Jesús a la S. D. Luisa Piccarreta


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...el título que darás al libro que publicarás sobre mi Voluntad será éste:

 

‘El Reino de mi Divina  Voluntad en medio a las criaturas.  Libro de Cielo.  Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios’.


El Reino del FIAT Divino

www.fiatdivinavoluntad.com

Libro de Cielo Vol. 19-51 (2)

En Marzo

-Preparación a nuestra

Consagración a San José

Solemnidad 19 de Marzo.

-y, En unión a Jesús en

Su Pasión y Muerte en La Cruz



EVANGELIO

Marzo 12, 2024


Juan 5, 1-3, 5-16

Al momento aquel hombre quedó sano

Santo Rosario

Por El Reino

























AUDIO Youtube:

Fiat Divina Voluntad


TEXTO Web: 

Virgen María, La Reina del Cielo


Mayo 13, 1917 

Ntra. Señora de Fátima a los 3 pastorcitos

Rezad el Rosario todos los días

Para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra

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"Sé atenta a recibir continuamente la palabra de mi Fiat, que es portador de creación, de vida y de conservación”.

                 Jesús

El Reino del FIAT Divino

www.fiatdivinavoluntad.com

Libro de Cielo Vol. 27-4 (3)

EVANGELIO

Juan 5, 1-3, 5-16



Lectura del santo Evangelio según San Juan

Al momento aquel hombre quedó sano


1.Después de esto, hubo una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.

2.Hay en Jerusalén, junto a la Probática, una piscina que se llama en hebreo Betesda, que tiene cinco pórticos.

3.En ellos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos, paralíticos, esperando la agitación del agua.

5.Había allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo.

6.Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: «¿Quieres curarte?»

7.Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo.»

8.Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda.»

9.Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar. Pero era sábado aquel día.

10.Por eso los judíos decían al que había sido curado: «Es sábado y no te está permitido llevar la camilla.»

11.El le respondió: «El que me ha curado me ha dicho: Toma tu camilla y anda.»

12.Ellos le preguntaron: «¿Quién es el hombre que te ha dicho: Tómala y anda?»

13.Pero el curado no sabía quién era, pues Jesús había desaparecido porque había mucha gente en aquel lugar.

14.Más tarde Jesús le encuentra en el Templo y le dice: «Mira, estás curado; no peques más, para que no te suceda algo peor.»

15.El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que lo había curado.

16.Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado.


Palabra del Señor

"Gloria a Ti, Señor Jesús"

‘El Reino de mi Divina Voluntad en medio a las criaturas.  Libro de Cielo.  Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios’.


Sierva de Dios Luisa Piccarreta

"El Evangelio del reino de la Voluntad Divina"

Juan 5, 6-7

6 Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: «¿Quieres curarte?» 7 Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo.»


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"Si tú supieras cómo es doloroso poder hacer el bien, ponerse en acto de hacerlo, y porque no se conoce tenerlo suspendido"


Vol. 24-2 (1-4) Marzo 25, 1928 

Los conocimientos sobre el Divino Querer son tantos pasos que Él ha hecho para regresar en medio de las criaturas. Estos pasos llevarán vida, luz, santidad. Suspiros de Jesús por hacerlos conocer 

(1) Mi pobre mente mientras seguía al Fiat Divino para acompañar sus actos, iba pensando en las tantas verdades que mi amado Jesús me había dicho sobre la Divina Voluntad, y con cuánto amor e interés me las había manifestado. Entonces pensaba entre mí: “Las primeras verdades que Él me dijo, parecían destellos de luz que salían de dentro de una luz interminable, después, poco a poco, no más destellos sino fuentes de luz, y mi pobre alma quedaba bajo el continuo flujo de estas fuentes de luz, finalmente me parecen mares de luz, de verdades, en las que yo quedaba tan sumergida, que mi pequeña capacidad no podía tomar todo y dejaba muchas verdades en aquel mismo mar en el cual yo me sentía inmersa, pero no me era dado el restringir en mí toda aquella luz interminable, que convirtiéndose en palabras me manifestaban la armonía, la belleza, la potencia del Supremo Querer. Ahora me parece que estoy en la luz, pero la luz no habla y yo, mientras bebo mares de luz, no sé decir nada”. Mientras esto pensaba, mi siempre amable Jesús se ha movido en mi interior y todo amor me ha dicho: 

