Jesús a la S. D. Luisa Piccarreta


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...el título que darás al libro que publicarás sobre mi Voluntad será éste:

 

‘El Reino de mi Divina  Voluntad en medio a las criaturas.  Libro de Cielo.  Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios’.


El Reino del FIAT Divino

www.fiatdivinavoluntad.com

Libro de Cielo Vol. 19-51 (2)

En Marzo

-Consagrados a San José

en la Solemnidad 19.03.24

-En Su Pasión y Muerte de Cruz

con Las Horas de Su Pasión

Semana Santa

Domingo de Ramos


EVANGELIO

Marzo 24, 2024


Marcos 14, 1-15, 47
Pretendían prender a Jesús a traición y darle muerte

Santo Rosario

Por El Reino





AUDIO Youtube:

Fiat Divina Voluntad


TEXTO Web: 

Virgen María, La Reina del Cielo


Mayo 13, 1917 

Ntra. Señora de Fátima a los 3 pastorcitos

Rezad el Rosario todos los días

Para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra

AUDIO


"Sé atenta, llama en todo lo que haces a mi Voluntad, y Ella no te negará jamás su acto, para formar en ti, por cuanto a criatura es posible, la plenitud de su Santidad.” 

El Reino del FIAT Divino

www.fiatdivinavoluntad.com

Libro de Cielo Vol. 34-14 (2-3)

Semana Santa

2024



Para este momento litúrgico que celebramos como Iglesia, habiéndonos unido a Jesús desde feb. 5 hasta Marzo 23 haciendo la Semana Santa en Divina Voluntad: con las 24 Horas de Su Pasión y las enseñanzas para nuestro estudio y práctica de cada Hora, les dejamos el link con todo el material ofrecido para que en esta Semana Mayor continuemos acompañando a Jesús, Reparando, Rehaciendo los actos, girando en cada acto de su Pasión y dando la Correspondencia debida al Padre, por la Pasión y Muerte de Jesús.


Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo

Contiene:

Las 24 Horas de la Pasión

Giros

Enseñanzas, Estudio y Práctica para cada Hora de la Pasión

Semana Santa

Domingo de Ramos


EVANGELIO

Marcos 14, 1-15, 47



Lectura del santo Evangelio según San Marcos
Pretendían prender a Jesús a traición y darle muerte

Marcos 14

1.Faltaban dos días para la Pascua y los Azimos. Los sumos sacerdotes y los escribas buscaban cómo prenderle con engaño y matarle.

2.Pues decían: «Durante la fiesta no, no sea que haya alboroto del pueblo».

3.Estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, recostado a la mesa, vino una mujer que traía un frasco de alabastro con perfume puro de nardo, de mucho precio; quebró el frasco y lo derramó sobre su cabeza.

4.Había algunos que se decían entre sí indignados: «¿Para qué este despilfarro de perfume?

5.Se podía haber vendido este perfume por más de trescientos denarios y habérselo dado a los pobres». Y refunfuñaban contra ella.

6.Mas Jesús dijo: «Dejadla. ¿Por qué la molestáis? Ha hecho una obra buena en mí.

7.Porque pobres tendréis siempre con vosotros y podréis hacerles bien cuando queráis; pero a mí no me tendréis siempre.

8.Ha hecho lo que ha podido. Se ha anticipado a embalsamar mi cuerpo para la sepultura.

9.Yo os aseguro: dondequiera que se proclame la Buena Nueva, en el mundo entero, se hablará también de lo que ésta ha hecho para memoria suya».

10.Entonces, Judas Iscariote, uno de los Doce, se fue donde los sumos sacerdotes para entregárselo.

11.Al oírlo ellos, se alegraron y prometieron darle dinero. Y él andaba buscando cómo le entregaría en momento oportuno.

12.El primer día de los Azimos, cuando se sacrificaba el cordero pascual, le dicen sus discípulos: «¿Dónde quieres que vayamos a hacer los preparativos para que comas el cordero de Pascua?»

13.Entonces, envía a dos de sus discípulos y les dice: «Id a la ciudad; os saldrá al encuentro un hombre llevando un cántaro de agua; seguidle

14.y allí donde entre, decid al dueño de la casa: "El Maestro dice: ¿Dónde está mi sala, donde pueda comer la Pascua con mis discípulos?"

15.El os enseñará en el piso superior una sala grande, ya dispuesta y preparada; haced allí los preparativos para nosotros».

16.Los discípulos salieron, llegaron a la ciudad, lo encontraron tal como les había dicho, y prepararon la Pascua.

