Vol. 19-51 (2) Agosto 27, 1926

Jesús a la S. D. Luisa Piccarreta


“...el título que darás al libro que publicarás sobre mi Voluntad será éste:

 

‘El Reino de mi Divina Voluntad en medio a las criaturas.  Libro de Cielo.  Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios’.

"Que se haga conocer que mi Divina Voluntad ya quiere venir a reinar como en el Cielo así en la tierra en medio a las criaturas"

Vol. 25-21 (3)

Enero, 2024

Celebramos La Epifanía




EVANGELIO

Enero 16, 2024


Marcos 2, 23-28
El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado

Mayo 13, 1917 Ntra. Señora de Fátima a los 3 pastorcitos


Rezad el Rosario todos los días

Para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra

Santo Rosario

por el Reino



AUDIO Youtube:

Fiat Divina Voluntad


TEXTO Web: 

Virgen María, La Reina del Cielo

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"Sé atenta a recibir continuamente la palabra de mi Fiat, que es portador de creación, de vida y de conservación”.

                 Jesús

El Reino del FIAT Divino

www.fiatdivinavoluntad.com

Libro de Cielo Vol. 27-4 (3)

EVANGELIO

Marcos 2, 23-28




Lectura del santo Evangelio según San Marcos
El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado


23.Y sucedió que un sábado, cruzaba Jesús por los sembrados, y sus discípulos empezaron a abrir camino arrancando espigas.
24.Decíanle los fariseos: «Mira ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?»
25.El les dice: «¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que le acompañaban sintieron hambre,
26.cómo entró en la Casa de Dios, en tiempos del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió los panes de la presencia, que sólo a los sacerdotes es lícito comer, y dio también a los que estaban con él?»
27.Y les dijo: «El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado.
28.De suerte que el Hijo del hombre también es señor del sábado.»


Palabra del Señor

"Gloria a Ti, Señor Jesús"

‘El Reino de mi Divina Voluntad en medio a las criaturas.  Libro de Cielo.  Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios’.

Sierva de Dios Luisa Piccarreta

"El Evangelio del reino de la Voluntad Divina"

Mc 2, 24

Decíanle los fariseos: «Mira ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?

 


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"...no tienes necesidad de pedírmelas, sino tómalas Y SÍRVETE DE ELLAS PARA TUS NECESIDADES"


Vol. 33-37 mayo 14, 1935

Quien hace la Divina Voluntad no tiene necesidad de leyes


"Estoy en los brazos de mi adorable Querer Divino, si bien inmersa en el dolor de la privación de mi dulce Jesús bendito, las horas son siglos sin Él, qué pena, qué muerte continua, sin piedad ni misericordia, justamente me castiga porque he sido muy ingrata y no he correspondido. Pero ¡ay! Amor mío, esconde mis miserias en tus llagas, cúbreme con tu sangre, mis penas las uno a tus penas a fin de que griten juntas:

“Perdón, piedad de esta pobre criatura”. 

Pero sin Ti no puedo más, y mientras desahogaba mi dolor, mi dulce Jesús movido a compasión de mi prolongado martirio, como relámpago que huye me ha hecho su breve visita y me ha dicho:

“Hija mía bendita, ánimo, no te alarmes, mi Divina Voluntad te da todo en tu poder, de modo que puedes decir todo es mío; mis penas, mis llagas, mi sangre, todo es tuyo, así que no tienes necesidad de pedírmelas, sino tómalas y sírvete de ellas para tus necesidades, tan es verdad, que en quien reina mi Divina Voluntad  no hay necesidad de leyes,  sino que siente en sí misma la naturaleza cambiada en ley divina. 

Así como en naturaleza siente la fuerza del respiro, del latido, así siente la fuerza de la ley como parte sustancial de su vida; y como mi ley es ley de amor, de santidad, de orden, por eso siente en sí la naturaleza del amor, de la santidad, del orden.

