En Marzo

-Consagrados a San José

en la Solemnidad 19.03.24

-En Su Pasión y Muerte de Cruz

con Las Horas de Su Pasión

Semana Santa

Sábado Santo


EVANGELIO

Marzo 30, 2024


San Marcos 16, 1-7
Jesús Nazareno, el crucificado, ha resucitado

Santo Rosario

Por El Reino


AUDIO Youtube:

Fiat Divina Voluntad


TEXTO Web: 

Virgen María, La Reina del Cielo


Mayo 13, 1917 

Ntra. Señora de Fátima a los 3 pastorcitos

Rezad el Rosario todos los días

Para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra

Semana Santa

Sábado Santo

EVANGELIO

San Marcos 16, 1-7


Lectura del santo Evangelio según San Marcos
Jesús Nazareno, el crucificado, ha resucitado


1.Pasado el sábado, María Magdalena, María la de Santiago y Salomé compraron aromas para ir a embalsamarle.

2.Y muy de madrugada, el primer día de la semana, a la salida del sol, van al sepulcro.

3.Se decían unas otras: «¿Quién nos retirará la piedra de la puerta del sepulcro?»

4.Y levantando los ojos ven que la piedra estaba ya retirada; y eso que era muy grande.

5.Y entrando en el sepulcro vieron a un joven sentado en el lado derecho, vestido con una túnica blanca, y se asustaron.

6.Pero él les dice: «No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí. Ved el lugar donde le pusieron.

7.Pero id a decir a sus discípulos y a Pedro que irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo.»


Palabra del Señor

"Gloria a Ti, Señor Jesús"

Mc 16, 6
Pero él les dice: «No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí. Ved el lugar donde le pusieron.

AUDIO



La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad

Día 29

"ordenó a su muerta Humanidad que recibiera de nuevo su alma y que resucitara triunfante y gloriosa a la vida inmortal"

“Muerte, tu no serás más muerte, sino vida.”

“La Resurrección de mi Hijo"


"... cómo te quisiera presente en el acto en que resucitó mi Hijo, Él era todo majestad, su Divinidad unida a su alma manaba mares de luz y de belleza encantadora, de llenar Cielo y tierra, y como triunfador, haciendo uso de su poder, ordenó a su muerta Humanidad que recibiera de nuevo su alma y que resucitara triunfante y gloriosa a la vida inmortal. ¡Qué acto tan solemne! Mi querido Jesús triunfaba sobre la muerte diciendo: “Muerte, tu no serás más muerte, sino vida.” Con este acto de triunfo ponía el sello de que era Hombre y Dios, y con su Resurrección confirmaba el Evangelio, los milagros, la vida de los sacramentos y toda la vida de la Iglesia, y no sólo esto, sino que daba el triunfo sobre la voluntad humana debilitada y casi extinta en el verdadero bien, de hacer triunfar sobre ellas la Vida del Querer Divino, que debía llevar a las criaturas la plenitud de la santidad y de todos los bienes, y al mismo tiempo arrojaba, en virtud de su Resurrección, el germen en los cuerpos de resurgir a la gloria imperecedera. Hija mía, la Resurrección de mi Hijo encierra todo, dice todo, confirma todo y es el acto más solemne que Él hizo por amor de las criaturas".

Fiat Divina Voluntad


Mc 16, 6

Pero él les dice: «No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí. Ved el lugar donde le pusieron.