17.Y al atardecer, llega él con los Doce.

18.Y mientras comían recostados, Jesús dijo: «Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará, el que come conmigo».

19.Ellos empezaron a entristecerse y a decirle uno tras otro: «¿Acaso soy yo?»

20.El les dijo: «Uno de los Doce que moja conmigo en el mismo plato.

21.Porque el Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre es entregado! ¡Más le valdría a ese hombre no haber nacido!»

22.Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio y dijo: «Tomad, este es mi cuerpo».

23.Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y bebieron todos de ella.

24.Y les dijo: «Esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos.

25.Yo os aseguro que ya no beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino de Dios».

26.Y cantados los himnos, salieron hacia el monte de los Olivos.

27.Jesús les dice: «Todos os vais a escandalizar, ya que está escrito: Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas.

28.Pero después de mi resurrección, iré delante de vosotros a Galilea».

29.Pedro le dijo: «Aunque todos se escandalicen, yo no».

30.Jesús le dice: «Yo te aseguro: hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres».

31.Pero él insistía: «Aunque tenga que morir contigo, yo no te negaré». Lo mismo decían también todos.

32.Van a una propiedad, cuyo nombre es Getsemaní, y dice a sus discípulos: «Sentaos aquí, mientras yo hago oración».

33.Toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, y comenzó a sentir pavor y angustia.

34.Y les dice: «Mi alma está triste hasta el punto de morir; quedaos aquí y velad».

35.Y adelantándose un poco, caía en tierra y suplicaba que a ser posible pasara de él aquella hora.

36.Y decía: «¡Abbá, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú».

37.Viene entonces y los encuentra dormidos; y dice a Pedro: «Simón, ¿duermes?, ¿ni una hora has podido velar?

38.Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil».

39.Y alejándose de nuevo, oró diciendo las mismas palabras.

40.Volvió otra vez y los encontró dormidos, pues sus ojos estaban cargados; ellos no sabían qué contestarle.

41.Viene por tercera vez y les dice: «Ahora ya podéis dormir y descansar. Basta ya. Llegó la hora. Mirad que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores.

42.¡Levantaos! ¡vámonos! Mirad, el que me va a entregar está cerca».

43.Todavía estaba hablando, cuando de pronto se presenta Judas, uno de los Doce, acompañado de un grupo con espadas y palos, de parte de los sumos sacerdotes, de los escribas y de los ancianos.

44.El que le iba a entregar les había dado esta contraseña: «Aquel a quien yo dé un beso, ése es, prendedle y llevadle con cautela».

45.Nada más llegar, se acerca a él y le dice: «Rabbí», y le dio un beso.

46.Ellos le echaron mano y le prendieron.

47.Uno de los presentes, sacando la espada, hirió al siervo del Sumo Sacerdote, y le llevó la oreja.

48.Y tomando la palabra Jesús, les dijo: «¿Como contra un salteador habéis salido a prenderme con espadas y palos?

49.Todos los días estaba junto a vosotros enseñando en el Templo, y no me detuvisteis. Pero es para que se cumplan las Escrituras».


Marcos 15

1.Pronto, al amanecer, prepararon una reunión los sumos sacerdotes con los ancianos, los escribas y todo el Sanedrín y, después de haber atado a Jesús, le llevaron y le entregaron a Pilato.

2.Pilato le preguntaba: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» El le respondió: «Sí, tú lo dices».

3.Los sumos sacerdotes le acusaban de muchas cosas.

4.Pilato volvió a preguntarle: «¿No contestas nada? Mira de cuántas cosas te acusan».

5.Pero Jesús no respondió ya nada, de suerte que Pilato estaba sorprendido.

6.Cada Fiesta les concedía la libertad de un preso, el que pidieran.

7.Había uno, llamado Barrabás, que estaba encarcelado con aquellos sediciosos que en el motín habían cometido un asesinato.

8.Subió la gente y se puso a pedir lo que les solía conceder.

9.Pilato les contestó: «¿Queréis que os suelte al Rey de los judíos?»

10.(Pues se daba cuenta de que los sumos sacerdotes le habían entregado por envidia).

11.Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente a que dijeran que les soltase más bien a Barrabás.

12.Pero Pilato les decía otra vez: «Y ¿qué voy a hacer con el que llamáis el Rey de los judíos?»

13.La gente volvió a gritar: «¡Crucifícale!»

14.Pilato les decía: «Pero ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gritaron con más fuerza: «Crucifícale!»

