Jesús a la S. D. Luisa Piccarreta


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...el título que darás al libro que publicarás sobre mi Voluntad será éste:

 

‘El Reino de mi Divina Voluntad en medio a las criaturas.  Libro de Cielo.  Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios’.


El Reino del FIAT Divino

www.fiatdivinavoluntad.com

Libro de Cielo Vol. 19-51 (2)

Febrero, 2024



EVANGELIO

Febrero 5, 2024


Marcos 6, 53-56

Los que lo tocaban se ponían sanos

Mayo 13, 1917 Ntra. Señora de Fátima a los 3 pastorcitos


Rezad el Rosario todos los días

Para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra

Santo Rosario 

por el Reino









AUDIO Youtube:

Fiat Divina Voluntad


TEXTO Web: 

Virgen María, La Reina del Cielo

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"Sé atenta a recibir continuamente la palabra de mi Fiat, que es portador de creación, de vida y de conservación”.

                 Jesús

El Reino del FIAT Divino

www.fiatdivinavoluntad.com

Libro de Cielo Vol. 27-4 (3)

EVANGELIO

Marcos 6, 53-56



Lectura del santo Evangelio según San Marcos 

Los que lo tocaban se ponían sanos


53.Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret y atracaron. 

54.Apenas desembarcaron, le reconocieron en seguida, 

55.recorrieron toda aquella región y comenzaron a traer a los enfermos en camillas adonde oían que él estaba. 

56.Y dondequiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los enfermos en las plazas y le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaban salvados.


Palabra del Señor

"Gloria a Ti, Señor Jesús"

‘El Reino de mi Divina Voluntad en medio a las criaturas.  Libro de Cielo.  Llamada a las criaturas al orden, a su puesto y a la finalidad para la que fueron creadas por Dios’.


Sierva de Dios Luisa Piccarreta

"El Evangelio del reino de la Voluntad Divina"

Mc. 6, 55 

comenzaron a traer a los enfermos en camillas adonde oían que él estaba.


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La Reina del Cielo en el Reino de la Divina VoluntadDía 27

"el querido Jesús sanaba a todos, consolaba e instruía a todos"


"...mi amado Hijo al verse rechazado por los grandes, por los doctos, no se detuvo, ni podía detenerse, su amor corría porque quería las almas. Entonces se rodeó de pobres, de afligidos, de enfermos, de cojos, de ciegos, de mudos y de tantos otros males que oprimían a las pobres criaturas, todos éstos, imágenes de los tantos males que había producido la voluntad humana en ellas. Y el querido Jesús sanaba a todos, consolaba e instruía a todos, así que se convirtió en el amigo, el padre, el médico, el maestro de los pobres.

 Fiat Divina Voluntad

 



Mc 6, 53

"y le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaban salvados."


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"LA PALABRA DE TU JESÚS ES EL MÁS GRANDE MILAGRO"

"El gran milagro del Reino del Fiat Supremo" 


Vol. 20-14  Octubre 22, 1926

"mi Voluntad posee la milagrosa Potencia que quien se hace dominar por Ella no estará sujeto a ningún mal"


El gran bien que llevará el reino del Fiat Divino.  Cómo será preservativo de todos los males.  Así cómo la Virgen, mientras no hizo ningún milagro, hizo el gran milagro de dar un Dios a las criaturas, así será quien debe hacer conocer el Reino, hará el gran milagro de dar una Voluntad Divina.