Donde reina mi Voluntad, es tanto su amor, que transforma en naturaleza los bienes que quiere dar a la criatura, a fin de que sea propietaria de ellos, ninguno se los puede quitar, y Yo mismo me hago custodio de los dones concedidos en naturaleza a esta criatura”...

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Mc 2, 24

Decíanle los fariseos: «Mira ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?


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Vol. 4-83 (5-6) Septiembre 4, 1901

"las gentes y el bien que podían hacer y no hacen"


Después de esto parecía que me transportase fuera de mí misma y me hacía ver la multitud de las gentes y el bien que podían hacer y no hacen, y por lo tanto la gloria que Dios debe recibir y no recibe, y Jesús todo afligido ha agregado:

“Amada mía, mi corazón arde por el honor de mi gloria y por el bien de las almas. Por todo el bien que omiten, tantos vacíos recibe mi gloria, y sus almas aunque no hicieran el mal, no haciendo el bien que podrían hacer son como aquellas habitaciones vacías, que si bien son bellas, pero no hay nada para admirar que atraiga la mirada, y por tanto ninguna gloria recibe el dueño, y si hacen un bien y otro lo omiten, son como aquellas habitaciones todas despobladas, en que apenas algún objeto se descubre sin ningún orden. Amada mía, entra a tomar parte de estas penas, de los ardores que mi corazón siente por la gloria de la Majestad Divina y por el bien de las almas, trata de llenar estos vacíos de mi gloria, y podrás hacerlo no dejando pasar momento de tu vida que no esté unido con la mía, esto es, en todas tus acciones, sea oración o sufrimiento, reposo o trabajo, silencio o conversación, tristeza o alegría, aun el alimento que tomes, en suma, en todo lo que te pueda suceder pondrás la intención de darme toda la gloria que en tales acciones deberían darme y de suplir al bien que deberían hacer y no hacen, intentando repetir la intención por cuanta gloria no recibo y por cuanto bien omiten. Si esto haces llenarás en algún modo el vacío de la gloria que debo recibir de las criaturas, y mi corazón sentirá un refrigerio a mis ardores, y por este refrigerio correrán ríos de gracia en provecho de los mortales, que les infundirán mayor fuerza para hacer el bien”.

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Mc 2, 24

Decíanle los fariseos: «Mira ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?


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"EL BIEN QUE PUEDE HACER UN ACTO CONTINUO"


Vol. 30-32 (5) Mayo 30, 1932

“Las leyes son para los siervos, para los rebeldes, no para los hijos”