15.Pilato, entonces, queriendo complacer a la gente, les soltó a Barrabás y entregó a Jesús, después de azotarle, para que fuera crucificado.

16.Los soldados le llevaron dentro del palacio, es decir, al pretorio y llaman a toda la cohorte.

17.Le visten de púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciñen.

18.Y se pusieron a saludarle: «¡Salve, Rey de los judíos!»

19.Y le golpeaban en la cabeza con una caña, le escupían y, doblando las rodillas, se postraban ante él.

20.Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron la púrpura, le pusieron sus ropas y le sacan fuera para crucificarle.

21.Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de Alejandro y de Rufo, a que llevara su cruz.

22.Le conducen al lugar del Gólgota, que quiere decir: Calvario.

23.Le daban vino con mirra, pero él no lo tomó.

24.Le crucifican y se reparten sus vestidos, echando a suertes a ver qué se llevaba cada uno.

25.Era la hora tercia cuando le crucificaron.

26.Y estaba puesta la inscripción de la causa de su condena: «El Rey de los judíos».

27.Con él crucificaron a dos salteadores, uno a su derecha y otro a su izquierda.

29.Y los que pasaban por allí le insultaban, meneando la cabeza y diciendo: «¡Eh, tú!, que destruyes el Santuario y lo levantas en tres días,

30.¡sálvate a ti mismo bajando de la cruz!»

31.Igualmente los sumos sacerdotes se burlaban entre ellos junto con los escribas diciendo: «A otros salvó y a sí mismo no puede salvarse.

32.¡El Cristo, el Rey de Israel!, que baje ahora de la cruz, para que lo veamos y creamos.» También le injuriaban los que con él estaban crucificados.

33.Llegada la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona.

34.A la hora nona gritó Jesús con fuerte voz: «Eloí, Eloí, ¿lema sabactaní?», - que quiere decir - «¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has abandonado?»

35.Al oír esto algunos de los presentes decían: «Mira, llama a Elías».

36.Entonces uno fue corriendo a empapar una esponja en vinagre y, sujetándola a una caña, le ofrecía de beber, diciendo: «Dejad, vamos a ver si viene Elías a descolgarle».

37.Pero Jesús lanzando un fuerte grito, expiró.

38.Y el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo.

39.Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esa manera, dijo: «Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios».

40.Había también unas mujeres mirando desde lejos, entre ellas, María Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de Joset, y Salomé,

41.que le seguían y le servían cuando estaba en Galilea, y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén.

42.Y ya al atardecer, como era la Preparación, es decir, la víspera del sábado,

43.vino José de Arimatea, miembro respetable del Consejo, que esperaba también el Reino de Dios, y tuvo la valentía de entrar donde Pilato y pedirle el cuerpo de Jesús.

44.Se extraño Pilato de que ya estuviese muerto y, llamando al centurión, le preguntó si había muerto hacía tiempo.

45.Informado por el centurión, concedió el cuerpo a José,

46.quien, comprando una sábana, lo descolgó de la cruz, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro que estaba excavado en roca; luego, hizo rodar una piedra sobre la entrada del sepulcro.

47.María Magdalena y María la de Joset se fijaban dónde era puesto.

Palabra del Señor

"Gloria a Ti, Señor Jesús"

Semana Santa

2024

Continuamos unidos a Ti, en Tu Pasión



Recibamos:



Iniciamos,

Acerquémonos a contemplar con una Hora de la Pasión una parte del Evangelio:


HORA DE LA PASIÓN DOMINGO DE RAMOS



Del Libro:LAS HORAS DE LA PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Hora 1 

De las 5 a las 6 de la tarde 

Jesús se despide de su Madre Santísima 


“Oh Celestial Mamá, la hora de la separación se acerca y yo vengo a Ti. ¡Oh Madre, dame tu amor y tus reparaciones, dame tu dolor, porque junto contigo quiero seguir paso a paso al adorado Jesús! 

Y he aquí que Jesús viene, y Tú con el alma rebosante de amor corres a su encuentro, pero al verlo tan pálido y triste el corazón se te oprime por el dolor, las fuerzas te abandonan y estás a punto de desfallecer a sus pies. Oh dulce Mamá mía, ¿sabes por qué ha venido a Ti el adorable Jesús? ¡Ah! Él ha venido para darte el último adiós, para decirte la última palabra, para recibir el último abrazo. 

