen de aquellas familias estériles donde no hay sonrisas, ni fiestas, ni armonía, porque sin prole no hay quien rompa la monotonía de dos cónyuges, y sobre su ánimo pesa la opresión del aislamiento que les lleva la tristeza, en cambio donde hay prole hay siempre qué hacer, qué decir y ocasión de festejar, tal fue la familia humana. 

Mira cómo el cielo está poblado de estrellas, la tierra debía ser el eco del cielo, llena de habitantes y debía producir tanto, de volverlos ricos y felices a todos. Entonces, en cuanto el hombre se sustrajo de mi Voluntad cambió su suerte, y Yo quise ir al desierto para volver a llamar las bendiciones de mi Padre Celestial, y volviendo a llamar a mi Voluntad a reinar, restablecer la tierra, poblarla en todas partes y fecundarla, de modo que la tierra producirá otras semillas más bellas para volverla centuplicada, más fecunda y de belleza deslumbrante. ¡Cuántas cosas grandes hará el reino de mi Fiat Divino, tanto, que todos los elementos están a la espera, el sol, el viento, el mar, la tierra y toda la Creación, para poner fuera de su seno todos los bienes y efectos que contienen, porque no reinando en medio de las criaturas aquella Divina Voluntad que domina en ellos, no ponen fuera todos los bienes que encierran en ellos, dándoles sólo lo que les conviene a título de limosna y de siervos, así que la tierra no ha producido todos los gérmenes, el sol, no encontrando todos los gérmenes, no produce todos los efectos y bienes que posee, y así de todo lo demás, por eso todos esperan el reino del Fiat, para hacer ver a éstos cuan ricos son y cuántas cosas admirables ha puesto en ellos su Creador por amor de aquellos que debían ser los hijos de su Querer”. 

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Mc 1, 13

... siendo tentado por Satanás.

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Vol. 8-31 (1-3); marzo 25, 1908

"las tentaciones se vencen fácilmente"


"Continuando mi habitual estado, en cuanto ha venido Jesús me ha dicho: “Hija, las tentaciones se vencen fácilmente, porque el demonio es la criatura más vil que pueda existir, y basta un acto en contra, un desprecio, una oración, para hacerlo huir, porque estos actos lo hacen aún más vil de lo que es, y él para no tener que soportar aquella confusión, en cuanto ve al alma resuelta que no quiere hacer caso a su vileza, huye aterrorizado.

Ahora, si el alma no se puede liberar fácilmente, significa que no es sólo tentación, sino pasión radicada en el alma, que la tiraniza unida a la tentación, por eso no puede liberarse, y donde hay pasión el demonio tiene más fuerza para hacer del alma un juguete”. 

Fiat Divina Voluntad




Mc 1, 15

«El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva».



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Vol. 15-34 (2) Julio 5, 1923 

“Jesús presentado por los judíos a Pilatos. Dónde está y cuál es el verdadero reino”


… Y cuando queriendo examinarme Pilatos me preguntó: ‘¿Tú eres rey? Y ¿dónde está tu reino?’ Yo quise dar otra sublime lección con decir: ‘Yo soy rey’. Y quería decir: ‘¿Pero sabes tú cuál es mi reino? Mi reino son mis dolores, mi sangre, mis virtudes; éste es el verdadero reino, que no fuera de Mí, sino dentro de Mí poseo, lo que se posee por afuera no es verdadero reino ni seguro dominio, porque lo que no está dentro del hombre le puede ser quitado, usurpado y será obligado a dejarlo; en cambio lo que está dentro nadie se lo podrá quitar, el dominio será eterno dentro de él. Las características de mi reino son mis llagas, las espinas, la cruz, donde no hago como los demás reyes, que hacen vivir a sus pueblos fuera de ellos, en la inseguridad y tal vez en ayunas; Yo no, Yo llamo a mis pueblos a habitar en las estancias de mis llagas, fortificados y defendidos por mis dolores, quitada su sed por mi sangre, alimentados por mi carne, y sólo esto es el verdadero reinar, todos los demás reinos son reinos de esclavitud, de peligros y de muerte; en mi reino está la verdadera vida. Cuántas enseñanzas sublimes, cuántos misterios profundos en mis palabras, cada alma debería decirse a sí misma en las penas y dolores, en las humillaciones y abandonos de todos, al practicar las verdaderas virtudes: ‘Este es mi reino, no sujeto a perecer, nadie me lo puede quitar ni tocar, es más, mi reino es eterno y divino, semejante al de mi dulce Jesús, mis dolores y penas me lo certifican y me vuelven el reino más fortificado y aguerrido, tanto, que ninguno podrá hacerme guerra en vista de mi gran fortaleza’. Este es reino de paz, que deberían ambicionar todos mis hijos".