 

(1) Estaba pensando en el Santo Querer Divino y decía entre mí:  “¿Pero cuál será el gran bien de este reino del Fiat Supremo?”  Y Jesús como interrumpiendo mi pensamiento y como deprisa se ha movido en mi interior diciéndome:

(2) “Hija mía, ¿cuál será el gran bien?  ¿Cuál será el gran bien?  El Reino de mi Fiat encerrará todos los bienes, todos los milagros, los portentos más estrepitosos, más bien los sobrepasará a todos juntos, y si milagro significa dar la vista a un ciego, enderezar a un cojo, sanar un enfermo, resucitar un muerto, etc., el Reino de mi Voluntad tendrá el alimento preservativo, y cualquiera que entrará en Él, no habrá ningún peligro de que pueda permanecer ciego, cojo y enfermo, la muerte en el alma no tendrá más poder, y si lo tendrá sobre el cuerpo no será muerte, sino paso, y faltando el alimento de la culpa y la voluntad humana degradada que produce la corrupción en los cuerpos, y estando el alimento preservativo de mi Voluntad, tampoco los cuerpos estarán sujetos a descomponerse y a corromperse tan horriblemente de infundir temor aun a los más fuertes, como es ahora, sino que quedarán compuestos en sus sepulcros esperando el día de la resurrección de todos.  Entonces, ¿qué crees tú que sea más milagro, dar la vista a un pobre ciego, enderezar a un cojo, sanar un enfermo, o bien tener un medio preservativo para que el ojo no pierda jamás su vista, que se camine siempre derecho, que se esté siempre sano?  Creo que sea más el milagro preservativo que el milagro después de sucedida la desventura.  Esta es la gran diferencia del Reino de la Redención y del Reino del Fiat Supremo, en el primero fue milagro para los pobres desventurados, como lo es todavía ahora que yacen, quién en una desventura y quién en otra, y por eso Yo di el ejemplo también en lo exterior, haciendo tantas diferentes curaciones que eran símbolo de las curaciones que Yo hacía en las almas, y que fácilmente regresan a su enfermedadEl segundo será milagro preservativo, porque mi Voluntad posee la milagrosa Potencia que quien se hace dominar por Ella no estará sujeto a ningún mal, por lo tanto no tendrá ninguna necesidad de hacer milagros, porque los conservará siempre sanos, santos y bellos, dignos de aquella belleza que salió de nuestras manos creadoras al crear a la criatura.  El Reino del Fiat Divino hará el gran milagro de desterrar todos los males, todas las miserias, todos los temores, porque Él no hará el milagro a tiempo y a circunstancia, sino que se mantendrá sobre sus hijos de su Reino con un acto de milagro continuado para preservarlos de cualquier mal y hacerlos distinguir como hijos de su Reino, esto en el alma, pero también en el cuerpo habrá muchas modificaciones, porque es siempre la culpa el alimento de todos los males, y quitada la culpa faltará el alimento al mal, mucho más que mi Voluntad y pecado no pueden existir juntos, por lo tanto, también la naturaleza humana tendrá sus benéficos efectos.

(3) Ahora hija mía, debiendo preparar el gran milagro del Reino del Fiat Supremo, estoy haciendo contigo, como hija primogénita de mi Voluntad, como hice con la Soberana Reina, Mamá mía, cuando preparé el Reino de la Redención, la atraje tanto a Mí, la tuve tan ocupada en su interior para poder formar junto con Ella el milagro de la Redención, y había tanta necesidad, tantas cosas que juntos teníamos que hacer, que rehacer, que completar, que debí ocultar en su exterior cualquier cosa que pudiera llamarse milagro, excepto su perfecta virtud, con esto la dejé más libre para hacerla navegar el mar interminable del Fiat Eterno, y así pudiese tener acceso a la Divina Majestad para obtener el Reino de la Redención.  ¿Qué hubiera sido más, si la Celestial Reina hubiera dado la vista a los ciegos, la palabra a los mudos y demás, o bien el milagro de hacer descender al Verbo Eterno sobre la tierra?  Los primeros hubieran sido milagros accidentales, pasajeros e individuales, en cambio el segundo es milagro permanente y para todos, siempre y cuando lo quieran; por eso los primeros hubieran sido como una nada comparados al segundo.  Ella fue el verdadero sol que eclipsando todo, eclipsó en Sí al mismo Verbo del Padre, germinando de su luz todos los bienes, todos los efectos y milagros que produjo la Redención; pero al igual que el sol, producía los bienes y los milagros sin hacerse ver o hacerse señalar de que era Ella la causa primaria de todo.  En efecto, todo lo que Yo hice de bien sobre la tierra, lo hice porque la Emperatriz del Cielo llegó a tener su imperio en la Divinidad, y con su imperio me trajo del Cielo para darme a las criaturas.