Oh Mamá, a Ti me estrecho con toda la ternura de la cual es capaz este mi pobre corazón, a fin de que estrechado y unido a Ti, también yo pueda recibir los abrazos del adorado Jesús. ¿Me desdeñarás acaso Tú? ¿No es más bien un consuelo para tu corazón tener un alma a tu lado y que comparta contigo las penas, los afectos, las reparaciones? 

Oh Jesús, en esta hora tan desgarradora para tu ternísimo corazón, qué lección nos das de filial y amorosa obediencia hacia tu Mamá. 

¡Qué dulce armonía hay entre Tú y María, qué suave encanto de amor que sube hasta el trono del Eterno y se extiende para salvación de todas las criaturas de la tierra! 

Oh Celestial Mamá mía, ¿sabes qué quiere de Ti el adorado Jesús? No quiere otra cosa que tu última bendición. Es verdad que de todas las partes de tu ser no salen sino bendiciones y alabanzas a tu Creador, pero Jesús al despedirse de Ti quiere oír las dulces palabras: «Te bendigo oh Hijo». Y este te bendigo aleja todas las blasfemias de sus oídos, y dulce y suave desciende a su corazón; y casi como para poner una defensa a todas las ofensas de las criaturas, Jesús quiere tu “te bendigo.” 

Yo me uno a Ti, oh dulce Mamá, sobre las alas del viento quiero girar por el Cielo para pedir al Padre, al Espíritu Santo, a todos los ángeles, un “te bendigo” para Jesús, a fin de que yendo a Él le pueda llevar sus bendiciones. 

Y aquí en la tierra quiero ir a todas las criaturas y pedir de cada labio, de cada latido, de cada paso, de cada respiro, de cada mirada, de cada pensamiento, bendiciones y alabanzas a Jesús, y si ninguno me las quiere dar, yo quiero darlas por ellos.

Dulce Mamá mía, veo que recibes consuelo y alivio por esto, y ofreces a Jesús todas mis bendiciones en reparación de las blasfemias y maldiciones que Él recibe de las criaturas. Pero mientras te ofrezco todo, oigo tu voz temblorosa que dice: “Hijo, bendíceme también a Mí.” Oh dulce amor mío, Jesús, bendíceme también a mí junto con tu Mamá, bendice mis pensamientos, mi corazón, mis manos, mis obras, mis pasos, y junto con tu Mamá bendice a todas las criaturas. 

Oh Madre mía, al mirar el rostro del adolorido Jesús, pálido, triste, desgarrador, se despierta en Ti el recuerdo de los dolores que dentro de poco Él deberá sufrir…

…Cuando Jesús sea golpeado por los azotes, coronado de espinas, abofeteado, traspasado por los clavos, dondequiera encontrará junto a tu “te bendigo”, el mío. Oh, Jesús, oh Madre, os compadezco; inmenso es vuestro dolor en estos últimos momentos, el corazón de uno parece que arranque el corazón del otro. 

Oh Jesús, junto a tu Mamá te abrazo, y besándote el corazón te ruego que pongas en medio de vuestros dos corazones el mío, a fin de que se alimente continuamente de vuestros amores, de vuestros dolores, de vuestros mismos afectos, deseos y de vuestra misma vida. Así sea.”

‘El Reino de mi Divina Voluntad en medio a las criaturas.  Libro de Cielo.  Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios’.


Sierva de Dios Luisa Piccarreta

"El Evangelio del reino de la Voluntad Divina"

Semana Santa

Domingo de Ramos

«Bendito sea el Rey que viene en el nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en las alturas». 

Mc 14, 30

Jesús le dice: «Yo te aseguro: hoy, esta misma noche, antes que el gallo cante dos veces, tú me habrás negado tres»”.

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Vol. 29-20 (1-2) Junio 5, 1931 

“Cómo es necesario hacerse de amigos en los buenos tiempos. Dolor de Jesús por el abandono de los apóstoles. La voluntad humana, cárcel de la criatura”. 


