Vol. 19-51 (2) Agosto 27, 1926

Jesús a la S. D. Luisa Piccarreta


“...el título que darás al libro que publicarás sobre mi Voluntad será éste:

 

El Reino de mi Divina Voluntad en medio a las criaturas. Libro de Cielo. Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios.

Enero, 2024

Celebramos La Epifanía


Enero 7, 2024

Esquema No. 1

Donde la Epifanía se celebra el domingo siguiente al 1 de Enero


Mateo 2, 1-12

Venimos de Oriente para adorar al Rey 

"El Evangelio del reino de la Voluntad Divina"

De los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta


"que se haga conocer que mi Divina Voluntad ya quiere venir a reinar como en el Cielo así en la tierra en medio a las criaturas"

Vol. 25-21 (3)

Solemnidad de

La Epifanía del Señor


Enero 6 - Enero 7

Giremos, Oremos

En Virtud de la Palabra Vol. 6-16; Día 23 

     LA EPIFANÍA DEL SEÑOR

  Regalos Divinos

      Oro, Mirra, Incienso

Mayo 13, 1917 Ntra. Señora de Fátima a los 3 pastorcitos


Rezad el Rosario todos los días

Para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra

Santo Rosario

por el Reino



AUDIO Youtube:

Fiat Divina Voluntad

TEXTO Web: 

Virgen María, La Reina del Cielo

AUDIO



"Sé atenta a recibir continuamente la palabra de mi Fiat, que es portador de creación, de vida y de conservación”.

                 Jesús

El Reino del FIAT Divino

www.fiatdivinavoluntad.com

Libro de Cielo Vol. 27-4 (3)

“Hija mía, siendo la raza humana toda una familia, cuando alguno hace alguna obra buena y me ofrece alguna cosa, toda la familia humana participa en aquel ofrecimiento y me está presente como si todos me la ofrecieran.  Como hoy  los magos, al ofrecerme sus dones Yo tuve en sus personas presente a toda la generación humana, y todos participaron del mérito de su buena obra".

- Hacer alguna obra buena y ofrecerla a Dios:

"La raza humana es toda una familia; cuando uno hace alguna obra buena y la ofrece a Dios, toda la familia humana participa en aquel ofrecimiento, y para Él es como si todos se la ofrecieran"



- Cuál es el Oro, la Mirra y el Incienso que Quiere Jesús de nosotros ?

Esquema No. 1

Donde la Epifanía se celebra el domingo siguiente al 1 de Enero


EVANGELIO

Mateo 2, 1-12


Lectura del santo Evangelio según San Mateo

Venimos de Oriente para adorar al Rey


1.Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén,

2.diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle.»

3.En oyéndolo, el rey Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén.

4.Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo.

5.Ellos le dijeron: «En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta:

6.Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel.»

7.Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella.

8.Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle.»

9.Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño.

10.Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría.

11.Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.

12.Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino.


Palabra del Señor

"Gloria a Ti, Señor Jesús"

"El Evangelio del reino de la Voluntad Divina"

De los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta


Esquema No. 1

Donde la Epifanía se celebra el domingo siguiente al 1 de Enero


Mateo 2, 1-12

Venimos de Oriente para adorar al Rey 

Mateo 2, 2.9-11

"2...«¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle.»

9...y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. 10.Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría. 11.Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra"



Del Día 23 de la Reina De Cielo

Una estrella nueva con su dulce centellear llama a los magos a adorar a Jesús. la epifanía

AUDIO


"... la Divinidad, que no sabe negar nada a quien la ama, hace surgir bajo el cielo azul una nueva estrella más bella y luminosa, y con su luz va en busca de adoradores para decir con su mudo centellear a todo el mundo: 


“Ha nacido Aquél que ha venido a salvaros, vengan a adorarlo y a conocerlo como vuestro Salvador.” 