AUDIO



Vol. 21-17  Abril 18, 1927

"La Resurrección de Nuestro Señor ha dado a las criaturas el derecho de resucitar.  Diferencia que hay entre quien obra en el Divino Querer y entre quien obra fuera de Él"


Estaba siguiendo los actos del Santo Querer Divino cuando Jesús resucitó del sepulcro, glorioso y triunfante, y mi amable Jesús saliendo de dentro de mi interior me ha dicho:

“Hija mía, con el resucitar, mi Humanidad dio el derecho a todas las criaturas de hacer resucitar no sólo sus almas a la gloria y a la bienaventuranza eterna, sino también a sus cuerpos.  El pecado había quitado estos derechos de resucitar a las criaturas; mi Humanidad con resucitar los restituyó.  Ella encerraba el germen de la resurrección de todos, y en virtud de este germen encerrado en Mí, todos tuvieron el bien de poder resucitar de la muerte.  Quien hace el primer acto debe tener la virtud de encerrar en sí todos los demás actos que deben hacer las otras criaturas, de modo que en virtud del primer acto, los demás puedan imitarlo y hacer el mismo acto.  ¿Cuánto bien no llevó la Resurrección de mi Humanidad dando el derecho a todos de resucitar?  Para el hombre, porque se había sustraído de mi Voluntad, la gloria, felicidad, honores, todo le había quedado malogrado, había roto el eslabón de unión que uniéndolo con Dios le daba los derechos a todos los bienes de su Creador, y mi Humanidad con resucitar enlazó el eslabón de unión, restituyéndole los derechos perdidos, dándole virtud de resucitar.  Toda la gloria, todo el honor es de mi Humanidad, si Yo no hubiera resucitado, ninguno podría resucitar.  Con el primer acto viene la sucesión de los actos semejantes al primero.  Mira qué cosa es la potencia de un primer acto, mi Mamá Reina hizo el primer acto de concebirme; Ella para poder concebirme a Mí, Verbo Eterno, encerró en Sí todos los actos de las criaturas para corresponder a su Creador en modo de poder decirle:  ‘Soy Yo que te amo, te adoro, te doy satisfacción por todos.’  Entonces, encontrando a todos en mi Mamá, a pesar de que fue una mi concepción, pude darme a todos como vida de cada criatura.  Así tú hija mía, con hacer tus primeros actos en mi Voluntad, las otras criaturas reciben el derecho de entrar en Ella y de repetir tus actos para recibir los mismos efectos.  Cómo es necesario que aunque sea uno solo haga el primer acto, porque esto sirve para abrir la puerta, preparar las materias primas, para formar el modelo para dar vida a ese acto.  Cuando el primero está hecho, a los demás les resulta más fácil imitarlo.  Esto sucede aun en el bajo mundo, quien es el primero en formar un objeto debe trabajar más, sacrificarse más, debe preparar todas las materias que se necesitan, debe hacer tantas pruebas y cuando el primero está hecho, no sólo adquieren el derecho de poderlo hacer los demás, sino que les resulta más fácil el repetirlo, pero toda la gloria es de quien ha hecho el primero, porque si no hubiese hecho el primero, los otros actos semejantes jamás habrían podido tener existencia.  Por eso sé atenta a formar tus primeros actos si quieres que el Reino del Fiat Divino venga a reinar sobre la tierra”.

Después de esto estaba fundiéndome en el Santo Querer Divino, llamando a todos los actos de las criaturas para que todos resurgieran en Él, y mi dulce Jesús me ha dicho:

“Hija mía, que gran diferencia hay entre un acto hecho en mi Voluntad y un acto, aun bueno, hecho fuera de Ella.  En el primero corre una Vida Divina dentro de él y esta Vida llena Cielo y tierra, y ese acto recibe el valor de una Vida Divina; en el segundo corre un acto de vida humana y éste es limitado, restringido, y muchas veces su valor termina cuando termina el acto, y si algún valor hay dentro, es valor humano sujeto a perecer”.

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Mc 16, 6

Pero él les dice: «No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí. Ved el lugar donde le pusieron.