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Mc 1, 15

«El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la Buena Nueva».


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Vol. 34-10 (2)

LA VIDA DE JESÚS simboliza la Llamada del reino...


(2) “Mi pequeña hija de mi Querer, mi Amor quiere desahogarse, siente la necesidad de hacer conocer a quien quiere vivir de mi Voluntad, lo que Yo hice y hago para que vuelva a reinar y dominar en medio a las criaturas; tú debes saber que toda mi Vida no fue otra cosa que el llamado continuo de mi Voluntad en medio a ellas, y el llamado de las criaturas en mi Fiat Supremo, tanto, que cuando me concebí simbolizaba el llamado, el regreso para hacerla concebir en las criaturas que con tanta crueldad la habían puesto fuera de sus almas, y las llamaba a ellas a concebirse en Ella. En cuanto nací, llamaba a renacer a mi Querer en todas las obras humanas; en todas mis lágrimas infantiles, gemidos, plegarias y suspiros, llamaba con mis lágrimas y suspiros a mi Voluntad en las lágrimas, penas y suspiros de las criaturas, para que nada hicieran en que no sintieran la fuerza, el imperio de mi Voluntad reinante en ellas, la cual apiadándose de mis lágrimas y de las de ellas, les habría dado la gracia del regreso de su reino. También mi exilio simbolizaba cómo las criaturas se habían exiliado de mi Querer, y Yo quise ser exiliado para llamar a mi Voluntad en medio a los pobres exiliados, a fin de que los llamara y convirtiera el exilio en patria, donde no más serían tiranizados por los enemigos, por gente extranjera, por viles pasiones, sino que estarían con la plenitud de los bienes de mi Voluntad. Y mi regreso a Nazaret simboliza muy bien mi Divina Voluntad, Yo vivía en Ella escondido, su reinar estaba en pleno vigor en la sagrada familia, Yo era el Verbo, la Voluntad Divina en persona velada por mi Humanidad, aquella misma Voluntad que reinaba en Mí se difundía a todos, los abrazaba, era movimiento y vida de cada uno, Yo sentía en Mí el movimiento y la vida de cada uno, de la cual mi Fiat era el actor; qué pena, qué dolor el no ser reconocido, ni recibir un gracias, un te amo, un acto de reconocimiento, ni del mundo entero, ni del mismo Nazaret, porque no sólo mi Voluntad, sino también mi Santa Humanidad vivía en medio a ellos, la cual no cesaba de dar luz a quien pudiera verme y acercarse a Mí para hacerme conocer, pero que en mi dolor quedaba siempre el Dios escondido. Tal es la suerte de mi Querer Divino, el hombre fue creado con la fuerza creadora del Fiat, nació, fue unido, empapado en Él, le suministra el movimiento continuo, el calor, la vida, terminará su vida en el Fiat, sin embargo ¿quién lo conoce? ¿Quién es agradecido por este acto divino continuo, sin jamás cansarse, que con tanto amor envuelve la vida de la criatura para darle vida? Casi ninguno hija mía; hacer el bien, ser causa primaria de conservación y dar vida perenne a la criatura, mantener el orden de todas las cosas creadas en torno a ella y sólo para ella, y no ser reconocido, es el dolor de los dolores, y la paciencia de mi Voluntad llega a lo increíble, ¿pero sabes tú el por qué de esta paciencia tan invencible y constante? Porque sabe que vendrá su reino, será reconocida su Vida palpitante en medio a las criaturas, y en vista de la gran gloria que recibirá al ser conocida que es vida de cada vida, y mientras es vida recibirá cada vida para reinar en ella, no estará más escondida sino develada y reconocida; en vista de esto soporta tanto desconocimiento, y sólo una paciencia divina podría soportar la prolijidad de tantos siglos de tanta ingratitud humana. De Nazaret pasé al desierto donde había máxima soledad, la mayor parte habitado por animales feroces que ensordecían el desierto con sus rugidos que me rodeaban, símbolo de mi Divina Voluntad, que cuando no es conocida se forma el desierto en torno a la criatura y una soledad que da horror y espanto, se aridece el bien y el alma se siente circundada más que por animales feroces, esto es, por sus pasiones brutales que mandan rugidos de rabia, de bestial furor, de crueldad, de toda suerte de males. Mi Santa Humanidad iba paso a paso buscando y encontrando todos los dolores que había