‘Ha resucitado, 

no está más aquí’, 

y dice: 


‘Mi voluntad no está 

más conmigo, 

ha resucitado en el Fiat’

Libro de Cielo Vol. 36-3

En Marzo

-Consagrados a San José

en la Solemnidad 19.03.24

-En Su Pasión y Muerte de Cruz

con Las Horas de Su Pasión

Semana Santa

SOLEMNIDAD

Domingo de Pascua

La Resurrección


EVANGELIO

Marzo 31, 2024


Juan 20, 1-9

Él había de resucitar de entre los muertos

🎼 Jesús Reina

Hermano Ricky de la Torre y grupo de la Divina  Voluntad

Santo Rosario

Por El Reino


AUDIO Youtube:

Fiat Divina Voluntad


TEXTO Web: 

Virgen María, La Reina del Cielo



Mayo 13, 1917 

Ntra. Señora de Fátima a los 3 pastorcitos

Rezad el Rosario todos los días

Para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra

SOLEMNIDAD

Semana Santa

Domingo de Resurrección

EVANGELIO

Juan 20, 1-9



Lectura del santo Evangelio según San Juan
Él había de resucitar de entre los muertos


1.El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro.

2.Echa a correr y llega donde Simón Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto.»

3.Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro.

4.Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro.

5.Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no entró.

6.Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el suelo,

7.y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar aparte.
8.Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó,

9.pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos.


Palabra del Señor

"Gloria a Ti, Señor Jesús"

‘Ha resucitado, no está más aquí’, 

y dice: ‘Mi voluntad no está más conmigo, ha resucitado en el Fiat’

Libro de Cielo Vol. 36-3

Jn 20, 1

“El primer día de la semana…”

El primer día de la semana va María Magdalena de madrugada al sepulcro cuando todavía estaba oscuro, y ve la piedra quitada del sepulcro.

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La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad

Día 29

«¡Resucita, Gloria mía; resucita, Vida mía…!» 


 “… Entre tanto, a pesar de que los ojos de mi alma siguieron siempre a mi Hijo y nunca lo perdieron de vista, en esos tres días que estuvo en el sepulcro Yo tenía tales ansias de verlo resucitado que continuamente repetía en la hoguera de mi amor: 

«¡Resucita, Gloria mía; resucita, Vida mía…!» Mis deseos eran ardientes, mis suspiros eran de fuego, tanto que me sentía consumir. 

Finalmente, en estas ansias vi que mi querido Hijo, acompañado por aquella innumerable muchedumbre de almas, salió del limbo, en actitud triunfante y se transportó al sepulcro. Era el alba del tercer día, y así como toda la naturaleza había llorado por Él, así gozaba ahora, tanto que el Sol anticipó su curso para estar presente en el momento en que mi Hijo resucitaba. ¡Oh maravilla! 

Antes de resucitar, Jesús mostró a aquella multitud de almas su Santísima Humanidad sangrante, toda llagada y desfigurada, como había quedado reducida por amor a ellas y a todas. ¡Cómo quedaron conmovidas y admiraron los excesos de amor y el gran portento de la redención! 

Hija mía, cómo te habría querido presente en el acto de la Resurrección de mi Hijo. Él era todo majestad, de su Divinidad, unida a su alma, brotaban mares de luz y de belleza encantadora que llenaban Cielo y tierra, y como triunfador, haciendo uso de su potencia ordenó a su muerta Humanidad que acogiera nuevamente a su alma y que resucitara triunfante y gloriosa a vida inmortal. ¡Qué acto tan solemne! Mi querido Jesús triunfaba sobre la muerte diciéndole: «Muerte, ya no serás más muerte, sino vida.» Así, con este acto de triunfo sellaba que Él era hombre y Dios y confirmaba su doctrina, sus milagros, la vida de los Sacramentos y la vida de toda la Iglesia. Y no sólo esto, sino que además triunfaba sobre las voluntades humanas debilitadas y casi muertas en el verdadero bien, para hacer triunfar en ellas la vida de aquel Querer Divino que debía llevar a las criaturas la plenitud de la santidad y de todos los bienes. Al mismo tiempo, en virtud de su Resurrección, ponía en los cuerpos el germen de resucitar a la gloria imperecedera. Hija mía, la Resurrección de mi Hijo encierra todo, dice todo, confirma todo y es el acto más solemne que Él realizó por amor a las criaturas…”

Fiat Divina Voluntad




Jn 20, 8-9
8.Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó,

9.pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos.