(2) “Hija mía, tú debes saber que nuestra paterna bondad en cuanto el hombre se separó de nuestra Voluntad, retiró la vida obrante de Ella de en medio de las criaturas, por eso poquísimo han sabido decir de Ella, porque no corría en ellos, como vida, el mar de la luz obrante de mi Fiat Divino, porque ellos mismos, ingratamente lo habían rechazado, y por suma bondad nuestra les dejamos el bien de poder seguir las ordenes de nuestro Querer, no la Vida, con lo cual podían esperar su salvación, porque sin Ella no hay ni salvación ni santidad; pero nuestra paterna bondad, nuestro Querer y nuestro amor deseaban, suspiraban, anhelaban fuertemente el regreso como Vida obrante en medio de las criaturas, veían que ellas no podían alcanzar la finalidad perfecta de la Creación, ni formar la imagen querida por Nosotros, toda a nuestra semejanza, como fue creada por Nosotros sin la Vida obrante de nuestro Fiat, porque Él, siendo acto primero de la criatura, faltando Él la criatura queda desordenada, contrahecha, porque le falta el primer acto de su existencia. Ahora, tú debes saber que nuestro Ser Supremo, después de tantos siglos de escondidos suspiros, desbordó más fuerte en amor, más que en la misma Creación y Redención, sentimos la necesidad de amor, porque este amor regurgitando se desbordaba fuera de Nosotros para hacer los primeros pasos hacia la criatura, y en cuanto Yo comencé a manifestarte las primeras verdades sobre mi Querer Divino, así lo atraía a hacer los primeros pasos en medio de las criaturas, y estos pasos los concentraba en ti por medio de sus conocimientos, y conforme veía que tú ponías tus pasos en los del Fiat Divino, Yo me regocijaba, hacía fiesta y manifestándote otras verdades sobre Él, lo atraía a hacer otros pasos, así que por cuantas verdades te he dicho acerca de mi Voluntad, tantos pasos he hecho hacer a mi Fiat para hacerlo regresar como vida obrante en medio de las criaturas. Por eso te he dicho tanto acerca de Él, que se puede decir que Cielo y tierra están llenos de los pasos de los conocimientos de mi Querer, que uniéndose juntos forman el mar de luz en tu alma, que queriendo desbordar de dentro de ti quiere hacer su camino en medio de las criaturas, y estos pasos serán multiplicados a medida que sean conocidas las verdades sobre mi Voluntad, porque Yo no manifiesto jamás una verdad, sino cuando quiero hacer don de ella, dando la vida y el bien que esa verdad contiene. Por eso, hasta en tanto que mi Voluntad Divina no sea conocida con todos sus conocimientos, sus pasos estarán obstaculizados y suspendido el bien que quiere hacer a las criaturas. Si tú supieras cómo es doloroso poder hacer el bien, ponerse en acto de hacerlo, y porque no se conoce tenerlo suspendido, y esperar y volver a esperar, y suspirar por quien lo haga conocer para aligerarse del peso del bien que quiere dar, ¡oh! cómo te apresurarías para hacer conocer todos los pasos de mi Fiat, mucho más porque ellos son pasos que llevarán, no remedios, ayudas, medicinas, sino plenitud de vida, de luz, de santidad y totalidad de bienes, y mi amor regurgitando e inundando a todo el mundo, restablecerá el orden de la Creación y el dominio de mi Querer en medio de la familia humana”. 