Pero, oh ingratitud humana, entre tantos, sólo tres personajes pusieron atención, y sin tener en cuenta los sacrificios se pusieron en camino para seguir la estrella. Y así como una estrella guiaba en el camino a sus personas, así mis oraciones, mi amor, mis suspiros, mis gracias, - porque quería hacer conocer al celestial niño, el esperado de todos los siglos,- como tantas estrellas descendían en sus corazones, iluminaban sus mentes, guiaban su interior, de modo que sentían que sin conocerlo todavía, amaban a Aquél que buscaban, y aceleraban el paso para llegar y ver a Aquél que tanto amaban. 

Hija mía queridísima, mi corazón de Madre se regocijaba por la fidelidad, correspondencia y sacrificio de estos reyes magos, por venir a conocer y adorar a mi Hijo. Pero no te puedo esconder un secreto doloroso mío, entre tantos, apenas tres, y en la historia de los siglos, cuántas veces no se me repite este dolor e ingratitud humana; 

yo y mi Hijo no hacemos otra cosa que hacer surgir estrellas, una más bella que la otra para llamar: 

alguna a conocer a su Creador, 

otra a la santidad, 

otra a resurgir del pecado, 

quién al heroísmo de un sacrificio, 

¿pero quieres saber tú cuáles son estas estrellas? 

Un encuentro doloroso es una estrella, 

una verdad que se conoce es una estrella, 

un amor no correspondido por otras criaturas es una estrella, 

un revés, una pena, un desengaño, una fortuna inesperada, 

son tantas estrellas que hacen luz en las mentes de las criaturas, que acariciándolas quieren hacerlas encontrar al celestial infante, que sufre de amor, y aterido por el frío quiere un refugio en sus corazones para hacerse conocer y amar. 

Pero, ay de Mí, yo que lo tengo en mis brazos espero en vano que las estrellas me traigan a las criaturas para ponerlo en sus corazones, y mi maternidad viene restringida, obstaculizada; y mientras soy Madre de Jesús, me es impedido hacer de Madre a todos, porque no están a mi alrededor, no buscan a Jesús; 


las estrella se esconden y ellas quedan en la Jerusalén del mundo, sin Jesús. 

¡Qué dolor hija mía, qué dolor! Se requiere correspondencia, fidelidad, sacrificio para seguir las estrellas, y si surge el Sol de la Divina Voluntad en el alma, qué atención no se requiere, de otra manera se queda en la oscuridad del querer humano. 


Ahora hija mía, los santos reyes magos, en cuanto entraron en Jerusalén perdieron la estrella, pero a pesar de esto no cesaron de buscar a Jesús. En cuanto llegaron fuera de la ciudad, la estrella reapareció y los condujo festivos a la gruta de Belén. Yo los recibí con amor de Madre, y 

el querido niño los miró con tanto amor y majestad, haciendo transparentar de su pequeña Humanidad su Divinidad, 

por lo cual, inclinándose, se arrodillaron a sus pies adorando y contemplando aquella celestial belleza, lo reconocieron por verdadero Dios y estaban raptados, extasiados en gozarlo, tanto que el celestial niño debió retirar su Divinidad en su Humanidad, de otra manera se habrían quedado ahí, sin poderse apartar de sus pies divinos. 

En cuanto se recuperaron del éxtasis donde 

ofrecieron el oro de sus almas, 

el incienso de su creencia y adoración, 

la mirra de todo su ser y de cualquier sacrificio que hubiera querido, 

agregaron el ofrecimiento y regalos externos, símbolo de sus actos internos: Oro, incienso y mirra. 

Pero mi amor de Madre no estaba contento aún, quise poner en sus brazos al dulce niño, y ¡oh! con cuánto amor lo besaron, lo estrecharon a su pecho, sentían en ellos el paraíso anticipado. Con esto mi Hijo ataba a todas las naciones gentiles al conocimiento del verdadero Dios y ponía a todos en común los bienes de la Redención, el retorno de la fe a todos los pueblos; se constituía Rey de los dominantes, y con las armas de su amor, de sus penas y de sus lágrimas, dominando sobre todo llamaba el reino de su Voluntad sobre la tierra. Y Yo, tu Mamá, quise ser la primera apóstol, los instruí, les conté la historia de mi Hijo, su amor ardiente, les recomendé que lo hicieran conocer a todos, y tomado el primer puesto de Madre y Reina de todos los apóstoles, los bendije, los hice bendecir por el querido niño, y felices y con lágrimas volvieron a sus regiones. Yo no los dejé, sino que con afecto materno los acompañé, y para corresponderles les hacía sentir a Jesús en sus corazones; ¡cómo estaban contentos! Tú debes saber que sólo me siento verdadera Madre cuando veo que mi Hijo tiene el dominio, la posesión, y forma su perenne morada en los corazones que lo buscan y aman. 