“…cuando el hombre rechazó nuestra Voluntad, retirándose Ella el hombre quedó sin Vida Divina, por lo tanto sin la virtud alimentadora, sin el acto continuo de recibir nueva y creciente vida, y si no moría del todo, eran los efectos que de acuerdo a sus disposiciones, circunstancias y tiempos, le daba mi Divina Voluntad. Ahora viendo nuestra paterna bondad que el hombre iba siempre precipitándose más, para darle un sostén, una ayuda, le dio la ley como norma de su vida, porque en la Creación no le dio ni leyes, ni ninguna otra cosa, sino mi Voluntad Divina, la cual con dar vida continua le daba en naturaleza nuestra ley divina, de modo que debía sentirla en sí mismo como vida propia, sin tener necesidad que Nosotros le dijéramos, ni mandáramos. Mucho más que donde reina mi Voluntad no hay leyes, ni mandatos, las leyes son para los siervos, para los rebeldes, no para los hijos; entre Nosotros y aquellos que viven en nuestro Querer, todo se resuelve en amor. Pero con toda la ley el hombre no se rehizo, y como nuestro ideal de la Creación había sido el hombre, y sólo por él todo fue hecho, por eso quise venir a la tierra en medio a ellos, y para darles apoyos más válidos, medicinas más saludables, medios más seguros, ayudas más potentes, instituí los santos Sacramentos, y éstos obran a tiempos y circunstancias, y según las disposiciones de las criaturas, como efectos y obras de mi Divina Voluntad. Pero si con todo este gran bien el alma no hace entrar a la Divina Voluntad en ella como vida, tendrá siempre sus miserias, una vida mediocre, sentirá a lo vivo sus pasiones, la santidad, la misma salvación estarán siempre peligrando, porque sólo mi Voluntad que se da como vida continua forma el dulce encanto a las pasiones, a las miserias y forma los actos opuestos de santidad, de fortaleza, de luz, de amor, en los males de las criaturas, de manera que el querer humano, sintiendo el dulce encanto, siente correr en sus males lo bello, lo bueno, lo santo del acto continuo de vida, que bajo su suave y dulce imperio le da mi Voluntad y se deja hacer lo que Ella quiere, porque un acto continuo que da vida perenne no puede jamás ser alcanzado por otros actos, ayudas y medios, por cuan fuertes y santos sean, para hacer el bien que puede hacer un acto continuo. Por eso no hay mal mayor que la criatura pueda hacerse, ni ofensa más grande que pueda hacer a nuestra paterna bondad, que el no hacer reinar a nuestra Voluntad en ella. Si estuviera en su poder nos induciría a destruir toda la Creación, porque la criatura fue hecha porque debía ser nuestra habitación, y no sólo ella, sino todas las cosas creadas: Cielos, sol, tierra, todo, siendo obras salidas de nuestra Alteza Suprema, teníamos el derecho de habitarlas, y con habitarlas las conservamos con decoro, bellas y siempre nuevas, como en el acto en que las sacamos a la luz. Ahora, la criatura con no hacer nuestra Voluntad, se pone fuera de nuestra habitación y nos sucede a Nosotros como sucedería a un rico señor, que queriéndose fabricar un grande y bello palacio, cuando lo ha terminado va a habitarlo, y se cierran las puertas en su cara, se le lanzan las piedras encima, de manera que es obligado a no poner un pié dentro, y a no poder habitar las habitaciones formadas por él, ¿no merecería que fuera destruida por aquél que la ha formado? Pero no lo hace, porque ama su obra, sino espera y espera, quién sabe y a lo mejor pueda vencer con amor, y por sí misma le abra las puertas para hacerlo entrar dándole la libertad de hacerlo habitar. En tales condiciones nos pone la criatura al no hacer reinar nuestra Voluntad en su alma, nos cierra la puerta en la cara y nos lanza las piedras de sus culpas contra Nosotros, y Nosotros con paciencia invencible y divina esperamos, y no queriendo en sí nuestra Voluntad como vida, con paterna bondad le damos los efectos de Ella, como son las leyes, los sacramentos, el evangelio, las ayudas de mis ejemplos y plegarias, pero todo este gran bien no puede igualar el gran bien que puede hacer mi Voluntad como vida perenne de la criatura, porque Ella es todo junto: Leyes, sacramentos, evangelio, vida. Ella significa todo, poder dar todo, poseer todo, y esto basta para poder comprender la gran diferencia que hay entre mi Voluntad como vida continua en la criatura, y entre sus efectos que puede producir no en modo perenne, sino a circunstancia, a tiempo, en los mismos Sacramentos, y si bien los efectos pueden hacer gran bien, pero jamás pueden llegar a producir todos los bienes que puede producir la Vida de mi Divina Voluntad reinante y dominante en la criatura, por eso sé atenta hija mía, y dale la santa libertad de hacer lo que quiere en tu alma”. 

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Mc 2, 24

Decíanle los fariseos: «Mira ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?