(3) Después de esto mi dulce Jesús hacía ver que de dentro de su corazón divino salían muchos rayos de luz, en el punto de donde partían estaba impreso cada uno de los conocimientos sobre la Divina Voluntad, de modo que formaban la más bella corona de luz en torno a aquel corazón divino, y mi amado Jesús ha agregado:

 (4) “Hija mía, mira que bella corona de gloria y de luz posee mi corazón divino, corona más bella y refulgente no podía poseer, estos rayos son todos los conocimientos sobre mi Voluntad, sin embargo, estos rayos están obstaculizados, no pueden extenderse porque sus conocimientos no son conocidos, por eso no pueden extenderse y ensancharse para llenar de luz toda la tierra. Sucede como le sucedería al sol si le fuese impedido el que sus rayos, saliendo del centro de su esfera, quedaran en el aire sin poderse extender para tocar la tierra e investirla con su luz y con su calor, y así, el sol no pudiendo extender sus rayos, no podría dar los efectos que la luz contiene, ni la tierra podría recibirlos, habría una cierta lejanía entre la tierra y la luz del sol, y este alejamiento impediría al sol el hacer el bien a la tierra, y ella sería estéril e infecunda. Así son los conocimientos sobre mi Fiat, si no se hacen conocer, sus rayos no se pueden extender y tomar como de la mano a las almas para calentarlas, para quitarles el entorpecimiento del querer humano, plasmarlas de nuevo para transformarlas en la Vida que mi Fiat les quiere infundir, porque estos conocimientos son, y contienen la nueva creación, de transformar a la criatura en como salió de nuestras manos creadoras”.

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Jn 5, 7

Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie…

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Vol. 33-2 (2-4) Noviembre 26, 1933

⚜️ Quien hace su querer se aparta de todos y queda solo. 


(2) …Así que cuando la criatura ha entendido qué significa Voluntad Divina y siente correr en ella su Vida, no siente más necesidad de nada, porque poseyendo mi Querer posee todos los bienes posibles e imaginables, le queda sólo el delirio, las ansias, los suspiros porque quiere que mi Voluntad abrace a todos y se constituya vida de todos, y esto porque ve que mi Voluntad eso quiere, y esto quiere su pequeñez”. 

(3) Después seguía pensando en la Divina Voluntad, y el gran mal que lleva el hacer la voluntad humana, y mi amado Jesús suspirando ha agregado: 

(4) “Hija mía, quien hace la propia voluntad se aparta de todos y obra por sí mismo, no hay quién le ayude, ni quién le dé la fuerza, ni quién le dé la luz para hacer lo mejor de lo que hace, así que todos la dejan en poder de sí misma, aislada, sin apoyo, y sin defensa, se puede llamar la desamparada, la extraviada de la Creación, justa pena de quien quiere hacer su voluntad, sentir todo el peso de la soledad en la que ella misma se ha metido, y la falta de todas las ayudas, y ¡oh! el dolor que siento al ver tantas criaturas apartadas también de Mí, y Yo para hacerle sentir qué significa hacer sin mi Voluntad, me quedo como lejano, haciéndole sentir todo el peso del querer humano, el cual no le da jamás descanso y se vuelve su más cruel tirano. Todo lo contrario para quien hace mi Voluntad, todos están con ella, el Cielo, los santos, los ángeles, porque por honor y respeto de mi Querer Divino todos tienen el deber de ayudar a aquella criatura y sostenerla en aquellos actos donde entra mi Voluntad. 

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Jn 5, 7

Le respondió el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo.»

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Vol. 13-55 (1-4) Enero 28, 1922

Innumerables Fuentes en favor de las criaturas

Jesús nos abrió tantas fuentes en su Querer. 


(1) Estaba rezando y mi dulce Jesús me ha atraído a Él, y transformándome toda en Él me ha dicho: 

(2) “Hija mía, recemos juntos para poder tomar el Cielo en un puño e impedir a la tierra que se precipite más en la corriente del mal”. 