Ahora una palabrita para ti hija mía, si quieres que te haga de verdadera Madre, hazme poner a Jesús en tu corazón, lo harás feliz con tu amor, lo alimentarás con el alimento de su Voluntad, porque Él no toma otro alimento, me lo vestirás con la santidad de tus obras, Yo vendré a tu corazón y haré crecer de nuevo junto contigo a mi querido Hijo, y haré a ti y a Él el oficio de Madre; así sentiré las puras alegrías de mi fecundidad materna. 

Tú debes saber que lo que no comienza de Jesús que está dentro del corazón, aunque sean las obras más bellas externas, no pueden jamás agradarme, porque están vacías de la Vida de mi querido Hijo... 


Florecita

Hoy para honrarme vendrás tres veces a besar al celestial pequeño y le darás el oro de tu voluntad, el incienso de tus adoraciones, la mirra de tus penas, y me pedirás que lo encierre en tu corazón. 

Jaculatoria

Mamá celestial, enciérrame en el muro de la Divina Voluntad, para alimentar a mi querido Jesús 

Fiat Divina Voluntad

Mt. 2,

En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta


 AUDIO


Vol. 23-23 Diciembre 18, 1927 (4) 

cada manifestación Divina es un compromiso que Dios hace con las criaturas.   

 

(4) “Hija mía, cada profecía que les decía a mis profetas acerca de mi venida a la tierra, era como un compromiso que hacía con las criaturas de venir en medio a ellas, y los profetas manifestándolas disponían a los pueblos a desear y querer un bien tan grande, y ellos al recibir estas profecías recibían el depósito del compromiso, y conforme iban manifestando el tiempo y el lugar de mi nacimiento, así iba aumentando las prendas del compromiso. Así estoy haciendo con el reino de mi Voluntad, cada manifestación acerca de mi Fiat Divino es un compromiso que hago, cada conocimiento suyo es una prenda de más que agrego, y si hago mis compromisos es señal de que así como vino el reino de la Redención, así vendrá el reino de mi Voluntad. Mis palabras son Vidas que pongo fuera de Mí, y la vida debe tener su morada y producir sus efectos; ¿crees tú que sea cosa de nada una manifestación de más o una de menos? Es un compromiso de más que hace un Dios, y nuestros compromisos no se pueden perder, y por cuantos más compromisos hacemos, tanto más está cercano el tiempo de realizar nuestros compromisos y ponerlos al seguro. Por esto pido de ti suma atención y que no dejes escapar nada, de otra manera perderías un compromiso divino que traería grandes consecuencias”.

Fiat Divina Voluntad

Mt 2, 10

"Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron"


De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 20, cap. 46 enero 6, 1927

... El orden de la Providencia en la Encarnación y en las manifestaciones de los Santos Magos


"... estaba pensando en los Santos Magos cuando visitaron al niñito Jesús en la gruta de Belén, y mi siempre amable Jesús me ha dicho:

“Hija mía, mira el orden de mi Providencia Divina:  Para el gran portento de mi Encarnación elegí y me serví de una Virgen, humilde, pobre; por custodio que me hacía de padre, al virgen San José, tan pobre que tenía necesidad de trabajar para mantenernos la vida.  Mira cómo en las obras más grandes, y más grande no podía ser el misterio de la Encarnación, nos servimos de personas que en la apariencia no llaman la atención de nadie, porque las dignidades, los cetros, las riquezas, son siempre humos que ciegan al alma y le impiden penetrar en los arcanos celestiales para recibir un acto grande de Dios y al mismo Dios.  

