RECHAZAR LA VOLUNTAD DIVINA



Vol. 20-7 (2) Octubre 6, 1926

“rechazar mi Querer es rechazar los medios para vivir”

(2) “...Pero tú debes saber que mi Voluntad es Vida, y cada vez que las criaturas no la hacen, la rechazan, es una Vida Divina que rechazan y que destruyen en ellas, ¿y te parece poco el dolor, el martirio continuado de mi Querer al sentirse arrancar como por un golpe de un fierro asesino tantos actos de Vida que con tanta bondad quiere hacer surgir en las criaturas? Y en correspondencia de esta Vida Divina truncada en ellas, hacen surgir la vida de las pasiones, del pecado, de las tinieblas, de las debilidades. El no hacer mi Voluntad es Vida Divina que pierden las criaturas, y por eso Ella reinante en ti, te hace sentir, con privarte de Mí, el dolor de tantas Vidas Divinas que le truncan las criaturas, para repararse y rehacerse en ti todos estos actos de Vida que le hacen perder. ¿No sabes tú que para formar el Reino del Fiat Divino debe encontrar en ti tantos actos suyos por cuantos ha perdido? Y por eso la alternativa de mi presencia y de mi ausencia, para darte ocasión de hacerte formar tantos actos de sumisión a mi Voluntad, para hacer reentrar en ti estos actos de Vida Divina que los demás han rechazado. Y además, ¿no te acuerdas que Yo te pedí cuando te manifesté tu misión sobre el Fiat Eterno, el sacrificio de sufrir tantas muertes por cuantas criaturas salían a la luz del día, por cuantos habían rechazado la Vida de mi Voluntad? ¡Ah! hija mía, el no hacer mi Voluntad es Vida Divina que rechazan las criaturas, no es como no practicar las virtudes, donde rechazan las gemas, las piedras preciosas, los ornamentos, los vestidos, que no queriéndolos se pueden hacer a un lado; en cambio, rechazar mi Querer es rechazar los medios para vivir, destruir la fuente de la vida, es el más grande mal que puede existir, y por eso quien hace tanto mal no merece vivir, más bien merece morir a todos los bienes. ¿No quieres tú entonces rehacer a mi Voluntad de todas estas Vidas que le han truncado las criaturas? Y para hacer esto no es suficiente sufrir una pena, sino una falta de Vida Divina, cual es mi privación. Mi Voluntad para formar su Reino en ti, quiere encontrar en ti todas las satisfacciones que las criaturas no le han dado, todas sus Vidas que debía hacer surgir en ellas, de otra manera sería un reino sin fundamento, sin darle los derechos de justicia y sin las debidas reparaciones. Pero debes saber que tu Jesús no te dejará por mucho tiempo, porque lo sé también Yo, que no puedes vivir bajo la presión de un martirio tan duro”.”

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Mt 21, 38 

"Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia." 

 

AUDIO


Vol. 36-12 (2-3) 5 de Junio de 1938

“tenemos en nuestra casa a tantos enemigos nuestros que viven a expensas de Nosotros, como tantos ladrones de nuestros bienes”


(2) “Mi pequeña hija de mi Querer, mi Voluntad inviste y envuelve todo y a todos en su regazo de luz, posee todo, no hay quien le pueda huir; todos viven en Ella, sólo que no la reconocen, no reconocen quién es quien les da la vida, el movimiento, el paso, el calor, y les da hasta el respiro; podemos decir que la criatura vive en nuestro Querer como si viviese en nuestra casa, la proveemos de lo que le es necesario, la alimentamos con ternura más que paterna, y no nos reconoce, y muchas veces se atribuye a sí misma lo que hace, mientras que lo hacemos Nosotros, y llega hasta ofender a Aquél que le da la vida y se la conserva. Podemos decir que tenemos en nuestra casa a tantos enemigos nuestros que viven a expensas de Nosotros, como tantos ladrones de nuestros bienes. Pero nuestro amor es tanto, que nos obliga a darles la vida y alimentarlos como si fuesen amigos. ¡Cómo es doloroso que nuestra Voluntad sirva de habitación a quien no nos reconoce y nos ofende! Están en Ella por razón de creación, de nuestra inmensidad, porque si no quisieran estar en nuestro Querer no habría lugar para ellos, porque no hay punto ni en el Cielo ni en la tierra en el cual Ella no se encuentre.