(3) Entonces hemos rezado juntos, y después ha agregado: 

(4) “Mi Humanidad estando en la tierra se veía muy estrecha ante la Divinidad, y como era inseparable de Ella no hacía otra cosa que entrar en la inmensidad de la Voluntad Eterna y abría innumerables fuentes en favor de las criaturas, porque siendo abiertas por un Hombre Dios, daba a la familia humana el derecho de acercarse a estas fuentes y tomar de ellas lo que quisieran. Así pues formé la fuente del amor, la de la oración, otra de la reparación, la fuente del perdón, la de mi sangre, la de la gloria. Ahora, ¿quieres saber quién agita estas fuentes para hacerlas brotar y hacerlas derramarse de modo que toda la tierra quede inundada? El alma que entra en mi Querer; conforme entra, si quiere amar se acerca a la fuente del amor, y amando, o con sólo poner la intención de amar, agita la fuente, las aguas al ser agitadas crecen, se desbordan e inundan toda la tierra y a veces son tan fuertes estas agitaciones, que las olas se elevan tanto que llegan a tocar el Cielo e inundan la patria celestial; si quiere rezar, reparar, conseguir el perdón a los pecadores, darme gloria, agita la fuente de la oración, de la reparación, del perdón, y éstas brotan, se desbordan e inundan a todos. ¿Cuántos bienes no ha conseguido al hombre mi Humanidad? Dejé las puertas abiertas para que pudieran entrar cuando quisieran, pero qué pocos son aquellos que entran”.

 Fiat Divina Voluntad




Juan 5, 8

Jesús le dice: «Levántate, toma tu camilla y anda.»

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Vol. 30-1 (1-5) Noviembre 4, 1931 

⚜️ La confianza forma los brazos y los pies del alma. Dios continúa el trabajo de la creación en el alma que hace su Voluntad. La Voluntad Divina cemento de la humana voluntad

(1) Jesús mío, centro y vida de mi pequeña alma, mi pequeñez es tanta, que siento la extrema necesidad de que Tú, Amor mío, me tengas estrechada entre tus brazos y te muevas a piedad de mi gran debilidad. Soy pequeña, y Tú sabes que las pequeñas tienen necesidad de fajas para afirmarse los miembros y de la leche de la mamá para alimentarse y crecer, y yo siento la viva necesidad que Tú me fajes con las fajas del amor, y estrechándome a tu pecho divino me des por alimento la leche de tu Divina Voluntad para alimentarme y crecer. Escucha, ¡oh! Jesús, siento la necesidad de tu Vida para vivir; quiero vivir de Ti, y entonces Tú escribirás, no yo, y podrás escribir lo que quieras y como quieras. Por eso el trabajo es tuyo, no mío y yo sólo te prestaré mi mano y Tú harás todo el resto. Así quedamos de acuerdo, oh Jesús. Entonces, abandonándome en los brazos de Jesús escuchaba susurrarme al oído su voz dulcísima que me decía: 

(2) “Mi pequeña hija, por cuanto más abandonada estés en Mí, tanto más sentirás mi Vida en ti, y Yo tomaré el puesto de vida primaria en tu alma. Debes saber que la verdadera confianza en Mí forma los brazos del alma, y los pies para subir hasta Mí y estrecharme tan fuerte, de no poderme separar de ella, por lo tanto quien no tiene confianza no tiene brazos ni pies, así que es una pobre lisiada, por eso tu confianza será tu victoria sobre Mí, y Yo te tendré estrechada en mis brazos, pegada a mi pecho para darte la leche continua de mi Divina Voluntad. 