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La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad

Día 30

⚜️“¡Oh! si estuvieran dominados por la Divina Voluntad jamás habrían huido de su Maestro”.


Hija bendita, tú sabes que Yo estuve presente en la Resurrección de mi Hijo, pero no hice mención a ninguno, esperando que Jesús mismo manifestara que había resucitado glorioso y triunfante. La primera que lo vio resucitado fue la afortunada Magdalena, después las piadosas mujeres, y todos venían a Mí diciéndome que habían visto a Jesús resucitado, que el sepulcro estaba vacío, y yo escuchaba a todos y con aire de triunfo confirmaba a todos en la fe de la Resurrección. Para la noche ya casi todos los apóstoles lo habían visto, y todos se sentían como triunfantes por haber sido apóstoles de Jesús. 
Qué cambio de escena, hija querida, símbolo de quien se ha hecho dominar primero por la voluntad humana, que representa a los apóstoles que huyen, que abandonan a su Maestro, y es tanto el temor y el pavor que se esconden, y Pedro llega hasta a negarlo. ¡Oh! si estuvieran dominados por la Divina Voluntad jamás habrían huido de su Maestro, sino que valerosos y como triunfadores no se habrían separado jamás de su lado, y se sentirían honrados de dar la vida por defenderlo 

Fiat Divina Voluntad



Jn 20, 9

...Jesús debía resucitar de entre los muertos.

AUDIO


Vol. 21-17  Abril 18, 1927

-“La Resurrección de Nuestro Señor ha dado a las criaturas el derecho de resucitar”

-“El Limbo, expectación, victoria sobre la muerte. La Resurrección”


“Estaba siguiendo los actos del Santo Querer Divino cuando Jesús resucitó del sepulcro, glorioso y triunfante, y mi amable Jesús saliendo de dentro de mi interior me ha dicho: 

 “Hija mía, con el resucitar, mi Humanidad dio el derecho a todas las criaturas de hacer resucitar no sólo sus almas a la gloria y a la bienaventuranza eterna, sino también a sus cuerpos. El pecado había quitado estos derechos de resucitar a las criaturas; mi Humanidad con resucitar los restituyó. Ella encerraba el germen de la resurrección de todos, y en virtud de este germen encerrado en Mí, todos tuvieron el bien de poder resucitar de la muerte. Quien hace el primer acto debe tener la virtud de encerrar en sí todos los demás actos que deben hacer las otras criaturas, de modo que en virtud del primer acto, los demás puedan imitarlo y hacer el mismo acto.

¿Cuánto bien no llevó la Resurrección de mi Humanidad dando el derecho a todos de resucitar? Para el hombre, porque se había sustraído de mi Voluntad, la gloria, felicidad, honores, todo le había quedado malogrado, había roto el eslabón de unión que uniéndolo con Dios le daba los derechos a todos los bienes de su Creador, y mi Humanidad con resucitar enlazó el eslabón de unión, restituyéndole los derechos perdidos, dándole virtud de resucitar. Toda la gloria, todo el honor es de mi Humanidad, si Yo no hubiera resucitado, ninguno podría resucitar. Con el primer acto viene la sucesión de los actos semejantes al primero. Mira qué cosa es la potencia de un primer acto, mi Mamá Reina hizo el primer acto de concebirme; Ella para poder concebirme a Mí, Verbo Eterno, encerró en Sí todos los actos de las criaturas para corresponder a su Creador en modo de poder decirle:

‘Soy Yo que te amo, te adoro, te doy satisfacción por todos.’ Entonces, encontrando a todos en mi Mamá, a pesar de que fue una mi concepción, pude darme a todos como vida de cada criatura. Así tú hija mía, con hacer tus primeros actos en mi Voluntad, las otras criaturas reciben el derecho de entrar en Ella y de repetir tus actos para recibir los mismos efectos. Cómo es necesario que aunque sea uno solo haga el primer acto, porque esto sirve para abrir la puerta, preparar las materias primas, para formar el modelo para dar vida a ese acto. Cuando el primero está hecho, a los demás les resulta más fácil imitarlo. Esto sucede aun en el bajo mundo, quien es el primero en formar un objeto debe trabajar más, sacrificarse más, debe preparar todas las materias que se necesitan, debe hacer tantas pruebas y cuando el primero está hecho, no sólo adquieren el derecho de poderlo hacer los demás, sino que les resulta más fácil el repetirlo, pero toda la gloria es de quien ha hecho el primero, porque si no hubiese hecho el primero, los otros actos semejantes jamás habrían podido tener existencia. Por eso sé atenta a formar tus primeros actos si quieres que el Reino del Fiat Divino venga a reinar sobre la tierra”.