(4) Ahora, así estoy haciendo contigo para preparar el Reino del Fiat Supremo.  Te tengo Conmigo, te hago navegar el mar interminable de Él para darte el acceso junto al Padre Celestial a fin de que le ruegues, lo venzas, lo imperes, para obtener el Fiat de mi Reino.  Y para cumplir y consumar en ti toda la fuerza milagrosa que se necesita para un Reino tan santo, te tengo continuamente ocupada en tu interior en el trabajo de mi Reino, te hago girar continuamente para hacer, para rehacer, para completar todo lo que se necesita y que todos deberían hacer, para formar el gran milagro de mi Reino, y externamente nada dejo aparecer de milagroso en ti, excepto la luz de mi Voluntad.  Algunos podrán decir:  ¡Cómo!  Tantos portentos que manifiesta el bendito Jesús a esta criatura de este reino del Fiat Divino, los bienes que traerá sobrepasarán Creación y Redención, es más, será corona tanto de una como de la otra, y a pesar de tanto bien ninguna cosa milagrosa en el exterior se ve en ella como confirmación del gran bien de este Reino del Eterno Fiat, mientras que los otros santos, sin el portento de este gran bien, han hecho milagros a cada paso.  Pero si se vuelven hacia atrás a considerar a mi amada Mamá, la más santa de todas las criaturas, el gran bien que encerró en Sí y que trajo a las criaturas, no hay quién pueda compararse a Ella, hizo el gran milagro de concebir en Sí al Verbo Divino y el portento de dar un Dios a cada criatura.  Y delante a este prodigio jamás visto ni oído, de poder dar al Verbo Eterno a las criaturas, todos los otros milagros unidos juntos son pequeñas llamitas delante al sol.  Ahora quien debe hacer lo más no es necesario que haga lo menos, así delante al gran milagro del Reino de mi Voluntad restablecido en medio a las criaturas, todos los otros milagros serán pequeñas llamitas delante al gran Sol de mi Querer; cada dicho, verdad y manifestación sobre Él, es un milagro que ha salido de mi Voluntad como preservativo de todo mal y para vincular a las criaturas a un bien infinito, a una gloria más grande, a una nueva belleza toda divina.  Cada verdad mía sobre mi Eterno Querer contiene la potencia y la virtud prodigiosa, más que si se resucitase a un muerto, que si sanase a un leproso, que un ciego viese, que un mudo hablase, porque mis palabras sobre la santidad y potencia de mi Fiat, resucitarán a las almas a su origen, las sanarán de la lepra que ha producido la voluntad humana, les dará la vista para ver los bienes del Reino de mi Voluntad, porque hasta ahora eran como ciegos, les dará la palabra a tantos mudos que mientras sabían decir tantas otras cosas, sólo para mi Voluntad eran como tantos mudos que no tenían palabra; y además el gran milagro de poder dar una Voluntad Divina a cada criatura, que contiene todos los bienes.  ¿Qué cosa no les dará cuando se encuentre en posesión de los hijos de su Reino?  He aquí por qué te tengo toda ocupada en el trabajo de este mi Reino, y hay mucho que hacer para preparar el gran milagro de que el Reino del Fiat sea conocido y poseído.  Por eso sé atenta en atravesar el mar interminable de mi Voluntad, a fin de que venga establecido el orden entre Creador y criatura, y así podré hacer el gran milagro por medio tuyo, de que el hombre regrese a su origen de donde salió”.