(1) Estoy siempre en el mar del Querer Supremo, ¡oh! cuántas cosas bellas se encuentran en Él, están todos los actos de Jesús como en acto, están aquellos de la Soberana Señora, los de nuestro Padre Celestial, que ha hecho y que hará; es un mar no dividido, sino único, interminable, es todo. En este mar no hay peligros, ni temores de caídas, porque la feliz criatura que entra en él deja sus vestiduras y toma las vestiduras divinas. Entonces, mientras estaba en este mar, mi dulce Jesús me ha hecho presente cuando en su Pasión los apóstoles se dispersaron, huyeron de Él dejándolo solo y abandonado en medio a los enemigos. Y mi Sumo Bien Jesús me ha dicho: 

(2) “Hija mía, el dolor más grande que tuve en mi Pasión, el clavo que más me traspasó el corazón, fue el abandono y la dispersión de mis apóstoles, no tenía un ojo amigo en el cual pudiera poner mi mirada; el abandono, las ofensas, la indiferencia de los amigos, supera, ¡oh! por cuánto a todos los dolores e incluso la muerte que pueden dar los enemigos. Yo sabía que los apóstoles me debían dar este clavo, y vilmente habrían huido de Mí, pero no puse atención a esto, porque hija mía, quien quiere hacer una obra no debe preocuparse por sus penas, más bien debe hacerse de amigos en los buenos tiempos, cuando todo le sonríe alrededor, paso a paso siembra triunfos y prodigios, y no sólo esto, sino que comunica la fuerza milagrosa a quien se hace su amigo y discípulo, entonces todos se vanaglorian de ser amigos de quien está rodeado de gloria y honor, todos esperan, y cuantos amigos y discípulos se quieren, se tienen, porque la gloria, los triunfos, los buenos tiempos, son imanes potentes que atraen a las criaturas a seguir al triunfador. ¿Quién quiere seguir y ser amigo o discípulo de un pobre calumniado, humillado, despreciado? Ninguno, por el contrario sienten miedo, horror de acercarse, y llegan a desconocer a aquél con quien antes tenían amistad, como hizo Conmigo San Pedro. Así que es inútil esperar amigos cuando la pobre criatura se encuentra bajo la opresión de las humillaciones, desprecios y calumnias, por eso se necesita hacer amigos cuando el Cielo nos sonríe y la fortuna nos quisiera poner sobre el trono, si queremos que el bien, las obras que se quieren tengan la vida y la continuación en las otras criaturas. Yo con hacerme de amigos cuando sembraba milagros y triunfos, que llegaban a creer que Yo debía ser su Rey sobre la tierra, y que por haber sido mis discípulos debían ocupar los primeros puestos junto a Mí, a pesar que me abandonaron en mi Pasión, cuando mi Resurrección proclamó mi pleno triunfo, los apóstoles volvieron a creer, se reunieron entre ellos y como triunfadores siguieron mi doctrina, mi Vida, y formaron la Iglesia naciente. Si Yo hubiera puesto atención a que debían huir de Mí y no los hubiera hecho mis discípulos en el tiempo de mis triunfos, no habría tenido quién hablara de Mí después de mi muerte, quién me hiciera conocer. Por eso es necesario el buen tiempo, la gloria, es también necesario recibir clavos traspasantes y tener paciencia para sufrirlos, para tener material en mis obras más grandes, para que tuvieran vida en medio a las criaturas.

Fiat Divina Voluntad




Mc 14, 36

Y decía: «¡Abbá, Padre!; todo es posible para ti; aparta de mí esta copa; pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieras tú».

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Vol. 16-39 (2-3) Enero 4, 1924

…era el cáliz de la voluntad humana que contenía tal amargura y plenitud de vicios, que mi voluntad humana unida a la Divina sintió tal repugnancia, terror y espanto…


Jesús nos habla en su Libro de Cielo de la Hora 6

La segunda hora de Agonía en el Huerto de Getsemaní


“Hija mía, ¿crees tú que fue el cáliz de mi Pasión por el cual decía al Padre: ‘Padre, si es posible pase de Mí este cáliz?’ No, absolutamente no, era el cáliz de la voluntad humana que contenía tal amargura y plenitud de vicios, que mi voluntad humana unida a la Divina sintió tal repugnancia, terror y espanto, que grité: ‘Padre, si es posible pase de Mí este cáliz.’ Cómo es fea la voluntad humana sin la Voluntad Divina, la cual casi como dentro de un cáliz se encierra dentro de cada criatura; no hay mal en las generaciones del cual ella no sea el origen, la semilla, la fuente, y Yo, viéndome cubierto por todos estos males que ha producido la voluntad humana, frente a la Santidad de la mía me sentía morir, y habría muerto de verdad si la Divinidad no me hubiera sostenido.