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Jn 20, 9

...Jesús debía resucitar de entre los muertos.

AUDIO

Vol. 19-10 (5) Abril 4, 1926

“Mi Voluntad es más que sol que eclipsa todo, fecunda todo, convierte todo en luz y forma la completa resurrección del alma en Dios”.


“Hija mía, mi Resurrección completó, selló, me restituyó todos los honores y llamó a vida a todas mis obras que hice en el curso de mi Vida sobre la tierra, y formó el germen de la resurrección de las almas, y hasta la de los cuerpos en el juicio universal; así que sin mi Resurrección, mi Redención habría sido incompleta y mis más bellas obras habrían sido sepultadas. Así el alma, si no resurge del todo en mi Voluntad, todas sus obras quedan incompletas, y si el frío en las cosas divinas serpentea, las pasiones la oprimen, los vicios la tiranizan, todo eso formará la tumba donde sepultarla, porque faltando la Vida de mi Voluntad faltará quién haga resurgir el fuego divino, faltará quién de un solo golpe elimine todas las pasiones y haga resurgir todas las virtudes. Mi Voluntad es más que sol que eclipsa todo, fecunda todo, convierte todo en luz y forma la completa resurrección del alma en Dios”.

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Jn 20, 9

...Jesús debía resucitar de entre los muertos.

 AUDIO


Vol. 12-98 (4-5)-; 15 de abril de 1919

⚜️ "mi Resurrección es el verdadero sol que glorifica dignamente a mi Humanidad, es el sol de la Religión Católica, es la verdadera gloria de cada cristiano"


“¡Ah! hija mía, la verdadera felicidad la lleva mi Voluntad, sólo Ella encierra todos los bienes en el alma, y haciéndose corona en torno al alma, la constituye reina de la verdadera felicidad; solamente ellas serán reinas de mi trono, porque son parto de mi Querer. Tan es verdad esto, que aquella gente no fue feliz, muchos me vieron, pero no me conocieron, porque mi Querer no residía en ellos como centro de vida, por tanto, a pesar de que me vieron permanecieron infelices, y sólo aquellos que tuvieron el bien de recibir en sus corazones el germen de mi Querer, se dispusieron a recibir el bien de verme resucitado. Ahora, el portento de mi Redención fue la Resurrección, –que más que refulgente sol coronó mi Humanidad, haciendo resplandecer aún mis más pequeños actos con un esplendor y maravilla tal, que hicieron quedar estupefactos a Cielo y tierra–, que será principio, fundamento y cumplimiento de todos los bienes, corona y gloria de todos los bienaventurados; mi Resurrección es el verdadero sol que glorifica dignamente a mi Humanidad, es el sol de la Religión Católica, es la verdadera gloria de cada cristiano; sin la Resurrección habría sido como el cielo sin sol, sin calor y sin vida.

Ahora, mi Resurrección es símbolo de las almas que formarán la santidad en mi Querer; los santos de los siglos pasados son símbolos de mi Humanidad, que si bien resignados, no han tenido actitud continua en mi Querer, por tanto no han recibido la marca del sol de mi Resurrección, sino la marca de las obras de mi Humanidad antes de la Resurrección, por eso serán muchos, casi como estrellas me formarán un bello ornamento al cielo de mi Humanidad, pero los santos del vivir en mi Querer, que simbolizarán mi Humanidad resucitada, serán pocos; en efecto, mi Humanidad antes de morir, fue vista por muchas turbas y multitudes de gentes, pero mi Humanidad resucitada la vieron pocos, solamente los creyentes, los más dispuestos, y podría decir que sólo aquellos que contenían el germen de mi Querer, porque si no lo hubieran tenido, les habría faltado la vista necesaria para poder ver a mi Humanidad gloriosa y resucitada, y por tanto ser espectadores de mi subida al Cielo.