En cambio para manifestar a los pueblos la venida de Mi, Verbo del Padre a la tierra, quise y me serví de autoridad regia, de hombres doctos y sabios, para que por su autoridad pudieran difundir el conocimiento del Dios nacido, y queriendo pudieran aun imponerse sobre los pueblos.  Pero a pesar de esto la estrella fue vista por todos, no obstante sólo tres se mueven, ponen atención y la siguen, esto dice que entre todos, sólo ellos poseían un cierto dominio de ellos mismos, que formando un lugarcito de vacío en su interior, además de la vista de la estrella oyeron mi llamada, que haciendo eco en su interior y no tomando en cuenta ni sacrificios, ni habladurías, ni burlas porque partían hacia un lugar desconocido, y muchas debieron oír, pero ellos no tomando nada en cuenta y dominándose a sí mismos siguieron la estrella unida a mi llamada, que más que estrella hablante resonaba en su interior, los iluminaba, los alentaba y decía tantas cosas de Aquél que debían visitar, y ellos ebrios de alegría seguían la estrella.  

Mira entonces que para dar el gran don de la Encarnación se necesitaba una Virgen que no tuviese voluntad humana, que fuese más de Cielo que de tierra y que un milagro continuo la dispusiera al gran portento, por eso de las cosas externas y apariencias humanas no teníamos necesidad para poder atraer la atención de los pueblos; pero con todo esto, para manifestarme quise hombres que tuvieran el dominio de ellos mismos, que formaran un poco de vacío en su interior para hacer resonar el eco de mi llamada.  ¿Pero cuál no fue su sorpresa al ver detenerse la estrella no sobre un palacio, sino sobre una vil choza?  No sabían qué pensar y se convencieron que había un misterio no humano sino Divino; cuando se animaron de fe y entraron en la gruta y arrodillándose me adoraron, en cuanto doblaron las rodillas Yo me develé e hice traslucir de mi pequeña Humanidad mi Divinidad, y conocieron que Yo era el Rey de reyes, Aquél que venía a salvarlos, y ellos enseguida se ofrecieron a servirme y a exponer la vida por amor mío, pero mi Voluntad se hizo conocer y los mandó de nuevo a sus lugares para hacerlos ser, en medio de aquellos pueblos, los anunciadores de mi venida a la tierra.  

Ve entonces cómo es necesario el dominio de sí mismo y el vacío en el corazón para hacer resonar mi llamada y ser idóneos para conocer la verdad y para manifestarla a los demás”.


 Fiat Divina Voluntad

Mt: 2, 2 

“Vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo”


AUDIO


“El primer deber de la criatura es adorar a Aquél que la ha creado"

 Vol. 33-41 (4) Junio 10, 1935

“Hija mía, el primer deber de la criatura es adorar a Aquél que la ha creado, el primer acto que habla de santidad es el deber; el deber llama al orden, y el orden hace surgir la más bella armonía entre el Creador y la criatura, armonía de voluntad, armonía de amor, de modos y de imitaciones, el deber es la sustancia de la santidad, y como todas las cosas creadas poseen y tienen como en naturaleza la marca de la verdadera adoración, por eso la criatura unida con ellas puede dar la más perfecta adoración a Aquél que la ha creado. Por eso cada cosa creada es una adoración profunda que mandan a Aquél que las ha creado, y la criatura uniéndose junto en virtud de nuestro Querer, las pone todas en adoración, dando a Dios lo que cada una debiera, y elevándose sobre todas nos lleva a todos y viene a latir en nuestro latido y a respirar en nuestro respiro. ¡Oh! cómo es dulce y agradable este latido y respiro en el nuestro, y Nosotros para corresponderlo palpitamos en su corazón y respiramos en su respiro, dándole el latido y el respiro divino como Vida, patrimonio, y crecimiento de nuestro Ser Supremo en ella. Y por eso al deber de la adoración, surge el primer deber del acto de la Creación, el de dar vida a su Creador en la propia alma, dándole el dominio, la libertad de formarse, de palpitar y respirar, llenarla de amor para poder decir con hechos: ‘Esta criatura es la portadora de su Creador, y me deja hacer lo que Yo quiero’. Tan es verdad, que su latido lo poseo Yo, nada tiene de suyo, lo que es suyo es mío y lo que es mío es suyo, Yo tengo mi puesto de amor en ella, y ella tiene el puesto de honor en el mío. Así que Cielo y tierra se dan el beso de paz y de unión permanente”.