(5) Después yo estaba pensando en lo que está escrito arriba, especialmente en que cada palabra y manifestación sobre la Suprema Voluntad es un milagro salido de Ella, y Jesús para confirmarme lo que me había dicho ha agregado:

(6) “Hija mía, ¿qué crees tú que haya sido más milagro cuando vine a la tierra:  Mi palabra, el evangelio que anuncié, o bien que di la vida a los muertos, la vista a los ciegos, el oído a los sordos, etc.?  ¡Ah! hija mía, fue más grande milagro mi palabra, mi evangelio, mucho más que los mismos milagros salieron de mi palabra; la base, la sustancia de todos los milagros salió de mi palabra creadora, los Sacramentos, la misma Creación, milagro permanente, tuvieron vida de mi palabra y mi misma Iglesia tiene por régimen, por fundamento mi palabra, mi evangelio.  Así que fue más milagro mi palabra, mi evangelio, que los mismos milagros, los cuales si tuvieron vida, fue por mi palabra milagrosa.  Por lo tanto debes estar segura que la palabra de tu Jesús es el más grande milagro; mi palabra es como viento impetuoso que corre, golpea el oído, entra en los corazones, calienta, purifica,  ilumina, gira, vuelve a girar de nación en nación, recorre todo el mundo, gira por todos los siglos; ¿quién puede dar muerte y sepultar una palabra mía?  Ninguno.  Y si alguna vez parece que mi palabra calla y está como escondida, ella no pierde jamás la vida, cuando menos se crea, sale y gira por todas partes; pasarán los siglos en los cuales todos:  Hombres y cosas serán arrollados y desaparecerán, pero mi palabra no pasará jamás, porque contiene la vida, la fuerza milagrosa de Aquél que la hizo salir.  Por eso ten por seguro que cada palabra y manifestación que te hago sobre el Fiat Eterno es el más grande milagro, que servirán para el reino de mi Voluntad.  He aquí por qué tanto te incito y tanto me interesa que ni siquiera una palabra mía no sea manifestada y escrita por ti, porque me veo regresar un milagro mío que tanto bien llevará a los hijos del Fiat Supremo”.

 Fiat Divina Voluntad





Mc 6, 54 

le reconocieron en seguida

 

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"Si a la llamada el alma responde, el DON ES CONFIRMADO"

‘Aquí estoy contigo, dime Jesús, ¿qué quieres?’ 


Vol. 35-29 (1-2)  enero 16, 1938

La Divina Voluntad llama en sus actos a la criatura para hacerle don de sus obras


El Querer Divino está siempre en torno a mí, y ahora me llama, ahora me estrecha a su seno de luz, y si respondo a su llamada, si le correspondo con mi abrazo, me ama tanto y me quiere dar tanto, que no sé donde poner lo que me quiere dar; y en medio de tanto amor y generosidad yo quedo confundida, y amo a aquel Santo Querer que tanto me ama. Mientras estaba en esto, mi dulce Jesús visitando mi pequeña alma, con ternura indecible me ha dicho:

“Hija de mi Querer, tú debes saber que solamente tu Jesús conoce todos los secretos de mi Fiat, porque siendo Yo el Verbo del Padre me glorío de hacerme narrador de lo que ha hecho por la criatura.

Ahora, por esto te digo que su amor es exuberante: En cada cosa que hacía te llamaba, tanto en las obras de la Creación como en las obras de mi Redención, y si tú escuchabas su llamada y decías:

‘Estoy aquí, ¿qué quieres?’ Él te hacía don de sus obras; si tú no respondías, Él quedaba en actitud de llamarte siempre, hasta en tanto no lo hubieses escuchado. Si creaba el cielo, te llamaba en aquella extensión azul al decirte: ‘Hija mía, ven y ve cuan bello es el cielo que he creado para ti, lo he creado para hacerte don de él, ven a recibir este gran don; si tú no me escuchas Yo no puedo dártelo, y me haces quedar con el don suspendido en mis manos, y en actitud de llamarte siempre, no cesaré de llamarte hasta en tanto no te vea poseedora de mi don.

El cielo contiene una extensión grandísima, tanto que la tierra se puede llamar un pequeño agujero comparada con él, por eso todos tienen en él su puesto y un cielo para cada uno, y Yo los llamo a todos por su nombre para hacerles el don’.