(3) Ahora, tú debes saber que cada vez que el alma hace mi Voluntad, Yo me reconozco a Mí mismo en la criatura, reconozco mis obras, mis pasos, mis palabras, mi amor; por ello sucede que el Creador se reconoce a Sí mismo y sus obras en la criatura, y la criatura obrando se proyecta en el Creador y se reconoce en Él. Este reconocerse recíprocamente, Dios y el alma, llama al primer acto de la Creación, y Dios sale de su reposo y continúa el trabajo de la Creación con esta criatura que vive y obra en mi Querer, porque nuestro trabajo no ha terminado, sólo hemos tomado un reposo, y la criatura, con hacer nuestra Voluntad nos llama al trabajo, pero dulce llamada, porque para Nosotros el trabajo es nueva felicidad, nuevas alegrías y prodigiosas conquistas. Por eso no hacemos otra cosa que continuar nuestros desahogos de amor, de potencia, de bondad y de sabiduría inalcanzable, los cuales dieron principio en la Creación, y la criatura siente que su Dios no reposa para ella, sino que continúa el trabajo de su obra creadora; y conforme obra en nuestro Querer, así siente sobre su alma la lluvia del amor obrante de Dios, su potencia y sabiduría que no están inactivas, sino que trabajan en su alma. ¡Oh! si tú supieras el agrado, el placer que sentimos cuando la criatura nos llama al trabajo: Con llamarnos nos reconoce, con llamarnos nos abre las puertas, nos da el dominio y nos da toda la libertad de hacer lo que queremos en su alma. Por lo tanto haremos un trabajo digno de nuestras manos creadoras, por eso no dejes escapar jamás nuestra Voluntad Divina si quieres que nuestro trabajo sea continuo, Ella será tu portavoz y el nuestro, donde tú emitirás tu voz para llamarnos, y Nosotros oiremos el dulce susurro, y rápido descenderemos en nuestro mismo Querer en tu alma para continuar nuestro trabajo, porque tú debes saber que los actos continuos forman vida y obras completas, lo que no es continuo se puede llamar efecto de mi Querer, no vida que se forma en la criatura, y los efectos poco a poco se desvanecen y se queda en ayunas. Por eso, ánimo y confianza, y siempre adelante a navegar el mar de la Divina Voluntad”.

 (4) Después de esto estaba siguiendo los actos que mi sumo bien Jesús había hecho en su Humanidad cuando estaba en la tierra, y haciéndose oír ha agregado: 

(5) “Hija mía, mi voluntad humana no tuvo ningún acto de vida, sino que estaba en acto de recibir el acto continuo de mi Divina Voluntad, que Yo como Verbo del Padre Celestial poseía, por eso todos mis actos y penas, oraciones, respiros, latidos que hacía, recibiendo mi voluntad humana la Vida de la Voluntad Divina, formaba tantas ataduras para volver a anudar las voluntades humanas a la mía, y como estas voluntades humanas eran como habitaciones, algunas en ruinas, otras lesionadas, y otras reducidas a escombros, mi Voluntad Divina obrando en mi Humanidad, con mis actos preparaba las ayudas para sostener a las que se encontraban en peligro de caer, para cimentar las lesionadas, y para volver a construir sobre los mismos escombros las habitaciones destruidas. Yo nada hacía para Mí, no tenía ninguna necesidad, hacía todo para rehacer, rehabilitar las voluntades humanas, mi única necesidad era el amor y que quería ser amado. Ahora, para recibir todas mis ayudas y todas mis penas y obras como obras actuantes, voz hablante, y mensajeros que ayudan, la criatura debe unir su voluntad a la mía, y rápidamente se sentirá atada de nuevo con la mía, y todos mis actos se dispondrán alrededor para hacer su oficio, para sostener, cimentar, y levantar nuevamente la voluntad humana. En cuanto la criatura se une y se decide a hacer mi Voluntad Divina, todos mis actos, como ejército aguerrido se ponen a defensa de la criatura, y forman la barca de seguridad en el mar tempestuoso de la vida. Pero para quien no hace mi Voluntad, podría decir que nada recibe, ni puede recibir, porque sólo Ella es la dadora de todo lo que Yo hice por amor de las criaturas”.

 Fiat Divina Voluntad




Juan 5, 9-10

9 Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar. Pero era sábado aquel día. 10 Por eso los judíos decían al que había sido curado: «Es sábado y no te está permitido llevar la camilla.»