Fiat Divina Voluntad

Mt 2, 2

"Venimos de Oriente para adorar al Rey"


De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 16, cap. 61 Mayo 13, 1924

La verdadera adoración

consiste en el acuerdo de la voluntad humana con la Divina.

El verdadero modelo de la adoración es la Santísima Trinidad


Estaba haciendo mis habituales oraciones, y mientras toda me abandonaba en los brazos de la Voluntad Suprema, intentaba hacer en Ella mis adoraciones a la Majestad Divina, y mi Jesús moviéndose en mi interior tomaba mi pobre alma en sus brazos, y elevándola entre el Cielo y la tierra adoraba junto conmigo al Ente Supremo, y después me ha dicho:

“Hija mía, la verdadera y perfecta adoración está en el acuerdo completo de la unión de la Voluntad de Dios con el alma.  

Por cuanto más el alma hace una su voluntad con la de su Creador, tanto más es completa y perfecta su adoración, y si la voluntad humana no es una con la Divina, mucho más si está de Dios lejana, no se puede decir que es adoración, sino sombra, o bien como una tinta sin color, que no deja ni siquiera el rastro; y si la voluntad humana no está dispuesta a recibir el beso de la unión de la Voluntad Suprema, en vez de adoración puede ser insulto y desprecio.  

El primer acto de adoración es el de reconocer la Voluntad de su Creador para cumplirla, si esto no está, con las palabras se adora pero con los hechos se insulta y se ofende.  Si quieres conocer el verdadero y perfecto modelo de la adoración, ven Conmigo en medio a las Tres Divinas Personas”

Yo no sé cómo, Jesús me ha estrechado más y me ha elevado más en alto, en medio de una luz interminable.  Yo me sentía aniquilar, pero sobre mi aniquilamiento venía sustituida una Vida Divina, que haciendo salir de Sí tantas variadas tintas de belleza, de santidad, de luz, de bondad, de paz, de amor, etc., de modo que mi nada quedaba transformada por aquellas tintas divinas, tanto, de no reconocerse más y de enamorar a Aquél mismo que me había embellecido tanto.  Y mi dulce Jesús ha continuado diciéndome: “Mira hija mía, 

el primer acto 

de las Divinas Personas es el acuerdo perfecto de nuestra Voluntad, y está tan unificada nuestra Voluntad, que no se puede discernir cuál sea la Voluntad de Uno o del Otro, tanto que si bien nuestras Personas son distintas, somos Tres, pero la Voluntad es una, y esta Voluntad una produce un acto continuado de perfecta adoración entre las Divinas Personas; la Una adora a la Otra.

Este acuerdo de Voluntad produce igualdad de santidad, de luz, de bondad, de belleza, de potencia, de amor, y establece en Nosotros el verdadero reino del orden y de la paz, dándonos alegrías y felicidad inmensas y bienaventuranzas infinitas.  


Así que el acuerdo de la voluntad humana con la Divina es el primer anillo de conjunción entre el Creador y la criatura, y de este descienden en ella como por un canal, las virtudes divinas y producen en ella la verdadera adoración, el perfecto amor hacia su Creador, que elevándose desde dentro del mismo canal de conjunción, Él recibe las varias tintas de las cualidades divinas.  Y cada vez que el alma se eleva para sumergirse en esta Voluntad Eterna, tantas variedades de más de belleza divina la embellecen y adquiere.  

Por eso digo que el alma que hace mi Voluntad es mi entretenimiento y mi contento, y para divertirme estoy con el pincel de mi Voluntad en las manos, y conforme ella se arroja en mi Querer, Yo la retoco y me divierto con imprimirle, con una pincelada mía un rasgo de más de mi belleza, de mi amor, de mi santidad y de todas mis cualidades.  