¿Pero cuál no es su dolor, llamar y volver a llamar y no ser escuchado, y miran el cielo como si no fuera un don que les ha dado? Este mi Querer ama tanto, que conforme creaba el sol así te llamaba con sus voces de luz, e iba en busca de ti y de todos para hacerte de ellos un don, así que tu nombre está escrito en el sol con caracteres de luz, Yo no lo puedo olvidar; y conforme su luz desciende de su esfera y llega hasta ti, así te va llamando siempre, así que no se contenta con llamarte desde la altura de su esfera, sino que amándote siempre más quiere descender hasta lo bajo, y por caminos de luz y calor te dice: ‘Recibe mi don, este sol lo he creado para ti’.

Y si es escuchado, ¡oh, cómo hace fiesta porque ve que la criatura posee el sol como propiedad suya y don que le ha hecho su Creador!

Donde quiera y por todas partes te llama: Te llama en el viento, ahora con imperio, ahora con gemidos, ahora como si quisiera llorar para moverte a escucharlo a fin de que recibas el don de este elemento; te llama en el mar por caminos de murmullo para decirte: ‘Este mar es tuyo, tómalo como don que Yo te hago’. Hasta en el aire que respiras, en el pajarito que canta, te llama para decirte: ‘De todo te hago don’. 

Ahora, si a la llamada el alma responde, el don es confirmado; si no responde, los dones quedan como suspendidos entre el cielo y la tierra. porque si mi Voluntad llama, es porque quiere ser llamada para mantener el comercio entre Ella y las criaturas, para hacerse conocer y para hacer surgir el amor incesante entre Ella y quien vive de su Fiat, porque sólo a quien vive en su Querer Divino le es más fácil escuchar sus tantas llamadas, porque mientras la llama en sus obras se hace oír en el fondo de su alma, oyendo así su llamada en ambas partes. Y después, ¿qué decirte de cuántas veces te llamé y llamo en todos los actos de mi Humanidad? Me concebí y te llamé para hacerte el don de mi Concepción; Nací y te llamé más fuerte, y llegué a llorar, a gemir y llorar para moverte a compasión, para que pronto me respondieras para hacerte el don de mi Nacimiento, de mis lágrimas, gemidos y vagidos. Si mi Mamá Celestial me fajaba, te llamaba para fajarte junto Conmigo; en suma, te llamaba en cada palabra que decía, en cada paso que daba, en cada pena que sufría, en cada gota de mi sangre, hasta en el último respiro que di sobre la cruz te llamé, para hacerte don de todo, y para ponerte al seguro te puse junto Conmigo en las manos de mi Padre Celestial. ¿Dónde no te he llamado para hacerte don de lo que Yo hacía, para desahogar mi amor, para hacerte sentir cuánto te amaba y para hacer descender en tu corazón la dulzura de mi voz raptora, que rapta, crea y conquista, y también para oír tu voz que me dijera: ‘Aquí estoy contigo, dime Jesús, ¿qué quieres?’ Esto como correspondencia de mi amor y como protesta de que aceptas mis dones, y así poder decir: ‘He sido escuchado, mi hija me ha reconocido y me ama’. Es verdad que estos son excesos de nuestro amor, pero amar y no ser reconocido, ni amado, no se puede soportar por largo tiempo, ni se puede seguir viviendo así. Por eso continuaremos nuestras locuras de amor, nuestras estratagemas para dar curso a nuestra Vida de amor”.

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Mc 6, 54

“le reconocieron en seguida

 

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Vol. 29-41 (2-4) Octubre 8, 1931  

Cómo Dios y la criatura se dan la mano


"Nuestros bienes, actos y sacrificios, no se dan si no son llamados, porque con recordarlos y ofrecerlos se disponen a reconocerlos y a recibir el bien que nuestros actos contienen".


"nuestra misma finalidad en el acto de la criatura; se puede decir que ella continúa nuestra Vida sobre la tierra, y nuestra Voluntad obrante en sus actos, palabras, y en todo”.


