Enero, 2024

Celebramos La Epifanía

Enero 3, 2024

Juan 1, 29-34

Este es el Cordero de Dios

"El Evangelio del reino de la Voluntad Divina"

De los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta


"que se haga conocer que mi Divina Voluntad ya quiere venir a reinar como en el Cielo así en la tierra en medio a las criaturas"

Vol. 25-21 (3)


En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

EL SANTO DEL DÍA

El Santo Nombre de Jesús

 Memoria

Giro de Oración 

con Reparación 

al Espíritu Santo:

AUDIO 


Llamemos al Espíritu Santo, 

antes de hablar, antes de...

Me Fundo... 

y Llamo al Divino Espíritu en mí...

Unidos a Jesús, 

oremos a la

Santísima Trinidad

Mayo 13, 1917 Ntra. Señora de Fátima a los 3 pastorcitos


Rezad el Rosario todos los días

Para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra

Santo Rosario

por el Reino



AUDIO Youtube:

Fiat Divina Voluntad

TEXTO Web: 

Virgen María, La Reina del Cielo

EVANGELIO

Juan 1, 29-34

 


Lectura del santo Evangelio según San  Juan

Este es el Cordero de Dios 


29.Al día siguiente ve a Jesús venir hacia él y dice: «He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

30.Este es por quien yo dije: Detrás de mí viene un hombre, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo. 

31.Y yo no le conocía, pero he venido a bautizar en agua para que él sea manifestado a Israel.» 

32.Y Juan dio testimonio diciendo: «He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre él. 

33.Y yo no le conocía pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: "Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo." 

34.Y yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios.»"


Palabra del Señor

"Gloria a Ti, Señor Jesús"

"El Evangelio del reino de la Voluntad Divina"

De los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta


Juan 1, 29-34

Este es el Cordero de Dios


EL SANTO DEL DÍA

El Santo Nombre de Jesús

 Memoria

Jn 1, 29 

“Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”


 

AUDIO


Giremos


Vol. 13-22  (1-5) octubre 9, 1921

-Aquel cordero desvenado, asado, cortado en pedazos, hablaba de Mí, era el símbolo de mi Vida y de cómo debía reducirme por amor de todos


-Jesús tomaba la última cena con sus discípulos.  En el alma la voluntad conserva y custodia lo que piensa, dice y obra.


Estaba pensando en el momento en el que mi dulce Jesús tomaba la última cena con sus discípulos, y mi amable Jesús en mi interior me ha dicho:

“Hija mía, mientras cenaba con mis discípulos, no era sólo a ellos a quienes tenía a mi alrededor, sino a toda la familia humana, una por una las tenía junto a Mí, las conocí todas, las llamé por su nombre; también te llamé a ti y te di el puesto de honor entre Juan y Yo y te constituí pequeña secretaria de mi Querer, y mientras dividía el cordero ofreciéndolo a mis apóstoles, lo daba a todos y a cada uno.

Aquel cordero desvenado, asado, cortado en pedazos, hablaba de Mí, era el símbolo de mi Vida y de cómo debía reducirme por amor de todos, y Yo quise darlo a todos como alimento exquisito que representaba mi Pasión, porque todo lo que hice, dije y sufrí, mi amor lo convertía en alimento del hombre, ¿pero sabes tú por qué llamé a todos y les di el cordero a todos? Porque también Yo quería el alimento de ellos, cada cosa que hicieran quería que fuese alimento para Mí, quería el alimento de su amor, de sus obras, de sus palabras, de todo”.

Y yo: “Amor mío, ¿cómo puede ser que se convierta en alimento para Ti nuestro obrar?”

Y Jesús: “No es sólo de pan que se puede vivir, sino de todo aquello a lo que mi Voluntad da la virtud de poder hacer vivir, y si el pan alimenta al hombre es porque Yo lo quiero.

Ahora, lo que la criatura dispone con su voluntad formarme con su obrar, esa forma toma su obrar, si de su obrar quiere formarme el alimento, me forma el alimento; si de su obrar quiere formarme amor, me da el amor; si reparación, me forma la reparación; y si en su voluntad me quiere ofender, con su obrar me forma el cuchillo para herirme, y tal vez aun para matarme”.

