Vol. 19-51 (2) Agosto 27, 1926

Jesús a la S. D. Luisa Piccarreta


“...el título que darás al libro que publicarás sobre mi Voluntad será éste:

 

‘El Reino de mi Divina Voluntad en medio a las criaturas.  Libro de Cielo.  Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios’.

"Que se haga conocer que mi Divina Voluntad ya quiere venir a reinar como en el Cielo así en la tierra en medio a las criaturas"

Vol. 25-21 (3)

Enero, 2024

Celebramos La Epifanía




EVANGELIO

Enero 20, 2024


Marcos 3, 20-21

Su familia decía que no estaba en sus cabales

Mayo 13, 1917 Ntra. Señora de Fátima a los 3 pastorcitos


Rezad el Rosario todos los días

Para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra

Santo Rosario

por el Reino



AUDIO Youtube:

Fiat Divina Voluntad


TEXTO Web: 

Virgen María, La Reina del Cielo

AUDIO



"Sé atenta a recibir continuamente la palabra de mi Fiat, que es portador de creación, de vida y de conservación”.

                 Jesús

El Reino del FIAT Divino

www.fiatdivinavoluntad.com

Libro de Cielo Vol. 27-4 (3)

EVANGELIO

Marcos 3, 20-21



Lectura del santo Evangelio según San Marcos

Su familia decía que no estaba en sus cabales


20.Vuelve a casa. Se aglomera otra vez la muchedumbre de modo que no podían comer.
21.Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: «Está fuera de sí.»


Palabra del Señor

"Gloria a Ti, Señor Jesús"

‘El Reino de mi Divina Voluntad en medio a las criaturas.  Libro de Cielo.  Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios’.

Sierva de Dios Luisa Piccarreta

"El Evangelio del reino de la Voluntad Divina"

Mc 3, 21

Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: «Está fuera de sí.»

 

AUDIO



Vol. 22-3 (2)  12 de junio 1927

"¿sabes tú quién es capaz de oír su voz, de entender su hablar celeste y leer los caracteres divinos que cada cosa creada tiene impresos?"



Relaciones que hay entre Creador y criatura, 

entre Redentor y redimidos, 

entre Santificador y santificados. 

Quién sabrá leer las señales Divinas


(1) Estaba según mi costumbre siguiendo los actos del Fiat Divino para reparar y vincular todas las relaciones rotas por la voluntad humana entre Creador y criatura, entre el Redentor y los redimidos, entre el Santificador y los santificados, y mi amado Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho: 

(2) “Hija mía, quien quiere conocer todas las relaciones que hay entre Creador y criatura y mantener en vigor sus vínculos, debe hacer reinar en él, con absoluto dominio a mi Divina Voluntad, porque estando en toda la Creación la Vida de Ella, formará una sola vida para todas las cosas creadas, y siendo una la vida, entenderá el lenguaje de ellas y las relaciones que hay con su Creador. Cada cosa creada habla de su Creador, posee caracteres legibles de mi Fiat Divino. Pero ¿sabes tú quién es capaz de oír su voz, de entender su hablar celeste y leer los caracteres divinos que cada cosa creada tiene impresos? Quien posee mi Voluntad tiene el oído para escuchar su voz, inteligencia para comprenderla, ojos para leer los caracteres divinos que con tanto amor imprimió su Creador en cada cosa creada. En cambio quien no hace reinar mi Voluntad, se encuentra en las condiciones de quien es sordo y no escucha, de quien es cretino y no comprende, de quien no ha estudiado las diferentes lenguas y por cuanto se diga no entiende nada. 

Así también para mantener las relaciones y conocerlas entre Redentor y redimidos, deben estudiar mi Vida, cada palabra mía, obra, paso, latido y penas, todos eran vínculos con los cuales vine a vincular a todos los redimidos. ¿Pero quién queda vinculado? Quien estudia mi Vida y trata de imitarme; conforme me imita así queda vinculado con mis palabras, obras, pasos, etc., y recibe la vida de ellas, y tendrá el oído para escuchar todas mis enseñanzas, mente para comprenderlas y ojos para leer todos los caracteres impresos en Mí al venir a redimir al género humano. Y si la criatura no hace esto, los caracteres de la Redención serán ilegibles para ella, será un lenguaje extraño para ella, y las relaciones y vínculos de la Redención no tendrán vigor. La criatura será siempre el ciego de nacimiento para todos nuestros bienes de los cuales la queríamos enriquecer. 

Y para quien quiere conocer y recibir todas las relaciones y vínculos de la santidad, debe amar al Santificador, el Espíritu Santo pone en camino sus llamas hacia quien ama en verdad y lo vincula con relaciones de su santidad; sin amor no hay santidad, porque los vínculos de la verdadera santidad quedan rotos”.