Ahora, si mi Resurrección simboliza a los santos del vivir en mi Querer, es con razón, porque cada acto, palabra, paso, etc., hecho en mi Querer es una resurrección divina que el alma recibe, es la marca de gloria que recibe, es un salir de sí para entrar en la Divinidad y esconderse en el refulgente sol de mi Querer, y ahí ama, obra, piensa; ¿qué maravilla entonces si el alma queda toda resucitada y fundida en el mismo sol de mi gloria y simboliza mi Humanidad resucitada? Pero pocos son los que se disponen a esto, porque las almas, en la misma santidad, quieren alguna cosa de bien propio; en cambio la santidad del vivir en mi Querer, nada, nada tiene de propio, sino todo de Dios, y para disponerse las almas a despojarse de los bienes propios, se necesita demasiado, por eso no serán muchos. Tú no eres del número de los muchos, sino de los pocos; por eso está siempre atenta a la llamada y a tu vuelo continuo”.

Fiat Divina Voluntad




Jn 20, 8-9

“Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó”

"Aún no habían entendido la Escritura, que tenía que levantarse de entre los muertos"


Vol. 4-64 (2-4) Abril 7, 1901

“Tanta gloria le vino a mi Humanidad por medio de la perfecta obediencia”.

"el alma por medio de la obediencia puede formar en sí la perfecta resurrección a las virtudes"

(2) Entonces, encontrándome en este estado, por poco tiempo he visto a mi adorable Jesús en el momento de su Resurrección, con un rostro tan resplandeciente que no se puede comparar a ningún otro esplendor, y me parecía que la Humanidad Santísima de Nuestro Señor, si bien era carne viva, pero estaba resplandeciente y transparente de modo que se veía con claridad la Divinidad unida a la Humanidad. Ahora, mientras lo veía tan glorioso, una luz que venía de Él, parecía que me dijera:

(3) “Tanta gloria le vino a mi Humanidad por medio de la perfecta obediencia, que destruyendo del todo la naturaleza antigua Me dio la nueva naturaleza gloriosa e inmortal. Así el alma por medio de la obediencia puede formar en sí la perfecta resurrección a las virtudes, como por ejemplo: Si el alma está afligida, la obediencia la hará resurgir a la alegría; si está agitada, la obediencia la hará resurgir a la paz; si tentada, la obediencia le suministrará la cadena más fuerte para atar al enemigo y la hará resurgir victoriosa de las insidias diabólicas; si asediada por pasiones y vicios, la obediencia matándolos la hará resurgir a las virtudes. Esto al alma, y a su tiempo formará también la resurrección del cuerpo”.

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Jn 20, 8-9

“Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó”

"Aún no habían entendido la Escritura, que tenía que levantarse de entre los muertos"

AUDIO


Vol. 33-39 (2) Mayo 31, 1935 

“Con resucitar todo resurgía junto Conmigo, las criaturas, mis penas, los bienes adquiridos para ellas, y en cuanto mi Humanidad triunfó sobre la muerte” 


“Y así como en la Redención me expuse a tantas humillaciones, a penas inauditas hasta morir crucificado, me sometí a todo para poner a salvo mi habitación y restituirle toda la suntuosidad, la belleza, la magnificencia con la cual la había formado, para que de nuevo fuera digna de Mí, y cuando parecía que todo había terminado y mis enemigos satisfechos de que me habían quitado la Vida, mi potencia que no tiene límites volvió a llamar a la vida a mi Humanidad, y con resucitar todo resurgía junto Conmigo, las criaturas, mis penas, los bienes adquiridos para ellas, y en cuanto mi Humanidad triunfó sobre la muerte, así mi Voluntad resurgía y triunfaba en las criaturas, esperando su reino. Si mi Humanidad no hubiera resucitado, si no hubiera tenido esta potencia, la Redención habría fallado y se podría dudar que fuera obra de un Dios, así que fue mi Resurrección la que hizo conocer quién era Yo, y puso el sello a todos los bienes que vine a traer a la tierra; así mi Divina Voluntad será el doble sello, la transmisión en las criaturas de su reino que poseía mi Humanidad, mucho más que para las criaturas formé este reino de mi Voluntad Divina en mi Humanidad, ¿por qué entonces no debo darlo? A lo más será cuestión de tiempo, y para Nosotros los tiempos son un punto solo, nuestra potencia hará tales prodigios, abundará al hombre de nuevas gracias, nuevo amor, nueva luz, que nuestras habitaciones nos reconocerán, y ellos mismos por voluntad espontánea nos darán el dominio, y nuestra Vida estará al seguro, con sus plenos derechos en la criatura. Con el tiempo verás lo que sabe hacer y puede hacer mi potencia, cómo sabe conquistar todo y arrojar por tierra a los más obstinados rebeldes, quién jamás puede resistir a mi potencia, que con un solo soplo derribo, destruyo y rehago todo como más me place. Por eso tú ruega y sea tu grito continuo: Venga el reino de tu Fiat, y tu Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra”.