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LA CARRERA EN EL FIAT


Vol. 30-16 (2) Febrero 6, 1932

"no hay gracia más grande que puedo dar a la criatura, que hacerle sentir en sí la virtud de un acto continuo”


Ahora, tú debes saber que un acto repetidamente renovado forma la costumbre, y como un acto que no cesa jamás es sólo del Ente Supremo, por eso si la criatura se siente en posesión de un acto que repite siempre, significa que Dios en aquel acto ha encerrado su Vida, su modo

un acto continuo es Vida y acto divino, y sólo quien vive en mi Voluntad Divina puede sentir en sí la potencia, la virtud, la fuerza milagrosa de un acto que no cesa jamás, porque habiéndola hecho crecer Nosotros, no es fácil apartarse de nuestros modos, y de no sentir en sí la Vida y los actos continuos de Aquél que la ha hecho crecer, por eso tu correr, el sentir siempre la extrema necesidad de encontrar nuestra Vida y la tuya en el Fiat, en sus actos, y Nosotros que corremos en ti para estarnos en nuestros actos incesantes, y mientras Nosotros corremos tú corres junto, a fin de que nuestros actos que están en ti hagan vida común con nuestros actos que están fuera de ti, y así como tú sientes la extrema necesidad, así sentimos Nosotros la extrema necesidad de amor de hacer girar tu pequeñez en todos los actos de nuestro Fiat, porque no siendo tú capaz de encerrarlos todos en ti, con tu girar en ellos tomas parte por cuantos más puedes.  Por eso corre, corre siempre, más bien digo corramos siempre, porque no hay gracia más grande que puedo dar a la criatura, que hacerle sentir en sí la virtud de un acto continuo”. 


Fiat Divina Voluntad



Mc 2, 25-26

25.El les dice: «¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que le acompañaban sintieron hambre,
26.cómo entró en la Casa de Dios, en tiempos del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió los panes de la presencia, que sólo a los sacerdotes es lícito comer, y dio también a los que estaban con él?»


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Vol. 6-35 (1-3) Abril 21, 1904
-"Quien tiene el título de víctima puede luchar con la justicia"

-"Estaban rogando para aplacar al Señor"


(1) Continuando mi habitual estado, oía alrededor de mi lecho a personas que rogaban a nuestro Señor, yo no ponía atención a escuchar qué cosa querían, ponía atención sólo a que ya era tarde y que Jesús bendito no se hacía ver todavía. ¡Oh! cómo se destrozaba mi corazón temiendo que no viniera, y decía entre mí: “Señor bendito, estamos ya en la última hora, ¿y no vienes aún? ¡Ay! no me des este disgusto, al menos hazte ver”. Mientras esto decía ha salido de dentro de mi interior y ha dicho a aquellos que estaban a mi alrededor:

(2) Luchar con mi justicia no es lícito a las criaturas, sino sólo le es lícito a quien tiene el título de víctima, y no sólo de luchar sino de jugar con la justicia, y esto porque al luchar o jugar fácilmente se reciben los golpes, las derrotas, las pérdidas, y la víctima está pronta a recibir sobre sí los golpes, resignarse en las derrotas y pérdidas sin que ponga atención a sus pérdidas, a los sufrimientos, sino sólo a la gloria de Dios y al bien del prójimo. Si Yo me quisiera aplacar, tengo aquí a mi víctima que está pronta a luchar y a recibir sobre sí todo el furor de mi justicia”.

(3) Se ve que estaban rogando para aplacar al Señor, yo he quedado mortificada y más amargada al escuchar esto de nuestro Señor.

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Mc 2, 25-26

25.El les dice: «¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que le acompañaban sintieron hambre,
26.cómo entró en la Casa de Dios, en tiempos del Sumo Sacerdote Abiatar, y comió los panes de la presencia, que sólo a los sacerdotes es lícito comer, y dio también a los que estaban con él?»