3) Mi Jesús ha hecho silencio y yo he permanecido toda inmersa en el Fiat Supremo, y mi amado Bien ha continuado: 

(4) “Hija mía, quien vive en mi Voluntad bebe luz, y así como la luz mientras la ve y goza uno, la pueden ver y gozar los otros, así mi Voluntad dándose como luz al alma e invistiéndola toda, biloca todo el interior de ella y hace luz a cada pensamiento de criatura, biloca su palabra y hace luz a las palabras de los demás, biloca sus obras, sus pasos y hace luz a los de los demás. La luz posee la verdadera y perfecta bilocación, y mientras ella es una, tiene virtud de bilocarse por cada uno que la quiera gozar y ver. ¿No es uno el sol, pero cuántos lo ven y gozan? Mucho más el Sol de mi Querer, que el alma bebe y se llena toda de su luz, tiene virtud de que mientras es uno se biloca por cada acto, palabra, paso, etc., y forma en ellos el encanto de su luz Divina”. 

 Fiat Divina Voluntad



Mc 3, 21

Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: «Está fuera de sí.»

 

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SE DISTURBAN MUCHO, PIERDEN MUCHO TIEMPO


Vol. 2-14 (1-4)  Abril 16, 1899

Pero los míos me ofenden las partes más sensibles y tiernas, hasta en lo más íntimo de mi corazón


Estando en mi habitual estado, Jesús me invitó a girar para ver qué cosa hacían las criaturas. Yo le dije: “Mi adorable Jesús, esta mañana no tengo ganas de girar y ver las ofensas que te hacen, estémonos aquí los dos juntos”. Pero Jesús insistía en que quería girar, entonces para contentarlo le dije: “Si quieres salir, vamos, pero vamos dentro de alguna iglesia, pues ahí son pocas las ofensas que te hacen”.

Y así hemos ido dentro de una iglesia, pero también ahí era ofendido, y más que en otros lugares, no porque en las iglesias se hagan más pecados que en el mundo, sino porque son ofensas hechas por sus más amados, por aquellos mismos que deberían poner alma y cuerpo para defender el honor y la gloria de Dios, por eso resultan más dolorosas a su corazón adorable. Entonces veía almas devotas, que por bagatelas de nada no se preparaban bien a la comunión; su mente en vez de pensar en Jesús pensaba en sus pequeñas disturbios, en tantas cosas de nada, y ésta era su preparación. Cuánta pena daban estas almas a Jesús y cuánta compasión daban ellas, porque daban importancia a tantas pajitas, a tantas ociosidades y en cambio no se dignaban dirigirle una mirada a Jesús. Entonces Él me ha dicho:

 “Hija mía, cuánto impiden estas almas que mi Gracia se derrame en ellas, Yo no me fijo en las minucias, sino en el amor con el cual se acercan, y ellas al contrario, más se fijan en las pajas que en el amor, es más, el amor destruye las pajas, pero con muchas pajas no se acrecienta ni un poquito el amor, más bien lo disminuye.

Pero lo que es peor de estas almas es que se disturban mucho, pierden mucho tiempo, quisieran estar con los confesores horas enteras para decir todas estas minucias, pero jamás ponen manos a la obra con una buena y valiente resolución para extirpar estas pajas.

¿Qué decirte además, ¡oh! hija mía, de ciertos sacerdotes de estos tiempos? Se puede decir que obran casi satánicamente, llegando a hacerse ídolos de las almas. ¡Ah! Sí, mi corazón es más traspasado por mis hijos, porque si los otros me ofenden más, ofenden las partes de mi cuerpo, pero los míos me ofenden las partes más sensibles y tiernas, hasta en lo más íntimo de mi corazón”.

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Mc 3, 21

Se enteraron sus parientes y fueron a hacerse cargo de él, pues decían: «Está fuera de sí.»

 

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Vol. 9-43  Septiembre 2, 1910

"Se debe poner atención a lo que se debe hacer, y no a las habladurías"


Estaba pensando en Jesús cuando llevaba la cruz al calvario, especialmente cuando encontró a las mujeres, que olvidó sus dolores y se ocupó en consolar, oír, instruir a aquellas pobres mujeres. Cómo todo era amor en Jesús; Él tenía necesidad de ser consolado, en cambio consuela, y en qué estado consuela, estaba todo cubierto de llagas, traspasada la cabeza por punzantes espinas, jadeante y casi muriendo bajo la cruz, y consuela a los demás, ¡qué ejemplo! ¡Qué vergüenza para nosotros, que basta una pequeña cruz para hacernos olvidar el deber de consolar a los demás! Entonces recordaba cuantas veces, encontrándome yo oprimida por los sufrimientos o por las privaciones de Jesús que me traspasaban, me laceraban de lado a lado mi interior, y encontrándome rodeada de personas, Jesús me incitaba a imitarlo en este paso de su Pasión, y yo, si bien amargada hasta la médula de los huesos, me esforzaba en olvidarme de mí misma para consolar e instruir a los demás. Y ahora, encontrándome libre y exenta de tratar con personas, gracias a la obediencia, agradecía a Jesús que no me encontraba más en estas circunstancias; ahora siento que respiro un aire más libre para poderme ocupar sólo de mí misma. Y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