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Jn 20, 8-9

“Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó”

"Aún no habían entendido la Escritura, que tenía que levantarse de entre los muertos"

AUDIO

 

Vol. 24-6 (2-4) 12 de abril de 1928

"Yo quise resucitar para formar no sólo la resurrección de los cuerpos, sino la resurrección de la Vida de mi Voluntad en ellos"

 

...El hombre con sustraerse de mi Voluntad formó el reino de sus males, de sus debilidades, pasiones y miserias, y Yo quise venir a la tierra, quise sufrir tanto, permití que mi Humanidad fuese lacerada, le fuera arrancada a pedazos su carne toda llena de llagas, y quise también morir para formar por medio de mis tantas penas y de mi muerte, el reino opuesto a los tantos males que se había formado la criatura. Un reino no se forma con un solo acto, sino con muchos y muchos actos, y por cuantos más actos tanto más grande y glorioso se vuelve un reino, así que mi muerte era necesaria a mi amor, con mi muerte debía dar el beso de vida a las criaturas, y de mis tantas heridas debía hacer salir todos los bienes para formar el reino de los bienes a las criaturas; por eso mis llagas son fuentes que desbordan bienes, y mi muerte es fuente de donde brota la Vida a provecho de todos.

Así como fue necesaria mi muerte, fue necesaria a mi amor la Resurrección, porque el hombre con hacer su voluntad perdió la Vida de mi Querer, y Yo quise resucitar para formar no sólo la resurrección de los cuerpos, sino la resurrección de la Vida de mi Voluntad en ellos, así que si Yo no hubiese resucitado, la criatura no podría resurgir de nuevo en mi Fiat, le faltaría la virtud, el vínculo de la resurrección en la mía y por tanto mi amor se sentiría incompleto, sentiría que podría hacer más y no lo hacía y habría quedado con el duro martirio de un amor no completado; que después el hombre ingrato no se sirva de todo lo que he hecho, el mal es todo suyo, pero mi amor posee y goza su pleno triunfo”.

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Jn 20, 8-9

“Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó”

"Aún no habían entendido la Escritura, que tenía que levantarse de entre los muertos"

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Vol. 15-13 (1-2)  Abril 2, 1923

"Hija mía, cuánta luz, cuánta gloria tuvo mi Humanidad en mi Resurrección


La Divina Voluntad es germen de resurrección a la Gracia, a la santidad y a la gloria 

Encontrándome en mi habitual estado, mi siempre amable Jesús se hacía ver todo amable, majestuoso y como envuelto dentro de una red de luz, luz mandaba de sus ojos, luz salía de su boca, de cada palabra suya, de cada latido, de cada movimiento y paso, en suma, su Humanidad era un abismo de luz. Y Jesús mirándome me unía con esta luz diciéndome:

"Hija mía, cuánta luz, cuánta gloria tuvo mi Humanidad en mi Resurrección, porque en el curso de mi Vida en esta tierra no hice otra cosa que encerrar en cada acto mío, en cada respiro, mirada, en todo, a la Voluntad Suprema, y conforme la encerraba, así el Divino Querer me preparaba la gloria, la luz en mi Resurrección, y conteniendo en Mí el mar inmenso de la luz de mi Voluntad, no es maravilla que si miro, si hablo, si me muevo, salga tanta luz de Mí para poder dar luz a todos.  Ahora quiero encadenarte y envolverte en esta luz, para poner en ti tantos gérmenes de resurrección por cuantos actos vas haciendo en mi Voluntad, Ella es la única que hace resurgir el alma y el cuerpo a la gloria, Ella es germen de resurrección a la gracia, germen de resurrección a la más alta y perfecta santidad, germen de resurrección a la gloria.  Así que conforme el alma hace sus actos en mi Querer, así va encadenando nueva luz divina, porque mi Querer por naturaleza es luz, y quien en Él vive tiene virtud de transformar los pensamientos, las palabras, las obras y todo lo que hace, en luz".