(2) “Hija mía, escucha los admirables secretos de mi Querer, si la criatura quiere encontrar todo lo que ha sido hecho de bello, de bueno, de santo, en toda la historia del mundo, por Mí, por la Mamá Celestial, y por todos los santos, debe entrar en la Divina Voluntad; en Ella todo se encuentra en acto. Conforme tú ponías atención a cada acto, lo recordabas, lo ofrecías, así el santo que había hecho aquel acto, aquel sacrificio, se sentía llamar por el alma viadora y veía su acto de nuevo palpitante sobre la tierra, y por lo tanto duplicada la gloria a su Creador y a él mismo, y tú que lo ofrecías, cubierta por el rocío celestial del bien de aquel acto santo, y según el propósito noble y alto con que es ofrecido, así más intensa y grande es la gloria y el bien que produce. ¡Cuántas riquezas posee mi Voluntad! Están todos mis actos, los de la Reina Soberana, que están todos en espera de ser llamados, recordados, ofrecidos por la criatura para duplicar el bien a favor de las criaturas y para darnos doble gloria, quieren ser recordados, llamados, para palpitar como nueva vida en medio a las criaturas, pero por falta de atención hay quién muera, quién se fatiga por debilidad, quién tiemble por el frío, quién no tiene con qué alimentarse. 

Nuestros bienes, actos y sacrificios, no se dan si no son llamados, porque con recordarlos y ofrecerlos se disponen a reconocerlos y a recibir el bien que nuestros actos contienen. Además, no hay honor más grande que puede dar a todo el Cielo, que ofrecer los actos que hicieron en la tierra, por la finalidad noble, altísima y sublime de que venga el reino de la Divina Voluntad sobre la tierra”. 

(3) Después continuaba pensando en el Querer Divino, y mi amado Jesús ha agregado: 

(4) “Hija mía, un acto, una oración, un pensamiento, un afecto, una palabra, para ser aceptos, perfectos, ordenados, completos, deben elevarse a la misma finalidad querida por Dios mismo. Porque conforme la criatura en su acto se eleva a la finalidad querida por el Ente Supremo, abraza el principio y toma en su acto la finalidad con que Dios la ha creado, Dios y la criatura se dan la mano y quieren y hacen la misma cosa; con hacer esto entra en el acto de la criatura el orden divino, el acto divino, y la misma finalidad con la cual Dios quiere que se haga aquel acto. Entonces, entrando la finalidad divina, el acto por sí mismo se vuelve completo, santo, perfecto y todo ordenado. Tal como es el autor de la finalidad de aquel acto, tal se vuelve el acto; en cambio si la criatura no se eleva a la finalidad querida por Dios en su acto, desciende del principio de su creación y no sentirá la vida del acto divino en el suyo, quizá hará muchos actos, pero incompletos, imperfectos, desordenados; serán como actos extraviados de la finalidad de su Creador. Por eso la cosa que más nos agrada es ver nuestra misma finalidad en el acto de la criatura; se puede decir que ella continúa nuestra Vida sobre la tierra, y nuestra Voluntad obrante en sus actos, palabras, y en todo”.

 Fiat Divina Voluntad




Mc 6, 56

Y dondequiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los enfermos en las plazas y le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaban salvados.


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Vol. 33-29 (1-2) Noviembre 5, 1934

El verdadero amor en la criatura se forma el lugarcito en las obras divinas.

la hoguera del amor

(1) Siento una fuerza irresistible que no me deja jamás inmóvil, y parece que cada cosa creada, todo lo que ha hecho mi dulce Jesús, ha hecho y sufrido, me dice: “Para ti las he creado, por amor tuyo, y tú, ¿nada quieres poner por amor mío, nada de lo tuyo en lo que he hecho por ti? He llorado por ti, he sufrido, he muerto por ti, y tú nada quieres poner en mis lágrimas, en mis penas, en mi muerte, todo mi Ser te busca a ti, y tú, ¿no quieres investir y buscar todas mis cosas para investirlas y encerrarlas en tu te amo? Yo soy todo amor, y tú no quieres ser toda amor para Mí”. Yo quedo confundida y mi pobre mente toma el curso de los actos hechos de la Divina Voluntad para poder decir: “También yo he puesto de lo mío en tus actos, aunque sea un pequeño te amo, pero en mi te amo me pongo toda yo misma”. Pero mientras hacía mi curso, mi dulce Jesús sorprendiéndome con su breve visita, todo bondad me ha dicho:

(2) “Hija mía bendita, tú debes saber que el verdadero amor en la criatura me pone en condiciones de hacerme olvidar todo, y de disponerme a conceder que venga a reinar mi Voluntad sobre la tierra, no que Yo sufra de olvido, lo que no puede ser en Mí, sería defectuoso, más bien siento tanto gusto en el verdadero amor de la criatura cuando encuentro que todas las partículas de su ser me dicen que me aman, y desbordando este su amor por mí, me inviste y corre en todo mi Ser, en mis obras, y como mezclándose Conmigo me hace sentir por todas partes su amor. Yo para gozarme este amor de la criatura hago a un lado todo, y como si lo olvidase, me inclina tanto, que me dispone y se impone sobre Mí para darle cosas sorprendentes y lo que quiere, y hasta el reino de mi Voluntad; el verdadero amor tiene tal potencia que llama a mi Voluntad como vida en el ser humano. Tú debes saber que cuando extendí el cielo, cree el sol, desde entonces, en mi Omnividencia, veía tu amor correr en el cielo, investir la luz del sol y en todas las cosas creadas formarte un lugarcito para amarme, y ¡oh! cómo gozaba, y mi Voluntad desde entonces corría hacia ti y hacia aquellos que me habrían amado, para darse como vida en aquel lugarcito de amor. Ve entonces, mi Voluntad recorría los siglos, los reducía a un solo punto, todos en acto, y encontraba el puesto de amor dónde poner su Vida para continuarla con toda su Majestad y decoro divinos. Yo vine sobre la tierra, ¿pero sabes en quién encontraba el lugarcito para encerrar mi Vida? En el verdadero amor de la criatura. Desde entonces Yo ya veía tu amor, que haciéndome corona investía toda mi Humanidad y corría en mi sangre, en todas mis partículas, casi fusionándose Conmigo. Todo estaba en acto para Mí y como presente, y mis lágrimas encontraban el lugarcito donde verterse, mi amor, mis penas, mi Vida, el refugio dónde poderse estar en lugar seguro, y mi muerte encontraba hasta la resurrección en el amor verdadero de la criatura, y mi Voluntad Divina encontraba su reino donde reinar. Por eso si quieres que mi Divina Voluntad venga a reinar como vida en las criaturas, hazme encontrar tu amor por todas partes, dondequiera y en cada cosa házmelo sentir siempre, con esto formarás la hoguera dónde quemar todo, la cual consumiendo todo lo que no es de mi Voluntad, formará el lugar dónde poderse encerrar mi Voluntad, y entonces todas mis obras encontrarán lugar, su escondite dónde poder continuar el bien y la virtud obrante que poseen, y así haremos los dos intercambio de puesto, tú encontrarás tu lugarcito en Mí y en todas mis obras, y Yo lo encontraré en ti y en todos tus actos. Por eso siempre adelante en mi Divina Voluntad para formar la hoguera del amor donde te quemarás a ti, y a todos los impedimentos que impiden su reinar en medio a las criaturas”.