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debe estar convencida, si quiere vivir en mi Voluntad, que la suya no puede actuar más y que debe servir para encerrar la mía en la suya


Vol.34-12 (1-2) Julio 4, 1936 

Cómo un acto de voluntad humana puede arruinar el orden Divino y sus obras más bellas

(1) Mi pobre mente no sabe estar sin girar y volar en el Querer Divino, y mi pobre voluntad humana se siente como bajo la presión de la Divina Voluntad, y pensaba entre mí: “¡Ah! sí, es bello, se siente la victoria, el triunfo, el dominio, la felicidad, las bellas conquistas del vivir en el Querer Divino, pero el querer humano mientras se siente vivo debe continuamente morir, es verdad que es el más grande honor, el Amor más grande de Dios, el dignarse descender en la voluntad de la criatura y con su Majestad y Potencia obrar, hacer lo que Él quiere, y el humano quedarse en su lugar y sólo puede hacer lo que hace Dios, pero lo suyo todo lo debe abandonar, este es el sacrificio de los sacrificios, especialmente en ciertas circunstancias; ¡oh! cómo es doloroso sentir la vida y tenerla como si no la tuviera, porque el Fiat Divino no tolera que ni siquiera una fibra de querer humano actúe en el suyo”. Y una multitud de pensamientos ocupaba mi pobre mente, y mi dulce Jesús compadeciendo mi ignorancia y el estado doloroso en que me encontraba, con ternura indecible, poniéndome su mano santísima sobre mi cabeza me ha dicho: 

(2) “Hija bendita, ánimo, no te abatas, mi Querer Divino quiere todo, porque sabe que un pequeño acto, un deseo, una fibra de querer humano le arruinaría sus obras más bellas, el orden divino, su santidad quedaría obstaculizada, su amor restringido, su potencia limitada, por eso no tolera que ni siquiera una fibra de querer humano tenga vida; es verdad que es el sacrificio de los sacrificios, ningún otro sacrificio puede igualar el peso, el valor, la intensidad del sacrificio de vivir sin voluntad, tanto que se requiere la Vida perenne, el milagro continuado de mi Querer Divino para poder resistir a este sacrificio, que frente a los otros, éstos se pueden llamar sombras, cuadros pintados, juego de niños que lloran por una insignificancia, porque está el querer humano que en las penas, en los encuentros dolorosos, en las obras, no se siente deshecho, sin vida, sin satisfacciones, por eso los sacrificios se sienten, ¡oh! cuanto más ligeros, pero vacíos de Dios, de santidad, de amor, de luz, de verdadera felicidad, y quizá ni siquiera exentos de pecados, porque el querer humano sin el mío no puede hacer jamás cosas buenas y santas. Además, si mi Fiat no tuviera virtud de tener consigo al querer humano sin darle vida, más bien encerrar su Vida en él para hacer que no encuentre ni lugar ni tiempo de poder actuar, no podría obrar con aquella ostentación, suntuosidad y pompa divina que Nosotros estamos acostumbrados de hacer en nuestras obras; si en la Creación hubiera estado otra voluntad, nos habría impedido la suntuosidad, la ostentación, la pompa divina que tuvimos en toda la Creación, nos habría podido impedir la extensión del cielo, la multiplicidad de las estrellas, la vastedad de la luz del sol, la variedad de tantas cosas creadas, nos habría puesto un límite. Por eso nuestro Querer quiere estar solo para hacer lo que sabe y quiere hacer, por eso quiere la voluntad humana consigo, concurrente, espectadora, admiradora de lo que quiere hacer en ella, pero debe estar convencida, si quiere vivir en mi Voluntad, que la suya no puede actuar más y que debe servir para encerrar la mía en la suya, para dejarla hacer con toda libertad sus obras, con toda la suntuosidad, con la magnificencia de la gracia y con la pompa de sus variedades divinas. La primera cosa que queremos es la libertad absoluta, queremos ser libres hija mía, sea cualquiera el sacrificio que queremos y las obras que queremos hacer, si esto no fuera, el vivir en mi Voluntad será un modo de decir, pero en realidad no existe”.

 Fiat Divina Voluntad


Jn. 5, 13 

Pero el curado no sabía quién era…

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Vol. 34-10 (2) Mayo 31, 1936

La Vida de Jesús simboliza la llamada del reino de la Divina Voluntad sobre la tierra. 