Así que para Mí lo mismo es estar en el Cielo que estar en ella, encuentro la misma adoración de las Divinas Personas, mi Voluntad, mi amor; 

y como a la criatura hay siempre qué poder darle, 

Yo la hago ahora de hábil pintor y pinto en ella mi imagen, 

ahora de maestro y le enseño las doctrinas más altas y sublimes, 

ahora de amante apasionado que doy y quiero amor, 

en suma, hago y uso de todas las artes para divertirme con ella, y cuando mi amor ofendido por las criaturas no encuentra dónde refugiarse, a dónde huir de aquellos que me persiguen para darme muerte, o bien me obligan a tomar el camino de regreso a los Cielos, 

Yo me refugio en el alma que contiene en ella mi Voluntad, y encuentro mi potencia que me defiende, mi amor que me ama, mi paz que me da reposo, encuentro todo lo que quiero.  


Mi Voluntad reúne todo junto, Cielo y tierra, y todos los bienes, y forma de ellos uno solo, y de éste solo brotan todos los bienes posibles e imaginables; así que el alma que hace mi Voluntad, puedo decir que es el todo para Mí, y Yo soy el todo para ella”.

Fiat Divina Voluntad

Mt 2, 11 

Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron


AUDIO


Vol. 26-2 (2) abril 12, 1929

"En virtud de nuestro Fiat, el hombre se debía extender en la inmensidad de su Creador para formar su cielo de adoración profunda a Aquél que lo había creado"

 

(2)“Hija mía, la santidad de nuestro Ser Divino; la potencia única de nuestra Voluntad de la cual estamos investidos, de modo que somos distintos en las Personas, pero nuestra Voluntad es siempre una que obra en Nosotros, que domina, que rige; nuestro amor igual, recíproco e incesante, produce en Nosotros la más profunda adoración entre las Divinas Personas, así que todo lo que sale de Nosotros no es otra cosa que actos de adoración profunda de todo nuestro Ser Divino. Por eso, cuando nuestro Fiat Divino quiso sacar en campo a toda la Creación con su potencia creadora, obradora y vivificadora, en cuanto nuestro Fiat se pronunciaba, así salían de Nosotros actos de adoración profunda, así que el cielo no es otra cosa que un acto de adoración profunda de la inmensidad de nuestro Ser Divino, y por eso por todas partes se ve cielo, de noche y de día, la inmensidad de nuestro Ser hacía salir de nuestro seno la inmensidad de nuestra adoración y extendía sobre el universo el azul cielo para llamar a todos aquellos que habrían habitado la tierra en nuestra única Voluntad, para unificarlos en la inmensidad de nuestra adoración, de modo que en virtud de nuestro Fiat, el hombre se debía extender en la inmensidad de su Creador para formar su cielo de adoración profunda a Aquél que lo había creado. El sol es un acto de adoración de nuestra luz interminable, el cual es tal y tanto el ímpetu de su adoración profunda, que no se contenta con hacerse ver en lo alto, bajo la bóveda del cielo, sino que del centro de su esfera hace descender sus rayos de luz hasta lo bajo de la tierra, plasmando y tocando todo con sus manos de luz, inviste todo y a todos con su adoración de luz, y llama a plantas, flores, árboles, pájaros y criaturas a formar una sola adoración en la Voluntad de quien las ha creado. El mar, el aire, el viento, y todas las cosas creadas, no son otra cosa que actos de adoración profunda de nuestro Ser Divino, que, quién de lejos y quién de cerca llaman a la criatura en la unidad de nuestro Fiat a repetir los actos profundos de nuestra adoración, y haciendo suyo lo que es nuestro, puede darnos el sol, el viento, el mar, la tierra florida, como adoraciones profundas que sabe y puede producir nuestra Voluntad única en la criatura. ¿Qué cosa no puede hacer nuestro Fiat? Con su fuerza única puede todo, une todo, tiene en acto todo, y une Cielo y tierra, Creador y criatura, y de ellos forma uno solo”.

Fiat Divina Voluntad

Mt 2,11 Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.