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Mc 6, 56 

“Le rogaban que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban curados”


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Vol. 13-38 (4-5) diciembre 3, 1921

"El vivir en mi Querer no es sólo salvación, sino es santidad que debe elevarse sobre todas las demás santidades, que debe llevar el sello de la santidad de su Creador"


"¿Cuántas profecías, cuántos preparativos, cuántos siglos no precedieron mi Redención? ¿Cuántos símbolos y figuras no previnieron la Concepción de mi Celestial Mamá? Ahora, después de cumplida la Redención debía reafirmar al hombre en los bienes de la Redención, y para esto escogí a los apóstoles como confirmadores de los frutos de la Redención, donde con los Sacramentos debían buscar al hombre perdido y ponerlo a salvo, así que la Redención es salvación, es salvar al hombre de cualquier precipicio, por eso en una ocasión te dije que el hacer vivir al alma en mi Querer es cosa más grande que la misma Redención, porque salvarse, con hacer una vida mediana, ahora caer y ahora levantarse, no es tan difícil y esto lo consiguió mi Redención, porque quería salvar al hombre a cualquier costo y esto lo confié a mis apóstoles como depositarios de los frutos de la Redención. Así que debiendo hacer lo menos en ese entonces, dejé para ahora lo más, reservándome otras épocas para el cumplimiento de mis altos designios.

Ahora, el vivir en mi Querer no es sólo salvación, sino es santidad que debe elevarse sobre todas las demás santidades, que debe llevar el sello de la santidad de su Creador, por eso debían primero venir las santidades menores como cortejo, como precursoras, como mensajeras, como preparativos de esta santidad toda Divina. Y así como en la Redención elegí a mi inigualable Madre como eslabón de unión Conmigo, del cual debían descender todos los frutos de la Redención, así te he elegido a ti como eslabón de unión, del cual debía tener principio la santidad del VIVIR EN MI QUERER, y habiendo salido de mi Voluntad para traerme la gloria completa del fin por el cual fue creado el hombre, debía retornar sobre el mismo camino de mi Querer para volver a su Creador.

¿Cuál es entonces tu asombro? Estas son cosas establecidas ”ab eterno” y nadie me las podrá cambiar. Y como la cosa es grande, es establecer mi reino en el alma aún en la tierra, he hecho como un rey cuando debe tomar posesión de un reino, él no va primero, sino que antes se hace preparar la morada real, después envía a sus soldados a preparar el reino y a disponer a los pueblos a que se sujeten, después siguen las guardias de honor, los ministros y el último es el rey; esto es decoroso para un rey. Así lo he hecho Yo, me he hecho preparar mi morada real, que es la Iglesia; los soldados han sido los santos, para hacerme conocer por los pueblos; después han llegado los santos que han sembrado milagros, como mis ministros más íntimos; ahora como rey vengo Yo para reinar, por lo que debía elegir un alma donde hacer mi primera morada y fundar este reino de mi Voluntad.

Por eso hazme reinar y dame plena libertad”.

Marcos 6, 53-56

Los que lo tocaban se ponían sanos



Fundidos en Jesús y en su Divina Voluntad, reparemos en María a Jesús, 

por todos los actos contrarios a la Voluntad de Dios, que arrojan al alma y al cuerpo toda clase de males.


Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor JesucristoUna parte de la Hora 7 y de la Hora 4 de su Pasión

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Una parte de la Hora 7 de su Pasión

“Y tú, Madre mía, ponte al lado de ellos y cual afectuosa Madre, toca con tus manos maternas sus miembros enfermos, alivia sus dolores, tómalas entre tus brazos y de tu Corazón derrama torrentes de gracias sobre todas sus penas. Hazle compañía a los abandonados, consuela a los afligidos, y para quienes carecen de los medios necesarios, dispón tú misma almas generosas que los socorran; a quienes se encuentran bajo la atrocidad de los dolores, obtenles tregua y reposo, para que reanimados, puedan con mayor paciencia soportar todo lo que Jesús disponga de ellos.” 

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Una parte de la Hora 4 de su Pasión

“¡Oh Jesús!, beso tu pie derecho y te reparo por quienes te reciben para ultrajarte. Cuando se atrevan a hacerlo, te suplico que repitas el milagro que hiciste cuando Longinos te atravesó el Corazón con la lanza, que al flujo de aquella sangre que brotó, al tocarle los ojos lo convertiste y lo sanaste; así también, que cuando se acerquen a comulgar, apenas los toques sacramentalmente, conviertas sus ofensas en amor.”