sufrido mi Divina Voluntad para repararla y llamarla de nuevo a reinar de nuevo en medio a las criaturas, puedo decir que cada latido, respiro, palabra, paso y pena míos, era el llamado continuo a mi Voluntad a hacerse conocer por las criaturas para hacerla reinar, y las llamaba a ellas en Ella para hacerles conocer el gran bien, la santidad, la felicidad del vivir en el Fiat. Del desierto pasé a la vida pública, en la que pocos fueron los que me creyeron que Yo era el Mesías, especialmente de los doctos casi ninguno, y Yo quise usar mi Potencia sembrando milagros para formarme el pueblo, a fin de que si no creían en mis palabras creyeran a la potencia de mis milagros, eran mis industrias divinas y amorosas que a cualquier precio quería hacerme conocer que era su Salvador, porque si no me conocían no podían recibir el bien de la Redención, por eso era necesario hacerme conocer para hacer que mi venida sobre la tierra no fuera inútil para ellos. ¡Oh! cómo mi vida pública simboliza el triunfo del reino de mi Fiat en medio a las criaturas, que con verdades sorprendentes lo haré conocer, y para conseguirlo haré milagros y prodigios, con la Potencia de mi Querer llamaré a vida a los muertos a la gracia, repetiré el milagro de la resurrección de Lázaro, que a pesar que están podridos en el mal, que se han vuelto cadáveres pestilentes como Lázaro, mi Fiat los llamará a vida, hará cesar la peste del pecado, los hará resurgir en el bien, en suma, usaré todas mis industrias divinas para hacer dominar mi Querer en medio a las gentes. Ve entonces, en cada palabra mía que decía y en cada milagro que hacía, llamaba a mi Voluntad a reinar en medio a ellas, y llamaba a las gentes a vivir en Ella. De la vida pública pasé a la pasión, símbolo de la Pasión de mi Voluntad que por tantos siglos había sufrido tantas voluntades rebeldes de las criaturas, que con no querer someterse a Ella habían cerrado el Cielo, roto las comunicaciones con su Creador, y se habían convertido en infelices esclavos del enemigo infernal. Mi Humanidad lacerada, perseguida hasta la muerte, crucificada, representaba la humanidad infeliz sin mi Querer ante la Divina Justicia, y en cada pena llamaba a mi Fiat a darse el beso de paz con las criaturas para hacerlas felices, y las llamaba a ellas en Él para hacer cesar la Pasión dolorosa a mi Voluntad. Finalmente la muerte, que maduró mi Resurrección, la que llamaba a todas a resurgir en mi Fiat Divino, y ¡oh! cómo simboliza a lo vivo mi Resurrección el reino de mi Voluntad, mi Humanidad llagada, deformada, irreconocible, resurgía sana, de una belleza encantadora, gloriosa y triunfante. Ella preparaba el triunfo, la gloria a mi Voluntad, llamando a todos en Ella e impetrando que todos resurgieran en mi Querer, de muertos vivos, de feos bellos, de infelices felices. Mi Humanidad resucitada asegura el reino a mi Voluntad sobre la tierra, fue mi único acto lleno de triunfo y de victoria, y esto me convenía porque no quería partir para el Cielo si primero no daba todas las ayudas a las criaturas para hacerlas entrar en el reino de mi Querer, y toda la gloria, el honor, el triunfo a mi Fiat Supremo para hacerlo dominar y reinar. Por eso únete Conmigo y haz que no haya acto que hagas, y pena que sufras, que no llames a mi Voluntad a tomar su puesto real y dominante, y como vencedora conquiste a todos para hacerse conocer, amar y querer por todos”. 

Mc 1, 13

Y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás.


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⚜️ Fundidos en Jesús y en su Divina Voluntad, Reparemos en María a Jesús,  por las repetidas caídas en el pecado, por los pecados graves


Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo Una parte de la Hora 18 de Su PasiónJesús cae por segunda vez

“…Y tú, mientras tanto, gimes caído bajo la cruz. Los soldados temen que vayas a morir bajo el peso de tantos tormentos y por la pérdida de tanta sangre; es por eso que a fuerza de latigazos y puntapiés tratan de ponerte de pie a duras penas. De este modo reparas las repetidas caídas en el pecado, los pecados graves cometidos por toda clase de personas y ruegas por los pecadores obstinados, llorando con lágrimas de sangre por su conversión”.