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Jn 20, 8-9

“Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó”

"Aún no habían entendido la Escritura, que tenía que levantarse de entre los muertos"

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Vol. 34-10 (2) Mayo 31, 1936

⚜️“Mi Humanidad resucitada asegura el reino a mi Voluntad sobre la tierra”.


Finalmente la muerte, que maduró mi Resurrección, la que llamaba a todas a resurgir en mi Fiat Divino, y ¡oh! cómo simboliza a lo vivo mi Resurrección el reino de mi Voluntad, mi Humanidad llagada, deformada, irreconocible, resurgía sana, de una belleza encantadora, gloriosa y triunfante. Ella preparaba el triunfo, la gloria a mi Voluntad, llamando a todos en Ella e impetrando que todos resurgieran en mi Querer, de muertos vivos, de feos bellos, de infelices felices. Mi Humanidad resucitada asegura el reino a mi Voluntad sobre la tierra, fue mi único acto lleno de triunfo y de victoria, y esto me convenía porque no quería partir para el Cielo si primero no daba todas las ayudas a las criaturas para hacerlas entrar en el reino de mi Querer, y toda la gloria, el honor, el triunfo a mi Fiat Supremo para hacerlo dominar y reinar. Por eso únete Conmigo y haz que no haya acto que hagas, y pena que sufras, que no llames a mi Voluntad a tomar su puesto real y dominante, y como vencedora conquiste a todos para hacerse conocer, amar y querer por todos”.

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Jn 20, 8-9

“Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro; vio y creyó”

"Aún no habían entendido la Escritura, que tenía que levantarse de entre los muertos"

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Vol. 36-3 (4-5) Abril 20, 1938

⚜️"En el acto de la Resurrección"

-"Quien vive en nuestro Querer encuentra la vida en los actos de su Jesús, y corre siempre en ella nuestra Voluntad obrante, conquistante y triunfante, y nos da tal gloria que el Cielo no la puede contener"


"... Después de esto continuaba mi giro en todo lo que hizo Nuestro Señor sobre la tierra, y me he detenido en el acto de la Resurrección. ¡Qué triunfo, qué gloria! El Cielo se volcó sobre la tierra para ser espectador de una gloria tan grande. Y mi amado Jesús ha regresado y me ha dicho:

“Hija mía, en mi Resurrección venía constituido el derecho a todas las criaturas de resurgir en Mí a nueva vida, era la confirmación, el sello de toda mi Vida, de mis obras, de mis palabras, y confirmación de que si vine a la tierra fue para darme a todos y a cada uno como Vida que les pertenecía. 

Mi Resurrección era el triunfo de todos y la nueva conquista que todos hacían de Aquél que había muerto por todos, para darles vida y hacerlos resurgir en mi misma Resurrección. 

¿Pero quieres saber en donde consiste la verdadera resurrección de la criatura? No al final de los días, sino mientras aún vive en la tierra; quien vive en mi Voluntad resurge a la luz y puede decir: ‘Mi noche ha terminado’; resurge en el amor de su Creador, de modo que no existe más para ella el frío, las nieves, sino que siente la sonrisa de la primavera celestial; resurge a la santidad, la cual pone en precipitosa fuga a las debilidades, a las miserias, a las pasiones; resurge a todo lo que es Cielo, y si mira la tierra, el cielo, el sol, los mira para encontrar las obras de su Creador, para tener ocasión de narrarle su gloria y su larga historia de amor. 

Por eso quien vive en mi Querer, puede decir como dijo el ángel a las piadosas mujeres cuando fueron al sepulcro: ‘Ha resucitado, no está más aquí’, y dice: ‘Mi voluntad no está más conmigo, ha resucitado en el Fiat’. Y si las circunstancias de la vida, las ocasiones, las penas, circundan a la criatura como buscando su voluntad, ella puede responder:

‘Mi voluntad ha resucitado, no la tengo más en mi poder, en sustitución tengo a la Divina Voluntad y con su luz quiero investir todo lo que me circunda: Circunstancias, penas, para formar en ellas tantas conquistas divinas’. Quien vive en nuestro Querer encuentra la vida en los actos de su Jesús, y corre siempre en ella nuestra Voluntad obrante, conquistante y triunfante, y nos da tal gloria que el Cielo no la puede contener. Por eso vive siempre en nuestro Querer, no salgas jamás de Él si quieres ser nuestro triunfo y nuestra gloria”.