(3) Ahora, la criatura para decir que vive en nuestro Querer, lo debe querer, lo debe reconocer; con quererlo siente que todo es Voluntad de Dios para ella, y con reconocerlo siente nuestro acto obrante sobre de ella; y esto es el vivir en mi Querer Divino: ‘Sentir nuestra potencia obrante dentro y fuera de sí’. Y conforme siente que Él obra, ella obra junto; si siente que amamos, ama junto; si queremos hacernos conocer más, ella es toda atención para escucharnos, y recibe con amor la nueva vida de nuestro conocimiento; en suma, siente nuestra Vida obrante, y quiere hacer, y hace, lo que hacemos Nosotros, nos sigue en todo. 

Esto es el vivir en nuestro Querer: Sentir nuestra Vida que le da vida a ella, sentir nuestro acto obrante que se mueve, respira y obra en su ser. Estos son nuestros habitantes celestiales, nuestra gloria en nuestra habitación; estamos como hijos y Padre, lo que es nuestro es de ellos, pero lo reconocen, no son ciegos y ladrones que no tienen ojos para mirar nuestra luz, ni oídos para escuchar nuestras premuras paternas, ni sienten nuestro acto obrante sobre de ellos; mientras que quien vive en nuestro Querer siente la virtud de nuestro acto obrante, y éste es el más grande don que podemos hacer a la criatura. Por eso sé atenta, reconoce que tu vida viene de Nosotros, que te damos todo, el respiro, el movimiento, para hacer vida junto contigo”.

(4) Después de esto continuaba pensando en las grandes maravillas del Querer Divino. ¡Cuántas sorpresas, cuántos prodigios inauditos que sólo el Fiat Divino puede hacer! Y mi siempre amable Jesús, regresando ha agregado:

(5) “Hija mía bendita, Yo creé la Creación y a todas las criaturas para formar en ellas mis delicias, y para poner fuera de nuestro Ente Supremo los excesos de nuestro amor y la potencia prodigiosa de nuestras obras. Ahora, si tanto nos deleitamos en el crear tantas variadas y múltiples obras en el orden de la Creación, que debía servir al hombre, mucho más nos debíamos deleitar al obrar prodigios inauditos, obras jamás pensadas, bellezas que raptan en quien debía servir a Nosotros. Era el hombre el primer acto de la Creación, por lo tanto nos debíamos deleitar tanto en él, para tenernos siempre ocupados, en todas las obras bellas que podíamos hacer en él, y él debía estar siempre con Nosotros para amarnos y para hacerse amar y recibir los grandes prodigios de nuestras obras. Fue el sustraerse de nuestro Querer lo que detuvo nuestras delicias y el curso de nuestras obras que con tanto amor queríamos hacer en el hombre; pero lo que fue establecido por Nosotros debe tener su cumplimiento, he aquí el porqué volvemos al asalto de llamar a las criaturas a vivir en nuestro Querer, para hacer que lo que fue decretado y establecido de obrar, sea puntualmente cumplido. Ahora, tú debes saber que conforme el alma cumple sus actos en nuestro Querer, nuestro amor es tanto, que concentramos en ella nuestro Ser Supremo con todas nuestras obras; y ¡oh! qué delicias y alegrías sentimos al ver en ella a nuestra majestad dominante, circundada de todas nuestras obras; los ángeles, los santos, se vuelcan y se concentran en ella para honrar a su Creador, porque a donde está Dios todos corren y quieren su puesto de honor en torno a Nosotros. Pero mientras todo queda concentrado en ella, otra maravilla más grande sucede, ella queda concentrada en todos y en cada cosa creada. Nuestra Voluntad la ama tanto, que dondequiera que se encuentra la multiplica y le da el lugar dondequiera para tenerla unida con Ella en todas sus obras. Estar sin esta criatura que vive en nuestro Querer Divino no lo podemos, deberíamos dividir nuestra Voluntad en dos partes para no tenerla en todos y en nuestras obras, pero esto no lo podemos, porque Ella no está sujeta a dividirse, es siempre una y un acto solo, y además, nuestro amor nos haría guerra si pusiéramos a un lado a quien vive en nuestro Querer, más bien es esta la razón por la cual la queremos viviendo en nuestra Voluntad, porque la queremos junto con Nosotros, le queremos hacer conocer nuestras obras, queremos hacerle sentir los latidos y las notas de nuestro amor, a fin de que nuestro amor nos ame en ella. De lejos las obras no se conocen, y nuestro amor no se siente, por eso tenemos necesidad de estar juntos para amarnos, conocernos y obrar, de otra manera la criatura hace su camino y Nosotros hacemos el nuestro, y quedamos privados de nuestras delicias y de poder obrar lo que queremos, y esto con sumo dolor nuestro. Por eso sé atenta, vive siempre en nuestro Querer si quieres que Nosotros vivamos en ti y tú en Nosotros”.”