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Vol. 35-11 Octubre 12, 1937

es propiamente esto el vivir en nuestro Querer


“Hagamos vida juntos, de modo que lo que hago Yo hagas tú.

sus plegarias no son ruegos sino órdenes

‘Toma, ¿qué otra cosa quieres? 

mensajeros entre el Cielo y la tierra, descienden y suben

acto creante y conservante


(1) Estoy en poder de la Divina Voluntad, siento sus ansias, sus delirios de amor porque quiere hacerse conocer, no para hacerse temer, sino para hacerse amar, poseer, identificarse, para decir a la criatura: “Hagamos vida juntos, de modo que lo que hago Yo hagas tú. Siento que mi amor me da la necesidad de vivir corazón con corazón, más bien con un solo corazón contigo. ¡Ah! no me niegues tu compañía, sé que muchas cosas te faltan para vivir junto Conmigo, pero no temas, Yo pensaré en todo, te vestiré con mis vestiduras reales de luz, te armaré con mi potencia, te haré alarde de mi amor haciendo correr en tus más íntimas fibras la Vida, el amor de mi Voluntad, basta con que tú lo quieras y todo está hecho”

Yo he quedado sorprendida y pedía que me diese la gracia de vivir de Voluntad Divina, porque mucho temía de mí misma, y mi dulce Jesús haciéndome su breve visita, todo bondad me ha dicho:

(2) “Mi pequeña hija de mi Querer, ¿por qué temes? En mi Voluntad no hay temores sino sumo amor, ánimo y firmeza, y decidida una vez no se cambia jamás, tanto, que para quien vive en Ella sus plegarias no son ruegos sino órdenes, y ella misma como dueña puede tomar lo que quiere, ponemos todo a su disposición, y esto porque todo en ella es sagrado, todo es santo, mucho más que viviendo en nuestro Querer no querrá ni nos ordenará sino lo que queremos Nosotros, por eso sus órdenes nos deleitan, nos hacen gozar y Nosotros mismos le decimos: ‘Toma, ¿qué otra cosa quieres? Es más, por cuanto más tomes más nos harás felices’. Cuando la criatura quiere nuestra Voluntad, todos sus actos son como tantos mensajeros entre el Cielo y la tierra, descienden y suben continuamente, haciéndola ahora de mensajeros de paz, ahora de mensajeros de amor, ahora de gloria, y a veces llegan a ordenar a la divina justicia que se detenga, tomando sobre de ellos su justo furor. Cuánto bien hacen estos mensajeros, cuando los vemos venir ante nuestro trono nos reconocemos a Nosotros mismos en estos actos, que disfrazados por los velos humanos de los actos de la criatura esconden nuestra Voluntad, pero es siempre Ella, y complaciéndonos decimos: ‘Cuánto arte de amor tiene, se esconde en los actos de la criatura para no hacerse conocer’. Pero Nosotros la conocemos igual, y amando también Nosotros la hacemos hacer lo que quiere; por eso a estos actos los llamamos actos nuestros, y por tales los reconocemos, sólo que la criatura ha concurrido, y con sus actos les ha dado como los vestidos para cubrirse, por eso ella es el apoyo donde se apoya mi Voluntad Divina, y donde se deleita desenvolviendo su Vida, haciendo prodigios inauditos, escondiéndose en la criatura, como cubriéndose de sus vestidos, mucho más que la Creación, todas las criaturas, tuvieron origen de su Fiat, viven, crecen y son conservadas en Él, Él es actor y espectador de todos sus actos, cumplirán su vida en el Fiat y volará al Cielo en un acto querido por su Querer; así que todo es suyo, todos los derechos son suyos, ninguno puede escapársele, la única diferencia, es que quien vive en Él hace vida junto, lo conoce, está al día de lo que hace, lo alegra con su compañía, forma su alegría y la confirmación de lo que quiere hacer mi Voluntad en ella. En cambio, quien no vive en Él no lo conoce, queda aislado y forma su dolor continuo”.