¿Pero sabes tú por qué agregué, y por tres veces: ‘Non mea voluntas, sed Tua Fiat?’ Yo sentía sobre de Mí todas las voluntades de las criaturas juntas, todos sus males, y a nombre de todas grité al Padre:

‘No se haga más la voluntad humana en la tierra, sino la Divina; la voluntad humana sea desterrada y la tuya reine.’ Así que desde entonces, y lo quise hacer desde el principio de mi Pasión, porque era la cosa que más me interesaba y la más importante, la de llamar a la tierra el Fiat Voluntas Tua como en el Cielo así en la tierra. Yo era el que a nombre de todos decía: ‘Non mea voluntas, sed Tua Fiat.’ Desde entonces Yo constituía la época del Fiat Voluntas Tua sobre la tierra; y con decirlo por tres veces, en la primera la impetraba, en la segunda la hacía descender, en la tercera la constituía reinante y dominadora; y con decir: ‘Non mea voluntas, sed Tua Fiat’, Yo intentaba vaciar a las criaturas de su voluntad y llenarlas de la Divina.

Antes de morir, porque no me quedaban más que horas, Yo quise contratar con mi Padre Celestial mi primera finalidad por la cual vine a la tierra, que la Divina Voluntad tomara su primer lugar de honor en la criatura. El sustraerse de la Voluntad Suprema había sido el primer acto del hombre, y por lo tanto nuestra primera ofensa, todos sus demás males entran en el orden secundario, y Yo debí primero realizar la finalidad del Fiat Voluntas Tua como en el Cielo así en la tierra, y después formar con mis penas la Redención, porque la misma Redención entra en el orden secundario.

Es siempre mi Voluntad la que tiene el primado sobre todas las cosas, y si bien de los frutos de la Redención se vieron los efectos, pero fue en virtud de este contrato que Yo hice con mi Padre Divino, el que su Fiat debía venir a reinar sobre la tierra, realizando la verdadera finalidad de la creación del hombre y mi finalidad primaria por la cual vine a la tierra, que el hombre pudo recibir los frutos de la Redención, de otra manera habría faltado el orden a mi Sabiduría; si el principio del mal fue su voluntad, a ésta debía Yo ordenar y restablecer, reunir Voluntad Divina y humana, y si bien se vieron primero los frutos de la Redención, esto dice nada; mi Voluntad es como un rey, que si bien es el primero entre todos, llega al último, precediéndolo por su honor y decoro sus pueblos, ejércitos, ministros, príncipes y toda la corte real. Así que primero eran necesarios los frutos de mi Redención para hacer encontrar la corte real, los pueblos, los ejércitos, los ministros, a la altura de la Majestad de mi Voluntad.”

Fiat Divina Voluntad




Mc 14, 38

Velad y orad, para que no caigáis en tentación; que el espíritu está pronto, pero la carne es débil».

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Vol. 6-101 (4) Abril 16, 1905

Para adquirir el Reino eterno el único medio es el Sufrir con la PACIENCIA


“Hoy es el día de las palmas en el cual fui proclamado Rey. Todos deben aspirar a un reino, y para adquirir el reino eterno es necesario que la criatura adquiera el régimen de sí misma con el dominio de sus pasiones. El único medio para esto es el sufrir, porque el sufrir es reinar, esto es, con la paciencia se pone en orden a sí mismo, haciéndose rey de sí mismo y del reino eterno”. 

Fiat Divina Voluntad




Mc 15, 13

La gente volvió a gritar: «¡Crucifícale!»”

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Vol. 4-62 (3-5) Marzo 31, 1901

⚜️ ¡Cuánta volubilidad, cuánta inconstancia! Así como hoy gritaron hosanna, proclamándome como su Rey, otro día gritaron crucifícalo, crucifícalo


[Jesus] me ha transportado fuera de mí misma y veía que la Iglesia festejaba el día de las palmas, y Jesús rompiendo el silencio me ha dicho: “¡Cuánta volubilidad, cuánta inconstancia! Así como hoy gritaron hosanna, proclamándome como su Rey, otro día gritaron crucifícalo, crucifícalo. Hija mía, la cosa que más me disgusta es la inconstancia y la volubilidad, porque esto es señal de que la verdad no ha tomado posesión de tales almas, y aun en cosas de religión puede ser que encuentren su satisfacción, su propia comodidad y el interés, o bien, porque se encuentran en tal partido, pero mañana pueden cambiar estas cosas y se pueden encontrar en medio de otros partidos, y he aquí que se desvían de la religión, y sin disgusto se entregan a sectas.

Porque cuando la verdadera luz de la verdad entra en un alma y se posesiona de un corazón, esta alma no está sujeta a inconstancia, es más, todo lo sacrifica por amor de aquella y para hacerse dominar por ella, y con ánimo firme desprecia todo lo demás que no pertenece a la verdad.” Y mientras esto decía, lloraba sobre la condición de la presente generación, que peor que antes está sujeta a la inconstancia según soplan los vientos. 