AUDIO


De los escritos de la S. D. Luisa Piccarretavol.  4-46 (1-3)  Enero 6, 1901

Jesús se comunica a los tres magos con el amor, con la belleza y con la potencia


 

Encontrándome fuera de mí misma, me parecía ver cuando los santos Magos llegaron a la cueva de Belén; apenas llegados a la presencia del Niño, Él se complació en hacer relucir externamente los rayos de su Divinidad, comunicándose a los Magos en tres modos: Con el amor, con la belleza y con la potencia. De modo que quedaron raptados y postrados ante la presencia del Niñito Jesús; tanto, que si el Señor no hubiera retirado a su interior los rayos de su Divinidad, habrían permanecido ahí para siempre sin poderse mover más. 

Entonces, en cuanto el Niño retiró la Divinidad, volvieron en sí mismos los santos Magos, se sacudieron estupefactos al ver un exceso de amor tan grande, porque en esa luz el Señor les había hecho comprender el misterio de la Encarnación. Luego se levantaron y ofrecieron los dones a la Reina Madre, y Ella habló largamente con ellos, pero no sé decir todo lo que dijo, sólo recuerdo que les inculcó fuertemente no sólo su salvación, sino que tomaran a pecho la salvación de sus pueblos, no teniendo temor ni siquiera de exponer sus vidas para obtener el intento.

Después de esto me he retirado en mí misma y me he encontrado junto con Jesús, y Él quería que yo le dijera alguna cosa, pero yo me veía tan mala y confundida que no me atrevía a decirle nada; entonces viendo que no decía nada, Él mismo prosiguió hablando sobre los santos Magos diciéndome:

“Con haberme comunicado en tres modos a los Magos, les obtuve tres efectos, porque jamás me comunico a las almas inútilmente, sino que siempre reciben algún provecho. Entonces, comunicándome con el amor obtuvieron el desapego de ellos mismos, con la belleza obtuvieron el desprecio de las cosas terrenas, y con la potencia quedaron sus corazones atados a Mí, y obtuvieron el valor de arriesgar la sangre y la vida por Mí”.

Fiat Divina Voluntad

Mt 2, 7 

"Entonces Herodes, secretamente llamados los Reyes Magos, les hizo decirse exactamente el momento en que apareció la estrella"


AUDIO

Él llora por la ingratitud humana, que apenas nacido lo quieren muerto


Del Día 24 de la Reina del Cielo

Hija mía queridísima, el corazón de tu Mamá hoy está henchido por el amor y por el dolor, tanto que no puedo retener el llanto, tú sabes que la venida de los reyes magos dejó rumores en Jerusalén al preguntar por el nuevo Rey, y el impío Herodes por temor de ser derribado del trono, ha dado ya la orden de asesinar a mi dulce Jesús, mi querida vida, junto con todos los otros niños. Hija mía, ¡qué dolor! Aquél que ha venido a dar la vida a todos y a traer la nueva era en el mundo, era de paz, de felicidad, de gracia, ¡me lo quieren matar! ¡Qué ingratitud, qué perfidia! ¡Ah hija mía, hasta dónde llega la ceguera de la voluntad humana! Hasta volverse crueles, hasta atar las manos al mismo Creador y volverse dueña de Aquél que la ha creado. Por eso compadéceme hija mía, y trata de calmar el llanto al dulce niño. Él llora por la ingratitud humana, que apenas nacido lo quieren muerto, y para salvarlo estamos obligados a huir. Ya el querido san José ha sido avisado por el ángel de partir rápido a tierras extranjeras. Tú acompáñanos hija querida, no nos dejes solos, y Yo continuaré dándote mis lecciones sobre los graves males de la voluntad humana.

Ahora, tú debes saber que en cuanto el hombre se sustrajo de la Divina Voluntad rompió con su Creador. Todo había sido hecho por Dios sobre la tierra, todo era suyo, y el hombre con no hacer el Querer Divino perdió todos los derechos, y se puede decir que no tenía a dónde ir, así que se convierte en el pobre exiliado, el peregrino que no podía poseer habitación permanente, y esto no sólo en el alma, sino también en el cuerpo; todas las cosas se cambiaron para el pobre hombre, y si alguna cosa fugaz tiene, fue en virtud de los méritos previstos de este celestial niño….

Fiat Divina Voluntad