Después ha agregado: “La voluntad en el hombre es lo que más lo asemeja a su Creador, en la voluntad humana he puesto parte de mi inmensidad y de mi Potencia, y dándole el puesto de honor la he constituido reina de todo el hombre y depositaria de todo su obrar.

Así como las criaturas tienen cajas para conservar sus cosas para tenerlas custodiadas, así el alma tiene su voluntad para conservar y custodiar todo lo que piensa, lo que dice y lo que obra, ni siquiera un pensamiento perderá.

Lo que no puede hacer con el ojo, con la boca, con las obras, lo puede hacer con la voluntad; en un instante puede querer mil bienes o mil males, la voluntad hace volar el pensamiento al Cielo, en las partes más lejanas y hasta en los abismos; a la criatura se le puede impedir que obre, que vea, que hable, pero todo esto lo puede hacer en la voluntad, y todo lo que hace y quiere forma un acto y lo deja en depósito en su mismo querer; y como la voluntad se puede extender, ¿cuántos bienes y cuántos males no puede contener? Por eso, entre todo quiero el querer del hombre, porque si tengo esto, la fortaleza está vencida”.

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Jn 1, 29 

“Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”


AUDIO


Giremos


Vol, 25-34 (2); Marzo 31, 1929

⚜️ "Yo para sanarlo lo debía tomar sobre de Mí, y para no infundirle espanto debía mostrarme como uno de ellos para hermanarlos y darles las medicinas y remedios que se necesitaban"

"... Después subí al Cielo para dar tiempo al hombre de tomar los remedios y las medicinas, a fin de que curase y se dispusiera a conocer mi Divina Voluntad..." 


“Si Adán no hubiese pecado, el Verbo Eterno, que es la misma Voluntad del Padre Celestial, debía venir a la tierra glorioso, triunfante y dominador, acompañado visiblemente por su ejército angélico, que todos debían ver, y con el esplendor de su gloria debía fascinar a todos y atraer a todos a Sí con su belleza; coronado como rey y con el cetro de mando para ser rey y cabeza de la familia humana, de modo de darle el gran honor de poder decir: ‘Tenemos un rey hombre y Dios.’ Mucho más que tu Jesús no descendía del Cielo para encontrar al hombre enfermo, porque si no se hubiera sustraído de mi Voluntad Divina no debían existir enfermedades, ni de alma ni de cuerpo, porque fue la voluntad humana la que casi ahogó de penas a la pobre criatura; el Fiat Divino era intangible de toda pena y tal debía ser el hombre. 

Por lo tanto, Yo debía venir a encontrar al hombre feliz, santo y con la plenitud de los bienes con los cuales lo había creado. 

En cambio, porque quiso hacer su voluntad cambió nuestra suerte, y como estaba decretado que Yo debía descender sobre la tierra, y cuando la Divinidad decreta, no hay quien la aparte, sólo cambié modo y aspecto, así que descendí, pero bajo vestidos humildísimos, pobre, sin ningún aparato de gloria, sufriente, llorando y cargado con todas las miserias y penas del hombre. La voluntad humana me hacía venir a encontrar al hombre infeliz, ciego, sordo y mudo, lleno de todas las miserias, y Yo para sanarlo lo debía tomar sobre de Mí, y para no infundirle espanto debía mostrarme como uno de ellos para hermanarlos y darles las medicinas y remedios que se necesitaban. 

Así que el querer humano tiene la potencia de volverse feliz o infeliz, santo o pecador, sano o enfermo.

Entonces mira, si el alma se decide a hacer siempre, siempre mi Divina Voluntad y vivir en Ella, cambiará su suerte y mi Divina Voluntad se lanzará sobre la criatura, la hará su presa y dándole el beso de la Creación cambiará aspecto y modo, y estrechándola a su seno le dirá: ‘Pongamos todo a un lado, para ti y para Mí han regresado los primeros tiempos de la Creación, todo será felicidad entre tú y Yo, vivirás en nuestra casa, como hija nuestra, en la abundancia de los bienes de tu Creador.’ 