La Divina Voluntad encierra todos los actos de la Vida de Jesús como en acto de repetirlos siempre por amor de las criaturas. 


2) “Mi pequeña hija de mi Querer, mi Amor quiere desahogarse, siente la necesidad de hacer conocer a quien quiere vivir de mi Voluntad, lo que Yo hice y hago para que vuelva a reinar y dominar en medio a las criaturas; tú debes saber que toda mi Vida no fue otra cosa que el llamado continuo de mi Voluntad en medio a ellas, y el llamado de las criaturas en mi Fiat Supremo, tanto, que cuando me concebí simbolizaba el llamado, el regreso para hacerla concebir en las criaturas que con tanta crueldad la habían puesto fuera de sus almas, y las llamaba a ellas a concebirse en Ella. En cuanto nací, llamaba a renacer a mi Querer en todas las obras humanas; en todas mis lágrimas infantiles, gemidos, plegarias y suspiros, llamaba con mis lágrimas y suspiros a mi Voluntad en las lágrimas, penas y suspiros de las criaturas, para que nada hicieran en que no sintieran la fuerza, el imperio de mi Voluntad reinante en ellas, la cual apiadándose de mis lágrimas y de las de ellas, les habría dado la gracia del regreso de su reino. También mi exilio simbolizaba cómo las criaturas se habían exiliado de mi Querer, y Yo quise ser exiliado para llamar a mi Voluntad en medio a los pobres exiliados, a fin de que los llamara y convirtiera el exilio en patria, donde no más serían tiranizados por los enemigos, por gente extranjera, por viles pasiones, sino que estarían con la plenitud de los bienes de mi Voluntad. Y mi regreso a Nazaret simboliza muy bien mi Divina Voluntad, Yo vivía en Ella escondido, su reinar estaba en pleno vigor en la sagrada familia, Yo era el Verbo, la Voluntad Divina en persona velada por mi Humanidad, aquella misma Voluntad que reinaba en Mí se difundía a todos, los abrazaba, era movimiento y vida de cada uno, Yo sentía en Mí el movimiento y la vida de cada uno, de la cual mi Fiat era el actor; qué pena, qué dolor el no ser reconocido, ni recibir un gracias, un te amo, un acto de reconocimiento, ni del mundo entero, ni del mismo Nazaret, porque no sólo mi Voluntad, sino también mi Santa Humanidad vivía en medio a ellos, la cual no cesaba de dar luz a quien pudiera verme y acercarse a Mí para hacerme conocer, pero que en mi dolor quedaba siempre el Dios escondido. Tal es la suerte de mi Querer Divino, el hombre fue creado con la fuerza creadora del Fiat, nació, fue unido, empapado en Él, le suministra el movimiento continuo, el calor, la vida, terminará su vida en el Fiat, sin embargo ¿quién lo conoce? ¿Quién es agradecido por este acto divino continuo, sin jamás cansarse, que con tanto amor envuelve la vida de la criatura para darle vida? Casi ninguno hija mía; hacer el bien, ser causa primaria de conservación y dar vida perenne a la criatura, mantener el orden de todas las cosas creadas en torno a ella y sólo para ella, y no ser reconocido, es el dolor de los dolores, y la paciencia de mi Voluntad llega a lo increíble, ¿pero sabes tú el por qué de esta paciencia tan invencible y constante? Porque sabe que vendrá su reino, será reconocida su Vida palpitante en medio a las criaturas, y en vista de la gran gloria que recibirá al ser conocida que es vida de cada vida, y mientras es vida recibirá cada vida para reinar en ella, no estará más escondida sino develada y reconocida; en vista de esto soporta tanto desconocimiento, y sólo una paciencia divina podría soportar la prolijidad de tantos siglos de tanta ingratitud humana. De Nazaret pasé al desierto donde había máxima soledad, la mayor parte habitado por animales feroces que ensordecían el desierto con sus rugidos que me rodeaban, símbolo de mi Divina Voluntad, que cuando no es conocida se forma el desierto