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Vol. 36-3 (4-5) Abril 20, 1938

“Mi Resurrección era el triunfo de todos y la nueva conquista que todos hacían de Aquél que había muerto por todos, para darles vida y hacerlos resurgir en mi misma Resurrección” 


“4 Después de esto continuaba mi giro en todo lo que hizo Nuestro Señor sobre la tierra, y me he detenido en el acto de la Resurrección. ¡Qué triunfo, qué gloria! El Cielo se volcó sobre la tierra para ser espectador de una gloria tan grande. Y mi amado Jesús ha regresado y me ha dicho: 

5 “Hija mía, en mi Resurrección venía constituido el derecho a todas las criaturas de resurgir en Mí a nueva vida, era la confirmación, el sello de toda mi Vida, de mis obras, de mis palabras, y confirmación de que si vine a la tierra fue para darme a todos y a cada uno como Vida que les pertenecía. Mi Resurrección era el triunfo de todos y la nueva conquista que todos hacían de Aquél que había muerto por todos, para darles vida y hacerlos resurgir en mi misma Resurrección. ¿Pero quieres saber en donde consiste la verdadera resurrección de la criatura? No al final de los días, sino mientras aún vive en la tierra; quien vive en mi Voluntad resurge a la luz y puede decir: ‘Mi noche ha terminado’; resurge en el amor de su Creador, de modo que no existe más para ella el frío, las nieves, sino que siente la sonrisa de la primavera celestial; resurge a la santidad, la cual pone en precipitosa fuga a las debilidades, a las miserias, a las pasiones; resurge a todo lo que es Cielo, y si mira la tierra, el cielo, el sol, los mira para encontrar las obras de su Creador, para tener ocasión de narrarle su gloria y su larga historia de amor. Por eso quien vive en mi Querer, puede decir como dijo el ángel a las piadosas mujeres cuando fueron al sepulcro: ‘Ha resucitado, no está más aquí’, y dice: ‘Mi voluntad no está más conmigo, ha resucitado en el Fiat’. Y si las circunstancias de la vida, las ocasiones, las penas, circundan a la criatura como buscando su voluntad, ella puede responder: ‘Mi voluntad ha resucitado, no la tengo más en mi poder, en sustitución tengo a la Divina Voluntad y con su luz quiero investir todo lo que me circunda: Circunstancias, penas, para formar en ellas tantas conquistas divinas’. Quien vive en nuestro Querer encuentra la vida en los actos de su Jesús, y corre siempre en ella nuestra Voluntad obrante, conquistante y triunfante, y nos da tal gloria que el Cielo no la puede contener. Por eso vive siempre en nuestro Querer, no salgas jamás de Él si quieres ser nuestro triunfo y nuestra gloria”.

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Mc 16, 6

Pero él les dice: «No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí. Ved el lugar donde le pusieron.

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Vol. 30-7 (1-2) Diciembre 14, 1931

“Mi alma en la Divina Voluntad, está siempre en acto de morir para recibir la verdadera vida y formar poco a poco la resurrección de mi voluntad en la suya”


“Estoy siempre de regreso en el Querer Divino. Mi pequeña alma me parece que toma su vuelo en su luz para consumirse y perder mi vida en ella, ¿pero qué? Mientras me consumo resurjo a nuevo amor, a nueva luz, a nuevo conocimiento, a nueva fuerza, a nueva unión con Jesús y con su Divina Voluntad. ¡Oh! feliz resurrección que tanto bien lleva a mi alma, me parece que mi alma en la Divina Voluntad, está siempre en acto de morir para recibir la verdadera vida y formar poco a poco la resurrección de mi voluntad en la suya. Después mi sumo Bien Jesús, visitando mi pequeña alma me ha dicho: “Hija mía, nuestra Voluntad es el punto primero y el apoyo irremovible e inquebrantable de la criatura, ella es llevada entre los brazos de nuestra inmensidad, de modo que dentro y fuera de ella nada vacila, sino todo es firmeza y fortaleza insuperables, por eso no queremos otra cosa sino que se haga nuestra Divina Voluntad, para encontrar en el fondo de su alma nuestro sagrario divino, el fogón que siempre arde y jamás se apaga, la luz que forma el día divino y perenne”.

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Mc 16, 6

Pero él les dice: «No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí. Ved el lugar donde le pusieron.