Escucha mi pequeña recién nacida de mi Divina Voluntad, si el hombre no hubiese pecado, no se hubiese sustraído de mi Divina Voluntad, Yo habría venido a la tierra, pero ¿sabes como? Lleno de Majestad, como cuando resucité de la muerte, que si bien tenía mi Humanidad similar al hombre, unida al Verbo Eterno, pero con qué diversidad mi Humanidad resucitada era glorificada, vestida de luz, no sujeta ni a sufrir, ni a morir, era el divino triunfador. 

En cambio mi Humanidad antes de morir estaba sujeta, si bien voluntariamente, a todas las penas, es más, fui el hombre de los dolores. Y como el hombre tenía aún los ojos ofuscados por el querer humano, y por eso aún enfermo, pocos fueron los que me vieron resucitado, lo que sirvió para confirmar mi Resurrección. 

Después subí al Cielo para dar tiempo al hombre de tomar los remedios y las medicinas, a fin de que curase y se dispusiera a conocer mi Divina Voluntad, para vivir no de la suya, sino de la mía, y así podré hacerme ver lleno de majestad y de gloria en medio a los hijos de mi reino. Por eso mi Resurrección es la confirmación del Fiat Voluntas Tua come in Cielo così in terra. Después de un tan largo dolor sufrido por mi Divina Voluntad por tantos siglos, por no tener su reino sobre la tierra, su absoluto dominio, era justo que mi Humanidad pusiera a salvo sus derechos y realizase mi y su finalidad primaria, la de formar su reino en medio a las criaturas."

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Jn 1, 29 

“Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”


AUDIO


Libro La Reina del Cielo

Día 28

Un Deicidio (Acción de dar muerte a Dios, refiriéndose a Jesucristo)

en cada pena de Jesús y en cada dolor mío la llamaban a resurgir en la Voluntad Divina


“…Ahora hija mía escúchame, mi materno corazón está ahogado de penas, el solo pensar que debe morir mi Hijo, mi Dios, mi vida, es más que muerte para tu Mamá, sin embargo sé que debo vivir. ¡Qué tormento! Que desgarro…. es el verdadero retrato de los males que el querer humano hace a las pobres criaturas, y mi querido Hijo quiso sufrir tantas penas para levantar nuevamente esta voluntad caída en lo bajo de todas las miserias, y en cada pena de Jesús y en cada dolor mío la llamaban a resurgir en la Voluntad Divina. Fue tanto nuestro amor, que para poner al seguro esta voluntad humana la llenamos de nuestras penas, hasta ahogarla, y la encerramos dentro de los mares inmensos de mis dolores y de los de mi amado Hijo...”


 Fiat Divina Voluntad



Jn 1,30

Detrás de mí viene un hombre, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo.

 

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Vol. 33-54 (2) Noviembre 24, 1935  

Sin la Divina Voluntad todo está velado.


El verdadero amor llama siempre a aquél que ama, y lo encierra dentro. Sin la Divina Voluntad todo está velado. Ejemplo. 

(1) Mi pobre mente se encuentra bajo las olas impetuosas del Querer Divino, impetuosas pero pacíficas, portadoras de felicidad, tanto que la pobre criatura se siente impedida e incapaz de poderlas recibir todas, y mientras seguía los actos del Fiat, he llegado al punto de la creación del hombre, y pensaba entre mí: “Con cuánto amor podía amar Adán inocente al Señor antes de pecar”. Y mi amado Jesús sorprendiéndome me ha dicho: 

(2) “Hija mía, me amó tanto por cuanto a criatura es posible. Él era un complejo de amor, ni siquiera una fibra estaba vacía del amor hacia su Creador, sentía a lo vivo, palpitante en su corazón la Vida de su Creador, el verdadero amor llama a cada instante a Aquél que ama, y que dándole con su amor su vida, retoma por vida propia a Aquél que ama. Ahora, amando mi Voluntad Divina encuentra en la criatura a Sí misma, la facilidad de su régimen, nada se opone a su dominio, su puesto noble es de Rey dominante, forma su suspirado reino en ella. Cuando la criatura me ama cuanto más puede, ningún vacío de Dios se puede encontrar en ella, antes bien, con su amor me encierra en el centro de su alma, de modo que no puedo salir, ni puedo librarme de ella, y si pudiera salir, lo que Yo no hago jamás, se vendría junto a Mí, sin podernos ni Yo, ni ella separarnos, porque el amor soy Yo mismo. Por eso quien me ama en verdad puede decir: ‘He vencido a Aquél que me ha creado, lo tengo dentro de mí, lo poseo, es todo mío, ninguno me lo puede quitar’. 