(3) Después de esto ha agregado con una ternura de amor indecible:

(4) “Hija mía bendita, cómo es bello el vivir en mi Querer, esta criatura nos tiene siempre en fiesta, ella no conoce ninguna otra cosa sino sólo nuestra Voluntad, y todo se vuelve para ella Voluntad de Dios: El dolor, Voluntad Divina; la alegría, su latido, el respiro, el movimiento, se vuelven Voluntad Divina; sus pasos, sus obras, sienten los pasos de mi Querer y la santidad de las obras de mi Fiat; el alimento que toma, el sueño, las cosas más naturales se vuelven para ella Voluntad de Dios; lo ve, siente, oye y toca, ve, siente, oye y toca la Vida palpitante de mi Querer; mi Voluntad la tiene tan ocupada e investida de Ella, que celosa no permite que ni siquiera el aire no sea Voluntad Divina. Y como para ella todo es Voluntad nuestra, así para Nosotros, nos la sentimos en todo nuestro Ser Divino, en el latido, en el movimiento, no sabemos hacer nada, ni queremos hacer nada sin quien vive en nuestro Querer; nuestro amor es tanto que la hacemos correr en todas nuestras obras, y junto con Nosotros mantiene y participa en nuestro acto creante y conservante, así que está junto con Nosotros para hacer lo que hacemos Nosotros, y querer lo que queremos Nosotros; no podemos dejarla a un lado siendo una la Voluntad que poseemos, uno el amor, uno el acto que hacemos, y es propiamente esto el vivir en nuestro Querer, vivir siempre juntos, hacer una sola cosa; era esta la necesidad que sentía nuestro amor, tener la compañía de la criatura, alegrarnos juntos, tenerla en nuestro regazo para hacernos felices juntos, y como la criatura es pequeña le queremos dar nuestra Voluntad para tener ocasión en cada acto suyo de darle nuestra Vida, nuestro acto, nuestros modos, Nosotros por naturaleza y ella por gracia; y ésta es nuestra alegría, la gloria más grande para Nosotros, ¿te parece poco dar nuestro Ser y que la criatura no pudiendo contenerlo, porque es pequeña, nos lo dé nuevamente junto con ella, y Nosotros de nuevo volvemos a darnos? Es un continuo darnos mutuamente, y esto hace surgir tal amor y gloria que nos sentimos como pagados por ella por haberle dado la vida. Por eso en cada cosa que hace en la que no hace entrar a nuestra Voluntad, es un desgarro que sentimos, un derecho que nos sentimos quitar, una gloria, una alegría que perdemos. Por eso sé atenta y haz que todo se vuelva para ti Voluntad Divina.

Marcos 2, 23-28
El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado


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Reparemos a Jesús, por los actos de fingimiento, hipocresía, del mal entendimiento de la verdad.


Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo Una parte de la Hora 15 de Su Pasión

“Encadenado Bien mío, tus enemigos unidos a los sacerdotes, te presentan ante Pilato y fingiendo santidad y escrupulosidad, ya que están por celebrar la Pascua, permanecen fuera en el atrio. Y tú, Amor mío, viendo el fondo de su malicia, reparas por todas las hipocresías de quienes son religiosos. También yo reparo contigo. 

Pero mientras tú te ocupas de hacerles bien, ellos por el contrario dan inicio a sus acusaciones ante Pilato, vomitando todo el veneno que tienen contra ti. Pero Pilato, mostrándose insatisfecho por las acusaciones que te hacen y para poder condenarte con motivo, te llama aparte y a solas te examina y te pregunta: 

« ¿Eres tú el Rey de los Judíos? ». 

Y tú, Jesús mío, verdadero Rey mío, respondes: 

« Mi Reino no es de este mundo, de lo contrario, miles de legiones de ángeles me defenderían ». 

Y Pilato, conmovido por la suavidad y la dignidad de tus palabras, sorprendido, te dice:

« ¿Cómo, tú eres Rey? ». 

Y tú: 

« Yo lo soy, como tú dices, y he venido al mundo para enseñar la verdad ».”