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Vol. 31-16 (5) Noviembre 20, 1932

“Lo humano muere en nuestra Voluntad, pero muerte feliz y gloriosa, muere para resurgir con la vida de los actos de un poder divino y de una Voluntad que no es suya”


“Hija mía, no te maravilles, todo es posible en mi Voluntad, con Ella la criatura tiene el todo en su poder y todo puede hacer, más bien siente su imperio sobre su ser, y ningún acto sale de ella si no es investido por un acto, poder y fuerza divina. Lo humano muere en nuestra Voluntad, pero muerte feliz y gloriosa, muere para resurgir con la vida de los actos de un poder divino y de una Voluntad que no es suya, y es tanto el imperio que siente sobre sí, que si le viniera dado hacer otras cosas con su propio querer, aun santas y buenas, ella no las haría jamás, se contentaría de estar aun siglos sin hacer nada, en vez de hacer un solo acto, en que no sienta sobre su acto el imperio del acto obrante de mi Voluntad, porque en Ella, la criatura comprende con claridad qué significa un acto solo de mi Voluntad obrante en su acto, que comparado con sus miles de actos, sin el acto divino, serían casi nada”.

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Mc 16, 6

Pero él les dice: «No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí. Ved el lugar donde le pusieron.

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Vol. 34-10 (2) Mayo 31, 1936

“La muerte, que maduró mi Resurrección, la que llamaba a todas a resurgir en mi Fiat Divino, y ¡oh! cómo simboliza a lo vivo mi Resurrección el reino de mi Voluntad”

“De la vida pública pasé a la pasión, símbolo de la Pasión de mi Voluntad que por tantos siglos había sufrido tantas voluntades rebeldes de las criaturas, que con no querer someterse a Ella habían cerrado el Cielo, roto las comunicaciones con su Creador, y se habían convertido en infelices esclavos del enemigo infernal. Mi Humanidad lacerada, perseguida hasta la muerte, crucificada, representaba la humanidad infeliz sin mi Querer ante la Divina Justicia, y en cada pena llamaba a mi Fiat a darse el beso de paz con las criaturas para hacerlas felices, y las llamaba a ellas en Él para hacer cesar la Pasión dolorosa a mi Voluntad. Finalmente la muerte, que maduró mi Resurrección, la que llamaba a todas a resurgir en mi Fiat Divino, y ¡oh! cómo simboliza a lo vivo mi Resurrección el reino de mi Voluntad, mi Humanidad llagada, deformada, irreconocible, resurgía sana, de una belleza encantadora, gloriosa y triunfante. Ella preparaba el triunfo, la gloria a mi Voluntad, llamando a todos en Ella e impetrando que todos resurgieran en mi Querer, de muertos vivos, de feos bellos, de infelices felices. Mi Humanidad resucitada asegura el reino a mi Voluntad sobre la tierra, fue mi único acto lleno de triunfo y de victoria, y esto me convenía porque no quería partir para el Cielo si primero no daba todas las ayudas a las criaturas para hacerlas entrar en el reino de mi Querer, y toda la gloria, el honor, el triunfo a mi Fiat Supremo para hacerlo dominar y reinar. Por eso únete Conmigo y haz que no haya acto que hagas, y pena que sufras, que no llames a mi Voluntad a tomar su puesto real y dominante, y como vencedora conquiste a todos para hacerse conocer, amar y querer por todos”.

Fiat Divina Voluntad


Mc 16, 5

"Y entrando en el sepulcro..."

AUDIO


Vol. 11-25  Julio 4, 1912

La Divina Voluntad debe ser el sepulcro del alma


¿Quieres perder el tiempo? ¿Quieres salir de tu nada? Ponte en tu puesto... toda tú debes morir en mi Voluntad, el sufrir, las virtudes, todo"

Esta mañana, después de la comunión estaba diciendo a mi siempre amable Jesús: “¡A que estado me he reducido, parece que todo me huye, sufrimientos, virtudes, todo!”