Ahora hija mía, el amor en Adán antes de pecar era perfecto, total, mi Voluntad tenía su Vida en él, de modo que la sentía más que su misma vida; en cuanto pecó, la Vida de mi Fiat se retiró y le dejamos la luz, porque sin Él no podía vivir, habría regresado a la nada. Al crearlo hicimos como un padre que pone en común sus bienes y su misma vida con su propio hijo. Ahora, éste desobedece, se rebela al propio padre, el padre con dolor es obligado a ponerlo fuera de sus habitaciones, no haciéndole más poseer ni sus bienes en común, ni su vida, pero es tanto su amor, que aunque lejano no le hace faltar las cosas necesarias, los medios de estricta necesidad, porque sabe que si el padre se retira, la vida del hijo se termina. Así hizo mi Divina Voluntad, retiró su Vida, pero dejó su luz como ayuda, sostén, y como medio necesario para que su hijo no pereciera del todo. Ahora con retirar su Vida, todas las cosas y obras de Dios quedaron veladas para el hombre. Él mismo, velada la inteligencia, la memoria, la voluntad, quedó como aquellos pobres infelices moribundos, que cubriéndose la pupila con un velo delgado, no ven más clara la vida de la luz. Mi misma Divinidad al descender del Cielo a la tierra se veló de mi Humanidad. ¡Oh! si las criaturas poseyeran como vida mi Voluntad, súbito me hubieran conocido, porque Ella misma habría develado quién soy Yo, mi Querer en ella, y aquél mismo Divino Querer en Mí, se habrían rápidamente conocido, amado, se habrían puesto a mi alrededor, no se habrían podido separar de Mí, reconociéndome bajo la semejanza de su parte humana como Verbo Eterno, Aquél que los amaba tanto, que se había vestido como uno de ellos. Así que Yo no hubiera tenido necesidad de manifestarme, mi Voluntad residiendo en ellos me habría develado, ni Yo habría podido ocultarme, en cambio debí decirles quién era Yo, ¿y cuántos no me creyeron? Por eso hasta en tanto que no reine mi Voluntad en las criaturas, todo está velado, los mismos sacramentos, que más que nueva creación, con tanto amor dejé en mi Iglesia, están velados para ellas, cuántas sorpresas, cuántos bellos secretos y cosas maravillosas impide comprender, ver, gustar, una pupila velada, mucho más que este velo es el humano querer el que lo forma e impide ver las cosas cual son en sí mismas. Entonces, mi Voluntad reinante en las criaturas como vida quitará este velo y todas las cosas serán develadas, y entonces verán las caricias que les hacemos por medio de las cosas creadas, los besos, los abrazos amorosos, en cada cosa creada sentirán nuestro latido ardiente que los ama, verán en los sacramentos correr nuestra Vida para darse continuamente a ellos, y sentirán la necesidad de darse a Nosotros. Este será el gran prodigio que hará mi Divina Voluntad, romper todos los velos, abundar de gracias inauditas, tomar posesión de las almas como vida propia, de modo que ninguno le podrá resistir, y así tendrá su reino sobre la tierra”. 

(3) Jesús, apresura y cumple lo que Tú dices y quieres, y tu Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra. 

 Fiat Divina Voluntad

 


Jn 1, 31

yo no le conocía, pero he venido a bautizar en agua para que él sea manifestado a Israel

 


AUDIO


Vol. 34-10 (2) Mayo 31, 1936  

La Vida de Jesús simboliza la llamada del reino de la Divina Voluntad sobre la tierra. 

 

(2) …“Mi pequeña hija de mi Querer, mi Amor quiere desahogarse, siente la necesidad de hacer conocer a quien quiere vivir de mi Voluntad, lo que Yo hice y hago para que vuelva a reinar y dominar en medio a las criaturas; tú debes saber que toda mi Vida no fue otra cosa que el llamado continuo de mi Voluntad en medio a ellas, y el llamado de las criaturas en mi Fiat Supremo, tanto, que 

cuando me concebí simbolizaba el llamado, el regreso para hacerla concebir en las criaturas que con tanta crueldad la habían puesto fuera de sus almas, y las llamaba a ellas a concebirse en Ella. 

