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Jn 1,32

Y Juan dio testimonio diciendo: «He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre él.

 

Vol. 16-56 (4) Marzo 22, 1924 

Sólo esta doctrina podrá detener a las generaciones humanas que corren en vertiginosa carrera en el mal.

 

(4) Y Jesús: “¡Ah! hija mía, ¿te habría gustado que mi Redención la hubiera obrado en el secreto de mi Padre Celestial y de mi querida Mamá que debía concebirme? Y además, ¿que ningún otro hubiera sabido que Yo había descendido a la tierra? Un bien, por cuan grande sea, si no es conocido no produce vida, no se multiplica, no es amado ni imitado. Así que mi Redención habría quedado sin efecto por parte de las criaturas; hija mía, déjalos decir y hazme hacer, no te preocupes y haz todo lo que Yo hice estando en la tierra, tanto interior como exterior, y que no se conoce aún ni ha recibido su pleno y deseado fruto, especialmente mi Vida oculta; las criaturas casi nada conocieron de todo el bien que hice, sin embargo sirvió admirable y prodigiosamente ante mi Padre Divino, para preparar y hacer madurar el fruto de la Redención, pero aparentemente Yo vivía junto a las criaturas ignorado, pobre, abyecto y despreciado, pero esto decía nada, ante mi Padre Yo era lo que era, y mi obrar interno abría entre el Cielo y la tierra mares de luz, de gracias, de paz y de perdón. Mi interés era el de abrir el Cielo para bien de la tierra, cerrado desde hacía tantos siglos, y que mi Padre mirara con amor a las criaturas; el resto, hecho esto, vendría por sí mismo. Así que esto no fue solamente un gran bien, sino fue el todo, fue la levadura, el preparativo, el fundamento de la Redención. Así es de ti, es necesario que ponga la levadura de mi Querer, que forme los preparativos, que ponga los fundamentos, que entre tú y Yo haya sumo acuerdo, entre mis actos internos y los tuyos, para abrir el Cielo a nuevas gracias, a nuevas corrientes y disponer a la Majestad Suprema a conceder la gracia más grande: ‘Que su Voluntad sea conocida en la tierra y que viva en medio de las criaturas con su pleno dominio, como vive en el Cielo.’ …”

Fiat Divina Voluntad