en torno a la criatura y una soledad que da horror y espanto, se aridece el bien y el alma se siente circundada más que por animales feroces, esto es, por sus pasiones brutales que mandan rugidos de rabia, de bestial furor, de crueldad, de toda suerte de males. Mi Santa Humanidad iba paso a paso buscando y encontrando todos los dolores que había sufrido mi Divina Voluntad para repararla y llamarla de nuevo a reinar de nuevo en medio a las criaturas, puedo decir que cada latido, respiro, palabra, paso y pena míos, era el llamado continuo a mi Voluntad a hacerse conocer por las criaturas para hacerla reinar, y las llamaba a ellas en Ella para hacerles conocer el gran bien, la santidad, la felicidad del vivir en el Fiat. Del desierto pasé a la vida pública, en la que pocos fueron los que me creyeron que Yo era el Mesías, especialmente de los doctos casi ninguno, y Yo quise usar mi Potencia sembrando milagros para formarme el pueblo, a fin de que si no creían en mis palabras creyeran a la potencia de mis milagros, eran mis industrias divinas y amorosas que a cualquier precio quería hacerme conocer que era su Salvador, porque si no me conocían no podían recibir el bien de la Redención, por eso era necesario hacerme conocer para hacer que mi venida sobre la tierra no fuera inútil para ellos. ¡Oh! cómo mi vida pública simboliza el triunfo del reino de mi Fiat en medio a las criaturas, que con verdades sorprendentes lo haré conocer, y para conseguirlo haré milagros y prodigios, con la Potencia de mi Querer llamaré a vida a los muertos a la gracia, repetiré el milagro de la resurrección de Lázaro, que a pesar que están podridos en el mal, que se han vuelto cadáveres pestilentes como Lázaro, mi Fiat los llamará a vida, hará cesar la peste del pecado, los hará resurgir en el bien, en suma, usaré todas mis industrias divinas para hacer dominar mi Querer en medio a las gentes. Ve entonces, en cada palabra mía que decía y en cada milagro que hacía, llamaba a mi Voluntad a reinar en medio a ellas, y llamaba a las gentes a vivir en Ella. De la vida pública pasé a la pasión, símbolo de la Pasión de mi Voluntad que por tantos siglos había sufrido tantas voluntades rebeldes de las criaturas, que con no querer someterse a Ella habían cerrado el Cielo, roto las comunicaciones con su Creador, y se habían convertido en infelices esclavos del enemigo infernal. Mi Humanidad lacerada, perseguida hasta la muerte, crucificada, representaba la humanidad infeliz sin mi Querer ante la Divina Justicia, y en cada pena llamaba a mi Fiat a darse el beso de paz con las criaturas para hacerlas felices, y las llamaba a ellas en Él para hacer cesar la Pasión dolorosa a mi Voluntad. Finalmente la muerte, que maduró mi Resurrección, la que llamaba a todas a resurgir en mi Fiat Divino, y ¡oh! cómo simboliza a lo vivo mi Resurrección el reino de mi Voluntad, mi Humanidad llagada, deformada, irreconocible, resurgía sana, de una belleza encantadora, gloriosa y triunfante. Ella preparaba el triunfo, la gloria a mi Voluntad, llamando a todos en Ella e impetrando que todos resurgieran en mi Querer, de muertos vivos, de feos bellos, de infelices felices. Mi Humanidad resucitada asegura el reino a mi Voluntad sobre la tierra, fue mi único acto lleno de triunfo y de victoria, y esto me convenía porque no quería partir para el Cielo si primero no daba todas las ayudas a las criaturas para hacerlas entrar en el reino de mi Querer, y toda la gloria, el honor, el triunfo a mi Fiat Supremo para hacerlo dominar y reinar. Por eso únete Conmigo y haz que no haya acto que hagas, y pena que sufras, que no llames a mi Voluntad a tomar su puesto real y dominante, y como vencedora conquiste a todos para hacerse conocer, amar y querer por todos”.