En cuanto nací, llamaba a renacer a mi Querer en todas las obras humanas; en todas mis lágrimas infantiles, gemidos, plegarias y suspiros, llamaba con mis lágrimas y suspiros a mi Voluntad en las lágrimas, penas y suspiros de las criaturas, para que nada hicieran en que no sintieran la fuerza, el imperio de mi Voluntad reinante en ellas, la cual apiadándose de mis lágrimas y de las de ellas, les habría dado la gracia del regreso de su reino. 

También mi exilio simbolizaba cómo las criaturas se habían exiliado de mi Querer, y Yo quise ser exiliado para llamar a mi Voluntad en medio a los pobres exiliados, a fin de que los llamara y convirtiera el exilio en patria, donde no más serían tiranizados por los enemigos, por gente extranjera, por viles pasiones, sino que estarían con la plenitud de los bienes de mi Voluntad. 

Y mi regreso a Nazaret simboliza muy bien mi Divina Voluntad, Yo vivía en Ella escondido, su reinar estaba en pleno vigor en la sagrada familia, Yo era el Verbo, la Voluntad Divina en persona velada por mi Humanidad, aquella misma Voluntad que reinaba en Mí se difundía a todos, los abrazaba, era movimiento y vida de cada uno, Yo sentía en Mí el movimiento y la vida de cada uno, de la cual mi Fiat era el actor; …, 

sin embargo ¿quién lo conoce? ¿Quién es agradecido por este acto divino continuo, sin jamás cansarse, que con tanto amor envuelve la vida de la criatura para darle vida? Casi ninguno hija mía; hacer el bien, ser causa primaria de conservación y dar vida perenne a la criatura, mantener el orden de todas las cosas creadas en torno a ella y sólo para ella, y no ser reconocido, es el dolor de los dolores, y la paciencia de mi Voluntad llega a lo increíble,... 

De Nazaret pasé al desierto donde había máxima soledad, la mayor parte habitado por animales feroces que ensordecían el desierto con sus rugidos que me rodeaban, símbolo de mi Divina Voluntad, que cuando no es conocida se forma el desierto en torno a la criatura y una soledad que da horror y espanto, se aridece el bien y el alma se siente circundada más que por animales feroces, esto es, por sus pasiones brutales que mandan rugidos de rabia, de bestial furor, de crueldad, de toda suerte de males... 

Del desierto pasé a la vida pública, en la que pocos fueron los que me creyeron que Yo era el Mesías, especialmente de los doctos casi ninguno, y Yo quise usar mi Potencia sembrando milagros para formarme el pueblo, a fin de que si no creían en mis palabras creyeran a la potencia de mis milagros, eran mis industrias divinas y amorosas que a cualquier precio quería hacerme conocer que era su Salvador, porque si no me conocían no podían recibir el bien de la Redención, por eso era necesario hacerme conocer para hacer que mi venida sobre la tierra no fuera inútil para ellos... 

De la vida pública pasé a la pasión, símbolo de la Pasión de mi Voluntad que por tantos siglos había sufrido tantas voluntades rebeldes de las criaturas, que con no querer someterse a Ella habían cerrado el Cielo, roto las comunicaciones con su Creador, y se habían convertido en infelices esclavos del enemigo infernal... 

Finalmente la muerte, que maduró mi Resurrección, la que llamaba a todas a resurgir en mi Fiat Divino, y ¡oh! cómo simboliza a lo vivo mi Resurrección el reino de mi Voluntad, mi Humanidad llagada, deformada, irreconocible, resurgía sana, de una belleza encantadora, gloriosa y triunfante. Ella preparaba el triunfo, la gloria a mi Voluntad, llamando a todos en Ella e impetrando que todos resurgieran en mi Querer, de muertos vivos, de feos bellos, de infelices felices. Mi Humanidad resucitada asegura el reino a mi Voluntad sobre la tierra, fue mi único acto lleno de triunfo y de victoria, y esto me convenía porque no quería partir para el Cielo si primero no daba todas las ayudas a las criaturas para hacerlas entrar en el reino de mi Querer, y toda la gloria, el honor, el triunfo a mi Fiat Supremo para hacerlo dominar y reinar…”       

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Jn 1, 31 

Y yo no le conocía, pero he venido a bautizar en agua para que él sea manifestado a Israel.