Entonces Jesús: “Hija mía, ¿qué tienes? ¿Quieres perder el tiempo? ¿Quieres salir de tu nada? Ponte en tu puesto, en tu nada, a fin de que el Todo pueda tener su lugar en ti. 

Has de saber que toda tú debes morir en mi Voluntad, el sufrir, las virtudes, todo; mi Querer debe ser la tumba del alma y así como en la tumba la naturaleza se consume hasta en realidad desaparecer, y de esa misma consumación resurgirá a vida más bella y nueva, así el alma sepultada en mi Voluntad como dentro de una tumba, morirá al sufrir, a sus virtudes, a sus bienes espirituales y resurgirá en todo a la Vida Divina.

¡Ah! hija mía, parece que quieres imitar a los mundanos que son llevados a lo que está en el tiempo y termina, y a lo que es eterno no lo toman en cuenta. Amada mía, ¿por qué no quieres aprender a vivir sólo de mi Querer? ¿Por qué no quieres vivir sólo de la vida del Cielo aun estando en la tierra? Mi Querer es el Amor, lo que no muere jamás, así que para ti el sepulcro debe ser mi Voluntad, la lápida que te debe encerrar, lapidar, sin darte la esperanza de salir es el amor. Y además, cada pensamiento que se refiere a sí mismo, aun sobre las mismas virtudes, es siempre un ganar para sí mismo y huir de la Vida Divina; en cambio, si el alma piensa sólo en Mí, me ve sólo a Mí, toma en ella la Vida Divina, y tomando la Vida Divina huye la humana y toma todos los bienes posibles. ¿Nos hemos entendido?”

Reparemos 

con la Hora de la Pasión



HORA DE LA PASIÓN SÁBADO SANTO

En Honor a María Santísima


Este es la Web para atender de forma completa cada hora:

Horas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo




Contenido de Oro Divino del acto vivido por María en esta Hora 24 para hoy




Hora 24

De las 4 a las 5 de la tarde

La Sepultura de Jesús y La Soledad de María Santísima

“Doliente Mamá mía, veo que te dispones al último sacrificio, el de tener que dar sepultura a tu muerto Hijo Jesús, y resignadísima al Querer de Dios lo acompañas y con tus mismas manos lo pones en el sepulcro, y mientras recompones aquellos miembros tratas de darle el último adiós y el último beso, y por el dolor te sientes arrancar el corazón del pecho. El amor te clava sobre esos miembros, y por la fuerza del amor y del dolor tu vida está a punto de quedar apagada junto con tu extinto Hijo.

Pobre Mamá, ¿cómo harás sin Jesús? Él es tu vida, tu todo, y sin embargo es el Querer del Eterno que así lo quiere.

Tendrás que combatir con dos potencias insuperables: El amor y el Querer divino. El amor te tiene clavada, de modo que no puedes separarte; el Querer divino se impone y quiere este sacrificio. Pobre Mamá, ¿cómo harás?.. 

Pero, oh portento, mientras parecía extinta junto con Jesús, escucho su voz temblorosa e interrumpida por sollozos que dice:

«Hijo amado, Hijo, éste era el único consuelo que me quedaba y que mitigaba mis penas: tu santísima Humanidad, desahogarme sobre estas llagas, adorarlas, besarlas, pero ahora también esto me viene quitado, el Querer divino así lo quiere y Yo me resigno; pero debes saber, oh Hijo, que lo quiero y no lo puedo, al solo pensamiento de hacerlo me faltan las fuerzas y la vida me abandona.

Ah, permíteme, oh Hijo, para poder recibir fuerza y vida para hacer esta amarga separación, que me deje toda sepultada en Ti, y que tome para Mí tu vida, tus penas, tus reparaciones y todo lo que eres Tú. Ah, sólo un intercambio de vida entre Tú y Yo puede darme fuerza para cumplir el sacrificio de separarme de Ti».