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Mc 15, 13

La gente volvió a gritar: «¡Crucifícale!»”

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Vol. 18-20 (4) Enero 24, 1926

Después de mi entrada triunfal en Jerusalén no me dejaron vivir más, y después de pocos días me gritaron ‘crucifícalo’ y armándose todos contra Mí me hicieron morir


“Hija mía, cuanto más el mundo aparentemente parece en paz, ensalzan la paz, tanto más bajo aquella paz efímera y enmascarada esconden guerras, revoluciones y escenas trágicas para la pobre humanidad, y cuanto más parece que favorecen mi Iglesia y la alaban, le canten victorias y triunfos y prácticas de unión entre estado e Iglesia, tanto más cercana está la contienda que preparan contra Ella. Así fue de Mí, hasta en tanto que no me aclamaron Rey y me recibieron en triunfo, Yo pude vivir en medio de los pueblos, pero después de mi entrada triunfal en Jerusalén no me dejaron vivir más, y después de pocos días me gritaron ‘crucifícalo’ y armándose todos contra Mí me hicieron morir.

Cuando las cosas no parten de un fondo de verdad, no tienen fuerza de reinar largamente, porque faltando la verdad falta el amor y falta la vida que las sostiene, y por eso es fácil que salga fuera lo que escondían y cambian la paz en guerra, los favores en venganzas. ¡Oh, cuántas cosas imprevistas están preparando!” 

Fiat Divina Voluntad



Mc 15, 20

Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron la púrpura, le pusieron sus ropas y le sacan fuera para crucificarle”.

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Vol. 14-18 (1-2) Abril 1, 1922 

El momento más humillante de la Pasión de Jesús fue el ser vestido y tratado como loco. Cada pena que sufrió Jesús, no era otra cosa que el eco de las penas que merecían las criaturas.


(3) Después he seguido las horas de la Pasión, y seguía a mi dulce Jesús en el momento en que fue vestido y tratado como loco; mi mente se perdía en este misterio, y Jesús me ha dicho: 

(4) “Hija mía, el paso más humillante de mi Pasión fue propiamente éste, el ser vestido y tratado como loco, llegué a ser el juguete de los judíos, su harapo; humillación más grande no podría tener mi infinita sabiduría; no obstante era necesario que Yo, Hijo de Dios, sufriera esta pena. El hombre pecando se vuelve loco; locura más grande no puede darse, y de rey cual es, se convierte en esclavo y juguete de vilísimas pasiones que lo tiranizan, y más que a un loco lo encadenan a su antojo, arrojándolo en el fango y cubriéndolo con las cosas más sucias. ¡Oh! qué gran locura es el pecado, en este estado el hombre jamás podía ser admitido ante la Majestad Suprema, por eso quise sufrir esta pena tan humillante, para conseguirle al hombre que saliera de este estado de locura, ofreciéndome Yo a mi Padre Celestial para sufrir las penas que merecía su locura. Cada pena que sufrí en mi Pasión no era otra cosa que el eco de las penas que merecían las criaturas; este eco retumbaba en Mí y me sometía a penas, a desprecios, a burlas y a todos los tormentos”. 


Fiat Divina Voluntad



Mc 15, 24

Le crucifican y se reparten sus vestidos, echando a suertes a ver qué se llevaba cada uno.

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Vol. 20-36 (2) Diciembre 12, 1926

Cómo me fue doloroso el ver repartidos mis vestidos entre mis mismos verdugos y echada a juego mi túnica; era el único objeto que Yo poseía, que me había dado con tanto amor mi Mamá doliente


“Hija mía, en mi Pasión hay un lamento mío que me salió con inmenso dolor desde el fondo de mi corazón desgarrado, porque repartieron mis vestidos y mi túnica se la jugaron a la suerte. Cómo me fue doloroso el ver repartidos mis vestidos entre mis mismos verdugos y echada a juego mi túnica; era el único objeto que Yo poseía, que me había dado con tanto amor mi Mamá doliente, y ahora no sólo me han despojado de ella, sino que hicieron de ella un juego. ¿Pero sabes tú que me traspasó mayormente? En aquellos vestidos se me hizo presente Adán, vestido con el vestido de la inocencia y cubierto con la túnica indivisible de mi Suprema Voluntad.