 

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Vol. 6-141 Noviembre 6, 1905  

Jesús…, su finalidad era principalmente complacer en todo y por todos al Padre

 

(1) Pensando en la Pasión de Nuestro Señor, decía entre mí misma:  Cuánto quisiera entrar en el interior de Jesucristo para poder ver todo lo que Él hacía, y para ver lo que más agradaba a su corazón, para poderlo hacer también yo y mitigar sus penas ofreciéndole lo que a Él más le agradaba”.  Mientras esto decía, el bendito Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho: 

(2) “Hija mía, mi interior estaba ocupado en las penas, principalmente a complacer en todo y por todos a mi amado Padre, y después en la redención de las almas; y la cosa que más agradaba a mi corazón era el ver la complacencia que me mostraba el Padre al verme sufrir tanto por amor suyo, así que todo lo reunía en Sí, ni siquiera un respiro, un suspiro se dispersó, sino que todo lo recogió para poderse complacer y mostrarme su complacencia.  Y Yo estaba tan satisfecho de esto, que si no tuviera otra cosa, la sola complacencia de mi Padre me bastaba para sentirme satisfecho por lo que sufría; mientras que por parte de las criaturas, mucho, mucho de mi Pasión quedó dispersó.  Y tanta era la complacencia del Padre, que a torrentes derramaba en mi Humanidad los tesoros de la Divinidad.  Por eso acompaña mi Pasión de esta manera, que me darás mucho gusto”.


 Fiat Divina Voluntad


 

Jn 1,32

Y Juan dio testimonio diciendo: «He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre él.


AUDIO 


GIREMOS


Vol. 36-45 (1-2) Diciembre 25, 1938 

"Junto Conmigo descendieron el Padre y el Espíritu Santo; mientras Yo quedé con Ellos en el Cielo, Ellos descendieron Conmigo a la tierra". 



"El descendimiento del Verbo"


(1) Mi pobre mente continúa su camino en el Querer Divino y, ¡oh! cómo Él se siente feliz al ver que su pequeña recién nacida va en busca de sus actos para conocerlos, besarlos, adorarlos, hacerlos suyos y decirle: “¡Cuánto me has amado!”  Después me he detenido en el descendimiento del Verbo a la tierra, y yo lo compadecía al verlo solo.  Y mi dulce Jesús, con una ternura indecible, sorprendiéndome me ha dicho: 

(2) “Hija mía amadísima, tú te equivocas, la soledad fue por parte de la ingratitud humana, pero por la parte Divina y de nuestras obras, todas me acompañaron, no me dejaron jamás solo, es más, debes saber que junto Conmigo descendieron el Padre y el Espíritu Santo; mientras Yo quedé con Ellos en el Cielo, Ellos descendieron Conmigo a la tierra.  Somos inseparables, y aunque Nosotros mismos lo quisiéramos, no podemos separarnos, a lo más nos bilocamos, y mientras tenemos nuestro trono en el Cielo, formamos nuestro trono en la tierra, pero separarnos jamás.  En el descendimiento sobre la tierra el Verbo tomó la parte actuante, pero siempre concurrentes el Padre y el Espíritu.  

En el acto en que descendí del Cielo, todos se movieron para hacerme cortejo y para darme los honores a Mí debidos, me cortejó el cielo con todas sus estrellas, dándome los honores de mi inmutabilidad y de mi amor que jamás termina; me cortejó el sol, dándome los honores de mi eterna luz, ¡oh! cómo me alabó bien con la multiplicidad de sus efectos, puedo decir que haciéndome cuna con su luz y con su calor, en su mudo lenguaje me decía:  ‘Tú eres luz, y yo te honro, te adoro, te amo con la misma luz con la cual me creaste’.  Todos me circundaron:  El viento, el mar, el pequeño pajarillo, todos y todo para darme el amor, la gloria con la cual los había creado, y quién alababa mi Imperio, quién mi Inmensidad, quién mis alegrías infinitas.  Las cosas creadas me hacían fiesta, y si Yo lloraba, también ellas lloraban, porque mi Voluntad, residiendo en ellas, las tenía al día de lo que Yo hacía y, ¡oh! cómo se sentían honradas al hacer lo que hacía su Creador.  