…lo llamas y lo vuelves a llamar y le dices:

«Hijo mío, ¿será posible que no me escuches más? Tú que aun en cada pequeño ademán me escuchabas, y ahora lloro, te llamo, ¿y no me escuchas? ¡Ah, el amor amoroso es el más cruel tirano! Tú eras para Mí más que mi misma vida, ¿y ahora deberé sobrevivir a tanto dolor? Por eso, oh Hijo, dejo mi oído en el tuyo y tomo para Mí lo que ha sufrido tu santísimo oído, el eco de todas las ofensas que se repercutían en el tuyo, sólo

esto me puede dar vida, tus penas, tus dolores».

Mientras esto dices, es tanto el dolor, las congojas del corazón, que pierdes la voz y te quedas sin movimiento. ¡Pobre Mamá mía! ¡Pobre Mamá mía, cuánto te compadezco, cuántas muertes crueles no sufres!

Pero doliente Mamá, el Querer divino se impone y te da el movimiento, y Tú miras el rostro santísimo de Jesús, lo besas y exclamas:

«Adorado Hijo, cómo estás desfigurado, si el amor no me dijera que eres mi Hijo, mi vida, mi todo, no te reconocería más, tan irreconocible has quedado. Tu natural belleza se ha transformado en deformidad, tus mejillas se han cambiado a violáceas; la luz, la gracia que irradiaba tu hermoso rostro –que mirarte y quedar beatificada era lo mismo–, se ha convertido en palidez de muerte, oh Hijo amado, Hijo, cómo has quedado reducido, qué feo trabajo ha hecho el pecado en tus santísimos miembros, oh, cómo tu inseparable Mamá quisiera restituirte tu primitiva belleza.

Quiero fundir mi rostro en el tuyo y tomar para Mí el tuyo, tus bofetadas, los salivazos, los desprecios y todo lo que has sufrido en tu rostro santísimo. ¡Ah! Hijo, si me quieres viva dame tus penas, de otra manera Yo muero».

…sollozando continúas:

«Hijo mío, dile una última palabra a tu Mamá, ¿será posible que no deba escuchar más tu voz? Todas tus palabras que en vida me dijiste, como tantas flechas me hieren el corazón de dolor y de amor; y ahora viéndote mudo, estas flechas se remueven en mi lacerado corazón y me dan innumerables muertes, y a viva fuerza parece que quieran arrancarte una última palabra, y no obteniéndola me desgarran y me dicen:

“Así que no lo escucharás más; no volverás a oír más su dulce acento, la melodía de su palabra creadora que en Ti creaba tantos paraísos por cuantas palabras decía.”

Ah, mi paraíso ha terminado y no tendré otra cosa que amarguras, ah Hijo, quiero darte mi lengua para animar la tuya, dame lo que has sufrido en tu santísima boca, la amargura de la hiel, tu sed ardiente, tus reparaciones y plegarias, y así, oyendo por medio de éstas tu voz, mi dolor será más soportable, y tu Mamá podrá seguir viviendo en medio de tus penas».

Angustiada Mamá, ya veo que le das el último adiós al corazón traspasado de Jesús. Aquí te detienes, es el último asalto a tu corazón materno, te lo sientes arrancar del pecho por la vehemencia del amor y del dolor, y por sí mismo se te escapa para ir a encerrarse en el corazón santísimo de Jesús; y Tú viéndote sin corazón te apresuras a tomar el corazón Sacratísimo de Jesús en el tuyo, su amor rechazado por tantas criaturas, tantos deseos suyos ardientes no realizados por la ingratitud de ellas, los dolores las heridas que traspasan ese corazón santísimo y que te tendrán crucificada durante toda tu vida.

Y mirando esa ancha herida la besas y tomas en tus labios su sangre, y sintiéndote la vida de Jesús, sientes la fuerza para hacer la amarga separación, por eso lo abrazas y permites que la piedra sepulcral lo encierre.”