La increada Sabiduría al crearlo hizo más que una madre amorosísima, lo vistió más que con una túnica con la Luz interminable de mi Voluntad, vestido no sujeto a descomponerse ni a dividirse ni a consumirse, vestido que debía servir al hombre para conservar la imagen de su Creador, sus dotes recibidas, y que debía volverlo admirable y santo en todas sus cosas, y no sólo esto, sino que lo recubrió con la sobrevestidura de la inocencia. Y Adán dividió en el edén con sus pasiones los vestidos de la inocencia y se jugó la túnica de mi Voluntad, vestido incomparable y de luz deslumbrante. Esto que hizo Adán en el edén se repitió ante mis ojos en el monte Calvario, al ver repartidos mis vestidos y sorteada mi túnica, símbolo de la vestidura real dada al hombre, mi dolor fue intenso, tanto, que por ello di un lamento.

Se me hizo presente cuando las criaturas, haciendo su voluntad hacen un juego de la mía, y también cuantas veces dividen con sus pasiones los vestidos de la inocencia. Todos los bienes son encerrados en el hombre en virtud de esta vestidura real de la Divina Voluntad; puesta a juego ésta, él queda descubierto, pierde todos los bienes, porque le falta la vestidura que los tenía encerrados en él. Así que entre tantos males que hacen las criaturas con hacer su propia voluntad, agregan el mal irreparable de jugarse la vestidura real de mi Voluntad, vestidura que no podrá ser sustituida por ninguna otra.”

Fiat Divina Voluntad



Mc 15, 25

Era la hora tercia cuando le crucificaron.

AUDIO

Contiene toda la cita


Vol. 36-28 (2) Septiembre 5, 1938

La cruz de mi Voluntad es el querer humano, pero no con tres clavos como Yo fui crucificado sobre la cruz, sino con tantos clavos por cuantas veces se opone a la mía..


“Hija mía bendita, cuánto sufre mi Voluntad en la criatura, basta decirte que cada vez que la criatura hace su voluntad, pone en la cruz a la mía, así que la cruz de mi Voluntad es el querer humano, pero no con tres clavos como Yo fui crucificado sobre la cruz, sino con tantos clavos por cuantas veces se opone a la mía, por cuantas veces no es reconocida, y mientras quiere hacer el bien es rechazada con los clavos de la ingratitud. ¡Cómo es desgarradora esta crucifixión de mi Voluntad en la criatura!

Cuántas veces se siente poner los clavos a su respiro, a su latido, a su movimiento, porque no siendo conocida, y que Ella es vida del respiro, del latido y del movimiento, entonces el respiro, el latido y el movimiento humanos le sirven de clavos que le impiden desarrollar en ellos el bien que quiere.

¡Oh, cómo se siente poner en la cruz por el querer humano! Ella con su movimiento divino quiere hacer despuntar el día en el movimiento humano, y la criatura pone en la cruz al movimiento divino, y con su movimiento hace despuntar la noche y pone en la cruz a la luz; cómo se duele mi luz al verse reprimida, crucificada, puesta en un estado de inhabilidad por el querer humano. Mi Voluntad con su respiro quiere hacer respirar al respiro de la criatura para darle la vida de su Santidad, de su Fuerza, y la criatura con no recibirla le pone el clavo del pecado, de sus pasiones y debilidades; pobre de mi Voluntad, en qué estado de dolor y de continua crucifixión se encuentra en el querer humano. Éste no hace otra cosa que poner en la cruz a nuestro Amor, y todos los bienes que queremos darle son llenados con sus clavos.

Sólo quien vive en mi Voluntad no la pone en la cruz, más bien puedo decir que Yo formo su cruz, pero es muy diferente su cruz de la mía, mi Querer sabe poner clavos de Luz, de Santidad, de Amor, para volverla fuerte con nuestra misma Fuerza Divina, estos clavos no dan dolor, más bien la vuelven feliz, bella, con una belleza encantadora, y son portadores de grandes conquistas; y quien los ha probado, es tanta la felicidad que siente, que nos ruega, nos suplica que la tengamos siempre en la cruz con nuestros clavos divinos. Esto no puede cambiar, si las dos voluntades, humana y Divina no están unidas, la suya formará nuestra cruz, y la nuestra la suya. Es más, es tanto nuestro Amor y nuestro celo, que no le dejamos libre ni siquiera un respiro sin nuestro clavo de Luz y de Amor para tenerla siempre con Nosotros, para poder decir: ‘Lo que hacemos Nosotros hace ella, y quiere lo que Nosotros queremos.’”