Además tuve el cortejo de los ángeles que no me dejaron nunca solo, y como todos los tiempos son míos, tuve el cortejo de mi gran pueblo que habría vivido en mi Querer, el cual me lo llevaba en sus brazos, y Yo me lo sentía palpitante en mi corazón, en mi sangre, en mis pasos, y con sólo sentirme investido por este pueblo, amado con mi misma Voluntad, me sentía como correspondido por mi descendimiento del Cielo a la tierra.  

Esto era mi fin primario, el reordenar el reino de mi Voluntad en medio de mis hijos.  Jamás habría creado el mundo si no debiese tener a mis hijos que me semejan, y si no vivieran de mi misma Voluntad, Ella se encontraría en las condiciones de una pobre madre estéril, que no tiene poder de generar y que no puede formarse una familia propia, pero mi Voluntad tiene poder de generar y de formarse su gran generación, para formarse su familia divina”.

 Fiat Divina Voluntad



Jn 1, 34  

“Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios.”


AUDIO


Giremos


Vol. 33-54 ( 2) Noviembre 24, 1935

⚜️"reconociéndome bajo la semejanza de su parte humana como Verbo Eterno"


…“Mi misma Divinidad al descender del Cielo a la tierra se veló de mi Humanidad. ¡Oh! si las criaturas poseyeran como vida mi Voluntad, súbito me hubieran conocido, porque Ella misma habría develado quién soy Yo, mi Querer en ella y aquél mismo Divino Querer en Mí, se habría rápidamente conocido, amado, se habrían puesto a mi alrededor, no se habrían podido separar de Mí, reconociéndome bajo la semejanza de su parte humana como Verbo Eterno, Aquél que los amaba tanto que se había vestido como uno de ellos. 

Así que Yo no hubiera tenido necesidad de manifestarme, mi Voluntad residiendo en ellos me habría develado, ni Yo habría podido ocultarme, en cambio debí decirles quién era Yo, ¿y cuántos no me creyeron? 

Por eso hasta en tanto que no reine mi Voluntad en las criaturas todo está velado, los mismos Sacramentos, que más que nueva creación, con tanto amor dejé en mi Iglesia, están velados para ellas, cuántas sorpresas, cuántos bellos secretos y cosas maravillosas impide comprender, ver, gustar, una pupila velada, mucho más que este velo es el humano querer el que lo forma e impide ver las cosas cual son en sí mismas. 

Entonces mi Voluntad reinante en las criaturas como vida quitará este velo y todas las cosas serán develadas, y entonces verán las caricias que les hacemos por medio de las cosas creadas, los besos, los abrazos amorosos, en cada cosa creada sentirán nuestro latido ardiente que los ama, verán en los Sacramentos correr nuestra Vida para darse continuamente a ellos, y sentirán la necesidad de darse a Nosotros. 

Este será el gran prodigio que hará mi Divina Voluntad, romper todos los velos, abundar de gracias inauditas, tomar posesión de las almas como vida propia, en modo que ninguno le podrá resistir, y así tendrá su reino sobre la tierra.”

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Jn. 1, 34

Y yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios"


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Vol. 11-51 (2; 5) Abril 2, 1913 

El alma que hace la Voluntad de Dios es su respirO

(2) “Hija mía, quien hace mi Voluntad es mi respiro, y conteniendo mi respiro todos los respiros de las criaturas, desde dentro del alma que hace mi Voluntad suministro el respiro a todos, …” 

(5) Después ha agregado con toda dulzura: “Quien hace mi Voluntad representa a lo vivo el periodo de mi Vida en la tierra, que mientras externamente parecía hombre, al mismo tiempo era siempre el Hijo amado de mi querido Padre. Así el alma que hace mi Voluntad, externamente tiene la piel de la humanidad, pero por dentro se encuentra mi persona, inseparable como Yo en el Amor y en la Voluntad de la Trinidad Sacrosanta, así que la Divinidad dice: Ésta es otra hija que tenemos sobre la tierra, por amor a ella sostengamos la tierra, porque hace en todo nuestras veces”.