“Hija mía, sin embargo para Mí era un alivio y me sentía como restaurado, especialmente en aquellos que venían para hacer el bien. En estos tiempos falta verdaderamente quien infunda el verdadero espíritu interno en las almas, porque no teniéndolo, no saben infundirlo en los demás, y las almas aprenden a ser susceptibles, escrupulosas, ligeras, sin verdadero fondo de desapego de todo y de todos, y esto produce virtudes estériles, que hacen por florecer y mueren. Algunos creen hacer progreso en las almas porque llegan a la minuciosidad y a la escrupulosidad; pero en lugar de progreso son verdaderos obstáculos que arruinan las almas, y mi amor queda en ayunas en ellas. Entonces, habiéndote Yo dado mucha luz sobre los caminos internos, y habiéndote hecho comprender la verdad de las verdaderas virtudes y del verdadero amor, encontrándote tú en la verdad, Yo podría por boca tuya hacer comprender a los demás la verdad del verdadero camino de las virtudes, y Yo por ello me sentiría contento”.

Y yo: “Pero Jesús bendito, después del sacrificio que yo hacía, esas personas iban diciendo chismes y habladurías, y la obediencia justamente ha prohibido que vengan las personas”.

Y Jesús: “Esta es la equivocación, que se ponga atención a las habladurías y no al bien que se debe hacer. También de Mí se dijeron muchos chismes, y si hubiera puesto atención a esto no habría cumplido la Redención del hombre, por eso se debe pensar en lo que se debe hacer, y no en lo que se dice; las habladurías quedan a cuenta de quien las dice”.

Marcos 3, 20-21Su familia decía que no estaba en sus cabales

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Reparemos a Jesús


“Jesús mío, Sabiduría infinita, ¡cuánto te cuesta haber sido declarado loco!”


De la Hora 15 de la PasiónDe las 7 a las 8 de la mañanaJesús ante Pilato y Pilato lo manda a Herodes 

"Divino Rey mío, quiero repetir tus oraciones, tus reparaciones y quiero acompañarte hasta donde se encuentra Herodes. Tus enemigos enfurecidos quisieran devorarte vivo, y en medio de insultos, de burlas y risas te hacen llegar ante Herodes. Herodes se llena de orgullo y te hace muchas preguntas, pero tú no respondes y ni siquiera lo miras. Y Herodes irritado por no poder satisfacer su curiosidad y sintiéndose humillado por tu prolongado silencio, declara públicamente que tú eres un loco sin juicio, y ordena que como tal seas tratado, y para burlarse de ti, manda que te pongan una vestidura blanca y te entrega a los soldados para que te maltraten del peor modo posible. Inocente Jesús mío, nadie puede hallar culpa alguna en ti, solamente los Judíos, porque su afectada religiosidad no merece que resplandezca en sus mentes la luz de la verdad. Jesús mío, Sabiduría infinita, ¡cuánto te cuesta haber sido declarado loco! Los soldados abusando de ti, te arrojan al suelo, te pisotean, te escupen, se burlan de ti, te dan bastonazos y recibes tantos golpes que te sientes morir. Son tantas y tales las penas, los oprobios y las humillaciones que recibes, que los ángeles lloran y con sus alas se cubren el rostro para no seguir viendo. Yo también, mi loco Jesús, quiero decirte loco, pero loco de amor. Y es tan grande tu locura de amor, que en vez de ofenderte, oras y reparas por las ambiciones de los reyes que desean poseer más reinos para ruina de los pueblos; por las destrucciones que provocan, por toda la sangre que se derrama por su causa, por sus caprichos, por todos sus pecados de curiosidad y por todos los pecados que se cometen en las cortes y en la milicia. ¡Oh Jesús mío, qué impresión causa el verte orar y reparar en medio de tantos ultrajes! Tus palabras hacen eco en mi corazón y voy siguiendo lo que tú haces… Cuando Jesús se hallaba ante Herodes, estaba en silencio y vestido como si fuera un loco, sufriendo penas inauditas. Y nosotros, cuando recibimos alguna calumnia o burla, algún insulto o desprecio, ¿nos ponemos a pensar que Jesús quiere hacernos semejantes a él? Cuando sufrimos, cuando nos hacen algo y en todo lo que siente nuestro corazón, ¿nos damos cuenta de que es Jesús que tocándonos nos hace sufrir y que nos está transformando en sí mismo dándonos su semejanza?